Mañana lluviosa que parece que va a impedir que salga con un grupo de buenas gentes a hacer unas fotografías en uno de los barrios de Zaragoza. Bueno, así me puedo plantear la redacción de estas recomendaciones con más tranquilidad. En primer lugar, como de costumbre, el tablero de Pinterest con las fotografías que me han llamado la atención en internet en estos últimos siete días.
En segundo lugar, las fotografías acompañantes corresponden a la sesión de positivado que realizamos ayer de los negativos del II Encuentro "analógico" del que ya os he hablado en un par de ocasiones, o tres. En un momento dado, me di cuenta que hacía casi quince años que no ampliaba copias fotográficas en un cuarto oscuro con una ampliadora y con la húmeda liturgia de hacer pasar el papel fotográfico por los distintos baños que convertirán la imagen virtual en imagen real. Cuantos errores de principiante realizas cuando te desentrenas. Pero fotos obtuvimos. Porque sigo pensando que más allá de lo conveniente que sea la fotografía digital, las imágenes fotográficas tienen que acabar ampliadas en un papel, y la relación física e íntima que te otorgan los procesos fotoquímicos es más satisfactoria que los digitales. Y que la nitidez no lo es todo, que hay otros sentimientos de realización menos fáciles de explicar al obtener la imagen final.
En cuanto a las recomendaciones fotográficas, como de costumbre empezamos retratrayéndonos hacia atrás en el tiempo, y nos vamos a los retratos psicológicos de Marcel Sternberger tal y como nos los muestran en American Photo. Frente al glamour de las fotografías de famosos en la época, nos encontramos con retratos mucho más directos e introspectivos. Es curioso que frente al uso de cámaras de medio y gran formato que dominaban el retrato en los años 30 y 40 del siglo XX, Sternberger se pusiera a los mandos de una pequeña Leica, adecuada para viajar ligero a la hora de realizar reportajes, pero sin la capacidad de registrar información que tenían las anteriores. A mí me han parecido muy interesantes. He encontrado poca información sobre este fotógrafo en la red.
Otro fotógrafo de quien tampoco conozco gran cosa, y que también podría calificarse entre los clásicos es Ian Berry, a quien Cartier-Bresson invitó a unirse a Magnum en 1962. Nos lo cuentan y nos muestran algunas fotografías en Camerafilia, donde comprobamos que tenía ese estilo de fotografía documental que podemos asociar a otros fotógrafos británicos de la época y que a mí me gusta bastante. Todavía se encuentra en activo.
Un cuento de Julio Cortázar, que tuve ocasión de leer en su momento, inspiró una de las película sobre fotografía más interesantes que conozco, película que por otra parte es importante en la historia del cine por sí misma, independientemente de su relación con la fotografía. Pero es menos conocido que realizó un libro de viajes y fotografías con su mujer Carol Dunlop, Los autonautas de la cosmopista (o Un viaje atemporal París-Marsella). Después de leer el artículo que le han dedicado a este libro en Clavo Ardiendo, me han entrado muchas ganas de leer este libro. Dunlop murió pocos meses después. También fue el último libro que escribió Cortázar, que murió al año siguiente de publicarse el libro.
Otro clásico de la fotografía documental, Bruce Davidson. En este caso, fotógrafo documental de la más pura escuela norteamericana, aunque no le faltan influencias de los fotógrafos británicos y franceses, desde mi modesto punto de vista. Nos recuerdan en L'Oeil de la Photographie que se acaba de publicar una biografía ilustrada que puede ser interesante.
Cindy Sherman es una de las fotógrafas más cotizadas en la actualidad, y una de las pocas que es mencionada sistemáticamente en los tratados de arte moderno y contemporáneo, que suelen relegar a la fotografía a un segundo plano. A mi, personalmente, me produce reacciones contrapuestas. Creo que su serie Untitled Film Stills es realmente muy interesante y supone una propuesta fundamental en la historia de la fotografía contemporánea, pero luego esta fotógrafa conceptual ha insistido con frecuencia en variaciones más o menos elaboradas sobre los mismos conceptos que no siempre me han convencido. En Flavorwire nos dan la oportunidad de comprobar cómo desarrolla estos conceptos en la actualidad, donde se ha alejado de las sencillas cámaras y pequeños negativos en blanco y negro, para adentrarse en el uso de la copia de gran formato digital sobre metal. No hay que defraudar a los coleccionistas, que prefieren grandes obras de más de un metro de largo que las pequeñas ampliaciones sobre papel en blanco y negro... uy, ya me ha salido el lado crítico.
