Variedad de recomendaciones esta semana, en la que destacarán algunos paisajes y también algunas tendencias actuales a la hora de analizar las relaciones humanas o las sociedades actuales. Con cierto tono crítico sobre todo. También veremos algunos fotógrafos españoles y las recomendaciones que llegan desde mi panel en Tumblr. Las fotografías que acompañan la entrada de hoy proceden de lo que yo llamo los "carretes perdidos". En concreto este es un Ilford Delta 100 que cargué en la Leica CL con el Carl Zeiss Planar 50 mm 1:2 ZM en uno de los talleres de retrato de esta primavera, y que he ido exponiendo desde entonces, sin mucho propósito la verdad. Pero por ejemplo ayer me encontré un carrete de Kodak Portra 160 en la Leica M2, que no tengo ni idea de qué hay. Sospecho que nada, pero no me acuerdo... En fin. A las recomendaciones.
Como siempre, empiezo por los clásicos o los antiguos. En general, seguir los blogs y similares de la Lomographic Society tiene mucho de pérdida de tiempo. El empeño que muestran en defender una cantidad inconmensurable de fotografías de colores chillones, falsos, desenfocadas y sin mucho contenido real es notable. Pero de vez en cuando tiran de clásicos y antiguos, pretendiendo ser herederos de aquellos. Nos olvidamos que aquellos intentaban obtener lo mejor de sus limitados equipos, mientras que los "lomógrafos" se apuntan a la cutredad, al descontrol y al azar,... menos algunos que curiosamente obtienen resultado interesantes. En cualquier caso, en esta semanas nos han mostrado unos autocromos realizados en la segunda década del siglo XX por el fotógrafo Hugo Viewegar en Edmonton, Canadá. Como me gustan estos precursores de la fotografía en color. Los podemos encontrar en el Flickr de los Archivos Provinciales de Alberta, en el álbum denominado Autochromes. Mientras sigan, de vez en cuando, enseñándonos algunos ejemplos de estos, seguiremos siguiendo los blogs y similares lomográficos.
Se ha comentado la enésima potencia de veces la influencia mutua entre la fotografía y la pintura, y no digamos si el pintor en cuestión es Edward Hopper. Yo tengo un estupendo libro que nos habla de la influencia de Hopper en la fotografía. Esta semana, en The Luminous Landscape, hemos podido ver y leer una artículo de Rodger Kingston en el que nos muestra y comenta cómo a lo largo de los años ha ido acumulando un cuerpo de obra que de forma no sistemática pero indudable muestra el carácter y la influencia del pintor en sus fotografías. A mí me parece que las fotografías están muy bien, y las reflexiones me parecen muy interesantes.
En American Suburb X reproducen una conferencia que el alemán Wolfgang Tillmans impartió hace unos años. Tillmans es uno de esos fotógrafos alemanes que tanto se valoran hoy en día, especialmente en las subastas de arte, pero que a mí me convencen sólo a medias. En cualquier caso, nos muestra una forma distinta de observar y fotografiar el mundo que merece la pena conocer. Aunque luego como yo decidas que hay otras que te interesan más.
No es infrecuente que haya medios que se sorprendan y comenten cómo emergen cada vez más fotógrafos chinos. A ver... si la población de la República Popular China es el 20% de la mundial, lo raro es que no aparezcan más... El caso es que es cierto que cada vez reciben más atención de los medios. Aunque en ocasiones hay una sensación de monotonía en los temas y las estéticas. Esta semana, sin embargo, en el blog Bokeh de los siempre divertidos DigitalRev se fijaban en el irreverente y joven fotógrafo Wang Wei, pequinés que nos ofrece una visión de su entorno entre lo extraña, lo irreverente y la búsqueda de la empatía con sus conciudadanos. En cualquier caso, alegre, desenfadada, pero en absoluto banal. Confía básicamente en sus cámaras de película tradicional para realizar sus fotografías.
