Quiero hacer un repaso aunque sea breve a las exposiciones actualmente en vigor en el Caixaforum de Zaragoza, una de pintura y otra de fotografía documental. Ya hace un par de semanas que visité estas exposiciones, pero como últimamente he tenido una diversidad de temas sobre los que escribir, se me estaban quedando ahí atrasados. Ya digo que como no tengo mucho tiempo, el comentario será breve, pero si lo sigo retrasando, llegará un momento en el que no tendrá sentido.
19º FotoPres
En primer lugar, hablar de la exposición de los fotógrafos o colectivos de fotógrafos seleccionados en la 19ª edición del certamen FotoPres. Este es un certamen de fotografía documental que patrocina la obra social de La Caixa, que busca impulsar proyectos fotográficos con un marcado contenido social, generalmente de fotógrafos o colectivos de fotógrafos españoles, aunque también latinoamericanos y de algún otro país europeo.
Este certamen tenía una periodicidad bienal hasta el año 2009, pero creo o deduzco de su página web que desde esa fecha sólo se ha convocado en dos ocasiones. La 19ª edición que se expone actualmente en el centro de Zaragoza y la 20ª que debe estar en marcha.
Yo tuve ocasión de visitar la exposición correspondiente a la edición de 2009 en Caixaforum de Madrid hace unos años, una edición que estuvo marcada por las impresionantes fotografías del reportaje sobre violencia de género que presentó Emilio Morenatti. En esta edición que ahora podemos contemplar en Zaragoza he de decir que me ha costado encontrar un trabajo que me haya impresionado, en todos los sentidos, como aquel.
Siempre he sido fiel consumidor de la fotografía documental. Además de exposiciones diversas y lo que se puede ver en internet, cada tres meses pasaba por el quiosco a por mi copia de OjodePez, revista de fotografía documental que parece que ya no se va a volver a publicar en papel, salvo que esté mal informado. Y hay una cosa que me ha pasado con el tiempo. Me ha saturado. Me ha saturado tanto la repetición de los temas (los refugiados, las prisiones latinoamericanas, las mujeres en los países en conflicto centroamericanos, los suburbios de las grandes ciudades,...) como la repetición formal o estilística de las fotografías. Parece que todos sigan una moda común sobre temas y formas de afrontarlos, y esta es la principal crítica que tengo que hacer de la exposición.
Por otro lado, no se trata de una exposición uniforme ni uniformada. Cada uno de los proyectos tiene su espacio individualizados, mejor o peor adaptado, al tema del mismo y las decisiones formales de sus creadores. Y esto es una buena cosa. Es como si estuvieras visitando varias exposiciones individuales, por lo que aprecias mejor cuál te atrae más cual te atrae menos, te centras mejor en el tema tratado, y puedes encontrar mejor aquellos hallazgos fotográficos que más te pueden gustar. Porque independientemente de los defectillos mencionados, creo que es una exposición a la que debe asistir cualquier aficionado a la fotografía.
Settecento - Obras maestras de la pintura italiana de los Staatliche Museen zu Berlin
La otra exposición en activo en estos momentos en Caixaforum Zaragoza no es de fotografía, sino de pintura. Y se trata de una selección de obras italianas del siglo XVIII conservadas en los Museos Estatales de Berlín... por lo que es fácil que algunas de ellas ya las haya contemplado in situ en alguna visita a la capital alemana.
He de decir que esta exposición tiene un hándicap... por lo menos para mí. En 1990 se celebró en Zaragoza, en el Palacio de Sástago una exposición sobre el Settecento italiano, que probablemente ha sido una de las exposiciones más importantes que se ha celebrado en ese lugar y en la ciudad a lo largo de su historia. A mí me resultó muy impresionante y la visité varias veces.
No es que el Settecento sea en su conjunto el período de la historia del arte que más me llame la atención, ni mucho menos, pero aquella exposición estaba muy bien montada, tenía obras excelentes, y sobretodo se centraba en aquellas cuestiones que a mí, por un motivo u otro más me atraían.
Las "vedute" de las ciudades italianas, así como los paisajes imaginados de ruinas del mundo clásico, otorgaban a aquellas pinturas de un equilibrio estético tan geométrico, tan propio del neoclasicismo, que se acomodaba muy bien a mi mente cuadriculada. Esa precisión en las líneas arquitectónicas con el aprovechamiento del pleno desarrollo alcanzado ya en las artes en el control de la perspectiva y la iluminación siempre me gustaron.
Esta exposición actual en Caixaforum nos devuelve a aquella época. Pero con una variedad de temas y con una limitación de obras que hace que no tenga el empaque de aquella exposición de hace 26 años que para mí supuso un antes y un después en la cosa de asistir a exposiciones o a museos.
No obstante, cualquier aficionado a la pintura y al arte en general la disfrutará, y sería tontería no recomendarla.
