Pues no tengo muchas recomendaciones seleccionadas este domingo. Algo típico de las semanas en las que estoy muy liado y tengo poco tiempo para las cosas de la red de redes. En fin, algo hay. Y creo que bastante interesante.
Acompaño con alguna de las fotos candidatas a participar en la #FP4Party de enero. Esta es una iniciativa que funciona en Twitter, y en la que ya participé en el mes de diciembre pasado. Condiciones para participar, dos. La primera es respetar los tiempos, una semana para hacer fotos, otra para revelar y digitalizar, y la tercera para exponer en twitter. La segunda es limitarse a utilizar película Ilford FP4 Plus. O sus predecesoras si quedan carretes por ahí ya caducados. La verdad es que después de un año probando muchas películas que eran desconocidas, me está sirviendo para darme cuenta de que las películas de Ilford son un valor seguro. Y las más fáciles de encontrar. Fotos hechas con la Leica Minilux y película revelada con TMax Developer, dilución 1+4, 8 minutos a 20 ºC.
Y qué bien va la Minilux, oye.
Siempre suelo empezar por los clásicos. Y en el blog Down the Road, uno de los varios que he incluido recientemente en mis agregadores de noticias dedicados sobretodo a la fotografía con película tradicional, nos proponen aprender fotografía documental, hoy en día los modernos la llaman muchas veces street photography, observando y entendiendo las fotografías de Berenice Abbott. Una fotógrafa que está justamente incluida en el olimpo de los fotógrafos clásicos norteamericanos y que hay que conocer. Es preciso.
Stuart Franklin no es un clásico, pero se inspira en los clásicos. En concreto, en los fotógrafos viajeros del siglo XIX que recorrían el norte de África y documentaban los agrestes paisajes y los tesoros arqueológicos de estos países. Franklin se centra en los templos egipcios y en los rocosos paisajes marroquíes, practicando con maestría el blanco y negro para centrarse en las formas y las texturas. Nos lo han contando en Magnum Photos. Su página en la agencia también es visitable.
Alex Webb es otro fotógrafo documental que también está vinculado a Magnum Photos. Y en las noticias de esta agencia nos hablan del trabajo documental de Webb en la ciudad de Estambul, un trabajo que se ha desarrollado por el espacio de siete años. Como es característico en el fotógrafo norteamericano, el color ocupa un lugar de privilegio en sus composiciones. Probablemente uno de los mejores coloristas actuales, que acompaña con composiciones arriesgadas y con su capacidad para observar y estar allí.
Cambiemos de tercio, abandonemos la fotografía documental y pasémonos al bodegón. Pero un bodegón muy especial, personal y saliéndose de los cauces más clásicos es el de la fotógrafa Suzanne Saroff (instagram). Unos fondos de colores uniformes, comestibles cotidianos, y unos cuantos vasos o copas llenos de agua son suficientes para generar una visión particular de los objetos. Con una iluminación uniforme y cuidada. Sencillo, pero eficaz. Lo hemos visto en Artnau.
La cuenta de Instagram de Fotografiska, el museo y centro de arte fotográfico de Estocolmo, me está sirviendo últimamente para conocer buenos fotógrafos, no siempre conocidos. Esta semana traigo dos.
En primer lugar, los paisajes urbanos o semiurbanos de la británica Polly Tootal (instagram), salpicados de vez en cuando por retratos en su entorno muy directos, muy claros, muy sencillos y eficaces. Me gusta mucho este tipo de fotografía, poco espectacular, pero que contiene muchos valores éstética, y también éticos, no siempre bien apreciados por el común de los aficionados, que se dejan arrastrar por los artificios que proponen hoy en día determinados lugares en la red de redes.
Y recientemente han comenzado a publicar trabajos de la italiana, aunque no lo parezca por su apellido, Alexandra von Fuerst (instagram). De hecho, nos cuentan que pasó un tiempo en Berlín antes de trasladarse a Londres, donde trabaja. Von Fuerst se centra en la figura de la mujer, sin desdeñar otros géneros, pero siempre con una mirada inquisitiva hacia lo femenino. Diríase, en una observación superficial, fotografía de moda, pero hay algo más. Y no faltan las imágenes de corte surrealista.