En Cada día un fotógrafo/Fotógrafos en la red, de entre las propuestas que nos han traido esta semana, me han interesado dos de nacionalidad española. Por un lado, los fotogramas de Tomy Ceballos. Dejando aparte el hecho de que es un ejemplo de cómo hay técnicas alternativas para dar y tomar en fotografía, y que merecería la pena a lo mejor dedicarles algún tiempo, sus obras tienen contenido propio con interés suficiente para conocerlo independientemente de cómo esté hecho. Aunque su peculiar técnica marca mucho los resultados que obtiene Ceballos. Por otro lado, la fotógrafa y escultora Naia del Castillo, con una obra muy conceptual, reflexionando sobre el papel de la mujer en el mundo actual. Técnicas las suyas que me parecen menos accesibles al común de los mortales (a mí la escultura siempre me ha parecido un mundo difícil, para mí totalmente inaccesible salvo como espectador), pero que también merecen la pena ser conocidas.
Paisajes. Es un género que me gusta mucho. Y me da la impresión de que últimamente lo traigo poco. Veamos algunos ejemplos interesantes que han aparecido esta semana.
En el Tumblr de Photojojo nos hablan del trabajo de Valerio Vicenzo, recorriendo las abiertas fronteras de la Europa común, y fotografiando aquellos puntos en los que un mismo paisaje pertenece a dos países, sin que necesariamente se perciba la diferencia entre ambos. Algo que debe sorprender mucho en los Estados Unidos, ya que ha aparecido en varias fuentes de ese país, con comentarios que muestran cierto grado de sorpresa ante estas fronteras sin vigilancia, sin controles, con libertad de circulación de los ciudadanos... Siempre han estado allí muy recelosos y poniendo trabas a la Europa común... y se nota, que así vamos...
Algunas fotografías interesantes que he encontrado entre mis suscripciones en mi panel de Tumblr y que me han empujado a saber algo más de sus autores.
Finalmente, siguiendo con las técnicas con pelicula tradicional, las fotografías que nos muestran en Photoshelter Blog, realizadas por Greg Miller con una cámara de gran formato de 8 x 10" (aproximadamente 20 x 25 cm de negativo o diapositiva) me parecen absolutamente lujosas. La calidad estética del gran formato, sus posibilidades de control complejas pero casi ilimitadas, unidas a una composición y control del color envidiables.
Vuelvo como cada domingo con una selección de las cosas que me han interesado en el mundo de la fotografía durante toda la semana, y que han ido apareciendo por la red de redes. Sigo acompañando con fotografías que tomo mientras pruebo las posibilidades de la Pentax K-S1, en este caso con una gran angular relativamente moderno, el SMC-DA 21/3,2 Limited, un objetivo que podría ser algo mejor pero que no está mal, que es muy compacto, podríamos incluirlo en el concepto de "pancake" a cambio de su muy modesta apertura máxima, con un enfoque un poquito ruidos pero que permite el retoque manual, y con una distancia de enfoque mínima de 20 cm, que lo hace interesante para la fotografía de aproximación. Le he añadido en alguna fotografía una lente de aproximación de 2 dioptrías, marca B+W, pero que a pesar de ser de potencia muy moderada y de su prestigiada marca, no deja de producir alguna degradación de la imagen. El caso es que lo que más se nota es cierto difuminado en algunas áreas de la imagen, supongo que debido a la aberración esférica, que a veces no quedan mal. Dan un aire interesante a la fotografía. Dentro de unos días insistiré un poquito en el tema este de la aberración esférica.
Siempre suelo empezar por fotógrafos clásicos. Bueno... en esta ocasión no es exactamente un fotógrafo, sino el pintor y diseñador de carteles francés Henri de Toulouse-Lautrec. Y es que en DSLR Magazine nos hablan un poquito de este curioso personaje de la Belle Époque, que además de por su arte fue conocido por sus juergas y excentricidades. Toulouse-Lautrec utilizó la fotografía también. Pero más como modo de expresión de diversión, burla o crítica hacia los convencionalismos, no carente en ocasiones de contenido francamente escatológico.
Más reciente, pero también de un periodo que ya podríamos encuadrar dentro de lo clásico, los años 60 del siglo XX, en el LightBox de Time nos descubren a otro pionero de la fotografía en color. Recordamos que cuando la fotografía en color se comienza a popularizar, hubo un tiempo en que se consideró que era una cosa para aficionados o publicidad, pero que la verdadera fotografía artística y el documental más puro estaban en el blanco y negro. Hasta que poco a poco algunos pionero fueron mostrando las posibilidades artísticas del color. Y el pionero del que nos hablan es Fred Herzog, que empezó a usar la Kodachrome en 1953, con sensibilidades de tan solo 10 ISO. Bueno, en aquellos momentos, 10 ASA. A mi me chiflan estos pioneros del color en fotografía de forma seria. Porque eran realmente buenos sacándole jugo al medio.
