La primera de las recomendaciones de esta semana es la que ha decidido cómo voy a acompañar fotográficamente esta entrada dominical. En Yorokubu nos hablaban hace unos días del proyecto de la fotógrafa norteamericana Jade Doskow, Lost Utopias, en el que recorre con su cámara los restos abandonados de antiguas exposiciones universales o internacionales. Algunos de esos "restos" se han ganado su permanencia y su admiración permanente, como la torre Eiffel en París o el Atomium en Bruselas, pero no es infrecuente que queden como olvidados restos oxidados y abandonados de algo que pudo ser y no fue. En mi ciudad, en Zaragoza, tuvimos en 2008 una exposición internacional que también nos dejó una serie de infraestructuras características. Con la crisis económica y financiera que surgía al mismo tiempo que se celebraba la exposición, algunas de esas infraestructuras han tenido utilidad, algún puente, parques, algunos edificios, un acuario fluvial,... pero otras son cáscaras vacías por muy emblemáticas que se consideraran o se consideren.
Recogidas con cámaras de pelicula tradicional en el último año, aparecerán en esta entrada algunos de esos paisajes.
Hace unos días dedicaron una serie de artículos en L'Oeil de la Photographie a Erwin Blumenfeld. Llegado a Estados Unidos en 1941 huyendo de los nazis que imperaba en su país natal, Alemania, y que estaban llevando la guerra y la destrucción por toda Europa, pronto se consolidó como uno de los fotógrafos más imaginativos y elegantes del mundo de la moda, con un maravilloso uso del color. No me suele atraer mucho la fotografía de moda, pero Blumenfeld me gusta mucho, especialmente desde que tuve la ocasión de ver una exposición dedicada a él en París hace unos años.
El fin de semana pasado se celebró la entrega de los Óscar. Dejando de lado el excesivo impacto, desmesurado podríamos decir, que tuvo el error en la entrega de premios, lo cierto es que el evento ha dado lugar a unos cuantos artículos en los que la fotografía se une al cine.
Una de las candidatas a mejor actriz, y que en mi opinión hizo un trabajo tan merecedor del primer premio como la ganadora, fue la británica Ruth Negga. En AnOther Magazine nos muestran una serie de fotografías de la actriz realizadas por Collier Schorr, de stilo clásico, en un bello blanco y negro que sacan partido de la belleza natural de esta bella actriz de origen etíope e irlandés.
En American Photo nos muestran el trabajo de Mark Seliger para Vanity Fair con los retratos de los intérpretes ganadores de los Óscar con sus estatuillas y a otros protagonistas de la gala posando en una de las fiestas posteriores a la ceremonia de entrega de los premios. Color muy elegante y sobrio, con ciertos toques de decorado art deco, para destacar a estos protagonistas de la noche.
Algo más de profundidad tiene el artículo que dedicaron en Lens Culture a la cinematografía de Moonlight, película ganadora del premio gordo. Aun que no del premio a la mejor dirección de fotografía, que se fue a la colorida La La Land. En cualquier caso, además de mostrarnos algunos ejemplos de la excelente cinematografía de la película, nos muestran algunas de sus influencias fotográficas, como los trabajos de Viviane Sassen o los de Earlie Hudnall Jr.
Si ya hemos comentado la relación entre fotografía y cine en los párrafos anteriores, no hay que negar tampoco las que mantiene con otras artes. A distintos niveles.
Por ejemplo, en otro artículo de AnOther Magazine tratan de descodificar el estilo personal de la pintora norteamericana Georgia O'Keeffe, todo un carácter y un personaje, una de las artistas más importantes del siglo XX. Y lo hacen a través de los retratos que sus amigos fotógrafos le hicieron a través de su vida, más posados o más espontáneos, eso hasta punto da igual. Alfred Stieglitz, Ansel Adams, Todd Webb o Bruce Weber son algunos de los ejemplos de estos excelentes fotógrafos.
