Esta entra va de un libro. O más bien de una osadía. Vayamos un poco atrás en el tiempo... antecedentes.
En primer lugar, desde hace años mantengo una colección de reseñas sobre la fotografía en el cine. Es decir, películas que he visto en las que la fotografía es un elemento fundamental o al menos importante en el desarrollo del largometraje. También aquellas en las que podamos aprender algo de la historia o la práctica de la fotografía a través del cine.
En segundo lugar, desde hace año y medio vengo dedicándome a aprender la lengua italiana de forma autodidacta a través de Duolingo, un método gratuito en línea para aprender idiomas. Según la página,... he alcanzado un 55 % de fluidez en italiano... Bueno... no sé como lo miden. Lo que he comprobado es que cuando veo una película en italiano o me hablan en ese idioma, si no hablan muy rápido o usan un lenguaje coloquial poco estandarizado, entiendo bastante. Que hablar... me cuesta porque no practico con nadie habitualmente y soltarse a dialogar en un idioma extranjero no es fácil, pero que pequeñas conversaciones prácticas cuando he viajado a Italia recientemente, ya mantengo. Y algo que quería conseguir era leer textos originales en italiano con razonable fluidez.
En mi viaje de la Semana de Pascua a Italia, a Perugia y ciudades cercanas de la Umbria y la Toscana, tuve ocasión de visitar el Museo Civico Palazzo della Penna, centro de arte y cultura contemporánea donde comimos en su café que también es librería. Y allí encontré este librito.
La vertigine dello sguardo Maurizio G. De Bonis Postcart, Collana Postwords, 2013
Y me atreví a leerlo.
Lo primero que he de decir... todavía me cuesta bastante leer el italiano. No es lo mismo escuchar el lenguaje hablado con un vocabulario relativamente al alcance de un principiante, que un ensayo con un lenguaje culto, cuidado y con un léxico variado. Así que no he ido muy rápido.
Pero el tema era apasionante. El subtítulo lo dice todo:
La fotografía en el cine, entre narración y filosofía de la imagen.
En una serie de capítulos y sobre la base del análisis de una serie de películas que el autor considera significativas en la historia del cine, se reflexiona sobre las relaciones entre el lenguaje fotográfico y el cinematográfico.
Los temas que trata en cada uno de los capítulos son:
La mirada a través de un dispositivo óptico, es decir, a través de una cámara fotográfíca o cinematográfica, sus diferencia y sus elementos comunes.
El cine, el fotoperiodismo y las cuestiones éticas que le afectan.
La figura del fotógrafo entre la biografía, la ficción y la imaginación.
El problema de la mirada y su relación con la realidad.
La fotografía entre el suspense y el horror.
Y termina repasando una serie añadidas de ocho películas relacionadas con la fotografía.
Mencionar aquí el conjunto de películas comentadas con mayor o menor profundidad sería muy prolijo. Hay más de treinta, además de citas a otras que no son comentadas. Desde algunas donde el protagonista es un fotógrafo de ficción, como Rear Window (La ventana indiscreta) o Blow-Up, a aquellas otras en las que tratamos con un fotógrafo real que inspira en mayor o menor medida la película, como Flags of Our Fathers (Banderas de nuestros padres), Fur: An Imaginary Portrait of Diane Arbus (Retrato de una obsesión) o The Public Eye (El ojo público), o esas otras donde una cámara de fotos tiene un papel importante durante toda la película o en un momento dado, véase Persona o Smoke. Y como no, aquella película cuasiexperimental que en practicamente todo su metraje está rodada con fotos fijas, que fue la incalificable pero interesantísima La Jetée. Estos son sólo algunos ejemplos.
El libro es profundo. Incluso si estuviese escrito en castellano, lo habría tenido que leer con calma, pero muy interesante. Yo he aprendido mucho. Sobre cine y sobre fotografía. Muy recomendable. La única pega... está en italiano. Que no es un idioma comúnmente conocido. Y que como acabo de experimentar, es menos comprensible de lo que parece cuando nos metemos en textos con calidad literaria. Pero me ha merecido la pena.
Todas las fotografías que ilustran el artículo realizadas en las calles de Perugia, Italia.
