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Helios 44 58/2 - El "estándar" tras el Telón de Acero

Una de las "panaceas" más buscadas en el período de entre guerras en el mundo de la fotografía fue el de los objetivos muy luminosos, que permitiesen hacer fotos en situaciones de luz desfavorables. Cada vez había más reporteros gráficos que llevaban sus compactas cámaras de pequeño formato, lo que hoy en el mundo de la fotografía digital se denomina paradójicamente "full frame", formato completo. E imaginaban ópticas más luminosas, difíciles por su tamaño y peso en los sistemas de formato medio y gran formato, que les dieran más versatilidad. La moda del "bokeh" estaba muy lejos de sus mentes en aquellos momentos... de lo que se trataba es de que entrase más luz en la cámara.

Los objetivos de tipo Tessar, con cuatro elementos en tres grupos, o parecidos, habían supuesto un avance. Pero tenían un límite a sus posibilidades de máxima luminosidad. Antes de la guerra se quedaron en el f/3,5 para una óptica de 5 cm de focal. Luego llegaron a f/2,8 conforme avanzaron los desarrollos en vidrios ópticos y en revestimientos... pero no más. Eso sí, eran razonablemente nítidos, especialmente en el centro desde plena apertura, aunque para mejorar la nitidez en el campo y las esquinas hubiese que diafragmar. Existía un diseño que permitía aperturas más amplias, el Planar de Zeiss, un objetivo simétrico con seis elementos en cuatro grupos, que databa de 1896.

Diseño de una Zeiss Planar de 1896 - Fuente: Wikipedia.

Era más nítido que el Tessar, y más luminoso, como decía. Pero su elevado número de superficies aire-vidrio ocasionaba pérdidas de transmisión importantes y un escaso contraste. Hasta que no se desarrollaron las técnicas de revestimiento, sencillo o múltiple, de las lentes, no se popularizo. Después, este diseño y sus múltiples derivados con más o menos lentes ha sido uno de los más utilizados en fotografía, especiales para las focales estándar, en torno a los 50 mm en formato pequeño de negativo de 24 x 36 mm, pero no sólo en estos. Otros diseños como el Sonnar, con menos superficies aire-vidrio se adelantaron como soluciones para objetivos de gran luminosidad, de aperturas f/2 o mayores.

El nombre Biotar aplicado a un objetivo aparece en 1927 de la mano de Carl Zeiss. Se trata de una modificación del diseño Planar, con una cierta pérdida de la simetría en el diseño. Se realizaron varios modelos, entre ellos, para fotografía, un 58 mm f/2. No 50 mm o 5 cm, lo mismo da que da lo mismo, que era lo habítual como focal estándar, sino 58 mm. Y cuando acabada la guerra, los soviéticos se hacen con los diseños de Carl Zeiss en Jena, que estaba en su zona de ocupación, y se los llevan a su tierra. Años más tarde nacía el Helios 44, con diversas declinaciones, y con focal también de 58 mm y apertura máxima f/2. En la Alemania Oriental, la rama "comunista" de Carl Zeiss Jena surge de nuevo el Biotar 58/2, prácticamente el mismo diseño óptico. En Oberkochen, en la Alemania Occidental, Carl Zeiss sería a partir de entonces fiel a la denominación Planar, y apostaría por la focal de 50 mm. No obstante, ha habido otros objetivos de diversos fabricantes que han superado los 50 mm en su focal estándar, como los 55 mm de los Takumares de Pentax. Y no olvidemos que los 50 mm de Leica solían llevar una indicación sobre la focal real del objetivo, que oscilaba entre los 52 y los 53,5 mm.

Comentaba el domingo que había estado realizando fotografías con uno de estos objetivos soviéticos, copias descaradas de los Biotar de Carl Zeiss, un Helios 44M 58 mm 1:2. Todos los Helios 44 son 58 mm 1:2. La M implica que posee una montura de rosca M42. Se fabricó con otras monturas. Y eventualmente, tras el 44, pueden aparecer otras cifras que indican diferencias ópticas en los objetivos. No les haremos mucho caso. La verdad es que la calidad de estos objetivos depende en parte del azar. Los controles de calidad eran dudosos en las fábricas soviéticas. Si el ejemplar estaba bien fabricado y ajustado, funcionaba muy bien. Si no... puede dar problemas mecánicos, problemas de alineación que afectan a la nitidez, problemas de distancia de la montura al plano de la película que dan problemas de enfoque a infinito,... En fín... la copia que me ha llegado por una pequeña cantidad de dinero parece no tener ninguno de esos problemas. Es relativamente moderna. De principios de los 80... Se comenzaron a fabricar en los 50. Se fabricaron millones y millones. Por ello, están tirados de precio. Y con un adaptador se pueden usar con muchas cámaras modernas. Y también con una cámara tradicional de película con montura de rosca de 42 mm. Claro.