En otro extremo, es el propio artista plástico el que utiliza la fotografía para usarla en su obra o para documentar su obra. En L'Oeil de la Photographie nos mostraban hace unos días las polaroid de Duane Hanson en las que recoge sus esculturas hiperrealistas de gente corriente, pero también se sirve de ellas para adquirir ideas para el desarrollo de estas obras. Forman parte, de alguna forma, del proceso creativo del escultor.
Lo digo y lo repito con frecuencia en estas páginas. La fotografía en color me gusta tanto como la fotografía en blanco y negro, y me parece tan capaz como esta de conseguir grandes resultados. Sin embargo, eso no fue una verdad admitida durante mucho tiempo, y por ello admiro y me gusta contemplar la obra de los precursores coloristas.
La tribu de los Nuba en el sur de Sudán, fue objeto del interés de distintos fotógrafos en la segunda mitad del siglo XX. Es relativamente conocido el trabajo de Leni Riefensthal, cuando tras abandonar el cine como consecuencia de su caída en desgracia por su colaboración descarada con el régimen nazi, intentó rehabilitarse mediante la fotografía y un interés etnográfico. Pero antes que ella, fue George Rodger, como nos informa en Magnum Photos, uno de los pioneros en acercarse a la región de Kordofán para fotografiar a esta interesante etnia, hoy en día en peligro por los conflictos violentos que asuelan esta parte del mundo. Y utilizar el color a finales de los años 40 lo convierte en uno de los pioneros de estas técnicas a tener en cuenta.
Conocía ya el trabajo de Gordon Parks, uno de los fotógrafos afroamericanos más comprometidos con los temas relacionados con el movimiento de los derechos civiles, aunque principalmente lo he asociado siempre al reportaje en blanco y negro. Pero como podemos ver en L'Oeil de la Photographie, Parks, que también hacía la fotografía de moda y se movía en el mundo de las artes, dominó también con maestría el color, y es realmente interesante conocer esa parte de su obra.
Y vamos con un poco de miscelánea.
En verano de 2012 hice un viaje breve a Ginebra, desde donde conocí algunas de las localidades y de los paisajes de la llamada Riviera Suiza, a orillas del lago Lemán. Un lugar absolutamente privilegiado desde muchos puntos de vista. Pero en FotoRoom podemos ver el interesante trabajo de Elsa Guillet, una joven fotógrafa natural de esa región, que no puede evitar reflexionar entre los distintos mundos que representan esos paisajes. El de los ricos y ociosos que disfrutan de las belleza y encantos del lugar, y la de los trabajadores que se ufanan para salir adelante y para servir a los anteriores. Y reflexiona con fotografías, que es lo suyo.
Sonia Sieff, la hija del desaparecido y celebrado Jeanloup Sieff, está siguiendo los pasos de su padre y se ha hecho fotógrafa. Hace un par de años ya lo comprobé en una pequeña exposición en París donde se mezclaban los trabajos de padre e hija. En L'Oeil de la Photographie han publicado un artículo a propósito del primer libro de Sonia Sieff. Y se confirma lo que ya percibí. Aunque sigue con los temas del padre, fotografiar a la mujer de forma sensual y de la forma más natural posible, sus fotografías son correctas pero no llegan a la intensidad de las de su progenitor.
Finalizaremos con otro reportaje que nos llega desde L'Oeil de la Photographie, esta vez dedicado al trabajo de Marco Scozzaro, italiano radicado en Nueva York, que mezca la fotografía con la inclusión de elementos digitales en sus fotografías. Pero sin estridencias, y aportando elementos estéticos y conceptuales a las imágenes. Y al mismo tiempo planteándonos dónde empieza o termina la fotografía, y dónde y cuándo hablamos de otras técnicas artísticas. O incluso, si eso es importante.
En primer lugar, voy a seleccionar para mostraros uno de mis nuevos tableros en Pinterest. Esta semana me he decidido por el dedicado a la fotografía instantánea, las Polaroids, derivados y similares. Tengo pendiente un artículo dedicado a mis últimos escarceos con esta tecnología y medio de expresión fotográfica. Pero sí que he descubierto que las características de este material sensible, el pequeño tamaño de las copias y la fuerte sensación de razonamiento que te impone el precio de cada una de ellas, obliga a pensar de forma diferente que con otro tipo de técnicas fotográficas. Eso es bueno, educa el pensamiento y la creatividad. En fin, de momento el tablero que os presento me servirá para recoger fuentes de inspiración.