Pasemos a la época contemporánea. En el tumblr de The New Yorker nos hablan del último trabajo de las fotógrafa canadiense Annie Ling, su serie "Independent Mothers. En el artículo original, muestran cómo puede causar sorpresa en la mentalidad más tradicional norteamericana la estructura social islandesa, en la que las dos terceras partes de los niños nacen de mujeres solteras, independientemente de que convivan con el padre de los bebés o no, y que muchas de ellas crían en solitario a sus hijos gozando del un apoyo social, tanto estatal como social, que sorprende a los individualistas y poco solidarios norteamericano. A parte del contenido social, las fotografías son estupendas.
A través de un artículo también en Aesthetica Magazine descubro las fotografías de Yang Fudong, cinematografista y fotógrafo chino. Me atrae mucho la estética de sus imágenes, bien sea en movimiento o fijas, bien sea en blanco y negro o, sobretodo, en color. Estas me encantan.
Algunas sugerencias o sugestiones que han ido apareciendo en mi panel de Tumblr...
El mundo de la moda me interesa menos, pero a partir de esta foto, he comprobado que aquí y allá la fotógrafa Oona Hart tiene un dominio del color envidiable.
Y me ha parecido curioso la distinta forma en que dos fotógrafos reflexionan sobre un mismo hecho. La moda de los selfis o de grabarse a sí mismo, foto fija o vídeo. Luisa Dorr (Tumblr), como nos muestran en Lens Culture, opta por la inocencia del selfi que los turistas en la avenida de las estrellas de Hong Kong. Una "inocencia" que no deja de reflejar un abuso del medio, detras del cual hay una ansiedad, narcisista en ocasiones, o la necesidad de contar al mundo "yo estuve aquí", "yo tengo una vida".
Menos "inocente" es la reflexión de la serie Technically Intimate que nos cuentan en Feature Shoot, del fotógrafo norteamericano Evan Baden. Hace años que conocí ya esta interesante serie en la que se reflexiona sobre el acto de jóvenes mujeres, adolescentes en muchos casos que se fotografía o se filman desnudas, en actitudes muy sexualizadas, cuando no en actos de carácter sexual. Baden recrea esos momentos con una pefección técnica y una escenificación cuidada que contrasta con la deficiente calidad de esas imágenes que se pueden encontrar con facilidad por internet. Parece que ha seguido con la serie, puesto que hay nuevas imágenes, algunas de hombres, que cuando conocí este trabajo sólo aparecían como "complemento" a los actos de las chicas. Las chicas y chicos fotografiados, desnudos en muchas ocasiones, son modelos mayores de edad. Pero aun así, esta serie, en los medios más puritanos no se ha entendido y se ha criticado.
Esta semana tengo un revoltijo de recomendaciones. Muy diversas y de tono muy variado. Del país vecino, allende los Pirineos, las noticias vienen muy influenciadas por el festival de Arles... ya veremos que pongo de eso... Pero de lo demás... tengo que ordenar mis ideas en una mañana en la que no me he despertado especialmente ágil de mente. Más bien dormidillo. Y eso que anoche no es que me durmiese... es que caí en coma... Las fotos que acompañan, alguna más de las que hice probando la Pentax K-S1 de la que os hablaba ayer.
Una vez revisados los marcadores, he decidido que las noticias que vienen de Arles no aportan excesivas novedades, así que las obviará. Aun así me han quedado una serie de recomendaciones interesantes.
Como siempre me gusta empezar por los clásicos. Y un clásico entre los clásicos es el norteamericano nacido suizo Robert Frank, todavía entre los vivos, y cuyo trabajo The Americans se considera seminal para una forma de hacer fotografía y mirar al mundo. En The New York Times le entrevistan, y siempre es interesante saber qué tiene que decir. Pero por que os hagáis a la idea, pone The Americans con respecto a la fotografía norteamericana al mismo nivel de innovación y experimentación que Moby Dick en la literatura de ese país, o Citizen Kane en la historia del cine.
