Os contaba ayer las características de mi nuevo equipo de formato medio para película tradicional, basado en una HASSELBLAD 500C/M.
Hoy os muestro algunos ejemplos de las fotografías realizadas con los dos carretes de prueba que el pasado jueves disparé con el nuevo equipo. No son nada de especial. Un paseo por mi circuito tradicional de pruebas de material fotográfico por la ribera del CANAL IMPERIAL DE ARAGÓN y por el PARQUE GRANDE de ZARAGOZA.
Os recuerdo que tengo dos respaldos, el A12 y el A16S, que permiten obtener respectivamente 12 exposiciones de 56 x 56 mm, y 16 exposiciones de 41 x 41 mm. Aquí los vemos secándose, para poder comparar la diferencia de tamaños.
La diferencia es notable, pero aun así, el más pequeño, el de 41 x 41 mm, tiene una superficie total que es aproximadamente el doble que el del formato tradicional de 24 x 36 mm.
Los dos carretes son de película en blanco y negro KODAK TRI-X 400, una película clásica por excelencia, que yo expongo a un índice de exposición de 200 en lugar del ISO 400 nominal, aplicando luego un revelado en Rodinal 1+50 de 9 minutos, más corto que el recomendado para ISO 400, con el fin de controlar mejor el grano y el contraste. A mí, en los días soleados de primavera y verano en ZARAGOZA me funciona muy bien esta fórmula.
Ya adelanto que la cámara y el conjunto del sistema funcionan sin problemas, y creo que el potencial es muy alto. Por lo tanto, los defectos encontrados son achacables al fotógrafo. Y los aciertos, si los hay, también, claro.
De forma cronológica, primero expuse los negativos del respaldo A12, de los que dejo a continuación unos ejemplos.
Después vinieron los negativos del respaldo A16S, que en su conjunto creo que quedaron mejor. Lo cual tiene varias explicaciones. Una, que es más difícil utilizar los formatos más grandes que los más pequeños y que la focal equivalente del DISTAGON 50/4 con el A16S, aproximadamente 38 mm, es más fácil de usar que los 28 mm del A12. Otra, que la tarde estaba más avanzada y la luz era de mejor calidad. Y finalmente, que el entorno en el que hice las fotos era más interesante. En cualquier caso os dejo los ejemplo del segundo carrete y vosotros diréis.
Recientemente he actualizado mi blog dedicado a la fotografía en el cine con la película DIGGERS. Esta es una película de las que llaman "independiente", dirigida por KATHERINE DIECKMAN en 2006, en la que el protagonista lleva consigo a todas partes una cámara POLAROID LAND de gama baja, para película instantánea de tipo "peel apart". Las que llevaban consigo un negativo y un positivo adheridos, y que había que separar tras el revelado.
La película no es gran cosa, pero me recordó el vídeo que os dejo a continuación, en la que vemos el uso de esta película en un respaldo dedicado a las cámaras HASSELBLAD de la serie V (las clásicas). La pena es que la imagen no cubre todo el formato de la fotografía. Aunque para algunos ese es el encanto.
Hace unas semanas hice una escapada un sábado por la tarde con unos amigos que querían conocer el sitio arqueológico de LOS BAÑALES, a pocos kilómetros de Sádaba pero en el municipio de Uncastillo, en la comarca aragonesa de Las Cinco Villas.
Me llevé dos cámaras fotográficas. Una digital cuyas fotos ya hace un tiempo que se pueden contemplar en el álbum correspondiente, al mismo tiempo que ilustraron las recomendaciones semanales del 13 de abril. Pero también me llevé una cámara de película de formato medio, la FUJIFILM GS645S, con unos cuantos carretes de Kodak Portra de ISO 160 y 400. En lugar de llevar a revelar el carrete a un comercio local y luego escanearlas en casa con el EPSON PERFECTION PHOTO V600, decidí probar el servicio que ofrecen por internet en CARMENCITA FILM LAB, buscando una mejor calidad de digitalización, por un precio que me parecía razonable. La única pega es que entre que se envía el material y que puedes descargar las fotografías digitalizadas, pueden pasar entre dos y tres semanas. Así que no vale para trabajos rápidos o para almas impacientes.
Ya podéis viendo el resultado del trabajo. Pero os voy a comentar algunas cuestiones. A su mayor resolución nos ofrecen archivos de algo más de 17 megapíxeles a partir de negativos de película de formato medio de 54 x 41 mm. Esto es aproximadamente casi el doble que lo que podría obtener del V600 a su resolución recomendada que es de 1600 píxeles por pulgada. Y desde luego la nitidez conseguida en toda la imagen es mejor en líneas generales que la que consigo con este aparato.