Mientras preparo la entrada sobre las cámaras Polaroid y sus resultados, este día de reyes pasado salí también con la vieja Agfa Billy o Agfa Jgestar 8,8, mi cámara más antigua en funcionamiento. Le puse algunos rollos de Ilford XP2 y busqué motivos para ella. Los encontré en la ribera del Ebro a su paso por Zaragoza y en el barrio de las Tenerías, en una mañana muy tranquila, en la que el bullicio estaba en los hogares donde los más pequeños abrían los regalos que los Magos de Oriente habían dejado en sus cuartos de estar y salones. Los poderosos negativos de 85 x 54 mm aproximadamente que produce esta cámara (redondeando 6 x 9 cm, la relación de aspecto es un poco más alargada que el 3:2), digitalizados a 16 bits de profundidad de color hacen que a pesar de las limitaciones de la cámara y su objetivo, dispongamos de abundante información para trabajar con ellos. Por otra parte, esas limitaciones ayudan a dotar de un carácter especial a las fotografías. No obstante, lo normal es que tras digitalizar los negativos haya que trabajarlos para ajustar tonos, contraste y mejorar algunas zonas de la imagen.
El mundo del arte moderno y contemporáneo, también la fotografía, ha estado de luto esta semana por el fallecimiento de John Berger (1926 - 2017). Aunque pintor él mismo, su fama le vino más de su carácter de crítico y teórico del arte, dejando una abundante obra que nos ayuda a comprender mejor las características del arte moderno y contemporáneo, especialmente. Su ensayo Ways of Seeing (Modos de ver), que forma parte de mi biblioteca, es probablemente su obra más famosa y divulgada, y probablemente de obligada lectura para todos los interesados por estos temas, y acompañó a una serie de televisión de la BBC que siempre me ha apetecido ver. La noticia de su fallecimiento nos llegó por múltiples vías, pero yo me quedo con la amplia nota que publicó Librería Cálamo en su facebook.
La otra "gran noticia" de la semana me ha parecido más anecdótica. También ha aparecido en multitud de lugares... Kodak, que fulminó hace unos años la producción de sus líneas de película diapositiva en color, tanto la mítica Kodachrome como la más popular Ektachrome, como sus derivados la Elite Chrome, ha anunciado que va a distribuir a través de su derivada Kodak Alaris de nuevo la película diapositiva Ektachrome. No han faltado los saltos de alegría, y la aclamación de este material sensible como película "mítica" por parte de los aficionados. Me siento más frío yo en este momento. En primer lugar, porque hoy en día no le encuentro ventaja alguna a trabajar con este material frente a los excelentes negativos en color de los que dispone la propia Kodak y otras marcas. En segundo lugar, porque hubo un montón de películas distintas a lo largo de décadas bajo la marca Ektachrome, con diferencias entre ellas. A veces considerables. Es decir, más que una película, era una marca para designar a las diapositivas que se revelaban con el proceso E-6 y precursores. No tenía el carácter distintivo y especial de las Kodachrome. Habrá que ver qué producto proponen. Alguna vez utilicé yo las Ektachrome y las Elite Chrome. Estas últimas eran las mismas películas que las anteriores pero con distinto punto de maduración para su uso por aficionados en lugar de profesionales. Lo cierto es que cuando tuve cierta capacidad de discernir las características de las películas... me pasé a las Fujichrome. Especialmente las Provia. Que de momento no se han dejado de usar. En tercer lugar, porque hace un año por estas fechas Kodak anunció a bombo y platillo la salida al mercado de un nuevo sistema de filmación en Super 8... y aun no está disponible. Así que contengamos el entusiasmo y veamos como evoluciona el asunto.