Otro que podemos situar entre los clásicos vivientes es Bernard Plossu, que ha aparecido con frecuencia en estas páginas. En LPV Show nos muestran su libro So Long, con sus fotografías americanas del período 1970 - 1985, un libro que no me importaría añadir a mi colección. Donde no desentonaría junto a The Americans.
En las páginas de The British Journal of Photography (BJP online) nos hablan de la enigmática fotógrafa japonesa Emi Anrakuji. Especialmente de su trabajo 1800 milímitros, la anchura de la cama donde se vio confinada durante mucho tiempo por culpa de un tumor cerebral que también le afectó la visión. Autorretratos muy complejos y muy íntimos, un trabajo muy personal.
Dos trabajos recogidos en American Suburb X, Southern Rites y The Girl in the Fifth Floor Walk Up, me han llamado también la atención. El primero, de Gillian Laub, recoge los problemas actuales de convivencia entre adolescentes blancos y negros en los estados del sur de Estados Unidos. El segundo, de Charles Johnstone, analiza el fenómeno de las fotografías personales, realizadas en la intimidad del hogar, y que son difundidas por internet, muchas veces en contra de la voluntad o sin el conocimiento de las personas, siendo mujeres las más afectadas. Las polaroids de Johnstone a una modelo son una reflexión sobre el tema.
Dos fotógrafas manifiestan con sus trabajos su preocupación por las consecuencias del cambio climático.
En Proof de The National Geographic, Katie Orlinsky se traslada a Alaska para analizar las incidencias que se dan anualmente entre los cazadores de focas por la adaptación de estos animales al calentamiento del Ártico. Los pares de fotografías de los mismos lugares separados por seis o siete semanas son muy expresivos, cuando antes el cambio no era tan brusco ni tan rápido.
En Lens Culture, Meike Nixdorf nos muestra como las grandes montañas se van convirtiendo en un mundo de rocas y aridez conforme los glaciares y la humedad se retira, en un proceso que está lejos de terminar.
Nos venimos a España, y conocemos dos realidades muy distintas.
El zaragozano José Porroche instalado en Barcelona, como nos muestran en Yorokubu, nos muestra lo absurdo del fenómeno turístico en ocasiones en la ciudad de Barcelona, en fotografías en las que indudablemente se aprecia la influencia de gente como Martin Parr.
Por otro lado, Rafael Roa nos informa y en el entorno de las actividades de PhotoEspaña, de que el uruguayo Christian Rodríguez ha sido galardonado con el premio PHE-OjodePez de valores humanos 2015 por su reportaje sobre una niña de 13 años que ha sufrido el abuso sexual doméstico y un embarazo adolescente, todo el marco de la preocupación de este fotógrafo por este triste fenómeno en América Latina.
En su sección semanal del Ojo de los Lectores de L'Oeil de la Photographie, me ha gustado el trabajo de Patrick Taberna. Fotografía en blanco y negro, formato medio, fotograma cuadrado, una forma distinta de hacer fotografía en los viajes, unos recuerdos muy personales y muy íntimos de un recorrido por el golfo de Nápoles y la costa de Amalfi.
Finalmente comentar que la votación del Europarlamento sobre la libertad de panorama, ha quedado en empate. No se han impuesto las tesis de los defensores de los derechos de autor a toda costa y pese a quien pese, pero tampoco ha aumentado la libertad de las personas para observar el mundo con sus cámaras sin cortapisas estúpidas. Es triste, pero los parlamentarios electos, me da igual que sean regionales, nacionales, europeos,... se olvidan constantemente que están ahí para representar y defender a los pueblos y no a los intereses económicos de los grupos de presión. Se van a cargar la democracia. Y lo harán poco a poco, cargándose los derechos y las libertades de las personas, si no estamos al tanto.
Esta semana hay una serie de recomendaciones de naturaleza muy diversa; difícil de agrupar en áreas o intereses fotográficos comunes. En cualquier caso, con un poquito de orden, intentaré exponerlas sin caer en lo farragoso. Acompañaré los comentarios con las fotografías de naturaleza muerta que realizamos en 1993 en los cursos de la Galería Spectrum. Que en la distancia me parecen curiosos e interesante el enfoque de aquellas clases, distintas a la orientación que podemos ver hoy en día en este tipo de cuestiones.