En Cada día un fotógrafo/Fotógrafos en la red nos han anunciado que andan muy apretados de tiempo, y que van a alternar las reseñas nuevas de fotógrafos con las que publicaron hace unos años. Realmente, puede estar bien recuperar o dar segundos vistazos a fotógrafos ya conocidos. De los que han mostrado esta semana yo me quedo con la japonesa Kimiko Yoshida. Con el autorretrato conceptual como punto de partida, con el que viaja por todo el mundo, transformándose en mujeres de todo tipo de culturas. Nos ofrece un trabajo que está a caballo entre la fotografía, la performance y otras artes contemporáneas. Me parece muy interesante, y su página web da para perderse mucho rato.
Les Krims es otro fotógrafo que no es fácil. También moviéndose en el terreno de lo conceptual, sus fotografías con frecuentes desnudos, e incluso con escenas sexuales relativamente explícitas, suponen afiladas y profundas críticas a la sociedad occidental y específicamente a la norteamericana. A medio camino entre la parodia y el drama su visión no es especialmente esperanzadora, puesto que nos habla más de hipocresías que de evoluciones positivas.Nos lo han contado en Hunter Art Magazine.
Yo creo que ya he hablado en alguna ocasión del trabajo de Mihaela Noroc. O sus fotografías aparecen con frecuencia en mis tableros de Pinterest. Esta semana han mostrado su trabajo en Feature Shoot. Noroc es una fotógrafa romana que lleva varios años viajando por el mundo con su cámara de fotos reflejando la belleza femenina sin prejuicios raciales. Con frecuencia, en los medios hay un sesgo eurocéntrico a la hora de definir los canones de belleza en las personas. Incluso cuando se trata de personas con rasgos propios de otras latitudes, generalmente se aceptan como bellas aquellas que se acercan más a las formas caucásicas. El trabajo de Noroc, The Atlas of Beauty, trata de romper esta visión. Realmente, sus retratos son técnicamente excelentes dado que los toma al vuelo. Pero sigo pensando que, aunque se esfuerza, y hay una notable variedad de rostros femeninos, todavía hay un sesgo sobre a lo que los europeos nos parece una mujer bella aun en otras latitudes del mundo. Pero bueno, merece la pena bucear en sus archivos para dar con aquellos ejemplos donde afortunadamente se rompe este sesgo y tenemos la auténtica sensación de estar ante bellezas originales y distintas. Bien por la diversidad.
Un poco de concienciación social. En Lenscratch nos proponen conocer el trabajo de Jennifer Little, una fotógrafa que se ha ido a Owens Lake, un lago seco que encontramos en California, y que se encuentra seco debido al trasvase masivo de agua para consumo humano hacia Los Ángeles. La consecuencia ha sido la desecación del lugar, y el acúmulo de sustancias en forma de polvo que es transportado por el viento, y que es la principal fuente de contaminación de partículas carcinogénicas en Estados Unidos. La sobreexplotación de los acuíferos, tanto de aguas superficiales como profundas, siempre da lugar a consecuencias indeseadas, de las que los políticos más populistas que prometen todo tipo de trasvases y regadíos masivos no se dan por enterados, constituyendo amenazas ambientales de primer nivel. Los políticos, digo. Curiosamente, las fotografías de Little no carecen de belleza paisajística.
