La fotografía como afición y otras artes visuales

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Recomendaciones semanales - del 12 al 19 de noviembre de 2017

Se suponía que hoy tenía que estar ilustrando estas recomendaciones semanales con alguno de los paisajes que hubiese obtenido ayer sábado en el hayedo de Gamueta en el Pirineo aragonés. Pero tengo una lesión en un pie, una tendinitis en el tendón aquíleo, que me va y viene, y que decidió venir en vísperas del viaje. Y para no amargármelo a mí, o a otros según con fuese, decidí quedarme en Zaragoza. Lo cual me tiene un poco malhumorado.

A falta de esas fotos que ya nunca tendré, ilustraré las recomendaciones de hoy con fotografías realizadas con la Pentax K-S1, sencilla pero compentente cámara digital, que he estado usando con objetivos Pentax SMC-M de los años 70. Un 50/1,7 que ya tengo hace 20 años, por lo menos, y un 28/3,5 que encontré en eBay recientemente muy asequible, que está como nuevo, y que me vendrá bien como gran angular en la Pentax MX. En la K-S1 equivale a un 42 mm por el factor de recorte, que salvo por la escasa luminosidad del objetivo, es muy agradable de usar.

Me enteré por la cuenta de Instagram del MoMA (Museum of Modern Art de Nueva York) que están dedicando últimamente tiempo y espacio a la fotografía del alemán August Sander. Sander marcó una línea de fotografía objetiva en la Alemania del siglo XX que llega incluso hasta nuestros días, con su interés en catalogar exhaustivamente a los alemanes del siglo XX en las primeras décadas del mismo. Con una diferencia, mientras que algunos de sus compatriotas posteriores en el tiempo aburren a una gamba, las fotografías de Sander están llenas de empatía e interés humano. Enorme diferencia. Muy interesantes las fotografías de parejas hombre y mujer, menos vistas que su catálogo de gremios y trabajadores. Por supuesto, alguien que es capaz de sentir empatía por sus semejantes fue mal visto por sus compatriotas nazis.

No soy muy dado a traer a estas páginas muchos fotógrafos de moda. En su mayor parte, por perfectos técnicamente que sean, por guapas o guapos que saquen a sus modelos, me parecen un enorme homenaje a lo banal y de lo vano. Pero en esta semana han aparecido sendos artículos en British Journal of Photografphy y en Another Magazine dedicados a una exposición dedicada a la obra del italiano Paolo Roversi. El delicado uso de la cámara de gran formato por parte de Roversi en sus más sencillos retratos y desnudos me parece absolutamente perfecto. Y consigue dotar de otro carácter y humanidad a las más cotizadas modelos que han pasado bajo la visión de sus objetivos.

Pierre Gonnord, fotógrafo francés muy vinculado a nuestro país, se hizo un nombre hace unos años principalmente por sus retratos muy inspirados en la pintura flamenca del renacimiento. Pero en esta ocasión, Albedo Media nos lo trae a colación por una serie de fotografías de un género muy distinto; el paisaje. Paisajes sencillos, sin los artificios a los que estamos acostumbrados en los últimos tiempos de imtempestuosos tratamientos de la imagen digital, excesivamente saturados, con nitidez ofensiva, y con un maltrato del microcontraste y del contraste natural de la escena. Nada de eso sucede con Gonnord, que nos ofrece rincones belles, sencillos, serenos y muy naturales. Y al mismo tiempo, con un misterio escondido.

Un paisaje muy distinto es el de Fernando Maselli, como nos lo muestran en Clavoardiendo Magazine. El propio título del trabajo, Infinito artificial, nos da un pista. Puesto que los paisajes de Maselli, en blanco y negro, que ya me interesaron hace unas semanas cuando me enteré de la publicación del libro correspondiente, no son reales. El argentino construye sus paisajes a partir de una serie de tomas de paisajes montañosos relaes, para construir grandes murallas de roca, piedras y nieve, repitiendo las montañas una y otra vez, pero sin que haya dos paisajes iguales. Interesante.

Como nos cuentan en Magnum Photos, el fotógrafo Christopher Anderson se mueve constantemente por el mundo, a partir de su base en en Nueva York. Pero su entorno familiar está en Barcelona, y al igual que otros grandes fotógrafos, no ha dudado en volver su cámara a esta su familia, sus hijos, especialmente durante sus vacaciones en Menorca, ofreciéndonos una visión íntima e intimista de su vida privada en entornos totalmente distintos de los que constituyen su cuerpo de trabajo principal.

