Hace algo más de dos meses publiqué un artículo en estas páginas sobre la Cinestill 800T en su versión para formato medio, en rollos de formato 120. Fue una prueba bastante controlada, en un museo, con iluminación más o menos controlada, sin follón, con tiempo para medir correctamente la luz. Y la cosa fue bastante bien. En las semanas siguientes fui exponiendo otros rollos de los que había recibido por participar en la iniciativa de financiación colectiva para el desarrollo de la película. Y ya yace un tiempo que tenía ganas de completar las sensaciones que tenía sobre la película.
Por ejemplo, en casa, con la cámara sobre el trípode, para la naturaleza muerta o bodegón, con iluminación continua de tungsteno.
Pocas quejas aquí. La situación era parecida a la del artículo sobre las fotos realizadas en el Museo Pablo Gargallo. Expuesta con la Hasselblad 503CX y con medición cuidadosa del motivo, con la luz controlada en todo momento, la principal diferencia radicaba en que los tiempos de exposición eran más largos y que para acercarme a a las orquídeas que constituyeron el motivo principal, hube de usar tubos de extensión. Ambas circunstancias pueden conllevar un riesgo de subexposición. Por el fallo en la ley de la reciprocidad en la exposición cuando los tiempos de obturación son largos y por la luz que se comen los tubos de extensión. Pero midiendo con cuidado, este último factor quedó fácilmente compensado, y a las velocidades usadas, de pocos segundos, el fallo en la ley de la reciprocidad no pareció importante.
Otra cuestión fue salir a la calle con una cámara más pensada para el reportaje, y midiendo sobre la marcha las escenas callejeras.
Todas las fotografías a partir de aquí en adelante están realizadas con la Fujifilm GS645S Wide 60 Professional. Cámara telemétrica de formato 6 x 4,5 cm, con un objetivo fijo de 60 mm f/4. Un objetivo a caballo entre un angular muy largo y un estándar muy corto, focal polivalente propia de reportaje, similar a un 37 o 38 mm en el formato de 24 x 36 mm.
La conclusión es muy sencilla. Mientras a la película le llegue suficiente luz, como en las tres fotografías anteriores, las cosas van bien. Estamos ante una película negativa, y tenemos que recordar que con las película negativas hacemos aquellos de exponer para las sombras. No permitir que estas queden empastadas y sin detalle. Si intentamos recuperar una sombras negras, empezaremos a tener problema de grano, que en principio se mantiene muy contenido.
Ningún problema tampoco con los escaparates a poco que estén uniformemente iluminados.
Pero cuidado con quedarnos cortos de exposición, porque entonces los colores son más difíciles de controlar y el aspecto de las zonas menos iluminadas es más feo o sucio. El revelado me lo han hecho aquí en Zaragoza en Revelatum Revelado Analógico, con mucho cuidado y esmero. Pero donde yo no he dado previamente suficiente luz a la película, milagros el buena amigo Alex no puede hacer. De todas manera, muy buen trabajo.
Con las cámaras como esta Fujifilm, hay que tener en cuenta que disponen de un fotómetro incorporado que no mide a través del objetivo y que mide un ángulo de luz aproximadamente igual o un poco inferior al de la visión del objetivo incorporado en la cámara. Pero son más proclives a errores de exposición que un fotómetro puntual o parcial, o una medición de la luz incidente del sujeto principal. Por lo tanto, en caso de que no se esté tan familiarizado con las características de la medición de la luz, puede ser una medida de precaución ajustar un índice de exposición de 400-500 en lugar de usar los 800 ISO de sensibilidad nominal de la película.
También me he encontrado con otro problema, que ha aparecido en uno de los negativos, y es que pueden aparecer artefactos luminosos debidos a descarga de electricidad estática dependiendo de como sea el sistema de avance la película y las condiciones de sequedad/humedad de la atmósfera.
Aunque hay gente que parece que le hacen ilusión estas cosas, yo creo que cuando estás pagando entre 11 y 15 euros por un carrete de formato 120, que no puedas controlar el resultado de tus fotografías y estés al albur de fenómenos aleatorios es un problema. Espero que en los lotes de producción habitual esto no suceda.
Por lo tanto, estamos como ya preveíamos, ante una película bastante utilizable, una vez que se resuelvan algunos de los problemillas detectados. Como el de la electricidad estática o el de la longitud un poco excesivamente ajustada de la tira de película que comenté en la entrada anterior.
