A la espera de tener la ocasión de ver las dos exposiciones que me faltan de visitar de las tres que ha programado el festival fotográfico PHotoEspaña 2016, recuerdo que la primera fue la de Chema Conesa en la Lonja de Zaragoza, este sábado pasado tuve la ocasión de visitar algunas de las más destacadas exposiciones que se celebran en la ciudad capital del festival, como siempre Madrid.
Siempre he encontrado "inconvenientes" las fechas en que se celebra el festival. Ir de exposiciones en Madrid, con el frecuente calor atorrador que se acumula en el centro de la capital, puede ser absolutamente agotador. De hecho, tras una mala experiencia en el 2013, he faltado a las dos últimas ediciones por no encontrar una fecha disponible con una climatología razonable, aparte de otros motivos. En esta ocasión, para este sábado, parece que se atemperaban algo las temperaturas altas que se habían dado durante la semana. Y me estaba quedando sin excusas para visitar a algunas buenas amistades que tengo en la villa y corte, a las que tenía un tanto abandonadas. Pero vamos con las exposiciones.
Cristina de Middel en el Centro Cultural Fernán Gómez y la galería de La Fábrica
Tenía muchas ganar de contemplar "en directo" la obra de Cristina De Middel. Aunque esta fotógrafa no es de antesdeyer, lo cierto es que ha sido en los últimos años, paradójicamente con más frecuencia en medios extranjeros que nacionales, cuando ha empezado a sonar con fuerza.
Sus proyectos "The Afronauts" y "Party" han dado bastante de qué hablar. Reconozco que la primera vez que me llamó poderosamente la atención fue la imagen de un joven china bailando con alegría y desenfado, acompañada por una página fuertemente censurada de la versión en inglés del libro rojo de Mao en la que lo único que se podía leer era,
"PARTY... If there is to be revolution, there must be a... ... ... ... ... party. ... ... ..."
De lo que podías deducir a partir de ahí sobre las intenciones de la autora... pues lo único que te entraban ganas es de saber más. La idea subyacente, me pareció una genialidad.
El proyecto que se presenta en el festival se titula "Muchísimo", y es como un gran "collage" en el que las imágenes de los distintos proyectos de De Middel cubren las paredes de la amplia sala de exposiciones, repitiéndose, en distintos tamaños, y dialogando unas con otras. Una exposición que se sale de los caminos trillados, que obliga a una contemplación participante de la obra, y que me gustó mucho. El catálogo de la exposición, sin embargo, no me parece a la altura, aunque lo compré.
Por la tarde tuve la ocasión de visitar también la pequeña exposición que en la librería-galería La Fábrica exhibía su serie "Antipodes"
Me hizo gracia cuando leí la entrevista que os recomendé el domingo que apareció hace unos días en Clavoardiendo. Reconocía que hay dos tipos de trabajos entre los que hace. Aquellos que tienen algo que decir pero que no funcionan bien a la hora de generar ingresos y ganarse la vida, y otros que, siendo como es en estos momentos una fotógrafa respetada, se venden bien... y son por lo tantos alimenticios y le permiten financiar los otros, que igual le apetecen más.
Por lo tanto, los paisajes que nos presenta en la galería tienen menos potencia que las imágenes vistas por la mañana. Pero no están mal... y complementan la visión del fotógrafo como artista que tiene que crear y ganarse la vida.
Juanita Biarnés en el Centro Cultural Fernán Gómez
Comparte con De Middel lugar de exposición la veterana reportera gráfica, pionera de su profesión entre las mujeres, Juana Biarnés. Totalmente diferente, aunque ambas compartan en común ser pioneras en formas de hacer cosas.
Fotoperiodista que se mantuvo en activo desde el año 1962 hasta 1985 en que dejó la profesión, está siendo reivindicada en los últimos tiempos después de haber permanecido en un olvido relativo durante todo ese tiempo. Nos sorprende con un conjunto de imágenes frescas, desenfadadas, realizadas con descaro, con poca preocupación por la técnica pero con una maestría en la composición muy superior a la que nos quiere vender. Mucho más divertida que otros fotógrafos de la misma época, sin que por ello recorte un ápice en su misión de reflejar un mundo que nos guste más o nos guste menos era como fue. O como es. Porque más allá de los aspectos externos o estéticos... no sé yo si hemos cambiado tanto como pretendemos. Se pasa bien en la exposición, y se aprecia el trabajo de la fotoperiodista
Libros de fotografía en el Museo de la Biblioteca Nacional
En los últimos tiempos, el libro de fotografía, en muchas ocasiones autoeditado o sacado adelante en pequeñas tiradas por modestas editoriales, pero con mucha imaginación, es la vía por la que muchos fotógrafos se dan a conocer y tratar de nadar en la procelosas aguas de la profesión.