Vayamos con las Polaroid y otros materiales de fotografía instantáneo. Muchas veces considerados un medio popular y lúdico, lo cierto es que a lo largo de la historia ha habido una cierta variedad de materiales con distintas características. Y los artistas las han aprovechado. Tanto si eran primariamente fotógrafos como si no. Entre las páginas de la New York Film Academy encontramos un artículo de hace algo más de dos años, en el que hace un repaso a artistas de prestigio que usaron el medio: Ansel Adams, Andy Warhol, David Hockney, Walker Evans, André Kertész, Robert Mapplethorpe, Dash Snow, Helmut Newton, David Levinthal,... Desde los pequeños formatos populares hasta los magníficos grandes formatos, asequibles a pocos. Un artículo muy recomendable para los interesados en la técnica. Y hay más artistas que no son recogidos en el artículo.
Por ejemplo, en L'Oeil de la Photographie, esta semana han hablado de la obra de Jacques Borgetto con material instantáneo, específicamente de sus paisajes japoneses. Un ejemplo de utilización artístico de los materiales actuales de Impossible Project dentro de la fotografía artística.
Esta semana, Oscar Colorado nos ha hablado de una de las series de fotografía documental más importantes del siglo XX, desvelándonos muchos secretos sobre la misma. Se trata de la serie Country Doctor de W. Eugene Smith. Smith es un fotógrafo que me gusta muchísimo, especialmente desde que pude contemplar su obra en la Lonja de Zaragoza, hace ya siete años. Creo que es mejor que leáis vosotros mismos el extenso artículo que Colorado ha redactado. En cualquier caso, W. Eugene Smith es uno de los fotógrafos de referencia en la historia de la fotografía, y hay que conocerlo. Es obligatorio para los amantes de la fotografía.
Smith fotografió en Japón las consecuencias de la tragedia de la bahía de Minamata por la ingestión de pescado contaminado por mercurio y otros metales pesados. Pero de Japón nos llegan otras recomendaciones de carácter fotográfico no tan dramáticas. Un bello desnudo publicado en The Infinite Fragmente Datawaves of Oxane me llevó a repasar la obra del fotógrafo y poeta japonés Kansuke Yamamoto. Adscrito a la corriente del surrealismo, lo cierto es que su obra tiene un tono delicado y poético, al mismo tiempo que esa estética diferencial que en ocasiones caracteriza a los fotógrafos orientales. Os propongo un repaso en Tumblr a la obra del fotógrafo nipón, del cual tengo un libro.
Estamos en plena temporada de premios cinematográficos, y son muchas las publicaciones en las que se hacen repasos a las películas de 2016 y a los protagonistas de las mismas. En estas estamos cuando un artículo en British Journal of Photography online me muestra un bello retrato en blanco y negro de Emma Stone, una de las actrices de moda más capaces de la actualidad. El retrato de Stone forma parte de una serie de fotografías de Jack Davison para The New York Times en el que se celebra visualmente a los mejores intérpretes del año. Y lo hacen a través de un homenaje al aspecto de las películas de cine negro de la época clásica. Están muy bien.
Pasemos ahora al paisaje. Los bosques siempre me han fascinado como sujeto del paisaje. Será porque vivo en una tierra donde, por su aridez, escasean. Las densas fotografías de aspecto panorámico de Michael Lange en su serie Wald (bosque en alemán) creo que no es la primera vez que me llaman la atención. En cualquier caso, creo que recogen perfectamente lo que el imaginario colectivo ha concebido sobre lo misterioso, peligroso y a su vez lo bello, de lugares fuentes de riqueza, de maravilla, pero también de miedos y pesadillas. Nos lo han contado en L'Oeil de la Photographie.
La fotografía nocturna dicen que está de moda. Los paisajes que cambian cuando el sol se esconde y las estrellas salen. Cierto es que el mundo de la fotografía digital nos sepulta en imágenes de gran belleza, pero que se convierten en un momento dado en clichés. Las vias lácteas, las estrellas en su giro circumpolar, las auroras boreales, más raramente australes. Imágenes que hasta hace unos años, cuando había que manejar la imprevisibilidad de la película tradicional en tiempos de exposición tan largo, nos asombraban, ahora nos anestesian a pesar de su incontestable atractivo. Pero hay fotógrafos que cuando la noche cae no salen de la ciudad para sacar a pasear sus cámaras fotográficas. Es en los entornos urbanos y periurbanos donde consiguen encontrar paisajes significativos, donde además podemos dialogar con la presencia o los efectos del ser humano. En esta semana me he encontrado con dos fotógrafos que nos muestran su obra de este modo.