Y termino con una recomendación múltiple, la que nos hacen desde Lenscratch, que nos proponen un repaso al trabajo de siete fotógrafas actuales; Marky Kauffmann, Rania Matar, Nancy Grace Horton, Emily Schiffer, Tira Kahn, Blake Fitch, and Nadine Boughton. Son siete fortógrafas distintas, pero que estudian todas ellas a través de sus fotografías los distintos roles que se asumen o se atribuyen a las mujeres en las sociedades actuales. Como ya he dicho, no he tenido mucho tiempo esta semana para detenerme en la obra de algunas de estas recomendaciones, pero entreveo mucho potencial en este septeto. A ver si tengo tiempo de ir apreciándolo poco a poco.
En esta mañana de domingo, me encuentro con una buena noticia y una mala noticia. La buena noticia es que desde hace un par de días tenemos nuevo álbum de Madeleine Peyroux, titulado Secular Hymns, y que por lo tanto llevo un rato ya disfrutando de la voz de la nortemericana de nombre con resonancias tan francesas. Todavía no tengo una opinión definida sobre el nuevo trabajo de la "georgiana", pero de momento aquí estoy tan feliz. La mala noticia es que por motivos que desconozco me he puesto morado de reservar artículos sobre fotografía para repasar hoy domingo, y estoy un poquito sobrepasado. Voy a tener que hacer una primera escabechina antes de centrarme en los que me parecen más interesantes. Pero no sé si podré sacar el artículo por la mañana, o tendrá que esperar a la tarde. Ya se verá. De momento, os pongo el tablero de Pinterest de la semana.
En primer lugar decir que en Proyecto FC (Fotografía Creativa) destacaban que el premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2016 había ido a parar al fotógrafo James Nachtwey. Citando una entrada de Periodismo en vena, en la que podemos ver algunas de las fotografías más destacadas del fotógrafo, siempre me ha impresionado mucho los machetazos de la guerra civil en Ruanda, a mí me parece que los siempre caprichosos jurados de este tipo de premios han estado acertados en esta ocasión, premiando a uno de los testigos de excepción de lo que no funciona bien en el mundo en las últimas cuatro décadas.
Si estuviésemos en Berlín, como nos cuentan en L'Oeil de la Photographie, podríamos acercarnos a contemplar una exposición de Berenice Abbott, una de las fotógrafas que más hizo por definir un lenguaje propio para la fotografía, distinto de otras artes visuales, en las primeras décadas del siglo XX. Un personaje fundamental en la historia de la fotografía, sobre el cual hay que volver de vez en cuando.
La fotografía de moda no suele ser lo mío, no es el género que más me atrae. Sin embargo hay fotógrafos de moda que son referencia en la historia de la fotografía por derecho propio. Como nos proponen en SMBH Mag, uno de ellos es Herb Ritts. Probablemente, porque con sus planteamientos trasciende en numerosas ocasiones el género en el que han elaborado su prestigio. En este caso, debemos agradecerle por sus retratos y desnudos, llenos de elegancia conceptual y estética.
Uno de los fotógrafos españoles más discretos, pero que atesora una gran calidad, es Juan Manuel Castro Prieto. Nos hablan de él en Clavoardiendo a propósito de la presentación de su trabajo Cespedosa. Castro Prieto muchas veces es más recordado por ser uno de los mejores positivadores que se pueden encontrar, ampliando las fotografías en blanco y negro de algunos de los grandes del panorama fotográfico nacional. Pero también tiene muchas cosas que decir por sí mismo, y en esta ocasión tira de memorias para profundizar en su raíces en un pueblo de la provincia de Salamanca. De pasar por Madrid con tiempo suficiente en las próximas semanas convendría acercarse a ver este trabajo.