Vamos primero con los clásicos. Y hay que lamentar un fallecimiento, el del fotógrafo neoyorquino Harold Feinstein (1931 -2015). Nos lo contaron en diversos sitios por internet, aunque yo he retenido el artículo que le dedicaron en L'Oeil de la Photographie. No es la primera vez que aparece por aquí, ya que a mitad de noviembre del año pasado ya le dediqué un breve comentario en las recomendaciones semanales de aquel momento.
Otro clásico es Brassaï, seudónimo del fotógrafo húngaro establecido en París Gyula Halász. Especializado durante un tiempo en documentar la vida nocturna del París de los años 30 del siglo XX. En American Suburb X (ASX) nos recuerdan, supongo que a propósito de los recientes avances en Estados Unidos en materia de derechos de los colectivos de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales, que en esas noches parisinas también se acercó al mundo de estos colectivos, en una época en la que ni siquiera se imaginaba uno que pudieran reclamar estos derechos, por moderna que fuera la capital francesa.
El último de los clásicos de esta semana va a ser una fotógrafa, también de principios de siglo XX, hoy en día un poquito olvidad, y que también representó el ansia de libertad, de romper con las costumbres y la moralidad rancia de la época. Su carrera como fotógrafo fue corta y quizá por ello no recibe todo el reconocimiento que debería. Se trata de la alemana Germaine Krull, y la reivindican en L'Oeil de la Photographie. Alemana, pero fue una auténtica ciudadana del mundo, ya que vivió a lo largo de su vida en al menos cuatro de los cinco continentes tradicionales.
Otra fotógrafa que ya fue comentada en estas páginas a propósito de un libro suyo que incorporé a mi bilblioteca es la japonesa Miyako Ishiuchi. Si una de las series más famosas de Ishiuchi que aparece en ese libro son las fotografías de los restos (vestidos, gafas, libros,...) de las personas que perecieron en Hiroshima por la bomba, en esta ocasión Rafael Roa nos trae de la fotógrafa un ejercicio similar pero centrándose en los objetos que pertenecieron a la artista mejicana Frida Kahlo. El difícil ejercicio de realizar un semblanza de una persona a través de los objetos que dejó tras de sí.
Vayámonos por un momento a América del Sur. En primer lugar con una recomendación de Cada día un fotógrafo/Fotógrafos en la red. Se trata de un fotógrafo brasileño que yo no conocía, André Cypriano, que combina la fotografía documental con la fotografía artística y de moda. Aunque a mí la que me ha atraído es la primera, que goza a su vez de cualidades estéticas innegables, difuminando una vez más los límites entre géneros fotográficos. Incluso cuando hace fotografía de moda, usa un blanco y negro que lo enlaza directamente con su estilo documental.
En Quesabesde nos llevan incluso más al sur, dedicándole un artículo a la serie Abandoned Patagonia del argentino Patricio Michelin. "Armado" de su Hasselblad XPan y película tradicional en blanco y negro, recorre las inmensidades patagónicas buscando todo tipo de objetos, artefactos, maquinarias, instalaciones, abandonadas en los desolados paisajes de esta parte del mundo.
Me aparece en mi panel de Tumblr un artículo de Mossfull con fotografías de Elise Kirk, en las que la fotógrafa hecha un vistazo a su entorno de origen, a esos lugares del medio oeste americano en los que creció y que puede considerar su hogar. Es un ejercicio frecuente entre los fotógrafos norteamericanos, pero por algún motivo las fotografías de Kirk me han llamado la atención más que las de otros.
Alguna otra vez creo que he dicho que plataformas como 500px me producen sensaciones contrapuestas. Por una lado recogen la producción de fotógrafos y aficionados a la fotografía de todo el mundo con cualidades técnicas y estéticas indudables, pero por otro lado tengo la sensación de que uniformizan en exceso las propuestas fotográficas de muchos fotógrafos cuya obra se parece como dos gotas de agua a las de otros fotógrafos que comparte esta plataforma. Pero de vez en cuando hay porfolios que me llaman la atención. Y en el blog oficial de 500px apareció esta semana uno de ellos. Se trata de las espontáneas fotografías en los transportes públicos del chino Zhan Jia Wu (嘉武 张). Sentido de la oportunidad, excelente composición, excelente gestión de los colores,... Lo único es que tiene tantísimas fotografías en su perfil que llega a resultar repetitivo.