En los sótanos del enorme edificio de la Biblioteca Nacional encontramos un Museo en cuyas salas se han habilitado unos expositores para contemplar los trabajos más destacados del último año. Lo cierto es que para poder apreciar convenientemente los trabajos habría que dedicar mucho más tiempo del que disponía. Y luego te quedas con las ganas de tener algunos de los volúmenes... lo cual es difícil... porque ya digo que son pequeñas tiradas que se agotan pronto. Y luego algunas de ellas alcanzan precios muy altos de segunda mano. Se convierten en objetos de colección. ¿Sabéis que un ejemplar de "The Afronauts" de De Middel en buen estado puede alcanzar los 1200 euros? Pues eso.
Fotografía sudamericana en la Casa de América
Dos exposiciones encontramos en el palacete de la Casa de América en Recoletos esquina con la plaza de Cibeles. La primera de ellas nos cuenta la desorientación del fotógrafo cubano José Alberto Figueroa a quien junto con su mujer, la caída del muro de Berlín y de los regímenes comunistas en Europa les pilló en la capital alemana... en el lado oriental, para más INRI. El título de la exposición, en alemán, "Und Jetzt?". Y ahora qué...
La otra exposición es una colectiva, realizada a partir del visionado de porfolios de fotógrafos diversos latinoamericanos, y que con el título "Cartografías íntimas, un acercamiento a las relaciones interpersonales", recoge fotografías o series de ellas que buscan evocar lugares o momentos, sensaciones o sentimientos, que marcan las relaciones entre las personas. O diálogos visuales entre las mismas. Más interesante esta que la anterior, que me parece más anecdótica, aunque no carezca de miga.
Rostros en el Centro Cibeles
El tema principal de la edición de este año de PHotoEspaña es "Europa" o el estado actual de la fotografía en el continente europeo. Me acerco a este Centro Cibeles, que no conocía, y que se encuentra en lo que es el tradicional y presuntuoso Palacio de Comunicaciones, antigua sede de los servicios de correos y telégrafos en la plaza de Cibeles. Y en la exposición que acoge me sumerjo totalmente en ese tema, Europa, a través del retrato.
Estamos ante otra exposición colectiva, esta vez con muestras del trabajo de algunos de los fotógrafos más representativos del panorama actual europeo. Nombres como García-Alix, Corbijn, Teller, Mikhailov, Dijkstra, Ruff,... entre otros muchos, muchos de ellos nombres consagrados en el panorama fotógrafíco actual, nos muestran sus capacidades para el retrato, la diversidad conceptual de los mismos, así como la diversidad que se esconde dentras del concepto de europeos, siendo las personas de este subcontinente el principal objeto de sus obras. A mí, las colectivas me suelen dejar siempre algo insatisfecho... De algunos de los fotógrafos quisiera conocer más... otros me pueden resultar superfluos. En cualquier caso, estamos ante un panorama bastante rico, que puede abrir el apetito a un mayor conocimiento de la obra de cualquiera de ellos.
Diversidad de ofertas en el Círculo de Bellas Artes
El CBA suele ser una cita ineludible cada verano. Pero al mismo tiempo, su oferta puede tener que ver, o no, con el tema principal del festival. En esta ocasión,... no nos podemos quejar. Dos de tres exposiciones se enmarcan plenamente en la temática europea. Veámoslo.
Se sale de las expectativas la muestra sobre la obra de la fotógrafa norteamericana Louise Dahl-Wolfe, "Con estilo propio". Básicamente norteamericana... fotografía de moda.
Interesante representante de lo que es la fotografía de moda y editorial en los años 40 y 50, hay que reconocer las virtudes estéticas y conceptuales de la fotógrafa. Y sin embargo, es cuándo se sale de la fotografía de moda y propone imágenes más personales, algunos desnudos, algún autorretrato, cuando se sale del famoseo y la alta costura, cuando más me interesa su obra. No obstante, como digo, se sale de las expectivas del tema del festival y, siendo interesante, da la sensción de ser un pegote.
Más en línea con el tema de Europa, y especialmente con la construcción y la identidad europea está el ensayo fotográfico "The Castle (El castillo)" de Federico Clavarino.
El italiano en una instalación fotográfica dividida en cuatro capítulos, nos desgrana su visión de la naturaleza de la identidad europea, desde el mito fundacional hasta los elementos de futuro, que con más o menos incertidumbre se asoman en el horizonte. Estamos ante una obra de claro corte conceptual, que incide más en los símbolos que en la estética o en las formas. Más compleja de comprender para muchos.