Como siempre, hemos ido más o menos de más atrás a más adelante en el tiempo. Más o menos. Ahora ya nos introducimos plenamente en propuestas contemporáneas. Como la de Dina Litovsky recorriendo la noche del Meatpacking District de Manhattan, donde se concentra una buena parte del ambiente nocturno de la ciudad, especialmente entre los más jovenes. Una reflexión sobre los actuales ritos de integración social y seducción en un entorno urbano, especialmente centrado en las códigos de conducta de las chicas, quizá más sometidas a presión que los varones. Viendo las fotografías, a veces me sorprendo cómo los enormes esfuerzos de personalización en el arreglo personal lleva a los adolescentes más mayores y los adultos más jóvenes a parecer todos iguales. Nos lo contaban en Feature Shoot.
En varios sitios, yo he elegido el artículo de Clavoardiendo, ha aparecido el trabajo de Pachi Santiago, Copyng Claudia, en el que el artista ha ido reproduciendo en su persona algunas de las fotografías e imágenes más conocidas y representativas de la modelo alemana Claudia Schiffer. A medio camino entre el apropiacionismo, el homenaje, la fotografía, el collage y el arte conceptual, nos proporciona una potente reflexión sobre el concepto de imagen personal, y sobre lo que es la personalidad propia y la inventada.
Sigo desde hace tiempo a Susan Burnstine como redactora en la revista inglesa Black and White Photography Magazine. Pero ella es fotógrafa en sí misma, fundamentalmente en blanco y negro, con una gran peculiaridad. Sus fotografías parten de su realización con cámaras de baja calidad, tipo Holga o similares, o de cámaras fabricadas por ella misma, con el fin de obtener imágenes muy expresivas aunque sacrifiquen la calidad intrínseca de la imagen, que no la estética o conceptual. Especialmente dedicada al paisaje urbano, sus fotografías son fácilmente reconocibles. Nos la han recordado en Lenscratch, a propósito de la publicación de su último libro.
Surgieron durante la guerra fría una serie de ciudades en la Unión Soviética, fundamentalmente en la inmensidad siberiana, que no existían oficialmente. Las direcciones de sus empresas, negocios o habitantes eran códigos postales de otras ciudades más o menos cercanas, aunque estas ciudades "inexistentes" se encontraban muy aisladas. En ellas se llevaban a cabo proyectos de investigación o militares de alto secreto, que hacían que fueran muy cuidadas por el régimen, por lo que sus habitantes no vivían mal. Más de 20 años después de la caída de la Unión Soviética, aunque ya no sean un secreto, algunas de ellas mantienen su estatus de excepcionalidad. El fotógrafo Sergey Novikov, como nos cuentan en FK Magazine, ha realizado un trabajo de investigación para poner en imágenes la realidad de estas ciudades cerradas.
Finalmente, una serie de artículo en los que se reflexiona sobre la naturaleza de la fotografía. El primero de ellos un documental de RTVE que hace tres años nos hablaba de Joan Fontcuberta, que además de fotógrafo es teórico de la misma. A ver si lo puedo poner aquí enlazado para que lo podáis ver.
Tino Soriano, también fotógrafo especializado en viajes, nos ha hecho una reflexión sobre la transformación de la fotografía en una especie de fast food visual. Al mismo tiempo que desvirtúa el medio, que ve sufrir agresiones como la que ya comentamos la semana pasada en Facebook.
Y con menos dramatismo, para terminar relajadamente, en su blog Visual Science Lab, Kirk Turk nos habla de que no necesariamente las fotografías técnicamente imperfectas lo son realmente desde el punto de vista del interés fotografíco, sea documental o estético. La perfección técnica en fotografía no es necesariamente una exigencia fuera determinadas aplicaciones comerciales muy definidas. Aunque son muchos los fotógrafos aficionados o profesionales que dan una excesiva revelancia a las mediciones "científicas" a la hora de valorar los nuevos chismes fotográficos, sin pensar que es más importante su capacidad de adaptarse a la tarea que nos llevemos entre manos.