Con la llegada del mes de julio nos ha llegado también el número 76 de Fraction Magazine. Y viene muy interesante porque los cuatro porfolios me han parecido dignos de mención:
El kitsch de los ambientes temáticos en tiendas, restaurantes, parques de atracciones, etcétera, tal y como lo ve en Stages of Persuasion el fotógrafo Justin Nolan.
Y tras el color de los anteriores, vamos al blanco y negro nostálgico en la serie Pinetta, de nuevo una vuelta a los orígenes, a las raíces, por parte de un fotógrafo norteamericano, en esta ocasión Rob Walters.
Y durante el mes de junio apareció el número 17 de Fraction Magazine Japan, la versión del anterior que recoge la obra de fotógrafos de lejano oriente. También bastante interesantes los porfolios de esta edición como por ejemplo:
La serie Issan de Eriko Koga, buscando la mística en torno a las montañas de Koyasan. Revisando su sitio web, me ha gustado mucho su serie de retratos Nepali.
La serie Sumo de Motoki, interesante serie en blanco y negro en clave baja sobre este tradicional deporte japonés.
La serie Le declic de Hideo Tobita (navegar dentro del epígrafe Artists para llegar a la obra de Tobita), fotografías instantáneas de lugares comunes.
Y con estas ya os dejo hasta la semana que viene. Aunque entre semana espero subir alguna cosa, ahora que estoy terminando mi diario de viaje a Canadá. Probablemente relacionado con el viaje.
Tres semanas llevaba sin acercarme a actualizar estas páginas y mis recomendaciones semanales por culpa de las vacaciones. Como las vacaciones han sido vacaciones, y he dejado de lado el 90 % de mis ocupaciones habituales, no creáis que eso me ha dado la oportunidad de recrearme en lo que pasaba en el mundo de la fotografía en internet. Pues no. Así que no tengo muchísimas recomendaciones para esta semana. Alguna cosa que ha surgido espontáneamente en estos días, fundamentalmente en los dos o tres que han pasado desde que he vuelto de Canadá y alguna cosa más. Mucho dentro de lo anecdótico. Pero no están mal. En cuanto a las fotos de hoy,... en estos días están de moda las banderas arco iris. Para bien. Pero a mí no me gustan las banderas, aunque sí los arco iris,... rainbows,... arcs-en-ciel,... arcobalenos,...
Me ha llamado profundamente la atención la serie inHUMAN que nos presenta en LensCulture, y que es obra de Paweł Bogumił, que se acerca a nuestros parientes animales más próximos, los grandes simios, para encontrar en retratos magníficamente realizados lo que unos separa y, sobre todo, lo que nos une a ellos. Más de lo que muchos quieren reconocer.
En Cada día un fotógrafo/Fotógrafos en la red nos han traído en los últimos días la obra de un par de fotógrafos españoles interesantes a los que podríamos acercarnos. Por un lado, el trabajo del cacereño Genín Andrada, que destaca ante todo por su excelente tratamiento de la luz y el color para una fotografía fundamentalmente documental. Por otro lado, la obra de un aragonés nacido en Zaragoza, que aúna su trabajo como escultor y como fotógrafo. Se trata de Mario Ayguavives, y en su obra también me han interesado sus intervenciones intencionadas sobre el paisaje y sobre la arquitectura, realizando operaciones de "limpieza" que ponen de manifiesto el poco respeto que el urbanismo descontrolado tiene sobre el paisaje.
En la colección de porfolios de los lectores que este fin de semana han sacado en L'Oeil de la Photographie ha habido dos que también han despertado mi interés. El titulado Kolodozero, de Alexey Myakishev, de carácter documental, nos habla del papel del religioso ortodoxo en una población rusa donde hay mucho de absurdo y de equivocado. Difícil sociedad, la rusa. Con un caracter más conceptual tenemos el titulado Food Mood. La ucraniana Lidia Kozhevnikova nos lleva a jugar con la importancia y los valores de la comida no sólo como elementos nutritivos, sino como elementos sociales alrededor de los cuales se desarrolla una gran cantidad de actividad humana en todos los ámbitos.