Vi el anuncio hace unas semanas. Dentro de unos días se estrena la versión televisiva de 12 MONKEYS (12 MONOS), una película del siempre peculiar TERRY GILLIAM. Esta es una película que cuando se estrenó me pareció que no estaba mal, y que conforme he revisitado de vez en cuando en vídeo ha aumentado mi consideración por ella. He descubierto nuevos matices, me he metido más en sus detalles argumentales, en sus paradojas relacionadas con el viaje en el tiempo, en su reflexión sobre el determinismo, un determinismo fundamentalmente físico. Y por supuesto, sonriendo ante dichas paradojas, virtualmente irresolubles sin un deus ex machina, que en esta película no existe. Afortunadamente. Prefiero la debilidad de unas paradojas irresolubles en una historia que el recurso al deus ex machina, recurso argumental por el que nunca he tenido mucho aprecio fuera de la tragedia griega de hace veintitantos siglos.
No confío mucho en la adaptación televisiva que se nos viene encima. Parece que va a estar basada en general en la historia de la película, pero con variantes, necesarias para darle un nuevo rumbo. Desde luego no es una continuación, la película implicaba un cierre total del arco argumental, sin resquicios, y por lo tanto estaremos ante una nueva historia basada en aquel universos, en la que probablemente habrá muchas más paradojas, peor llevadas y esas cosas. Pero le daré una oportunidad, porque nunca se sabe. Y por ello, en estos días de vacaciones, volví a ver la película protagonizada por un buen BRUCE WILLIS y una atractiva y competente, como me ha gustado siempre esta señora, MADELEINE STOWE.
Pero también volví a ver la película en la que se basa el largometraje de GILLIAM. Efectivamente, el trabajo de GILLIAM no es original del todo, ya que se basa fuertemente en un cortometraje del francés CHRIS MARKER de 1962; LA JETÉE.
¿Por qué traigo a estas páginas dedicadas sobre todo a las fotografía esta película? Porque LA JETÉE no es un filme al uso. La historia no se nos cuenta mediante fotografía animada, cinematografía, al uso. La historia se nos cuenta a base de fotografías fijas, en blanco y negro. Al modo de las viejas fotonovelas que leían nuestras madres y nuestras abuelas, pero bien y proyectado sobre una pantalla, y sustituyendo los bocadillos de los diálogos propios del medio impreso, por la voz en off de un narrador. Creo que merece la pena dedicar los 28 minutos que dura el cortometraje, porque está muy bien, porque tiene muchos elementos para la reflexión, incluso más que los de la película de GILLIAM.
Hay que considerar que en 1962 la guerra mundial y sus estragos estaban todavía muy presentes en el imaginario colectivo, y que el mundo se encontraba en plena guerra fría y en plena psicosis de miedo ante lo nuclear. Por otra parte, la ciencia y la tecnología empezaba a avanzar a pasos agigantados y cualquier cosa era imaginable para un futuro... Suma todos estos factores, y entenderemos mejor los porqués de esta pequeña joya, que surge en un momento muy activo y dinámico del cine francés, lleno de NOUVELLE VAGUE y cine experimental.
Desde luego hay muchos elementos de LA JETÉE que fueron trasladados a 12 MONKEYS. No solo en el plano argumental. También en el visual y en el musical. Al fin y al cabo algunas de las piezas de ASTOR PIAZZOLA que aparecen en 12 MONKEYS nos recuerdan al tema dedicado a la chica protagonista de LA JETÉE por TREVOR DUNCAN.
Como está disponible en YOUTUBE, os lo dejo aquí puesto. Espero que os guste.
Habitualmente, mis comentarios sobre los estrenos cinematográficos que veo en las salas de cine aparecen en mi CUADERNO DE RUTA, blog dedicado a mis actividades de tiempo libre con carácter general; no específico, como estas páginas dedicadas a la fotografía principalmente, y otras artes visuales. Pero en esta ocasión voy a hacer una excepción, porque THE SALT OF THE EARTH (2014) es una película documental dedicada a uno de los fotógrafos documentales más importantes e influyentes de las tres últimas décadas. Se trata del brasileño SEBASTIÃO SALGADO. Las fotografías que acompañan la entrada, en riguroso blanco y negro como no podía ser de otra forma, de mi mucho más modestos y aburguesados viajes; en JAPÓN.