Y quizá una de las grandes exposiciones del festival, totalmente comprometida con la reflexión sobre el fenómeno europeo, es la colectiva que surge de los fondos de la colección de Nicolas Motelay con el título de "Transiciones, diez años que trastornaron Europa".
Los diez años a los que hace referencia el título de la exposición son los que van entre 1979 y 1989, y de alguna forma se relacionan, en términos europeos, aunque el fenómeno pudiera ser mundial, como el tiempo que va desde la llegada de Margaret Thatcher al poder hasta la caída del muro de Berlín. Cierto es que en la obra encontramos fotografías tomadas antes y, quizá, después de ese período de tiempo. Obras que corresponden a fotógrafos destacados del Reino Unido, Bélgica, Francia, Alemania, Rusia, Ucrania, Finlandia,... no sé si me dejo alguno. Pero que abarcar una evolución sociopolítica de carácter, cuando menos, continental. Desde los perfeccionistas pero aburridos, desde mi humilde punto de vista, fotógrafos alemanes de la escuela de Duseldorf, cuya obra nunca había encontrado también acomodada como en esta exposición, hasta las interesantes miradas de Boris Mikhailov a Rusia y Ucrania, pre y post comunismo.
Lucia Moholy en la galería Loewe Gran Vía
Desde hace unos años, la superpija tienda de Loewe en la Gran Vía madrileña patrocina y participa en el festival PHotoEspaña. Y en ocasiones con propuestas interesantes... aunque con frecuencia ignoradas por el respetable. Casi nunca me encuentro a nadie en la sala de exposiciones. Y eso que la gente de la tienda son muy amables aunque saben que lo tuyo no es comprar uno de sus bolsos.
En esta ocasión nos traen a una fotógrafa por la que siente notable simpatía, Lucia Moholy.
Lucia Moholy suele arrastrar el peso de ser más conocida por haber sido durante una etapa de su vida la esposa del artista László Moholy-Nagy, con quien pasó bastantes años trabajando en la Bauhaus. Durante esta etapa, la fotógrafa realizó un importante esfuerzo documentando con su cámara todos los aspectos de la vida académica en la institución, así como fotografiando muchos de los diseños y productos que salían de sus aulas y talleres. Poco reconocida hasta hace poco, en la actualidad su trabajo está empezando a ser mucho más considerado, siendo valorada por sí misma más allá de por las personas o los ambientes en los que se relacionó. También realizó reportajes en diversas parte de Europa.
Inge Morath, el Danubio y ocho fotógrafas contemporáneas en el Espacio Fundación Telefónica
Hablaré ahora de una de las sorpresas más agradables del festival. En los años 50, la fotógrafa austriaca Inge Morath, que nació en Graz, a orillas del río Danubio, arteria que une un considerable número de países europeos, quiso recorrer el curso del mismo y hacer un trabajo de documentación de la vida en sus orillas. No lo pudo completar en aquel momento. La guerra fría y las tensiones políticas junto con las férreas dictaduras de algunos de los países tras el telón de acero impidieron su recorrido. No fue hasta los años 90 cuando pudo cumplir su cometido.
En esta exposición encontramos 60 fotografías de ese trabajo. Y algo más. En 2014, un grupo de fotógrafas galardonadas con el premio Inge Morath, constituido con la ayuda de la Magnum Photos, decidieron seguir las huellas de Morath, y durante algo más de un mes recorrieron el Danubio, con un camión convertido en sala de exposiciones ambulantes, y documentando a su vez esa geografía humana y natural en la actualidad.
La exposición nos ofrece una buena muestra de las fotografías que recogieron cada una de las fotógrafas, cada una con su estilo muy diverso, junto con abundante material de cómo se hizo y cómo sucedió.
Reconozco que fue una de las exposiciones con las que más disfruté a lo largo del día. A la que dedicamos bastante rato, fijándonos en los detalles. Y con las ganas permanentes de qué pena no poder participar en un proyecto así. Incluso pensando en la posibilidad de hacerlo a título particular, usar unas vacaciones para desarrollar más modestamente un proyecto de conocimiento más profundo de una región emblemática por algún motivo. Vamos... cambiar la forma en que hacemos habitualmente nuestras vacaciones.
Nos han quedado muchas exposiciones interesantes sin ver. Pero un día da para lo que da, especialmente si además hay que encontrar tiempo para conversar con los amigos hace un tiempo descuidados. Me estoy planteando volver un poco más adelante... especialmente porque me apetecería complementarlo con la exposición del Bosco en el Prado. Ya veremos.
De momento, os dejo con el vídeo de la experiencia de las ocho fotógrafas en el Danubio... Es casi media hora, pero está bastante bien.
