Siguiendo las novedades que inicié la semana pasada, en primer lugar os dejo el enlace al tablero de Pinterest donde podréis encontrar ejemplos de las fotografías que me han llamado la atención durante la semana. Algunas de las cuales traen algunas de las recomendaciones que ha continuación comentaré, y otras simplemente han quedado ahí para quien quiera ver y saber más.
Esta semana he tenido una actividad fotográfica personal muy moderada, casi podríamos decir que bastante baja. No he cogido mucho la cámara, y cuando lo he hecho, sin las ideas muy claras. Pero una caminata una tarde de luz suave y temperaturas más fresquitas por los pinares de Venecia en Zaragoza, me dejó algunos paisajes boscosos. No son bosques frondosos ni ricos. Son más bien pinos poco desarrollados, que crecen como pueden... pero es que tenemos pocos bosques en estas latitudes, algo que hecho mucho de menos.
Empecemos por los fotógrafos más clásicos. Una noticia en el tumblr del MoMA (Museo de Arte Moderno de Nueva York) mencionaba las peculiares cualidades de los fotógrafos Grete Stern y Horacio Coppola. Grete Stern fue una fotógrafa alemana que estudió en la Bauhaus, que se vio obligada a exiliarse de Alemania cuando llegaron los nazis al poder, y que tras un estancia en Londres, se casó con el fotógrafo y cineasta argentino Horacio Coppola, con quien se trasladó a Buenos Aires. A partir de ese momento se consideró fotógrafa argentina, llegando a adoptar esta nacionalidad, donde vivió el resto de su vida. Su obra está muy influida por el surrealismo y el piscoanálisis, y tine un carácter muy onírico. Practico mucho el fotomontaje. Desde el momento en que se estableció en Buenos Aires, cultivó otros géneros como el retrato y la fotografía documental, siendo una fotógrafa muy interesante aunque no demasiado conocida por el público.
Otro clásico que nos han recordado esta semana ha sido el británico Cecil Beaton, a partir de un artículo en The New Yorker. Beaton fue fundamentalmente retratista, aunque eventualmente hizo a otros palos, como la fotografía documental durante la Segunda Guerra Mundial. Pero en el artículo nos recuerdan fundamentalmente su faceta como retratista de los famosos del mundo del arte y la cultura, con sus buenas dosis de glamour.
No hace mucho hablaba sobre un libro con las fotografías norteamericanas de Bernard Plossu. Y en Selektor Magazine nos vuelven a recordar esta etapa del fotógrafo francés con una estupenda selección de fotografías muy representantivas del estilo y sensibilidad de Plossu. Siento debilidad por este fotógrafo, así que cualquier excusa me sirve para traerlo a estas páginas.
Un estilo de fotografía que ahora no se ve con frecuencia es la del japonés Watanabe Katsumi en los años 60 y 70. En American Suburb X (ASX) nos recuerdan su trabajo documental en los bajos fondos tokiotas, un mundo de noche con prostitutas, travestidos, espectáculos nocturnos y los gángsters de la yakuza. Una fotografía muy directa, que muestra una realidad que se presupone bastante más difícil que sus sonrientes personajes hacen suponer. No es fácil encontrar referencias en profundidad a este fotógrafo, de todos modos.
De nuestros vecinos franceses han venido noticias relacionadas sobre todo con el festival de fotoperiodismo Visa pour l'Image que se celebra anualmente en Perpiñán. Muy en crisis permanente este sector que sin embargo ha mostrado lo potente que pueden llegar a ser sus resultados con la fotografía del pequeño Aylan Kurdi ahogado en una playa turca de la joven fotógrafa de esa nacionalidad Nilüfer Demir. De todos modos, de los diversos reportajes que se han publicado en L'Oeil de la Photographie estos días, he optado por traer uno de los menos escabrosos, pero de gran belleza formal y conceptual que nos viene de la mano del español Juan Manuel Castro Prieto, y que nos lleva a recorrer las tierras de Perú y a conocer a sus gentes.