El objetivo está sólidamente fabricado, aparentemente. Metal. Pesadote. Mucha gente parece que lo compra por su "impresionante bokeh"... Bueno... Al ser una focal de casi 60 mm, a su apertura máxima de f/2, la profundidad de campo es algo menor que un 50/1,7 pero algo mayor que un 50/1,4. Si disparas con si apertura máxima a un objeto cercano, obtendrás una profundidad de campo muy justita... así que por eso algunos lo denominan "rey del bokeh" y cosas cursis por el estilo. No... Aunque es muy parecido en focales y apertura máxima, no es similar en fórmula óptica al Primoplan 50/1,9 de Meyer-Optik fabricado en Görlitz, también en la Alemania Oriental. Y tiene muchas menos palas de diafragma. No se consigue el mismo efecto de pompas de jabón.

La tarde en que lo probé, montado con adaptador sobre una Canon EOS 5D Mark II, estaba casi nublado, y no pude hacerle muchas perrerías a contraluz. Por lo que he visto por ahí, aficionados al vídeo con cámaras fotográficas aprovechan su tendencia a generar luces parásitas, destellos y pérdidas de contraste en la fotografía cuando se apunta a una fuente de luz potente para generar un "aspecto artístico" en sus producciones.

Sólo en una de las fotografías que realicé comprobé que se producía una cierta pérdida de contraste en un contraluz... no muy extremo, pero apreciable. Eso sí, otras fotografías realizadas a plena apertura mostraban algunos defectos en la imagen no tan "artísticos"... no sé si se apreciará bien lo raros que quedan los bordes del tronco del árbol en la segunda de las fotos que vienen a continuación.

En el momento en que se utilizan aperturas medias, y especialmente sus óptimas f/8 o f/11, no se aprecian problemas notables y el aspecto de las fotografías es bastante razonable. Ni bueno ni malo sino todo lo contrario. Dado su tamaño grandote y su notable peso, no es tan entretenido de usar como otros pequeños objetivos de focales similares de la antigua Europa del Este.

Tras las dos fotografías tomadas a aperturas medias, podréis comparar el tamaño del Helios 44M 58/2 con el de un SMC Pentax-A 50/2, un diseño de los años 50 de la marca japonesa concebido como objetivo de kit para sus cámaras más económicas, y que tiene un diseño de tipo Planar simplificado, con sólo 5 elementos en 5 grupos. Y que no va nada mal. Mucho más ligero. Además de porque es más pequeño, por que el "made in Japan" tiene más plástico que el "made in USSR" en su factura. Aunque se aprecia una fabricación menos tosca y agradable al tacto en el nipón.

Como es tan barato,... y se pueden conseguir otras copias con facilidad, estos objetivos son sometidos a todo tipo de torturas. Se les da la vuelta al elemento anterior, para que la imagen tenga un aspecto onírico. Se les inserta una máscara con la apertura ovalada para simular a un objetivo anamórfico en video. Se lima su interior eliminando la capa negra antirreflejos o se le aplica un tono dorado o de otros colores, para producir luces parásitas de colores especiales... Lo que sea.

Lo cierto es que tiene algunas ventajas, como su gran aro de enfoque de prácticamente 270º de giro, que incluso a una focal relativamente larga como son esos 58 mm permite usar la escala de profundidades de campo con comodidad. También es cierto que sólo baja en su enfoque mínimo a 55 cm de distancia... el Pentax antes mencionado lo hace a 45 cm. El Tessar de Carl Zeiss Jena del que hablé hace unas semanas, baja a 35 cm... Y utilizado como se utilizaban los objetivos hasta que llegó la locura maniática del "bokeh", a sus aperturas óptimas, da un resultado decente.

Si alguien le interesa... ya sabe a qué atenerse.

Una última prueba que se me ha ocurrido antes de cerrar el artículo. Fotografiar con una fuente luminosa en el encuadre.

Canon EOS 5D Mk II con el Helios 44M 58/2 - Importantes luces parásitas y pérdidas de contraste.
Pentax KS1 + SMC Pentax-DA 40/2,8 Limited - El 40 mm en una APS-C tiene un campo de visión parecido al 58 mm en la 5D Mk II. Pero la pérdida de contraste es menor. Claramente.
Pentax KS1 + SMC Pentax-A 50/2 - El 50 mm en la APS-C tiene un aspecto de focal más larga... pero también más contraste que el Helios, y muy parecido al 40 mm 20 años más moderno de la propia Pentax.