Conocí la obra de SALGADO hace ya unos 25 años, más o menos. En aquellos momentos estaba en pleno auge la presentación de su trabajo WORKERS, dedicado a los trabajadores de todo el mundo, especialmente a aquellos que tenían unas condiciones de trabajo más penosas. Y ya eran bien conocidas las imágenes de los mineros en SERRA PELADA o los desguazadores de barcos en INDIA. También contemplábamos las fotografías de las hambrunas que asolaron el SAHEL en los años 70. Su estética, su blanco y negro, era muy característica, y en el imaginario colectivo de los aficionados a la fotografía mantenía su imagen romántica de fotógrafo con su LEICA al hombro y unos pocos objetivos de focales no muy largas, que se plantaba en el lugar, se integraba y se lo curraba. Yo sólo le veía un problema. Sus fotografías, en ocasiones, eran estéticamente tan potentes que su belleza podía enmascarar la dura realidad que nos mostraban. Esto se daba especialmente en algunas de sus fotografías del SAHEL. Todavía me lo parece hoy en día.
La película documental que traigo aquí hoy es un trabajo a dos manos; dirigida por WIM WENDERS y JULIANO RIBEIRA SALGADO, hijo del fotógrafo. La he visto en versión original, como hago siempre que es posible. Pero también es posible encontrarla en la cartelera española en versión doblada bajo el título literalmente traducido de LA SAL DE LA TIERRA. Parece que en un momento dado el hijo del fotógrafo, que creció con múltiples ausencias de su padre por su trabajo, sintió la necesidad de conocer más de cerca al hombre que partía durante tanto tiempo en búsqueda de esas imágenes que luego se volvían célebres. Así se enroló como ayudante y camarógrafo en el equipo de gente de su padre, ya en su último proyecto recientemente presentado, GÉNESIS. Para terminar y dar una forma definitiva al filme contaron en un momento dado con el director alemán. Se notan claramente en el documental los segmentos dirigidos por uno y otro, pero no chirría. Se complementan.
En el documental, tras un prólogo de presentación del fotógrafo, con comentarios sobre su obra entre los mineros de SERRA PELADA o imágenes de su estancia entre los aborígenes de PAPÚA NUEVA GUINEA, somos acompañados por el recorrido biográfico de SALGADO, tanto personal y familiar como profesional. Comenzamos cuando es un adolescente y terminamos en la actualidad. En ambos casos, en el mismo lugar, la que fue hacienda de pastos de su padre y que hoy es un parque nacional de pluvisilva atlántica, recuperado por el INSTITUTO TERRA. Pero entre medio tenemos el importante trabajo del fotógrafo, realizado en muchas ocasiones en condiciones de tremendo dramatismo y sufrimiento humano. El documental nos lleva precisamente por una pendiente descendente en el trabajo del fotógrafo, en el que cada vez se enfrenta a situaciones que muestran la violencia y crueldad que parece innatas a la especie humana, y que causan un pesimismo vital casi inevitable. El tramo final, con una orientación que marca la opción por el ecologismo del fotógrafo, busca dar una visión final más optimista basada en los trabajos de recuperación de la mencionada pluvisilva y en el último trabajo del fotógrafo, GÉNESIS.
La película es claramente apologética. Pocas críticas se emiten al fotógrafo. Si existen puntos débiles en su vida o en su obra, en su carácter, no se muestran. Desde este punto de vista que nadie se llame a engaño, hay una intención clara de homenaje y publicidad del fotógrafo, su persona y su obra. El idealista que abandonó una prometedora y lucrativa carrera como economista por un duro trabajo de fotógrafo, con el encargo autoimpuesto de ser testigo de algunos de los aspectos más duros de la realidad humana. Pero hemos de decir que mantiene el interés. Que hay miga suficiente en las vivencias de SALGADO para que el documental tenga sustancia y nos transmita inquietudes y valores.