Por lo demás, la película va bien, y ofrece lo que promete. Una sensibilidad alta con un grano contenido para nuestras cámaras de formato medio. Aunque cara, eso sí. Habrá quien prefiera tirar de Kodak Portra 800, una película muy versátil, y que se puede forzar algún paso sin mucho problema. Eso sí, teniendo en cuenta que cuando fotografiemos con luz artificial perderemos algún paso de sensibilidad. Por el filtro corrector, o por que aunque compensemos con un filtrado del color en la copia o digitalización, tendremos que tener en cuenta la distinta sensibilidad para los colores de la película. Un revelado forzado un paso de Kodak Portra 800, supondría haber expuesto en luz artificial de tungsteno como poco a un índice de exposición de 1000. A penas 1/3 de paso más que la sensibilidad nominal de la película, teniendo que forzar en el revelado, como hemos dicho, un paso.
Eso sí... Uno de los negativos de mis carretes de Cinestill 800T 120 fue realizado con luz de día... Y con el ajuste correspondiente en la digitalización no quedó mal. Pero volvemos a lo mismo, en ese caso conviene sobrexponer un paso la película, y para eso ya tenemos excelentes productos como la Kodak Portra 400.
En febrero del año pasado, febrero de 2016, decidí respaldar la campaña de financiación colectiva en Indiegogo de CineStill para traer al mercado una película fotográfica en rollos de formato medio, formato 120, con características similares a las de la CineStill 800Tungsten que ya se puede conseguir desde hace unos años en formato 135, y de la que ya os hablé en su momento.
Con la opción de ayuda a la financiación por la que opté, a cambio de la misma recibiría siete rollos de película en formato 120, un estuche para cinco rollos de película de Japan Camera Hunter, que siempre vienen bien, y varios simpáticos adhesivos con diferentes cámaras clásicas. Si la campaña terminó en marzo de 2016, estaba previsto que los lotes llegasen en julio de ese mismo año. Pero ha habido inconvenientes e imprevistos en el proceso de fabricación, ahora hablaremos dos palabras de él, y hasta febrero de 2017 no me llegó el mío a casa.
Al igual que hice con el carrete de 35 mm, aprovechando la jornada de puertas abiertas del Museo Pablo Gargallo en la fiesta local de Zaragoza de la Cincomarzada, cogí algunos rollos de la nueva película, usé dos de ellos, y me fui allí para probarla.
Este museo es ideal para probar este tipo de película. Además de ser tranquilo, y más si vas pronto un domingo por la mañana, la iluminación del mismo es mixta de luz artificial de tungsteno o similar en temperatura de color y la luz del día que se cuela por el patio del palacio renacentista en el que se encuentra isntalado el museo. Os recuerdo que esta película está calibrada para luz de tungsteno, dando unos matices muy fríos usada a la luz natural del día, que es una mezcla de la luz blanca del sol y la azulada procedente de la bóveda celeste cuando no hay nubes cubriéndola.
Por lo demás, los "modelos", las esculturas de Pablo Gargallo, tienen una paciencia infinita a la hora de posar, no se mueven, y con una técnica mínimamente cuidadosa dan lugar a composiciones fotográficas agradables.
Como ya os conté en su momento, la Cinestill 800T de 35 mm procede de las bovinas de película cinematográfica, en concreto de la Kodak Vision3 500T, a las que la gente de Cinestill elimina la capa antihalo que lleva este tipo de película con el fin de hacerla con el proceso C-41, habitual para el negativo color fotográfico. Si no se elimina esta capa, el material de la misma contamina las químicas y los resultados son malos.
Por lo que nos cuentan, los primeros ensayos de Cinestill procedían de bovinas de película similar pero de 65 mm de ancho. Esta tiene algunas diferencias con la película del formato 120. En primer lugar, es 5 mm más ancha, 65 mm frente a los 60 mm del formato 120, y en segundo lugar, lleva sendas hileras de peforaciones para el avance de la película en sus dos bordes, mientras que la película de formato 120 carece de ellas. Por lo tanto, al contrario que los carretes de 35 mm, los rollos de 120 son un encargo especial en el formato adecuado para las cámaras de formato medio. Supongo que sin la capa antihalo, para luego no tener que eliminarla.