Reseña redactada originalmente para Fotógraf@s en Zaragoza: “Retratos de papel” de Chema Conesa en La Lonja | Fotograf@s en Zaragoza
Como todos los años por estas fechas llega al panorama de los festivales fotográficos en la Península Ibérica el rey de todos ellos, el más poderoso por tamaño y repercusión mediática. Por calidad… el ser muy grande siempre lleva el riesgo de que entre sus exposiciones haya de todo y pueda haber más división de opiniones. Pero no se puede negar que PhotoEspaña es un festival de referencia, no sólo ya en nuestro país, sino en el conjunto de Europa. Por lo menos.
El estupendo palacio de La Lonja nos espera para recibirnos con la exposición de este año del festival PhotoEspaña.
Nacido en Madrid, en la década de los noventa, el festival se ha ido extendiendo con el tiempo por otros rincones de la geografía española, y ya lleva varios años llegando hasta las orillas del Ebro. Sí, aquí, en Zaragoza. La Lonja y el Centro de Historias de la capital aragonesa suelen ser sedes de las exposiciones de PhotoEspaña. Y en alguna ocasión también alguna galería privada. Y de momento tenemos ya inaugurada la exposición de La Lonja… “Retratos de papel” de Chema Conesa.
Un “inquietante” retrato de la fenomenal y guapa actriz Emma Suárez nos recibe a la entrada; de moda está la actriz con película en cartelera. Todas las fotografías reproducidas aquí total o parcialmente son propiedad de sus autores. Se muestran aquí a título ilustrativo y divulgativo, sin ánimo de lucro alguno.
Llega a Zaragoza, por fin, la exposición del fotógrafo murciano, que ya se pudo ver en la edición de 2014 del festival, en la Sala Alcalá 31 de Madrid. Me la perdí entonces, por motivos familiares. Así que no podía dejar pasar esta segunda oportunidad, tan a mano. Que no se me olvide decir que uno de los volúmenes de la Editorial La Fábrica de la serie Obras Maestras ejerce de catálogo de la exposición. No será barato, pero esta serie de libros tiene una gran calidad de impresión, y merecen un lugar de honor en la biblioteca de cualquier aficionado a la fotografía.
También la simpática directora y actriz Icíar Bollaín es retratada en un no menos simpático díptico; también la directora está de actualidad con el reciente estreno de una entretenida película suya.
Bien… ahora, al grano. ¿Qué tal la exposición? Oye… pues que os voy a decir. Que Conesa es uno de los grandes de la fotografía editorial en España. No sólo como fotógrafo, sino también como director de arte y responsable de fotografía de varios de los más importantes suplementos dominicales de la piel de toro. Primero el diario El País, luego su más directo competidor, El Mundo, contaron con él para llevar a buen puerto sus coloridos suplementos del fin de semana. Muchas de las fotografías que se pueden ver en la exposición me son conocidas de haberlas visto hojeando alguno de estos suplementos.
Me ha gustado el rincón dedicado a Miguel Delibes, donde los retratos se complementan con otras fotografías que suponen un retrato del carácter y del entorno de la persona.
Para los amantes del retrato, podemos considerar la exposición como un seminario o un curso acelerado de esta disciplina. Horas nos podríamos pegar delante de las fotografías imaginando las condiciones de toma y de iluminación, “colocando” mentalmente las luces, compensando mentalmente la potencia de los mismos al mismo tiempo que tomamos decisiones sobre la exposición del fondo… Si me pongo a imaginar me puedo imaginar al fotógrafo durante años con alguna cámara de formato medio y formato cuadrado, Hasselblad probablemente, y un amplio suministro de carretes de diapositivas para procesado E-6… Ya no me atrevo a decir si entre la gama Ektachrome Professional de Kodak, o acaso entre las Provia y las Astia de Fujifilm… o sus precursoras. Un control muy cuidadoso del contraste, la diapositiva no tolera errores de exposición, y todo ello realizado de forma rápida, en poco tiempo… que esto es para la prensa… que no estamos haciendo fotografía artística. Editorial. Suponiendo que las diferencias sean tan claras como eso. Quizá en la forma de trabajar.
Muy centrada en el retrato, los pocos paisajes o las fotografías de otros géneros que aparecen en la exposición nos demuestran que Conesa sería excelente en cualquier campo.
De todos modos, nos llamarán la atención en la exposición la serie de retratos en blanco y negro, realizados con cámara de gran formato, probablemente con la mítica Polaroid Type 55. El aspecto es muy característico. Estoy suponiendo…
Estos retratos tienen toda la pinta de estar realizados con película instantánea Polaroid tipo 55.