En el blog On Art and Esthetics nos han presentado la obra de John Vias, que nos llega desde California. Paisajes nocturnos urbanos, melancólico, con o sin presencia humana, pero donde esta siempre está presente de una forma u otra. Colores sutiles pero ricos y composiciones sencillas que no simples. Muchos de los ingredientes que hacen que me guste una fotografía.
En Feature Shoot nos presentan los paisajes nocturnos de Josh Sinn, que desde Baltimore se inspira en la música, el soul y el blues, para buscar los ambientes que el prefiere. Una paleta de colores no muy distinta del anterior, pero con un tono más melancólico. Estamos en el frío invierno de la coste este de los EE.UU. frente a la tibio clima californiano.
Hemos hablado en distintos puntos de este artículo, denso en este frío fin de semana, de distintos procesos fotográficos que andan por el mundo desde hace décadas. Y dedicaremos un par de párrafos a alguno más.
L'Oeil de la Photographie nos presenta un artículo dedicado a la obra del suizo Steeve Iuncker. Fotógrafo que permanece fiel a la fotografía argéntica en gran formato, con su cámara de 4 x 5 pulgadas. Pero lo que da un carácter especial a sus fotografías es el tono de los colores que procura el procedimiento de copia en color al carbón que inventó Théodore Henri Fresson a finales del siglo XIX y que todavía es trabajado por algún laboratorio en Francia. Tonos muy especiales.
Y aunque no me he sentido nunca muy cualificado para practicarlo, siempre me ha maravillado lo que se puede conseguir con el Collage. Dos artículos nos presentan obra fotográfica basada en esta técnica mixta. En L'Oeil de la Photographie, la obra de Paul Cava, que me ha gustado tanto que he pedido un ejemplar del libro Children of Adam, que viene acompañado de poemas de Walt Whitman. Y también en las páginas de L'Oeil de la Photographie, la obra de Penny Slinger, artista surrealista de los años 60 y 70 del siglo XX que impulsó el movimiento feminista en aquellos años culturalmente convulsos.
Hoy me ha quedado un artículo de recomendaciones muy denso. Y creo que de mucho nivel y variedad. Los comentarios sobre el nº 94 de Fraction Magazine, que ya salió hace unos días, los dejaré para el domingo que viene. Prácticamente no me queda tiempo para verlo con detalle en esta mañana de domingo.
Terminaré comentando que desde hace unos días me he suscrito al blog Richard Pickup Photography, un fotógrafo que trabaja sobretodo con película en blanco y negro y que me parece que tiene cosas muy interesantes que decir a la hora de inspirar el trabajo de los aficionados más modestos, a quienes a veces la obra de los grandes nos intimida y nos hace dudar de nuestras capacidades. Tiene una serie de 10 consejos para ser un mejor fotógrafo que me han parecido muy interesantes. Normalmente este tipo de consejos y series no me dicen gran cosa, me parecen muy estereotipados, pero la forma en que las presenta Pickup me ha parecido interesante y por eso os lo dejo aquí. Y además me parece que tienen que ver con los motivos por los cuales de vez en cuando salgo a fotografiar con una simple cámara de hace casi 90 años, como la que me ha ayudado a hacer las fotografías que ilustran el artículo de hoy. Y aunque sean fotografías modestas, me procuran cierta satisfacción.
Hoy tenemos una serie de recomendaciones fotográficas realmente variadas, aunque intentaré agruparlas de forma racional. Como siempre, antes de ir con ellas, os dejo el enlace al tablero de Pinterest de esta semana, que también viene muy variado. Con fotografías que proceden de los artículos referenciados más abajo, y otras muchas más encontradas por la web.