Las condiciones de utilización en el museo son razonablemente cómodas, pero sin muchos márgenes para la alegría. Utilizando la Hasselblad 503CX con el Carl Zeiss Planar 80/2,8 CF T*, la exposición requerida para la mayor parte de las tomas realizadas en las galerías en torno al patio central del palacio renacentista, para un índice de exposición de 800, igual a la sensibilidad nominal de 800 ISO anunciada por el fabricante, es de f/4 y 1/60 segundos. En las salas adyacentes o en los rincones más oscuros de estas galerías, donde sólo domina la luz artificial y no apoya la luz natural que entra por el patio, hay que usar f/2,8 y 1/60 segundos. Es arriesgado utilizar velocidades de obturación más bajas, por riesgo de trepidación, y cuando se usa un diafragma de f/2,8 el enfoque tiene que ser muy cuidadoso, porque no andamos sobrados de profundidad de campo. Especialmente con las esculturas más chiquitas en las que hay que acercarse más.
Había otro miedo. Algunos comentarios en los grupos de usuarios de la película hablaban de una sensibilidad más cercana a los 500 ISO que a los 800 ISO anunciados.
Lo cierto es que no me parece que la película vaya corta de sensibilidad, y parece que ofrecen los 800 ISO que promete. El revelado, como la mayor parte de los que he realizado en los últimos tiempos, lo encomendé a Carmencita Film Lab, que me han hecho un excelente trabajo. Aun manteniendo un cierto tono cálido en las fotografías digitalizadas que no les sienta nada mal. Teóricamente, al ser una película calibrada para tungsteno, los matices tendrían que ser más fríos. O bien, la temperatura de color de las fuentes de luz artificial del museo son excesivamente rojizas y no las absorbe del todo. Dado que las fotografías en las que se mezclan la luz artificial con la natural no presentan tonos fríos, creo que han optado por mantener unos tonos cálidos contra los que no voy a protestar porque me agradan mucho. Ya lo hicieron así con el carrete de 35 mm del mismo tipo de película.
En algún lugar, la gente de CineStill publicita la posibilidad de exponer con índices de exposición entre 200 (+ 2 pasos de sobrexposición) y 1600 (- 1 paso de subexposición), sin modificar los tiempos de revelado previstos en el proceso estándar. Hay un par de tomas, en la sala dón encontramos el busto de Kiki de Montparnasse, donde hay una clara subexposición de 1 paso. La calidad de la imagen se resiente un poco, pero es utilizable. El grano, muy contenido en las copias finales dado el gran tamaño del negativo de 55 x 55,5 mm, se hace más aparente en estas fotografías subexpuestas.
La película viene empaquetada en su envoltura opaca a la luz, muy bien protegida, aunque absolutamente escueta en indicaciones. Totalmente blanca. Si no anotas con un rotulador el tipo de película que es, más vale que no tengas ninguna otra empaquetada de modo similar, porque no sabrás a qué película corresponde. El papel protector del rollo de película es sólido y perfectamente opaco, sin ningún problema.
Pero sí que me he encontrado con una desagradable sorpresa. Evidentemente, el rollo de película es más corto que los habituales de Kodak o Ilford, y de los doce negativos previstos en el respaldo A12 de la Hasselblad, el duodécimo aparece cortado. En los dos rollos que he usado. En eso, la gente de CineStill se ha mostrado un poco tacaña. Lo puse en conocimiento de ellos a través del grupo de Facebook montado para publicar pruebas y comentar los resultados, y recibí unos comentarios interesándose por el tema de los hermanos Wright. Los creadores de CineStill no los inventores del avión, que hace tiempo que andan criando malvas. Pushing daisies según los angloparlantes.
Esta roñosería en la longitud del carrete es tanto más llamativa en la medida en que la versión comercial de la película, que ya se ha anunciado y se puede encargar, no parece que vaya a ser especialmente barata. Es el problema de los productos de bajo consumo, que los lotes limitados son más caros que la fabricación masiva continuada. Se anuncia un precio de unos 12 dólares en Estados Unidos, más los gastos de envío. Pero en Europa, en algún comercio en internet se propone a más de 14 euros. Creo que me voy a proponer repetir la experiencia con Kodak Portra 400, con un filtro de corrección del color para luz de tungsteno, y forzando la película a 1600 ISO para comparar los resultados. Por precio igual merece la pena. Otra opción es tirar de Portra 800, pero tampoco es una película barata, también sale por 10 u 11 euros. Y está calibrada para luz de día, por lo que al filtrar en azul para luz de tungsteno pierde luz y sensibilidad.