Todo fenomenal, ¿no? Pues ahora me voy a poner en modo subjetivo… Pues no. Y la culpa no es del fotógrafo. Es de la España que le ha tocado retratar. Esa España de los años 90 que pareciera que se comía el mundo, con todos esos empresarios, esos políticos, esos artistas, esos directores de cine… que cuando llegó el final de la primera década del tercer milenio de nuestra era… se nos desinflaron. No faltan las caras en tan representativa galería de personajes ilustres que ahora asocias con corrupciones, picardías, triquiñuelas, papeles panameños u otras catastróficas desdichas. Al fin y al cabo, hemos podido comprobar cómo esos grandes diarios que lucían el espléndido lujo de las fotografías de Conesa y otros ilustres en sus suplementos dominicales, ahora se hacen los tibios a la hora de afrontar la crisis de valores del país, lo mismo que no pocos de los retratados… O desde el punto de vista fotográfico, cómo ahora valoran en poco el trabajo de los profesionales de la fotografía, conformándose muchas veces con cutres fotos de móvil, birlando fotos a quienes las suben a internet con buena intención, despidiendo masivamente fotógrafos de plantilla (y otros profesionales del periodismo), justo cuando más le hace falta al país una prensa potente e independiente.
No hay políticos, ni banqueros, ni directores de cine “panameños” en la muestra de fotos que me he traído. Pero sí este excelente trío de escritoras españolas; Ana María Matute, Carmen Martín Gaite y Josefina Aldecoa. Allá por 1996. Se nos han ido ya todas… Matute, la más reciente, en 2014.
Extraña sensación la que me ha dejado la exposición. Entre la maravilla fotográfica y los déficits de nuestra sociedad.
En fin… quizá vosotros la contempléis con otros ojos. Y salgáis de la misma con más optimismo. Probablemente… que a mí según qué cosas me están cogiendo “menos joven”. De todos modos, la exposición es “obligatoria” para todos los aficionados de FeZ. Incluso nos deberíamos plantear alguna visita conjunta… porque da para verla varias veces. De verdad.
Nos vemos…
Estos retratos de pelotaris vascos me han parecido estupendos… Ampliemos el concepto de retrato, no nos constriñamos innecesariamente.
En estos días de primavera parece obligado que los aficionados a la fotografía se acerquen al Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneos (IAACC) "Pablo Serrano". Son dos las exposiciones que nos atraen. Personalmente, una más que otra. Pero todo suma. Iremos en orden.
Recuerdo perfectamente que en algún número de la desaparecida revista FV-Actualidad, a la que estuve suscrito durante 10 años en los años 90, apareció el "Androbosque", un conjunto de fotografías en blanco y negro de las ramas de un árbol que recuerdan la apariencia de un cuerpo humano. Se trataba de una obra de Rafael Navarro, fotógrafo zaragozano que realmente merece la pena ser conocido por todos los aficionados al octavo arte.
El trabajo del fotógrafo aragonés, "Polifonías", nos muestra obras clásicas realizadas con procesos fotoquímicos clásicos en blanco y negro, y otras más recientes en color, con adquisición electrónica digital de la imagen.
Estamos ante una obra en la que cada fotografía no es más una parte de un conjunto conceptualmente único más amplio, y más rico. Las tomas individuales son ladrillos que forman parte del edificio que nos transmiten tanto valores éticos como estéticos.
Con frecuencia es el propio cuerpo humano la materia prima que junto con la luz, y los granos de plata en sus obras clásicas, que constituye estos ladrillos. Pero también objetos inertes, o el entorno en el que permanecen o, con frecuencia, se mueven los cuerpos humanos. Desde sus dípticos más antiguos a sus obras más complejas posteriores o más actuales.
Creo que es una de las exposiciones de las programadas por el IAACC desde su apertura que más he disfrutado. Ya la he visitado un par de veces, y en cada una de ellas he apreciado aspectos nuevos en las obras de Navarro. Aparte de la envidia que me produce, como fotógrafo aficionado, su dominio de la luz y de las texturas.
La exposición dispone de catálogo, por 20 euros, que yo recomiendo para añadir a la biblioteca, más o menos nutrida, que todo aficionado a la fotografía debe ir acumulando.
Para aprovechar el tiempo, encontraremos también en estos días la exposición "Fotografía en la colección Circa XX - Tradición y renovación".
Un total de 40 obras agrupadas por grandes temas: el retrato, el bodegón, el paisaje y la arquitectura. Todas ellas obras contemporáneas que abarcan fotógrafos españoles y extranjeros de finales del siglo XX y de la década y media que llevamos del siglo XXI.
La colección Circa XX fue adquirida por el Gobierno de Aragón a la coleccionista Pilar Citoler, y forman parte actualmente de los fondos artísticos del patrimonio del Gobierno de Aragón.