Las polaroid, la fotografía instantánea en general, se vuelve a poner de moda. Y si bien es utilizada en su mayor parte con un fin lúdico, festivo, familiar, entre amigos, no faltan quienes la utilizan como medio de expresión y de reportaje. Por ejemplo, el proyecto de Matthew James O'Brien No Dar Papaya, en el que nos traslada a Colombia, pero alejándose completamente del concepto de pornomiseria con el que trafican otros muchos fotógrafos. Frente a deleitarse en la guerra, en la pobreza, en la droga, en la infelicidad de las genetes, O'Brien utiliza sus polaroids para contarnos historias alternativas, serenas, bellas, humanas. Todas tienen cabida en el trabajo de un fotógrafo. Nos lo han contado en Lenscratch.

Esta semana, en una entrada televisiva en mi Cuaderno de ruta hablaba de un mediometraje que ha producido Lena Duham con Elisabeth Moss como protagonista, interpretando a una fotógrafa de viaje en Tokio. En un momento dado, vemos a la fotógrafa en una gran librería hojeando un libro de fotografías, y por unos segundo la pantalla nos va mostrando algunas de las fotografías del libro. Las reconocí, aunque en ese momento no recordé el nombre de la fotógrafa. Se trata de la holandesa Hellen van Meene, que ha cetrado su trabajo en retratar a chicas, niñas y adolescentes, durante toda su carrera. Algo que está relacionado con una cuestión de la película de la que tan apenas se habla pero que condiciona la actitud de sus protagonistas. Aprovecho la ocasión para proponeros un repaso a la obra de esta fotógrafa.

Otra recomendación que me llega a partir de una cuenta en Instagram, en esta ocasión la de Fotografiska. Se trata de la fotógrafa sueca Ida Borg (Instagram), radicada en Estocolmo, que trabaja también el retrato, pero que lo complementa con los detalles del ambiente de la vida cotidiana que rodea a las personas que retrata.

Otro tipo de cámaras que nos proporcionan fundamentalmente espacio para lo lúdico y espontáneo son las cámaras sencillas de plástico, tipo Diana u Holga, pero que eventualmente encuentran su camino hacia la fotografía más expresiva, tanto artística como documental. En este caso, también por cortesía de Lenscratch, podemos conocer el trabajo de Nancy Rexroth, que utiliza una cámara Diana desde hace décadas como fuente de inspiración para reflejar sus paisajes y sus gentes del medio en el que vive y se desarrolla, en las zonas rurales de estados norteamericanos de Ohio o Iowa.

Si el trabajo de la fotógrafa anterior tiene ya unas décadas, en Der Greif nos proponen el trabajo de una fotógrafa joven, de ascendencia francesa y filipina, radicada en Francia, Allyssa Heuze. De momento, su trabajo se ha centrado sobretodo en lo cotidiano. Incluso en los objetos más banales de la vida diaria. Juguetes, casas, interiores, paisajes, retratos y fotografías antiguas, a veces en su medio como los encuentra, otras componiendo peculiares naturalezas muertas.

Ha salido en varios sitios la noticia, pero yo la marqué en Creative Boom y en Photolari. Un fotógrafo español, César Dezfuli, ha ganado el primer premio de la décima edición de un prestigioso concurso de retratos que organiza la National Portrait Gallery londinense. Un museo dedicado en exclusiva al retrato, al lado de Trafalgar Square y de la prestigiosa National Gallery. El premio le ha llegado a Dezfuli por un directo retrato, muy expresivo y sencillo, que no simple, de un inmigrante africano de Mali que fue rescado en el mar a unos kilómetros de la costa de líbano. También es muy interesande el segundo premio de Abbie Trayler-Smith, de una chica que huye de los desmanes del autodenomindado Estado Islámico.

Pero lo que ha causado cierto revuelo ha sido la concesión del tercer premio a la finesa Maija Tammi, por su retrato de una joven asiática... que resulta ser una androide, robot de aspecto humano, fabricado por una conocida multinacional nipona. ¿Vale un retrato de un objeto, por similar que sea a un ser humano de aspecto? ¿Cuántos se percatarán de que no es una persona sino una máquina viendo el retrato sin ningún texto o pie de foto explicativo? A mí el retrato me gusta. Y el rechazo que ha levantado quizá sea un indicado de que la profesión de blade runner en un futuro es más probable de lo que creíamos.