A principios de noviembre del año pasado, 2014, dediqué un artículo en estas páginas a una interesante película documental dedicada al fotógrafo brasileño Sebastião Salgado. Película de obligatoria visualización para todo aficionado a la fotografía, y muy recomendable para el público en general. Por aquel entonces compré también el libro del último gran proyecto de Salgado, Génesis, un libro que no puedo recordar los motivos pero no llegué a comentar por aquí. Es un libro de gran formato, rotundo, de 24 x 35 cms, más de 500 páginas, muchas fotografías en blanco y negro con un buen nivel de impresión, superior a la media de la editorial, Taschen.
En el documental se nos explica un poco el origen de este proyecto. Tras una vida dedicada al reportaje en lugares difíciles, con conflictos difíciles, con gentes difíciles, con gentes que sufren, Salgado entró en una crisis personal de la que surgió gracias a que volvió su mirada a la naturaleza, a sus difíciles equilibrios. En primer lugar al lugar que lo vio nacer y crecer, luego a su país, Brasil, y finalmente al planeta que nos alberga a todos. Y a partir de ahí se lanzó a una búsqueda de los lugares primigenios, aquellos en los que la naturaleza está menos afectada por el ser humano, aquellos en los que el ser humano se presenta todavía en sus estadios de desarrollo cultural básico, los cazadores-recolectores, los agricultores incipientes que todavía podemos encontrar en algunos lugares de la Amazonia, África o las selvas de Papúa-Nueva Guinea.
Y así nos ha presentado este legado, este conjunto de imágenes que configuran una fotografía global de las tierras vírgenes del planeta, de lo que queda original de él. Sea los hielos de la Antártida, sean las pluviselvas ecuatoriales, los violentos volcanes del extremo oriental siberiano, o el gran norte americano.
Una parte de esta obra se está presentando en algunas ciudades españolas de la mano de la Obra Social de la Caixa, exponiéndose en los Caixaforums repartidos por la geografía española. En estos momentos, la exposición ha llegado a Zaragoza, donde permanecerá hasta mediados de octubre de este año, 2015. La exposición, como el documental sobre el que he empezado hablando en este artículo, es "obligatoria" para todos los aficionados a la fotografía y altamente recomendable para el público en general. Copias de gran formato, de alta calidad en blanco y negro, que nos muestran una serie de escenarios naturales todavía vivos, todavía en su estado original. Quién sabe por cuanto tiempo, en un planeta en el que los cambios debidos a las alteraciones del clima se está produciendo con una rapidez que está sorprendiendo incluso a los más pesimistas.
Recordar también que uno puede llevarse a casa para siempre estas fotografías y más en forma de libro, un libro que aunque cuesta lo suyo en términos absolutos, casi 50 euros, no es excesivamente caro en términos relativos dada su magnitud y la cuidada calidad con la que se presenta y está impreso, respetando mucho la calidad de las fotografías presentadas. Animaos, que no os arrepentiréis.
Como comentaba hace unos días, la actualidad sobre exposiciones fotográficas en Zaragoza de alto nivel está que arde. Y para quien tenga habitualmente poco tiempo, no es fácil dar abasto, si queremos dedicarle un tiempo razonable a cada una de ellas. Pero he conseguido darles una vuelta a las más importantes desde mi punto de vista, y dejar escrito mi comentario antes de salir unos días de vacaciones. No muchos. En seguida estoy de vuelta.
Sin duda, uno de los espacios expositivos más importantes de la ciudad es la Lonja. Magnífico edificio civil del renacimiento aragonés, típico ejemplo de lo que debió ser una cierta época de oro para la capital del antiguo reino de Aragón. Y en este espacio llegan con frecuencia las exposiciones más destacadas. Y no falta anualmente alguna buena exposición fotográfica que no hay que perderse. Este año con la colaboración del Ayuntamiento de Zaragoza y el certamen PhotoEspaña nos traen una retrospectiva del veterano fotógrafo español Rafael Sanz Lobato.
En la exposición podemos distinguir tres etapas, una muy amplia, en la que podemos considerar un fotógrafo amateur que recorre el país, especialmente Castilla, interesado por los ritos y costumbres más ancestrales. Estamos ante fotografías que quizá no tiene una gran perfección técnica, pero que disfrutan de la fuerza de lo auténtico, de la actitud curioso, que no duda en introducirse en el acontecimiento, y que nos transmite perfectamente sus vivencias.
En la exposición podemos distinguir tres etapas, una muy amplia, en la que podemos considerar un fotógrafo amateur que recorre el país, especialmente Castilla, interesado por los ritos y costumbres más ancestrales. Estamos ante fotografías que quizá no tiene una gran perfección técnica, pero que disfrutan de la fuerza de lo auténtico, de la actitud curioso, que no duda en introducirse en el acontecimiento, y que nos transmite perfectamente sus vivencias.