He de decir que las exposiciones de colecciones no ligadas por un motivo o por un autor común siempre me dejan un poco más frío que otras. Pero la variedad de obras presentada hará que haya para todos los gustos y que merezca la pena también su visita como complemento a la anterior.
Finalmente, una apostilla. Si en vuestras compras os pasáis por la FNAC- Plaza de España, no dejéis de visitar la exposición "Carpoolers" de Alejandro Cartagena. Un repaso a la situación socioeconómica mejicana, en la que los trabajadores son transportados a sus lugares de trabajo en las camionetas de sus empleadores.
Durante mis últimas vacaciones en la Semana de Pascua en Italia, dedicamos un día a explorar Perugia, lo que nos llevó también a visitar algunas exposiciones y museos. Desde luego, se podría hablar de la notable Galleria Nazionale dell'Umbria en el Palazzo dei Priori, con su interesante colección de obras artísticas que abarcan entre los siglos XIII y XIX, con especial anterior al arte medieval y renacentista. También de la notable colección de piezas de origen etrusco que encontramos en el Museo Archeologico Nazionale dell'Umbria (MANU), alrededor del claustro del antiguo convento de San Domenico. He de decir que si algún visitante de Perugia decide visitar algunos de sus museos más destacados, le convendrá adquirir en alguno de los museos, yo lo hice en el Palazzo dei Priori, la Perugia City Museum Card. Yo la amorticé sobradamente. Acompaño el artículo de algunas fotografías de la antigua ciudad de origen etrusco.
Pero siendo este un lugar dedicado a la fotografía y otras artes visuales, me centraré en las exposiciones de fotografía y en los libros que compré en la capital de la Umbría, estuvieran dedicados a la fotografía o a otras artes.
Un lugar interesante es el Museo Civico di Palazzo dell Penna (enlace actualmente sin contenidos sustanciales, "work in progress"), centro de cultura contemporánea de Perugia. Lamentablemente, esto me pasa con frecuencia en este tipo de museos dedicados al arte moderno y contemporáneo, las exposiciones temporales se encontraban cerradas por obras de algún tipo. Pero sí que encontramos algunas exposiciones temporales interesantes. Una de ellas dedicada a la pintura y la escultura de finales del siglo XIX y principios del XX, en concreto a las obras inspiradas por las fábulas de carácter mitológico. Pero lo que más me interesó fueron la exposiciones del Perugia Social Photo Fest, festival de fotografía social y fotografía terapéutica. Donde se lee "fotografía social" no entender la fotografía de la BBC, bodas+bautizos+comuniones, sino la fotografía con inquietudes de investigación, denuncia e inquietud social. Mencionar todos los autores sería complicado, porque son bastantes y con estilos muy distintos, aunque los podéis encontrar en la página web del festival. Pero encontré obras de gran calidad conceptual, técnica y muy comprometidas.
En este museo comimos en el Caffé Gourmet Bioò, que además de buenos vinos, quesos y fiambres, tienen su librería con obras dedicadas al arte moderno y contemporáneo, incluyendo no pocos libros de fotografía. Allí compré dos libros de la serie Postwords de la Postcart Edizioni. Son una colección de libros de ensayo que combinan palabra e imagen, y son los primeros libros que voy a tratar de leer directamente del italiano desde que hace año y medio empecé a aprenderlo por mi cuenta. Uno de ellos es Il fotografo e lo sciamano de Dario Coletti y La vertigine dello sguardo de Martizio G. De Bonis. Los comentaré más despacio cuando los lea. Especialmente este última que analiza algunos de los principales largometrajes cinematográficos relacionados con el mundo de la fotografía.
A dos minutos del hotel encontramos una sucursal de La Feltrinelli, compañía editorial italiana con sede en Milán y con tiendas repartidas por toda la península italiana, con marcado tono progresista, cuando al menos al principio de su historia. Tiene participación en la española Editorial Anagrama. Aparte de algún recuerdo para mi sobrino compré allí varios volúmenes. No mucho, que llevaba una maletita muy pequeña. Pero decidí tener algo de algún fotógrafo italiano.
Elegí por ello el libro Oliviero Toscani - Più di 50 anni di magnifici fallimenti (más de cincuenta años de magníficos fracasos). Toscani es un fotógrafo que alcanzó fama, reconocimiento y algún que otro odio con sus fotografías para las campañas publicitarias de una conocida marca textil italiana. Fotografías muy cuidadas, con una dirección artística notable, y muy provocadoras. Algunas de sus fotografías, que buscaban impulsar el multiculturalismo, la tolerancia y el respeto por las diversas opciones de relación sexual, la lucha contra la marginación de los enfermos de sida, o la denuncia de la anorexia en la moda, se han convertido en verdaderos iconos contemporáneos. Aunque como ya digo también le han proporcionado las críticas o las iras de los sectores más conservadores y religiosos, intolerantes en general, que han visto en sus fotografías provocaciones de difícil digestión.