En lo que se refiere a las fotografías acompañantes, durante el mes de octubre estuve paseando tanto con la Pentax MX + SMC-A 50/2 como con la Leica M2 + Zeiss Biogon-C 35/2,8 cargadas con película Kodak Portra 160. En la actualidad, se impone en muchas ocasiones la utilización de su hermana la Portra 400, por su flexibilidad de uso, combinada con sus buenos resultados. De hecho, la Portra 400, con una sensibilidad nominal de 400 ISO, da también muy buenos resultados expuesta a un índice de exposición de 200 (1 paso de sobreexposición), e incluso a 100 (2 pasos de sobreexposición). Desde este punto de vista, ¿tiene sentido o ventaja el uso de la Portra 160 con una sensibilidad nominal de 160 ISO? Yo no lo tengo claro, al menos para mis necesidades. Cuando acabe con el lote de carretes que adquirí de este tipo de película, volveré a la Portra 400, que como digo suelo exponer a un índice de exposición de 200, sabiendo que si la luz escasea se puede volver a su sensibilidad nominal.
Las circunstancias en las que usé la película fueron muy variadas.
Empezaremos con un grupo de recomendaciones como de costumbre de lo que denomino fotógrafos clásicos o de épocas pasadas.
En Siéntate y observa... tienen un artículo que ya publicaron hace un tiempo sobre las opiniones de Brassaï a propósito de las fotografías de Lewis Carroll. Como muchos sabréis, Lewis Carroll, Charles Dogson fue su nombre real, fue un clérigo inglés que escribió dos obras cumbre de la literatura fantástica, Alicia en el País de las Maravillas y su continuación Alicia a través del espejo. Es conocido que para su escritura se inspiró en la niña Alice Liddell, cuyo aspecto conocemos perfectamente porque Carroll práctico con asiduidad la fotografía, especialmente el retrato, y nos ha dejado numerosos documentos gráficos. Se ha especulado sobre las tendencias sexuales del clérigo... incluso sugiriendo algunos tendencias pedófilas,... pero lo cierto es que nada de esto está demostrado, y creo que lo mejor que se puede hacer es disfrutar de sus excelentes fotografías como se pueden disfrutar sus escritos.
Otra clásico de la fotografía, en esta ocasión del paisaje es Ansel Adams. Pues bien, Adams fue invitado a fotografiar uno de los campos de internamiento para ciudadanos estadounidenses de origen japonés durante la Segunda Guerra Mundial. En The Atlantic nos muestran un selección de fotografías de este trabajo, sobre este vergonzoso hecho de la historia del país que se dice así mismo defensor de las libertades, y que tantas acciones ha realizado a lo largo de su historia para que dudemos de esta afirmación. The Atlantic denomina las imágenes como "subversivas"... yo no diría tanto. Pero sí que son un testimonio importante de las condiciones de vida de estas gentes durante el conflicto, incluso si algunas de las fotografías recogen los aspectos "más amables" del episodio.
Pasemos ahora al retrato. El fotógrafo noruego Bjørn Sterri ha venido reflejando la naturaleza de sus relaciones familiares en los últimos años, nos cuentan en L'Oeil de la Photographie, en una serie de retratos que en muchas ocasiones incluyen al propio fotógrafo. Retratos en blanco y negro, desprovistos de elementos superfluos, de carácter muy íntimo, tomados tanto en su lugar de origen como durante sus vacaciones por Europa. También sirven para analizar el impacto del paso del tiempo en la familia.
Otro tipo de relaciones familiares, las de los gemelos idénticos, son las que preocupan a la fotógrafa Kristina Varaksina, que ha colaborado con el diseñador de escenarios Espen Gjertzen Øydvin, y con dos niñas que han actuado como modelos en las conceptuales escenificaciones preparadas por ambos artistas. En Petapixel nos hablan del proyecto "You are my twin" y nos cuentan cómo se ha llevado a cabo. Ha exigido mucho trabajo realmente, a pesar de la aparente sencillez de las imágenes.