Las polaroids han sido siempre fotografías y cámaras muy cinematográficas, en el sentido de que han formado parte de diversas tramas en el cine. Quizá esa sensación de instantaneidad se asocia con la materialización de las más oscuras pesadillas del ser humano. Lo podemos comprobar en lel siguiente cortometraje de Joey Greene...

Recomendaciones semanales - del 3 al 10 de abril de 2016

Vuelvo a mi ritmo habitual de publicación semanal de recomendaciones fotográficas semanales. Empezando por el tablero en Pinterest de estos últimos siete días donde espero que encontréis fuentes de inspiración si sois aficionados a la fotografía.

Para acompañar la entrada de hoy, os mostraré algunas fotografías tomadas con teleobjetivo, un 200 mm, al que como complemente se ha añadido un duplicador de focal y eventualmente un anillo de extensión. Os hablé de esta configuración hace unas semanas, pero hasta ahora no había tenido ocasión de probarla en el campo. Este fin de semana, con un menos viento, también la hubiera usado. No soy fotógrafo de teleobjetivo. Me muevo en el 90 o 90 % de las situaciones entre los 24 y los 90 mm. Aunque los he usado, especialmente en fotografía de aproximación, en cuanto paso de los 135 o 150 mm de focal (equivalente en el llamado "formato completo"), me siento muy poco cómodo e inseguro. De todas formas, cometí varios errores al salir de casa en la selección y preparación del material, y no pude poner en acción lo que tenía en mente. Tengo mucho que practicar.

Empezaramos las recomendaciones yéndonos más de un siglo atrás en el tiempo. Me han parecido muy curiosas las fotografías que han rescatado en Mashable tomadas entre 1898 y 1900 por Charles Gustavus Walline, un empleado de unos grandes almacenes de Chattanooga, que aprovechaba las pausas para el almuerzo para retratar a sus compañeros de trabajo. El excelente estado de conservación de los negativos nos permiten una gran calidad de imagen que nos hacen sospechar que aquellas y aquellos jóvenes de hace más de 115 años igual no eran muy distintas en lo esencial de las jóvenes y los jóvenes actuales. Por lo menos las chicas. Que los maromos parecen todos muy envarados, con sus bigotazos y esas cosas.

En LensCulture dedican un artículo al concepto de educar el ojo. La mirada, más bien. Esto me recuerda que tengo pendiente de terminar el curso "Seeing Through Photographs" organizado por el MoMA a través de Coursera. Volviendo al artículo, para mostrar lo importante que es educar la mirada, especialmente en los aspectos de composición, capacidad de mostrar empatía y valentía, acuden al siempre notable trabajo de Marc Riboud. Muy recomendable.

En L'Oeil de la Photographie ha aparecido esta semana un artículo sobre una exposición en la que se incide en aquellas fotografías que muestran un contenido relacionado con el expresionismo, el surrealismo, lo singular, lo étnico,... lo bruto,... y en la que aparecen fotografías de Joël-Peter Witkin (fotografías, no aptas para todos los públicos). Recuerdo que cuando empezaba a interesarme en serio por la fotografía, cuatro o cinco años después de comprar mi primera cámara réflex y tras haber realizado algún curso serio de formación, llegó a Zaragoza, al Torreón Fortea, una exposición de este neoyorquino que me impactó mucho. Su incidencia en temas como la muerte, el sexo más fetichista, la deformidad, y sus relaciones con lo bíblico o con las representaciones artísticas del pasado producen un efecto muy desasosegante, y una curiosidad morbosa. En realidad es un fotógrafo excelente.

Nos cuentan en American Photo que el maestro Stephen Shore ha publicado recientemente su último libro, para el cual ha viajado a Ucrania. El tema ha sido las gentes que tuvieron que huir y luchar contra la opresión nazi, pero que luego tampoco lo tuvieron fácil en la Unión Soviética, incluso cuando fueron considerados héroes de guerra. Una vez más, el estilo de Shore es directo, sin manipulaciones, con una técnica muy depurada que, sin embargo, apenas se nota por la carencia absoluta de artifiosidad. Y siempre dedicado a mostrar la realidad, más que a intervenir sobre ella.

