Ayer domingo hubo actividad de Fotógraf@s en Zaragoza (Fez) (Flickr). Un grupo de personas, aficionados a la fotografía, que saliendo desde Zaragoza y diversos puntos del Pirineo aragonés, nos dimos cita para pasar el día haciendo fotos y risas.
Acudí llevándome la Canon EOS 5D Mk. II, con el EF 50/1,4 USM, como gran angular el Olympus Zuiko 21/3,5 con adaptador fijo incorporado para montura EF y el Cosina MC Macro 100/3,5, como tele corto y si se terciaba algo de fotografía de aproximación en los bonitos bosques que rodean el lugar. Como así fue. Como cámara de respaldo por si pasaba algo, la Panasonic Lumix GF1 con el G 20/1,7 ASPH, que luego utilice más de lo que pensaba.
Por lo demás, os dejo el álbum de fotografías del viaje, que ilustra un poco lo que allí pasó.
Hace unas semanas hice una escapada un sábado por la tarde con unos amigos que querían conocer el sitio arqueológico de LOS BAÑALES, a pocos kilómetros de Sádaba pero en el municipio de Uncastillo, en la comarca aragonesa de Las Cinco Villas.
Me llevé dos cámaras fotográficas. Una digital cuyas fotos ya hace un tiempo que se pueden contemplar en el álbum correspondiente, al mismo tiempo que ilustraron las recomendaciones semanales del 13 de abril. Pero también me llevé una cámara de película de formato medio, la FUJIFILM GS645S, con unos cuantos carretes de Kodak Portra de ISO 160 y 400. En lugar de llevar a revelar el carrete a un comercio local y luego escanearlas en casa con el EPSON PERFECTION PHOTO V600, decidí probar el servicio que ofrecen por internet en CARMENCITA FILM LAB, buscando una mejor calidad de digitalización, por un precio que me parecía razonable. La única pega es que entre que se envía el material y que puedes descargar las fotografías digitalizadas, pueden pasar entre dos y tres semanas. Así que no vale para trabajos rápidos o para almas impacientes.
Ya podéis viendo el resultado del trabajo. Pero os voy a comentar algunas cuestiones. A su mayor resolución nos ofrecen archivos de algo más de 17 megapíxeles a partir de negativos de película de formato medio de 54 x 41 mm. Esto es aproximadamente casi el doble que lo que podría obtener del V600 a su resolución recomendada que es de 1600 píxeles por pulgada. Y desde luego la nitidez conseguida en toda la imagen es mejor en líneas generales que la que consigo con este aparato.
Las imágenes tienen un aspecto un poquito sobreexpuesto, y en varias de ellas he tenido que corregir el equilibro de color. Pero ninguna tiene las luces empastadas, salvo un par, cuyo contraste de origen era excesivo. Así pues, todos los archivos son aprovechables. Eso sí. Son JPEGs. En alta calidad, pero JPEGs, así que mejor limitar los ajustes a lo esencial para un resultado natural dadas las circunstancias y el método de toma.
De cara al futuro, ¿cómo me lo planteo? Pues me parece una opción interesante para utilizar cuando tenga trabajos en película que crea conveniente conservar con una calidad mayor que la que yo puedo conseguir con mi equipamiento casero. Aunque no para cualquier cosa que surja, ya que hay un precio que pagar. No excesivo, pero tampoco hay que frivolizar.
Es el mejor servicio que he podido utilizar hasta ahora para disfrutar de una técnica mixta película-digital. Pero me sigue dando la impresión de que debería ser posible encontrar resultados todavía de mayor calidad a un precio razonable. Supongo que es un problema de escasez en la oferta. Pero bueno, ahí está.