Para aquellos aficionados a la fotografía más tecnófilos, poco se habla en el documental sobre las características técnicas del trabajo del fotógrafo. Sabemos que su obra está prácticamente orientada en su totalidad al blanco y negro. En sus primero tiempos, vemos que su equipo a principios de los años 70 del siglo XX era las típicas NIKON F que triunfaban entre los fotorreporteros. Sé por otras referencias que con posterioridad se manejó con frecuencia con las discretas y ligeras LEICA de telémetro. Y lo vemos constantemente armado en la última década con cámara réflex digitales CANON EOS. No se cuenta en el documental, pero en estos momento el proceso técnico de las fotografías de GÉNESIS, salvo algunas iniciales tomadas directamente sobre película en blanco y negro en formato medio, es de toma digital en color con paso posterior a un internegativo en blanco y negro de formato medio, y ampliación fotoquímica tradicional del mismo en papel baritado de alta calidad. Si no me dejo algo por el camino.
Resumiendo, un interesante documental que casi podríamos considerar "obligado" para todos los aficionados a la fotografía, y especialmente a la fotografía documental. Por supuesto, también gustará a los aficionados a la historia contemporánea, puesto que SALGADO ha sido testigo de algunos hechos importante de la misma. Pero creo que con carácter general, y a pesar de la escasa cultura en nuestro país de acudir a este tipo de películas, puede gusta e interesar al público general. Espero que así sea.
Nos encontramos ante la última película filmada por lo tanto por ERIK POPPE, antiguo fotógrafo de prensa noruego reconvertido en cineasta, y que sitúa como protagonista a una reportera gráfica. Motivo más que suficiente para que la película despierte mi interés y me lleve a las salas de cine y a incluirla en mi colección de películas con la fotografía como tema. Ilustro este artículo con fotografías de las trincheras de Alcubierre, correspondientes a la guerra civil española, donde desarrolló parte de su trabajo ROBERT CAPA. Con un equipo bastante menos aparatoso que el de la protagonista de la película.
La película nos habla como digo de una reportera gráfica, Rebecca (JULIETTE BINOCHE), una de las más importantes del panorama de la actualidad según la ficción, que a través de sus contactos ha conseguido llegar hasta el lugar donde se prepara un mujer integrista como bomba humana para realizar un atentado en Kabul. La acompaña en su recorrido hacia su destino durante un tiempo hasta que decide bajarse del coche, momento en que hace algo que llama la atención de la policía, y desencadena la detonación de la bomba humana, que la alcanza y queda mal herida. Durante el periodo de recuperación en su casa de Irlanda, comprueba que los riesgos de su profesión están afectando a su familia, especialmente a su marido, Marcus (NIKOLAJ COSTER-WALDAU), y a su hija mayor, Steph (LAURYN CANNY), una introspectiva pero inteligente adolescente de quince años. Un viaje con esta a África provocará la crisis en el entorno familiar, y la necesidad de replantearse toda su vida.
No entraré aquí a discutir las virtudes o defectos cinematográficos del filme; mi opinión la podéis encontrar en mi CUADERNO DE RUTA. Pero sí los aspectos fotográficos del mismo.
Evidentemente, siempre es interesante conocer las condiciones y la ética asociada a un trabajo arriesgado como es el de fotógrafo en zonas de conflicto. Película ambiciosa en cuanto a los temas que trata. La necesidad de que haya fotógrafos en zonas de conflicto; la necesidad de la libertad para realizar su trabajo; la censura abierta o solapada; la ética del fotógrafo en cuanto a mero espectador o potencial actor de lo que está sucediendo; el delicado equilibrio de la mujer que trabaja, poniendo además en riesgo su vida, y su compromiso hacia su familia; … Hemos de suponer que Poppe tendrá bien pensados los temas, ya que él mismo desarrolló este trabajo. También que, por ese motivo, las escenas de la fotógrafa en situación de conflicto debemos considerarlas realistas, o al menos, de una forma razonable.