Evidentemente, una exposición que no hay que perderse.
La segunda exposición pasará seguramente mucho más desapercibida, aunque también está asociada al certamen PhotoEspaña. Se trata de la exposición de Luis Gordillo en la Galería de Carolina Rojo (facebook). Gordillo es un pintor español, una de las figuras punteras del arte contemporáneo de nuestro país, cuya obra se expone en museos de todo el mundo. Pero en esta ocasión estamos ante un conjunto de obras que tienen como base la fotografía. Entendámonos, no estamos ante un fotógrafo, sino ante un artista que utiliza la fotografía como base para su obra. Bien en formato puro, bien en técnicas mixtas con la pintura o el dibujo. Sus fotografías son tomadas de su entorno inmediato, y son modificada, ampliadas varias veces, repetidas, o modificadas. A veces de objetos banales obtiene fotografías repetidas, muy similares pero distintas. Juega mucho pues con la repetición.
Quien se acerque a esta exposición, que yo considero muy interesante, ha de hacerlo con otros ojos. No con los habituales que llevamos encima los aficionados a la fotografía. Y tenemos que dejarnos llevar por la obra y no por nuestros prejuicios. Si no lo hacemos así, es muy posible que no disfrutemos de la obra que contemplamos.
Cuando la visité, estuve solo en la sala junto con una de las empleadas de la galería, que se acercó amablemente a interesarse sobre mi opinión. Estuvimos hablando un rato, muy a gusto. Sobre la exposición y sobre otras cuestiones sobre el arte contemporáneo. Ella era historiadora del arte, así que me sacaba mucha ventaja en el tema. En cualquier caso tan a gusto estuve, que se me olvidó preguntarle si me dejaría tomar alguna fotografía del interior de la sala de exposiciones.
Otra de las exposiciones interesantes que se han presentado en las últimas semanas en Zaragoza ha sido una retrospectiva que celebra el aniversario de la Agencia EFE, el 75º creo, ya que se creo en 1939, al acabar la guerra civil, como instrumento del régimen dictatorial para controlar el flujo de noticias en el país, aunque esto es un dato que no se suele destacar en sus reseñas históricas. No es cierto sin embargo que EFE venga de Franco, sino porque se fundó sobre la fusión de varias agencias previas cuyos nombres empezaban todos por la letra f (Fabra, Faro y Febus). Un ejemplo de su intencionalidad propagandística es la manipulación de la fotografía de Hitler y Franco que sí se muestra en la exposición. Le echan la culpa a Photoshop de cosas que llevan haciéndose desde que la fotografía es fotografía.
En cualquier caso, independientemente de su origen, es una de las mayores agencias de noticias del mundo, y la mayor para el idioma castellano. Pero es una agencia de noticias más que una agencia de fotografía. Y eso se nota en la orientación de la exposición, que tiende más a una propaganda del “nosotros estuvimos allí” que a la calidad de las fotografías mostradas. Es más un repaso de la historia contemporánea española que una muestra de la calidad fotográfica de los profesionales que han trabajado en plantilla como independientes para la agencia. Indudablemente, interesa por su curiosidad y por el efecto nostálgico y conmemorativo de acontecimientos, pero a mí me dejó un poco insatisfecho como aficionado a la fotografía.
Y por último, ya tenemos inaugurado el Caixaforum de Zaragoza. Los primeros diez días se van a poder visitar las exposiciones gratis, pero luego habrá que pagar 4 euros por verlas. Hay descuentos o entradas gratis si eres cliente de la entidad bancaria de cuya obra social surge esta iniciativa, pero de momento por lo menos parece no prever abonos, o clubes de amigos, que por una cantidad anual permitan un acceso libre en cualquier momento. Eso estaría bien.
Incluye tienda de regalos y libros gestionada por la Librería Laie. He de decir que es el triple de grande y el triple de cuca y mona que la del de Madrid, pero sólo es la cuarta parte de interesante porque el fondo de libros que tienen a la venta es muy inferior a los de las tiendas de la capital o de Barcelona. Una pena. Yo me hubiera cogido un libro de Gregory Crewdson, pero los 130 euros que cuesta hicieron que me entrara la risa y que no encontrara el suelto en el monedero. No sé si me entendéis.
Hay dos exposiciones inaugurales. Una de pintura y escultura contemporánea, y otra dedicada a las artes visuales, vídeo y fotografía. Ambas colectivas y con autores contemporáneos. Son difícil de contemplar con tranquilidad, porque la afluencia de visitantes curiosos en los días de gratuidad hace difícil a determinadas horas navegar entre las obras de arte. Pero creo que es una buena recomendación acercarse a contemplarlas. Fotografía de tono conceptual, más que buscando valores estéticos o documentales. Aviso.