Dos artículos han aparecido esta semana con el fotógrafo Todd Hido (tumblr) como protagonista total o parcial. Uno en Lightbox de Time y otro en Aesthetica Magazine. En ambos se trata un tema muy similar, la validez de las técnicas fotográficas con película tradicional a la hora de presentar un cuerpo de obra profesional, significativo y con una posición dentro del mundo del arte fotográfico.
Han aparecido algunas noticias interesantes sobre fotógrafos que reflexionan con sus imágenes sobre el concepto de identidad. Muy interesante me parece el trabajo de Stacey Tyrell, en el que se plantea las consecuencias personales, culturales e identitarias, de ser una persona con ancestros procedentes tanto de los africanos que fueron llevados al Caribe como de las personas de las islas Británicas que también forman de su ascendencia. Los autorretratos de sí misma en poses, con atuendos o maquillajes y peinados que la sitúan entre los tópicos de la cultura europea dominante, con los distintos roles que las mujeres de esta ascendencia suelen tener, contrasta con su clasificación habitual como persona de raza afroamericana. Una colección de sus fotografía y un comentario a este trabajo nos llega via Lenscratch.
Del habitualmente banal tumblr de la Lomographic Society nos llegan de vez en cuando propuestas muy interesantes. Incluyo entrevista en el blog de los lomógrafos. En esta ocasión de la fotógrafa turca, aunque basada en Berlín, Eylül Aslan. Procedente de una cultura muy consevadora en materia de moral con las mujeres, sus fotografías son realmente provocadoras y cargadas de sexualidad, confrontando las convenciones identitarias de las mujeres de su origen turco.
Sobre reflexiones identitarias traemos también a Eyakem Gulilat, en esta ocasión un fotógrafo masculino, aclarémoslo porque estos nombres poco conocidos nos pueden llevar a confusiones. Este fotógrafo es de origen etiope, y también sobre una obra a base de autorretratos nos proporciona una reflexión sobre sus conflictos de identidad. Actualmente está radicado en Tulsa, Oklahoma. Y su trabajo nos lo han mostrado también en Lenscratch.
El paisaje minimalista en blanco y negro, compuesto sobre un formato cuadrado, me gusta mucho. Da mucho juego y es muy elegante. Y eso lo comprobamos una vez más en la obra de Nathan Wirth, y nos lo enseñan en Cros Connect Magazine, una página dedicada al arte contemporáneo y con cierta tendencia a preferir el mundo del diseño y la ilustración, que eventualmente nos trae la obra de algún que otro fotógrafo.
Y unos breves para terminar:
En la edición dedicada a las fotografías de los lectores, L'Oeil de la Photographie nos trae el trabajo etnográfico de Martin Gros sobre la tribu de los Korowais, en Papúa. Me ha gustado.
En primer lugar, una novedad. Podréis encontrar algunas de las fotografías que me han llamado la atención esta semana en el siguiente tablero de Pinterest. Voy a intentar mantener esta forma de ilustrar mis hallazgos de cada semana en el tiempo. Creo que puede estar bien.
La idea detrás de esta iniciativa es da a conocer como funciona mi mente en esto de la fotografía. Yo tengo recogidas una serie de fuentes de información sobre lo que hay de nuevo, o no tan nuevo en el mundo de la fotografía, que tengo agregadas en Feedly, en Tumblr y en algún otro sitio. Por ejemplo, recientemente he añadido a mi panel de Feedly las novedades que se publican en Whattaroll Magazine, un revista virtual que se dedica a mostrar el trabajo de fotógrafos que trabajan con película tradicional. Eventualmente, el trabajo, alguna o varias fotografías, de alguno de ellos me llamará la atención, por lo que marcaré el artículo correspondiente en Pocket, y las fotografías que me hayan llamado más la atención, o alguna especialmente representativa, las incluiré en el tablero semanal de Pinterest. Luego, en estos artículos que redacto cada domingo, podré hablar de todos o sólo de algunos de los temas o fotógrafos recogidos. Pero en el tablero de Pinterest, se podrán consultar todos.