El retrato también tiene presencia en esta edición de mis recomendaciones semanales. Me ha llamado mucho la atención el trabajo de Marc Erwin Babej, que ha realizado una serie de retratos de chicas entre los 20 y los 29 años. Todas ellas me parecen a mí guapísimas. Sin embargo, para estos retratos, que nos muestran en L'Oeil de la Photographie, ha contado con la colaboración de una cirujana plástica que ha marcado con un rotulador las zonas del rostro de las chicas que modificaría para alcanzar un rostro "perfecto". Absurdo. Y por ello me parece especialmente interesante el trabajo de Babej que nos muestra ese absurdo en la búsqueda de la belleza "perfecta" como un bien absoluto en si mismo. Nos reconforta saber que ninguna de las chicas fue operada con posterioridad.
James Springall trabaja con el collage, utilizando en su serie "Censorships" fotografías de modelos desnudas en actitudes claramente eróticas o pornográficas, de los años 50 o 60 del siglo XX, cuyos órganos sexuales son censurados a la vista del espectador con postales de barcos (juego de palabras en inglés entre "censorship" (censura) y "censor ship" (barco censor)). Algunos ejemplos de los collages de Springall nos los presentan en el Tumblr de Cross Connect Magazine. Y no deja de ser una reflexión sobre las actitudes pasadas o presentes hacia el sexo o el erotismo que pueden darse en las sociedades actuales.
No puedo dejar de aportar alguna recomendación al tema del bodegón o la naturaleza muerta, hoy en forma de fotografías de flores o inflorescencias, en riguroso blanco y negro que podemos encontrar en LensCulture, realizadas por la fotógrafa Kristin Linnea Backe para su serie "Bloom". Cuidadosos estudios sobre la forma, la luz, y la textura.
Pasemos ahora al tema del paisaje. Los de Simon Deadman que nos muestran en el tumblr de Fotografia Magazine pueden relacionarse con los coloristas americanos del movimiento de la New Topographics, aunque Deadman es australiano. Paisajes alterados por el hombre, cuando no directamente urbanos, cuidadosamente compuestos, con una excelente gestión de la luz y del color. Un estilo de fotografía, que a pesar de la aparente banalidad de sus temas, a mí me gusta bastante.
Algún enlace, que hoy ya no lleva a ninguna parte, me permitió conocer el tumblr de Chris Amat, donde encontramos algunos paisajes del oeste americano procedentes de un viaje en tren por la inmensidad de este lugar. Dejando aparte la belleza de los paisajes, con o sin figuras, y el interesante trabajo del fotógrafo, resultan también inspiradores de cara a planificar futuros viajes.
Para quienes estén interesados en la fotografía considerada como una de las bellas artes, en Lightbox de Time nos presentan dos artículos a propósito de la publicación de un libro sobre la presencia de la fotografía en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) desde 1960 hasta la fecha. El primero de ellos se queja de que frente a las tendencias anteriores a este periodo o al principio de este periodo buscaban esos autores que nos mostraban su maravilla, su preocupación o sus emociones desencadenadas por lo que veían y que trasladaban a sus fotografías, en la actualidad se entiende a la fotografía considerada como expresión meramente artística o conceptual, alejándose de esas emociones transmitidas por el mundo. En general, este primer artículo parece que no está muy satisfecho con la evolución de la fotografía en el prestigioso museo. El segundo, también repasando los contenidos del libro, también insiste en el tema, percibiendo que frente al anclaje social de la fotografía de épocas pasadas, en la actualidad nos encontramos ante una fotografía más aislada, más experimental, pero a veces más muda, y que además está siendo arrasada por la avalancha de imágenes derivadas de la revolución digital y de las comunicaciones.
Para terminar, y en estas reflexiones finales sobre la fotografía, me ha parecido curioso un artículo aparecido en American Photo, antigua prestigiosa revista de fotografía que ha desaparecido en su formato de papel original, en el que nos muestra el trabajo de la artista Claudia Angelmaier, de la serie Photo Poetics, en la que las fotografías como realidad material en papel son los sujetos principales de las fotografías de la autora. Adquiriendo con ello nuevos significados. Muy interesante.