La mayor parte de las propuestas fotográficas que nos llegan desde el "movimiento" lomográfico me parecen conceptualmente vacías y estéticamente chirriantes. Es el tradicional "mucho ruido y pocas nueces", "much ado about nothing"... Pero existen notables y agradables excepciones. Por ejemplo, las relaciones que establece en las caóticas ciudades y la mujer, tal y como nos las muestra Tadahiko Hisatomi. Aunque no sé muy bien porque se "apropian" de este trabajo los lomográficos... Que yo sepa la Pentax 67 y la Nikon F100 con las que trabaja Hisatomi están en las antípodas de las cámaras de plástico, malas e impredicibles que tanto gustan a esta gente. Eso sí, sigue aferrado a la película tradicional.
Tampoco me parece improvisado, ni sus imágenes tomadas al azar, el trabajo Prypyat mon Amour de la fotógrafa Alina Rudya. Viviendo ahora en Berlín, la joven fotógrafa nación en Prypyat, Ukrania, ciudad que hubo de abandonar como el resto de los resisdentes por el desastre de la cercana central nuclear de Chernobyl. Es interesante ver el contraste entre los autorretratos actuales en la ciudad fantasma, y las fotografías de sí misma cuando apenas era un bebé y todavía vivía en la ciudad. Interesante reflexión personal.
Recibieron mucho bombo hace unos años las aventuras tibetanas de Heinrich Harrer, tal y como fueron narradas en el cine, siendo encarnado el escalador y deportista alemán por un famoso y cotizado actor de Hollywood. Pero en DSRL Magazine han considerado que tenían que poner un par de cosas en orden. En el ámbito fotográfico, que los dos mil negativos de Harrer en su experiencia tibetana son un documento de primer orden para conocer la realidad del lugar en aquellos años 40. Pero por otro lado, considera que sus vinculaciones con el nacionalsocialismo fueron mucho más intensas de lo que se ha transmitido recientemente, y por lo tanto su consideración casi de "héroe", así como fue confusa relación con el actual Dalai Lama, muy joven en aquel momento. Interesante.
Hemos asistido en los últimos años al interés sobre el descubrimiento de nuevos fotógrafos, totalmente desconocidos como tales mientras vivieron, como Vivian Maier, y que una vez muertos y encontrado su trabajo son llevados a los altares del santoral fotográfico. Pero hay otra tendencia de la que nos hablan en Lenscratch, y que también he observado en mis visitas recientes a algunos museos, especialmente de arte contemporáneo. El redescubrimiento de fotografías antiguas, muchas de ellas de autor anónimo, totalmente desconocidas, tomadas como instantáneas en las vacaciones, en la vida cotidiana, en la vida familiar, en las fiestas, y que tienen un interés innegable tanto desde el punto de vista de sus cualidades documentales como las estética. No puedo negar que la fotografía a la que os llevará este enlace, y que encabeza el artículo, me parece maravillosa.
Por último, vuelvo a las páginas de DSLR Magazine, pero con un artículo más técnico. Y es que allí nos hablan de una fenomenal cámara digital de gran formato. Con un formato de sensor de 9 x 11 pulgadas (22,86 x 27,94 cm), y sólo 12 megapixeles, tiene unos fotositios de tremendo tamaño que le permiten manejarse con una sensibilidad de base de 2100 ISO. Que no viene mal si se considera que con este tamaño de imagen no es infrecuente manejarse para profundidades de campo razonables con diafragmas de f/45 o f/90. La resolución espacial, como vemos es muy modesta, por lo que se considera más adecuada para retrato que para paisaje o arquitectura. Pero qué calidad estética la de estos retratos. Y la posibilidad de utilizar todo tipo de viejos objetivos desde el siglo XIX. La cámara es una LargeSense LS911. Calculan vender 4 o 5 al año. No tengo ni idea de lo que podrá costar, pero no será barata precisamente. Dicen que puede que saquen una más modesta de sensor 4 x 5 pulgadas (10,16 x 12,7 cm) y sólo 6 megapixeles. Podéis pasaros por el sitio de LargeSense o por su blog para enteraros de más. Lo que me gustaría trastear con un cacharro de estos.