Eastman Double-X - esta vez con objetivos normales y también forzada un paso
Comentaba hace unas semanas sobre la película Eastman Double-X a propósito de la quedada peliculera al pueblo viejo de Rodén. También comentaba el hecho de que, al haber elegido para ese día unos objetivos un poco particulares, que me iban a dar de todo menos una prueba más o menos "objetiva" de cómo iba la película, íbamos a tener que dedicar un tiempo más a conocernos mutuamente. Bueno, pues ya tengo algo más que decir. Tanto a su sensibilidad nominal de 200 ISO, como forzada un paso, con un índice de exposición de 400.
Decir que hay diversos reempaquetadores de esta película cinematográfica para uso en cámaras fotográficas y que algunos la proponen con una sensibilidad nominal de 250 ISO. Poca diferencia es, pero es.
Vamos a recordar las características de la película por si alguno no había oído hablar de ella y se ha sorprendido al ver el adjetivo "cinematográfica".
En origen, la Eastman Double-X Negative Film 5222 es la película que propone Kodak para el rodaje cinematográfico en blanco y negro, en formato de 35 mm con doble perforación. Como Eastman Double-X Negative Film 7222 existe la misma emulsión pero para formato de 16 mm. Kodak anuncia en sus especificaciones técnicas para esta película una sensibilidad de 250 ISO con luz de día y de 200 ISO con luz de tungsteno. Aunque hoy en día la mayor parte de las películas son pancromáticas y su sensibilidad espectral se extiendes desde el azul hasta el rojo, siempre son algo más limitadas en las longitudes de onda más largas del espectro visible, que son más abundantes en la luz artificial de tonos cálidos de los filamentos de tungsteno, y por ello la película es algo menos sensible en esas circunstancias. De ahí la pequeña diferencia. Es algo que debemos tener en cuenta para la mayor parte de las películas en blanco y negro, salvo para aquellas que tienen una sensibilidad extendida hacia el rojo e incluso el infrarrojo, como la Rollei Superpan 200 Pro que también estuve probando hace unas semanas.
La luz artificial de los escaparates puede ser por ejemplo un lugar donde predomine la luz artificial. Fijaos cómo los negros me han quedado un tanto bloqueados.
Para su uso cinematográfico habitual, Kodak propone usar el revelador D-96, pero la película se puede revelar con cualquier revelador habitual para blanco y negro convencional. Yo utilizo mi habitual y fiel Kodak HC-110, que cunde un montón, dura mucho una vez abierto y da resultados bastante más que aceptables. Además, puedes jugar con la concentración del revelador para revelados más o menos compensadores.
Un domingo, con luz un poco modorra por el nublado que dominaba la ciudad de Zaragoza, expuse un carrete a la sensibilidad nominal propuesta por el reempaquetador de la película para uso fotográfico, que como ya he dicho es 200 ISO. Usé una cámara bastante precisa en la medición de la luz como es la Canon EOS 100, y un objetivo ligero pero bastante nítido a todas las aperturas y especialmente las medias, como es el Canon EF 40/2,8 STM.
Esperaba, por lo que había leído sobre la película, algo más de contraste en los negativos. Pero la verdad es que quedaron un poco planos, y he tenido que ajustar bien los niveles tras el digitalizado de los mismos para obtener unas fotografías con un mínimo de chicha.
Por otro lado, me sorprende comprobar, esto sí que lo había leído en algún otro sitio, que la película tiene un grano más evidente de lo que uno podría esperar para la sensibilidad nominal que tiene. He usado películas con sensibilidades de 400 ISO que aparentaban menos grano que la Double-X.
Unos días más tarde, cogí otro carrete y lo cargué en la Leica M2 calzada con el Carl Zeiss Biogon-C 35/2,8. Una óptica todavía más nítida que la anterior de Canon. Eso sí, la cámara no tiene fotómetro y la exposición hay que estimarla o medirla con un fotómetro de mano o similar. Por ejemplo, con el teléfono móvil y una aplicación dedicada a tal efecto.
La estuve exponiendo a un índice de exposición de 400, para luego forzarla un paso aumentando el tiempo de revelado con HC-110.
Las circunstancias de luz fueron las de la caída de la tarde, con tiempo despejado. Luz un poquito más cálida que durante el día, pero con dominante muy azul en las sombras.
Lo cierto es que no sé si es que estuve poco inspirado o qué me paso, pero la mitad de los negativos me quedaron excesivamente subexpuestos, sin que pareciera que el revelado prolongado hubiera hecho gran cosa. Así que probablemente me equivoqué en muchos de ellos subexponiendo más de la cuenta.
La nitidez de la película se mantenía muy alta, ya digo que el pequeño Biogon de Zeiss es también un objetivo muy nítido, y en los fotogramas con una densidad correcta, aunque las sombras pudieran estar un poco bloqueadas por la subexposición sistemática de al menos un paso, el grano no estaba tan presente como imaginaba viendo los resultados a la sensibilidad nominal.
Dado que el contraste era mucho más rico en estos negativos forzados, quiero pensar que el grano algo excesivo en los expuestos a la sensibilidad nominal de 200 ISO se originó en los ajustes del contraste tras digitalizar los negativos. Que el día que expuse ese carrete la luz era tan modorra que las escenas tenían per se poco contraste, y que aunque la exposición fuera correcta a un índice de exposición de 200, igual les hubiera venido bien un aumento en el tiempo de revelado para aumentar el contraste.
Decir que los negativos de ambos carretes los digitalicé con la Olympus OM-D E-M5 y el Panasonic Leica Macro-Elmarit 45/2,8 ASPH.
Y si he de resumir la experiencia, aunque aun me quedan un par de carretes que aprovecharé, he de decir que no me acaba de convencer esta película como una opción a las habituales ya conocidas. Pero de todo hay que probar.