Y os dejo para terminar dos recomendaciones que no he tenido tiempo de revisar a fondo. Por un lado la página del colectivo Nophoto, un colectivo de fotógrafos que nace en España hace ya más de diez años con el fin de impulsar proyectos individuales o colectivos no convencionales. A ver si le puedo dedicar un poco de tiempo y extraigo alguna recomendación personal concreta. Por otro lado, en A Photo Editor nos cuentan que ha salido el cuarto número de Photographer's Quarterly, que también promete revisar las obras de algunos fotógrafos destacados, unos más conocidos que otros. Lo dicho,... si encuentro algo de tiempo, lo reviso, y os propongo alguna recomendación personal.
En cuanto a las fotografías acompañantes, reflejan la llegada de la primavera. Poco a poco, parece que este año no tiene tanta prisa por llegar a pesar del excesivamente benévolo invierno que hemos tenido. Pero está aquí... y con ella las plantas florecen. Aunque no le he dedicado de momento mucho tiempo, estoy tratando de implantar algunos de los conceptos aprendidos en el curso de macro que hice en febrero. Por ejemplo, el enfoque manual ayudándome de la ampliación de la imagen sobre las pantallas electrónicas de la cámara en lugar de fiarme del visor óptico de algunas de ellas. O el uso de láminas translúcidas de color neutro como difusor de la luz del sol cuando no queda más remedio que hacer las fotografías en las horas centrales del día y la luz es excesivamente dura.
En primer lugar, vamos con un clásico. Y uno del que he hablado poco en estas páginas es el ruso Aleksandr Ródchenko. Artista muy polifacético, pintor, diseñador gráfico, cinematógrafo,... entre otras cosas. Una de ellas fotógrafo. Muy creativo, representó como uno de los impulsores del constructivismo el espíritu de innovación artística que acompañó a la revolución rusa en los años 20. Por lo menos, antes de que el stalinismo se empezase a cargar como un bulldozer cualquier inquietud de pensamiento libre en la Unión Soviética. En L'Oeil de la Photographie podemos encontrar un muestrario de su actividad como fotógrafo, con sus atrevidas composiciones y puntos de vistas, muy dinámicos y muy gráficos.
Cambiando de "imperio" o "superpotencia", nos iremos a conocer la obra de Andrés Serrano, que a pesar de su nombre tan hispano, nació en Nueva York en 1950. Serrano utiliza la fotografía en color para producir una obra fotográfica muy expresiva, que gusta de provocar tratando temas que para mucho son tabúes, como la religión, la muerte, el sexo o la violencia, o mezclas de ellos. También en L'Oeil de la Photographie podremos encontrar un muestrario de fotografías del este autor que lucha con su obra contra el oscurantismo, las censuras y las intolerancias. Y para eso, a veces es necesario provocar o transgredir.
Desde hace ya un tiempo sigo el blog OscarenFotos.com, mantenido por el mejicano Óscar Colorado, fotógrafo y profesor de fotografía en una de las universidades de ciudad de Méjico. El caso es que poco a poco me estoy dando cuenta que de vez en cuando nos trae galerías de fotografías de grandes fotógrafos, con o sin sus biografías o análisis de sus obras que son realmente muy interesantes. Por ejemplo, en estas tres últimas semanas podemos encontrar:
Una galería dedicada al alemán Heinz Hajek-Halke, fotógrafo muy innovador en el periodo de entreguerras, que experimentaba con el fotomontaje, la fotografía sin cámara, y la manipulación de la luz y de la química fotográfica.
Otro de los sitios que ha aparecido recientemente y que voy siguiendo es el magacín en línea Clavo Ardiendo. Mucho más orientado a la fotografía contemporánea, nos ofrece la posibilidad de conocer la obra y logros de fotógrafos españoles actuales, que de otra forma alcanza escasa visibilidad, siendo como son artistas muy interesantes. En estas últimas semanas me gustaría destacar, por ejemplo:
Un artículo dedicado a la madrileña Elisa González Miralles, fotógrafa a tiempo completo, bien sea en el campo de la fotografía comercial, bien con sus proyectos más personales o bien con su actividad docente. Por su puesto, son sus trabajos más personales los que probablemente nos van a interesar más.