El caso de la talidomida fue célebre en los años 60. Un medicamento que se comenzó a comercializar a finales de los años 50 en toda Europa, pero que en los 60 se comprobó que cuando era tomado por mujeres embarazadas producía graves deformidades en el feto. Sin embargo, en España consta que todavía se podía encontrar en 1970 y algunas personas están afectadas en esa época, a pesar de la prohibición de comercialización. Las corruptelas inherentes a un régimen dictatorial permitieron la existencia de personas con graves malformaciones cuando estas ya habían desaparecido del mapa del resto de Europa. Y aún hay algunos que añoran el franquismo. El fotógrafo César Dezfuli se ha interesado por estas personas tras enterarse que el Tribunal Supremo ha fallado, nunca mejor dicho, que estas personas no tienen derecho a reconocimiento, compensación o cobertura legal alguna. Todavía no nos hemos liberado de las corruptelas del franquismo, cuando ya hemos llegado a la segunda década del siglo XXI. Es bueno que hay fotógrafos comprometidos con estas causas. Nos lo contaron en Quesabesde.

Otro caso de vergüenza social, esta de ámbito europeo, es el de la "jungla de Calais", un campo de refugiados establecido en la costa francesa del Canal de la Mancha, en su punto más cercano con el Reino Unido de la Gran Bretaña. Establecido en 1999, creció de forma espontánea, con especial fuerza a partir de 2005, al margen de la legalidad, sin que las autoridades se preocuparan mucho por las condiciones y la situación de este lugar. Recientemente se ha producido el enésimo intento de desmantelamiento, aunque ya hay indicios de que vuelve a surgir entre las dunas de las playas del Canal de la Mancha. En LensCulture encontramos un porfolio del fotógrafo Henk Wildschut que analiza y denuncia el fenómeno con sus imágenes. Aunque lleva tiempo siendo un tema adoptado por creadores en distintos medios audiovisuales.

En Cada día un fotógrafo/Fotógrafos en la red han dedicado un artículo a David Martín Castán, que es un fotógrafo local, de aquí, de Zaragoza (España). Así que me ha parecido ineludible su inclusión en estas recomendaciones. Especialmente por la belleza de sus paisajes y fotografías de viajes.

Terminaré con una polémica. En The New York Times publicaron hace una semana un artículo titulado "A Too-Perfect Picture", en el que daban estopa al conocido fotógrafo Steve McCurry, que de vez en cuando aparece por estas páginas. Soy seguidor de su blog, y cuando alguna entrada me gusta la traigo. A propósito de su último libro dedicado a la India, se quejan de que la imagen que McCurry nos proporciona de este gigante asiático está muy idealizada y estereotipada, y se aleja de la realidad del país actual. Contrastan sus fotografías con las de Raghubir Singh, fotógrafo indio ya fallecido, mucho más comprometido con la realidad del país. Cuando hace unas semanas escribía para Fotógraf@s en Zaragoza un artículo sobre la exposición de Gervasio Sánchez y Mònica Bernabé "Mujeres, Afganistan", ya decía que en un momento dado de la visita guiada, Gervasio emitía una crítica, sin dar nombres, a los fotógrafos que presentan imágenes idealizadas de un país con tremendos problemas. Y algunos creímos oír el nombre del fotógrafo de National Geographic, aunque Gervasio no lo mencionase.

Ciertamente creo que el artículo de The New York Times tiene su buena parte de razón. Lo que pasa es que puede que aquí haya un problema de expectativas. Ya he dicho que yo sigo el blog de McCurry. Pero nunca lo he visto como el blog de un fotorreportero que busca reflejar o denunciar una realidad. A ver... que es un fotógrafo de National Geographic. Esta institución se ha sentido más interesada en mostrar las bellezas, las curiosidad y las maravillas del mundo y los viajes que de denunciar la realidad social del mundo. Aunque haya ocasiones en las que se interese por ella. Por lo tanto, si ajustas tus expectativas, McCurry cumple con lo que se espera de él. Quien quiera otra cosa, que busque en otro sitio. Es decisión del artista sobre dónde sitúa el foco de su visión. Si te gusta te lo quedas. Si no, te buscas otra cosa. Y si McCurry tiene más éxito que otros fotógrafos más comprometidos, no es más que un síntoma de por dónde va la humanidad, mal que nos pese. En PetaPixel escribieron un artículo a favor de McCurry. Para que podamos tener argumentos en todos los sentidos.