La fotografía como afición y otras artes visuales

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Ida - Impresionante fotografía para un drama de personas y para el drama de un pueblo

Las artes dialogan entre sí. Se influencia unas a otras. Se prestan lenguajes, conceptos, formas. Aunque cada una de ellas tenga un idioma propia, que puede ser mutuamente comprensible o no con los de las otras. La fotografía tomó prestado en sus inicios muchos de los conceptos de la pintura, como la principal y más difundida arte visual conocida hasta el momento. Hasta que fue desarrollando su propio lenguaje y sus propios términos. El cinematógrafo nació como fotografía en movimiento, y por lo tanto tomó prestadas de la misma muchas de sus claves hasta que desarrollo ese idioma específico y propio que tan magníficas obras maestras nos ha ofrecido en los últimos cien años. Y conforme se hizo adulto, independiente, empezó a devolver ideas a realimentar a la fotografía con nuevas ideas y conceptos, enriqueciéndola. Hoy en día está relativamente de moda hablar de fotografías con un estilo muy "cinemático" o "cinematográfico".

Pero de lo que voy ha hablar aquí y ahora es de otra cosa. En estos días atrás, se ha estrenado en nuestro país IDA, drama dirigido por PAWEL PAWLIKOSKY, con dirección de fotografía de RYSZARD LENCZEWSKILUKASZ ZAL. Un drama de la posguerra mundial, a principios de los años 60, en el que se repasan algunas de las cuentas pendientes que la nación polaca dejó sin pagar durante el duro conflicto mundial, en el que fueron uno de los países que pagó un precio más alto.

Una de las cuestiones que más sorprenden en esta película son algunas de sus elecciones formales y artísticas. Antes de comentar nada os dejo el tráiler de la misma, que os dará una idea del aspecto visual del filme.

ATENCIÓN: El tráiler es útil para hacerse una idea de la fotografía, pero quizá destripa demasiado. Aunque algunas de las cuestiones esenciales de la película.

Como podéis ver, dos cuestiones llaman la atención a primera vista. La elección del formato del fotograma, el llamado formato académico 1,37:1 (aproximadamente similar al 4:3 en fotografía, y al de los televisores antiguos), y la opción por el rodaje en blanco y negro. El trabajo cinematográfico en su vertiente combinada artística y técnica es tarea de dos. De tres en este caso, en el que encontramos dos directores de fotografía. El director del filme ha de tomar las principales decisiones creativas. El planteamiento inicial del estilo visual de la película, los movimientos de la cámara, los encuadres, lo que se ve y lo que se intuye. El director de fotografía contribuye con la parte más técnica, aunque no carezca en absoluto de responsabilidad creativa y artística. Ha de escoger con mimo los materiales de filmación, la iluminación, interpretar el estado de ánimo que ha de transmitir la producción. Y por supuesto coordinar el conjunto de profesionales técnicos que permiten que esto sea posible.

En este caso, se opta por cámara estática. Los movimientos de cámara son escasos y muy cuidados. Composiciones muy cuidadas, verdaderas fotografías en blanco y negro propias de una época y de un estado social y político, que se convierten en el escenario en el que los caracteres interaccionan y desarrollan el drama. Característicos encuadres en los que vemos a los personajes, especialmente a Anna, el principal, en la parte inferior del fotograma como aplastada por todo lo que lleva encima, incluso aunque lo ignore. Y una exquisita gradación de grises, sin estridencias, con detalle perfecto en cada una de las luces y las sombras de la imagen. Una metáfora quizá del detalle fino que debemos buscar en cada uno de los personajes del filme, cada uno con sus luces y con sus sombras.

Nada hay superfluo en el tratamiento de la imagen de este filme, verdadero tratado en 80 minutos de fotografía en blanco y negro. Encuadres clásicos, encuadres simétricos, encuadres más arriesgados cuando tocan, la filosofía del "menos es más". Ni un elemento superfluo en la toma.

Para los aficionados a los detalles más técnicos, decir que la fotografía de la película ha sido realizada con material digital, creo que con cámaras ARRI de la gama ALEXA. Mostrando de paso que con un buen trabajo de posproducción es posible conseguir un bello blanco y negro saliéndose de las tecnologías habituales de la película argéntica. Ya me gustaría a mí conseguir fotografías en blanco y negro con una gradación de grises tan delicada a partir de mis archivos digitales. Quizá todo sea cuestión de aprender mejores técnicas y practicar hasta que duela.

En los últimos años hemos podido contemplar cómo el cine en blanco y negro sigue siendo una posibilidad importante. Desde luego el referente más inmediato para esta película en los aspectos visuales puede ser, aparte de la inspiración en las películas y fotografías de época, pueda ser DAS WEISSE BAND (LA CINTA BLANCA) de MICHAEL HANEKE, otro drama de época que nos sobrecogió notablemente. Pero hay un cierto número de película que a cualquier aficionado al cine le vendrán a la memoria. Un poco más atrás en el tiempo recordamos SCHNDLER'S LIST (LA LISTA DE SCHINDLER), y más recientemente, con temática bélica, la sobrecogedora NANJING! NANJING! (CIUDAD DE VIDA Y MUERTE). En otro saco meto THE ARTIST, que nació como homenaje a una época del cine. En el cine patrio, FERNANDO TRUEBA nos ofreció el delicado y sutil blanco y negro de EL ARTISTA Y LA MODELO, y notable éxito de crítica y público tuvo la más castiza BLANCANIEVES. Incluso TIM BURTON impuso el blanco y negro a su FRANKENWEENIE, entretenida película de animación mediante la técnica del stop motion, en la que se utilizaron CANON EOS 5D MARK II para su fotografía principal.

Como vemos, el blanco y negro no está muerto. Sólo necesita encontrar su momento, su motivo y su artista. Y todos los aficionados a la fotografía, y a las artes visuales en general, lo agradeceremos constantemente.

Reseña de la película en mi CUADERNO DE RUTA.