Otra posibilidad es no utilizar filtros, y corregir la dominante de color en el procesado digital de la película. Cosa que no sé si me gusta mucho la idea, salvo correcciones moderadas.
La película me gusta. Me siento cómodo con ella. Los tonos obtenidos me agradan y para tener los 800 ISO prometidos, el grano no es ni intrusivo ni desagradable. Me quedan rollos todavía para probarla en otras circunstancias. Tengo uno expuesto ya, pendiente de mandarlo a revelar, en tomas callejeras al atardecer por Zaragoza, donde se mezclan las fuentes de luz, natural y artificial. Quiero hacer alguno más en estas condiciones. Y bodegones en casa iluminados con luz artificial, quizá sobrexponiendo un paso para conseguir un grano más fino.
Tampoco me importaría hacer algún rollo en luz de día, con y sin filtro corrector. Para comprobar diversos rendimientos. Hay quien ha expuesto la película con luz de día, sin filtro corrector a unos índices de exposición de 400-500 y ha obtenido buenos resultados corrigiendo el color en el procesado. Pero para estos viajes no hacen falta estas alforjas. Con una Kodak Portra 400 consigues lo mismo a mejor precio y con una excelente calida. En fin... ya os iré contando. De momento, espero que disfrutéis de las fotografías que os dejo hoy en esta entrada.
Hace unas semanas os hablaba de las películas cinematográficas Kodak Vision3 reconvertidas para su uso por Cinestill para su uso en fotografía fija y revelado en el proceso estándar C-41. En aquellos momentos me centraba en la prueba de la Cinestill Film 50Daylight Xpro C-41, película de baja sensibilidad para uso con luz de día. Hoy toca hablar de su hermana de alta sensibilidad, calibrada para luz artificial por lámpara de incandescencia con filamento de tungsteno, la Cinestill Film 800Tungsten Xpro C-41.
No me voy a extender en los detalles técnicos que en aquel momento daba para explicar como se llegaba de los rollos de película preparada para su uso en filmación cinematográfica a los pequeños carretes de 36 exposiciones aptos para nuestras cámara fotográficas para película tradicional de 35 mm. Podéis repasar el mencionado artículo. A lo que sí que voy es que de la misma forma que en su momento probé la de baja sensibilidad para exteriores, tenía ganas de probar la adecuada para interiores iluminados con luz artificial.
El momento adecuado lo encontré el día 29 de enero de este 2016. Este día es fiesta local en la ciudad de Zaragoza, San Valero, rosconero si prestamos atención al postre tradicional del día, o ventolero si atendemos a la frecuente presencia del cierzo en esas fechas. En ese día, el ayuntamiento de la ciudad organiza una jornada de puestas abiertas, sin necesidad de abonar entrada, en los museos municipales. Y el que más nos gusta es el dedicado a las esculturas de Pablo Gargallo.
Conocedor de las condiciones de iluminación del lugar, pensé que era el lugar idóneo para probar la película. Con modelos que no se mueven de su sitio, las interesantes esculturas de Gargallo, en un lugar donde está permitida la fotografía sin flash, y predominantemente iluminado con fuentes de luz continua artificial con el tono cálido de las lámparas de incandescencia. Cogí mi ya veterana Canon EOS 100 y dos objetivos muy luminosos; un Sigma 28/1,8 y el Canon EF 50/1,4 USM. El primero tan apenas lo utilicé. El segundo sí. No es fácil... porque cuando hay poca luz y la escultura es pequeña, si fotografías a una apertura de 1,4 la profundidad de campo es demasiado reducida. Pero también nos viene bien para aislar el sujeto de nuestra fotografía de su entorno.
El revelado lo confié, como es habitual, a Carmencita Film Lab. Les pedí un escaneado neutro, aunque la mayor parte de las fotografías mantenían un cierto tono cálido. Esto se debe en parte a que la paleta de colores predominante son bronces cálidos. También puede ayudar que aunque la película este equilibrada para lámpara de tungsteno, la iluminación de lugar tenga una temperatura de color inferior a la habitual en este tipo de lámparas. Y claro está, puede deberse a que se le haya ido ligeramente el escaneado hacia los tonos cálidos. En culquier caso, las fotografías tienen un aspecto realmente agradable, y si alguna se pasaba de tonos calidos, pequeñas correcciones en Lightroom les devolvían el aspecto esperado.