Las imágenes tienen un aspecto un poquito sobreexpuesto, y en varias de ellas he tenido que corregir el equilibro de color. Pero ninguna tiene las luces empastadas, salvo un par, cuyo contraste de origen era excesivo. Así pues, todos los archivos son aprovechables. Eso sí. Son JPEGs. En alta calidad, pero JPEGs, así que mejor limitar los ajustes a lo esencial para un resultado natural dadas las circunstancias y el método de toma.
De cara al futuro, ¿cómo me lo planteo? Pues me parece una opción interesante para utilizar cuando tenga trabajos en película que crea conveniente conservar con una calidad mayor que la que yo puedo conseguir con mi equipamiento casero. Aunque no para cualquier cosa que surja, ya que hay un precio que pagar. No excesivo, pero tampoco hay que frivolizar.
Es el mejor servicio que he podido utilizar hasta ahora para disfrutar de una técnica mixta película-digital. Pero me sigue dando la impresión de que debería ser posible encontrar resultados todavía de mayor calidad a un precio razonable. Supongo que es un problema de escasez en la oferta. Pero bueno, ahí está.
Terminaré esta primera entrada, con uno de las primeras clases con tomas en estudio, de retrato, en los que nosotros mismos, los alumnos ejercimos como fotógrafos y como modelos. Recuerdo que fue una clase divertida, aunque comenzamos un poco intimidados. Al fin y al cabo, como grupo, no nos conocíamos previamente. Pero poco a poco nos relajamos y fueron saliendo algunas cosas.Siendo esta la primera entrada en esta nueva aventura en internet, parece lógico empezar por el principio. Aunque compré mi primera cámara "seria" en 1989, una Pentax P30N con un objetivo de las misma marca SMC-A 50/2, fue en el otoño de 1992, con mi vida profesional ya encarrilada, cuando decidí que tenía que aprender de forma reglada las bases de mi afición fotográfica.
Para ello, me inscribí en uno de los cursos que organizaba, y organiza todavía, la GALERÍA SPECTRUM de Zaragoza. En aquellos momentos esta galería organizaba la formación en fotografía de la siguiente forma. Tenía cuatro cursos, Básico 1, Básico 2, Avanzado 1, Avanzado 2, que en el plazo de dos años, o al ritmo que el alumno desease, ofrecían las bases para el trabajo como fotógrafo, o en el caso de un aficionado, para poder ejercitar su afición con cierta calidad. Aparte, organizaba cursos o seminarios sobre temas específicos, en los que profundizaba en estos temas. Yo me apunté al curso Básico 1.
Como se puede ver en las fotografías anteriores, las cámaras que se utilizaban mayoritariamente, y a pesar de que el enfoque automático se había ido imponiendo poco a poco comercialmente, eran sencillas cámara de enfoque manual, con objetivos estándar de 50 mm u objetivos de focal variable del tipo 28-70 mm o similares, de calidad básica. La profesora, Nati Gascón, solía invitarnos a usar las focales fijas y los equipos más sencillos, si disponíamos de ellos.
Eran momentos en lo que básicamente nos peleábamos con los conceptos más técnicos, como la medición o la profundidad de campo, dejando un poco de lado los aspectos estéticos y competitivos. Se trabajaba con negativos en blanco y negro que revelábamos y ampliábamos nosotros mismos en las clases. Agfapan 100 e Ilford HP5 Plus, según se necesitase más o menos sensibilidad, reveladas en Rodinal 1+50.
Tras la primera salida colectiva por el Parque Grande para conocer lo básico, entre los primeros carretes tuvimos momentos también de ir por la ciudad paseando con más libertad, buscando temas y preocupándonos por la composición. Que es lo que al fin y al cabo nos pedía el cuerpo. El mobiliario urbano, las manifestaciones ciudadanas, las posibilidades gráficas o dinámicas de la antigua estación de Zaragoza El Portillo todavía en funcionamiento. Le quedaban algo más de 10 años antes de desaparecer.
Eran los momentos en los que se estaba estableciendo y afianzando una afición.
Terminaré estmismos, los alumnos ejercimos como fotógrafos y como modelos. Recuerdo que fue una clase divertida, aunque comenzamos un poco intimidados. Al fin y al cabo, como grupo, no nos conocíamos previamente. Pero poco a poco nos relajamos y fueron saliendo algunas cosas.
Aquel fue el principio. A partir de aquí, en estas páginas, sin un orden definido, según convenga, os iré contando distintos aspectos de mi afición por la fotografía y otras artes visuales.Un saludo, Carlos Carreter.