Una propuesta muy diferente es la que nos ofrecen con la entrevista a Emilio Pemjean, artista que combina dos disciplinas, es arquitecto y fotógrafo. La fotografía de arquitectura es una disciplina fácilmente banalizada, pero que cuando se enfoca bien puede dar lugar a obras de un grafismo y una estética que a mí me gustan mucho.
El paisaje en blanco y negro, especialmente con el formato cuadrado, siempre me ha llamado mucho la atención. En el tumblelog de Cross Connect Magazine encontramos los paisajes marinos de Zoltan Bekefy, bellamente compuestos, con un excelente dominio de la luz y la sombra y de la dinámica de la meteorología y de las olas y las mareas.
Llevo unas cuantas semanas realizando el curso de introducción a la cultura visual fotográfica (Seeing Through Photographs) que el MoMa pone a disposición del público de forma gratuita a través de la plataforma Coursera, en inglés el curso, la plataforma está en castellano. En varias ocasiones se ha discutido durante el curso el concepto de fotografía vernácula, referida a la fotografía cuando tiene un uso distinto de la búsqueda específica de contenido artístico, estético o conceptual. La fotografía familiar de recuerdo, la documentación de lugares o acontecimientos, la fotografía científica, la fotografía en la propaganda... En LensCulture conocemos el trabajo de Kris Sanford que se apropia de imágenes que podemos incluir dentro del concepto de fotografía vernácula. Fotografías en los que vemos grupos de dos personas del mismo sexo, típicas fotografías de recuerdo realizadas entre los años 20 y 50 del siglo XX, y que con la modificación que Sandford realiza provoca un cambio en el posible significado de las mismas. Pequeños gestos en las personas, que hacen que nuestra mente lo asocie a relaciones mucho más íntimas que las de amistad o de familia, que fueron los contextos en las que fueron tomadas. O no. A lo mejor algunas de ellas oculta una auténtica relación homosexual, mal vista socialmente en la época... Eso queda a la imaginación del espectador.
No hace muchos días que comenté mis primeras experiencias con la Holga, una cámara que se ha convertido un clásico a pesar de su ínfima calidad, por la expresividad que puede dotar a las imágenes. Ya decía en su momento que estas cámaras han sido utilizadas por fotógrafos serios para proyectos serios, más allá de las frivolidades "lomográficas". Pero es justamente a través del magacín de Lomography por donde nos llega la obra del italiano Enrico Doria, que renuncia a la nitidez en beneficio de esa expresividad que comentaba antes. A mí me ha parecido interesante su propuesta.
Una iniciativa del gobierno de los Estados Unidos durante la Gran Depresión, la de contratar y mandar a algunos de los más grandes fotógrafos de la época para documentar este periodo de desasosiego económico y social, provocó que hoy en día tengamos verdaderas joyas fotográficas en la historia del medio. Pero estos días atrás nos hemos enterado que el programa estuvo al cargo de un editor, un tal Roy Stryker, que decidió mutilar muchas de las fotografías que no le satisfacían por el expeditivo medio de agujerear los negativos con un taladro. Además eligiendo zonas claves en los mismos. Y sin pararse a considerar que otras personas o en el futuro podrían tener otra visión o apreciación sobre las mismas. Fotografías de Dorothea Lange o Walker Evans arruinadas... Ha salido la noticia en diversos medios. Yo he elegido la versión de Petapixel para traérosla aquí. Estos negativos, no obstante, no desaparecieron y permanecen en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. Un tipo que pudo haber pasado a la historia como alguien que hizo algo importante, pero que ha quedado empañado por comportarse con un salvaje con la obra fotográfica, simplemente porque a él no le gustaba.
Finalmente, una curiosidad. Están de moda los selfis... los autorretratos realizados muchas veces con la cámara más a mano, que suele ser la del teléfono móvil. Parece algo de hoy en día. Algo actual. Algo que no se había hecho antes... salvo que miremos los archivos del pasado. Por ejemplo, los del Eastman Museum, donde encontramos una fotografía de 1932, con dos jóvenes con las cabezas juntas y una anotación... "We just held the camera in front of us". Ahí están. Las instrucciones para hacerse un selfi, redactadas ya en 1932. "Simplemente sostienes la cámara enfrente de tí".