Teniendo en cuenta que estamos ante una película de 800 ISO, el grano es apreciable, pero no desagradable ni excesivament marcado. Y por supuesto está asociado a la correcta exposición de la película. Sin haber visto los negativos, no los he reclamado todavía, se nota cuando una foto esta bien expuesta, sobreexpuesta o subexpuesta. Las bien expuesta tienen un grano visible pero contenido, las sobreexpuestas tienen un grano más fino y las subexpuestas, un grano más grosero. Estas últimas se apreciaban con desvíos en la calidad del color, especialmente en las sombras. Nada grave. Pero esperaba una mayor resistencia a las subexposición. Soy consciente que por la naturaleza de las situaciones, hubo algunas fotos que tenían uno o dos puntos de subexposición, y mi expectativa es que se notase menos de lo que se nota. Utilizable, pero aconsejaría evitar la subexposición.
Con las fotografías sobreexpuestas, sin embargo, no hay problema. Grano más fino y mayor sensación de nitidez, con tonos muy bien definidos... Sin problema para usarla sistemáticamente a 400 ISO tengo la sensación. Y quizá un poquito más saturadas estas fotos... Debe ser que las Vision3 de Kodak comparten tecnología con las Portra, que tienen efectos parecidos, aunque estas últimas están calibradas siempre para luz de día.
El uso que le he dado yo a la película no es el mismo que habitualmente se ve en las demostraciones de uso de esta película, generalmente dedicadas a retratos de aspecto muy cinematográfico, jugando con la mezcla de fuentes de luz. Pero en cualquier caso, son un recurso a tener en cuenta para el aficionado a la fotografía con película tradicional. En caso de ser necesario utilizarla a la luz del día, habría que usar un filtro calido de corrección de color.
En Carmencita Film Lab nos recomiendan la siguientes normas de uso.
Película sin filtrar con luz artificial:
Revelado normal: índices de exposición recomendados (IE) entre 200 y 1600.
Revelado forzado un paso: IE entre 800 y 2000.
Revelado forzado dos pasos: IE entre 1250 y 3200.
Revelado forzado tres pasos: IE entre 1600 y 3200, similar al anterior pero con contraste añadido.
Película con filtro 85B con luz de día: Revelado normal con IE 500.
Las gentes de Cinestill han anunciado recientemente en una campaña en Indiegogo que quieren sacar una versión en formato medio de la película 800Tungsten. La verdad es que me hace ilusión utilizar este tipo de película en ese formato y decidí colaborar. Por lo tanto, espero recibir para el mes de julio un paquete con 5 rollos de película en formato 120, más algunas pegatinas y pines, y una caja para guardar los cinco rollo de película, u otros distintos cuando los gaste. Por 75 dólares. Hay que decir que la película no es barata... y cuesta entre los 8 y los 9 euros. Pensad que las Portra están entre los 5 y los 6 euros, y las películas más baratas de Kodak o Fujifilm entre los 3 y los 4 euros.
La mañana de ese viernes 29 de enero dio para más... por lo que además de la Canon EOS 100 con la Cinestill 800T, me llevé también la Pentax MX con un SMC-M Pentax 50/1,7 y película Kodak Portra 160. No es que anduviéramos sobrados de luz esa mañana, que salió nublada... pero fue suficiente. Como el Museo Pablo Gargallo está en la recoleta plaza de San Felipe, y había música popular en la plaza para celebrar la fiesta, también la usé en esas circunstancias.
Se observará que en Carmencita Film Lab, a pesar de que el día estaba nublado, lo cual puede dar lugar a tonos fríos en las fotografías, corrigieron muy bien esta circunstancia y los tonos de la película son muy agradables y muy propios de la misma.
Cuando agoté los dos rollos de Cinestill 800T, incluso me atrevía a usar la Portra 160 en el interior del museo,... en una zona donde hubiese una cantidad razonable de luz, claro. Y el resultado no fue malo.
Luego ya, tranquilamente seguimos recorriendo el casco histórico de la ciudad, buscando un lugar para tomar el aperitivo que, como fue cuantioso, sirvió ya de comida. Después no quedó ya más que ir a coger el tranvía a las murallas romanas, para repartirnos cada uno hacia nuestros destinos. Por la tarde teníamos una cita en el cine...