Para los más tecnófilo, da la sensación de que podría haber cierto grado de PUBLICIDAD POR EMPLAZAMIENTO DE PRODUCTO por parte de CANON. El material que vemos utilizar a Rebecca es todo de esta marca. Dos cuerpos de cámara, uno de la serie 1D, probablemente una EOS 1D X, el cuerpo profesional más actual de la marca orientado a esta profesión, que data de 2012. Lo solemos ver montado con un zoom de la serie L, probablemente un EF 24-70/2,8L II USM, modelo también del año 2012. La otra cámara es probablemente un EOS 5D Mark III, otra cámara que lleva en el mercado desde el mismo año, en esta ocasión frecuentemente calzada con un EF 70-200/2,8L II USM, modelo que salió al mercado en 2010. Estas me parecen las opciones más lógicas dado el aspecto de los aparatos y la fecha de realización del filme. No obstante, podrían en algún caso ser algún modelo anterior. No he dispuesto de ninguna imagen con suficiente resolución para confirmarlos. En algún momento aparece también con alguna focal fija muy luminosa, pero no he llegado a averiguar si se trata del 50/1,2 o del 85/1,2, ambos de la serie L, y de aspecto externo muy similar.
No sólo es eso, sino que en el viaje a África, Rebecca da a su hija Steph una compacta que por su aspecto y fecha diría que es una Canon Powershot G12, compacta alta de gama, con la que la adolescente toma también algunas secuencias de vídeo para su posterior trabajo escolar. Como vemos, mucho de CANON, pero no por ello menos plausible. Es conocido que son muchos los fotógrafos de este tipo que usan este tipo de material para su trabajo.
Si hace unos días os hablaba de la fotografía de la película polaca IDA, y en términos muy elogiosos, hoy toca hablar de la de una película independiente de bajo presupuesto, que ha llegado a la cartelera española con mucho retraso. Tendréis mi comentarios de FRANCES HA en mi CUADERNO DE RUTA.
Ya adelanto que esta película también está presentada en blanco y negro. No rodada en blanco y negro. El proceso de filmación ha sido digital y de bajo presupuesto. De hecho, se ha utilizado para la cinematografía principal una cámara réflex digital bastante popular entre profesionales y aficionados avanzados a la fotografía. Incluso yo tengo una. Se trata de la CANON EOS 5D MARK II. En un interesante artículo (en inglés) en CONNECT 2 - MEDIAN & ENTERTAINMENT, el director de fotografía, SAM LEVY, nos cuenta alguno de los retos de filmar con una cámara de este tipo. Especialmente en sus limitaciones por su rango dinámico y por la aparición de "grano", es decir, ruido electrónico en sus medios tonos, y cómo aprender a utilizar esas limitaciones para bien de la película. También nos habla de la necesidad de usar la cámara de forma muy estática, para evitar los artefactos derivados del uso de un captor CMOS con la cámara en movimiento. O bien derivados del hecho de que el archivo de origen es ya un formato comprimido. Una serie de inconvenientes que han tenido que superar a base de pruebas y trabajo; compromisos necesarios si tienes un presupuesto bajo y tiras de este tipo de material.
También ha habido limitaciones derivadas de las ópticas utilizadas. Objetivos CANON EF de la prestigiosa SERIE L. Principalmente un 50 mm, pero también un 35 y un 85, y eventualmente un 70-200. Excelentes ópticamente, muy luminosos, pero ergonómicamente poco preparados para la filmación. Duro trabajo para el foquista de la producción.
En cualquier caso, aunque algunos califican el resultado final de decepcionante por su aspecto un poco plano, sin la riqueza de matices que otros equipo cinematográficos más adaptados puede proporcionar, a mí me ha valido. Bien es verdad que me he dejado llevar por otros aspectos de la película, especialmente por su argumento y temas principales y secundarios, que hacen que el conjunto de la película me parezca equilibrado y más que digno de ser tomado en cuenta.
La enseñanza global es de utilidad en fotografía, sea en movimiento sea fija. El material que usas no es tan banal como a veces nos queremos creer en nuestras conversaciones. Un buen material, bien adaptado a tus fines, ayuda mucho a un buen resultado final. Pero si tienes limitaciones, estas se pueden superar con trabajo y un buen conocimiento de las mismas y de las posibilidades de los instrumentos de los que dispongas.
Os dejo con el tráiler de la película, para que os hagáis una idea.