También compré cinco número antiguos de la revista artedossier, monografías sobre distintos artistas o movimientos del arte moderno y contemporáneo. En concreto, los siguientes
Cézanne, I temi - Dedicado al postimpresionista francés, que tan gran influencia ejerció en los estilos de principios del siglo XX, considerándose un puente con el cubismo.
Matisse e il Mediterraneo - Otro artista importante en el arte moderno, principal representante del fauvismo o fovismo (del francés "fauve", fiera), con un agresivo uso del color, también muy influyente en los artistas del siglo XX.
Klee - Pintor de origen suizo que comenzó muy influenciado por el expresionismo y que progresivamente derivó hacia la abstracción. Enseño en la Bauhaus.
Arte Povera - Movimiento que nació en Italia, el Arte Pobre se caracteriza por usar materiales pobres, de fácil obtención, incluyendo materiales de derecho, sin valor. Buscaba huir de la comercialización del objeto artístico.
Esta entrada fue previamente elaborada para el blog de Fotógraf@s en Zaragoza, que os recomiendo que visitéis, y ahora la publico aquí con algunas adaptaciones a mis normas de publicación personales.
La entrada de hoy va sobre la exposición a la que algunos de los aficionados a la fotografía de Fotógraf@s en Zaragoza pudimos asistir el jueves 3 de marzo de 2016 en el Centro de Historias de la ciudad. Pero antes de seguir adelante con el relato, puesto que para mí es una segunda parte de algo que comenzó a principios de noviembre de 2014, me permitiréis que me retrotraiga un poquito en el tiempo. Creo que merecerá la pena, para tener una visión amplia de la cuestión.
A finales de octubre de 2014 me llegó al buzón de correo electrónico un boletín de la librería Cálamo en la que se me invitaba a la presentación de un libro de fotografías de Gervasio Sánchez en el Centro de Historias. Tal cosa sucedió el 3 de noviembre de 2014. Un lunes. Normalmente el Centro de Historias está cerrado los lunes, pero lo abrieron expresamente para la ocasión. La historia completa de lo que se pudo vivir en aquella presentación lo podéis leer en una entrada que hice a tal propósito.
Presentación del libro "Mujeres Afganistán" en el Centro de Historias (Foto: Carlos.Carreter)
En aquellos momentos no pudimos ver las fotografías del libro. Pero si que nos quedamos absolutamente estremecidos por la historia que nos estaban contando; la historia del maltrato sistemático que sufren las mujeres en Afganistán. La exposición con las fotografías se encontraba en aquel momento en exhibición en Barcelona. Pero se nos prometió que Zaragoza sería eventualmente una parada en la que recalaría las imágenes que todos ansiábamos por ver.
Cuando vi en el Facebook de Fotógraf@s en Zaragoza la propuesta de visita guiada en grupo para la que exposición que se inauguraba por fin con la llegada del mes de marzo en Zaragoza, no dudé en apuntarme. La oportunidad era demasiado buena.
Nos juntamos un buen grupo de habituales del grupo. Y sinceramente... normalmente no somos el grupo más formal que existe en las visitas guiadas,... no es que me quiera poner criticón ahora yo,... pero las cosas son como son. Bien. Pues cual sería la intensidad de lo que se nos estaba contando que nunca había visto yo tal nivel de tensa atención entre los visitantes, pertenecieran a FeZ o no.
Se alternaron en las explicaciones los dos autores del libro que ya he mencionado, la periodista Mònica Bernabé y el fotógrafo Gervasio Sánchez. La periodista ha vivido durante más de una década, si no recuerdo mal el dato, en el conflictivo país a caballo en el Oriente Medio, el subcontinente Indio y el Asia Central, mezcla de etnias y de culturas. Gervasio Sánchez es bien conocido por sus comprometidos reportajes sobre todo tipo de conflictos, entre los que destacan la guerra de la antigua Yugoslavia, los desaparecidos y las víctimas antipersona, sin querer ser exhaustivo.
Como me sucedió año y medio atrás, la crudeza de la realidad que viven las mujeres en Afganistán me dejó,... nos dejó atónitos y horrorizados. Que casi el 90% de la población femenina vaya a ser víctima de malos tratos o abusos sexuales a lo largo de su vida es un dato estremecedor. Que las causas de tal hecho estén profundamente imbuidas en la sociedad afgana, en sus tradiciones, en su forma de vivir, en su economía, en sus prácticas religiosas, produce además un tremendo pesimismo sobre la posibilidad de que tal situación cambie a corto plazo. En cualquier caso, Mònica y Gervasio, Gervasio y Mònica, que en esta ocasión tanto monta monta tanto, realizaron un detallado relato y atendieron con paciencia e interés las preguntas de quienes visitábamos la exposición.
He dicho de los que visitábamos la exposición... yo me quedé con la sensación de que realmente la exposición, las fotografías, se quedaron sin ser vistas y observadas con la atención debida, tal era la fuerza de los testimonios que escuchábamos. Pero estamos en un grupo de fotografía y, por lo tanto, creo que merece la pena que nos detengamos en los valores fotográficos de la muestra.
Me llamó la atención durante la visita un comentario que hizo Gervasio Sánchez sobre la naturaleza de las fotografías. Afirmaba que durante este largo proyecto, en el que tan difícil resultaba conseguir que las protagonistas de la historia, las mujeres afganas, se dejaran fotografiar, había renunciado a su faceta de autor. La inmediatez con la que tuvo que trabajar durante este periodo hizo que las fotografías carezcan de la sofisticación de otras imágenes, mucho más vistosas, que nos llegan desde esas latitudes. A mí me pareció notar un crítica a algún famoso fotógrafo de National Geographic que se ha hecho notoriamente famoso con sus coloridos retratos de hombres, niños y mujeres afganos. Postales denominó Gervasio a este tipo de fotografías. Como no dio nombres, yo tampoco los daré. Seamos prudentes.
Pero el caso es que consideré desde la salida del centro que había que volver a observar con más detalle las fotografías. Cosa que pude hacer el día de la Cincomarzada, cuando un cambio en los planes de ese día me dejó un par de horas libres. Contemplemos alguna de las fotografías para ilustrar las ideas que quiero exponer y que me gustaría que contrastaseis en vuestras visitas a la exposición. Por que da para más de una vez, ya os lo digo.
Esta fotografía en el entierro de una mujer quemada viva no me parece la fotografía de alguien que ha renunciado a su naturaleza de autor. Observad la actitud del grupo de mujeres, un grupo que para quienes hemos sido criados y educados en una cultura imbuida por el catolicismo, independientemente de nuestras creencias actuales, no deja de recordarnos a las imágenes que hemos vistos asociadas a la muerte de Jesús de Nazaret. Mezcla de arquetipos y herencia cultural, pero que bien sea resultado de una reflexión a la hora de realizar la fotografía o de la pericia, profesionalidad y visión del fotógrafo puestas en acción en unos breves segundos, desmienten que el fotógrafo renuncie o pueda renunciar a su naturaleza de autor.
Son muchas las imágenes que encontramos como las que preceden a este párrafo. Retratos directos, que muchas veces tienen como fondo simplemente una pared lisa sobre la que destaca la expresión pura y definida de las personas o los grupos humanos. Fotografías realizadas las más de las veces con gran angular y con luz ambiente, pero que presentan una enorme coherencia en su conjunto. Nos muestra esto que cada una de las fotografías por separado quizá fueron tomadas en cuestión de momentos, antes de que la persona de interés se arrepintiera de haber dado el permiso para ser fotografiada. Pero que todo el proyecto en su conjunto fue sometido a una cuidadosa planificación y fue muy pensado y reflexionado. El fotógrafo sabía muy bien qué quería hacer y cómo lo quería hacer. No confundamos la capacidad de actuar en unos instantes con la improvisación. Observemos ahora un grupo de retratos individuales. Chicas de poco más o menos catorce años recluidas en un correccional de menores por haberse escapado de sus matrimonios forzosos, o condenadas por haber mantenido relaciones sexuales extramatrimoniales en contra de su voluntad. Por ser violadas, vamos.
Contemplemos el detalle de una de ellas, una chica indudablemente perteneciente a una de las etnias más vinculadas al Asia central, con su ojos inequívocamente rasgados.
Aquellos más duchos en cuestiones de iluminación podrán comprobar la homogeneidad y la coherencia del conjunto de imágenes. Porque vemos ahí en los ojos un apunte de luz que nos dice que la fuente principal de iluminación viene de la derecha de la muchacha y algo frontal, luz muy suave, que nos permite obtener una imagen limpia y directa. Sin artificios. Pero muy bien pensada, con un envidiable conocimiento del oficio.
No nos dejemos "engañar" por las afirmaciones de Gervasio. Se puede aprender mucho de fotografía con una contemplación de esta exposición. De reportaje, de retrato y de contar historias. Así que ya lo sabéis. Obligatoria para todos, especialmente los aficionados a la fotografía.