En segundo lugar, las fotografías de esta semana corresponden al último carrete que me quedaba por revelar y digitalizar de los que me llevé a Suiza hace un par de semanas. Ya comenté que estuve probando un Summicron 5 cm 1:2 retractil de Leica, que no acabó dando el resultado apetecido. Importante pérdida de contraste y sensación "flou" en torno a las altas luces. Como vi que iba a hacer corto con los dos Kodak Tri-X que me llevé, compré un par de carretes más en Lucerna. No tenían Tri-X, así que cogí Ilford HP5+. Lo cierto es que esta película de Ilford tiene la ventaja de una mayor estabilidad dimensional, por lo que es más cómoda de manejar en el portanegativos del escáner. Pero no me acaba de gustar el resultado que tengo. Y si a eso añades que el bajo contraste hace que al mejorarlo digitalmente el grano sobresalga demasiado para lo que eran mis intenciones,... pero bueno os dejo algunos ejemplo.
Están de moda los blogs de "fashionistas", palabro que se han inventado para aquellos que deciden darnos la vara pontificando sobre en qué consiste vestir a la moda. Si levantas una piedra aparecen 20. El caso es que de vez en cuando hay alguno que otro que destaca por las fotografías que toman por la calle o en otros entornos de personas que simbolizan sus ideas de ir a la moda. Y algunos no están mal. Pero esto que ahora nos parece tan moderno, igual no lo estando. Por ejemplo, veamos esta serie que aparece en Mashable de fotografías sobre la moda de la gente bien parisina que acudía a las carreras de caballos en el hipódromo de Longchamp de París de la segunda década del siglo XX. No me negaréis que tienen su encanto.
Una fotógrafa que está en auge, de la que se habla mucho, es la norteamericana Lynsey Addario. Y más que se puede hablar si es verdad que Spielberg quiere hacer una película sobre ella con Jennifer Lawrence, que a sus 25 añitos es la actriz mejor pagada del mundo. Pero aquí lo que nos importa es el trabajo de los fotógrafos, sus obras. Y en Lightbox de Time nos muestran un reportaje de Addario sobre las minas de diamantes de la República Democrática del Congo, una de las regiones del mundo más atribuladas por los conflictos bélicos. No ha dejado de recordarme el icónico reportaje de Sebastião Salgado de las minas de oro de Serra Peleda. Dos aproximaciones diversas a un tema muy similar.
De vez en cuando hay que dejar de hablar de fotógrafos consagrados y dedicarnos a los talentos emergentes. En British Journal of Photography nos hablan de la premiada serie de Felix von der Osten sobre los nativos americanos que viven en la reserva india de Fort Belknap. Un acercamiento y una estética serenos, crepusculares, para un tema con importantes derivaciones sociales.
Me ha llamado mucho la atención la serie Julia Wannabe que nos han mostrado en Lensculture de la fotógrafa polaca Anna Grzelewska. En este trabajo, sitúa como objeto de su atención a su propia hija, una preadolescente que está empezando a experimentar los cambios que la llevarán a convertirse en una joven y en una mujer. Progresivamente. El caso es que desde una técnica, una estética y un dominio del color y de la composición notables, la serie no ha dejado de dejarme cierta sensación de incomodidad. He tenido la sensación de que la madre invadía en exceso el espacio íntimo de su hija. Pero bueno... que cada opine a la vista de los resultados.
No son infrecuentes en los medios anglosajones, de todo el mundo, los fotógrafos que prestan su atención a las gentes que abandonan los estilos de vida modernos para buscar estilos alternativos que sienten como más integrados en la naturaleza. Es una especie de nuevo hippismo, que viene aderezado con unas dosis más o menos altas de ecologismo mejor o peor entendido. Suelen dar lugar a reportajes en general de aspecto melancólico, sereno, en los que se combina con mejor o peor fortuna el pintoresquismo de los tipos retratados con los paisaje en los que viven. Este tipo de reportajes, que en un momento dado tienen sus punto de cliché en el que todos se parecen mucho entre sí, a veces me parecen más conseguidos y otras menos. De hecho, en mis recomendaciones semanales aparecen con mucha parsimonia. Pero en esta ocasión me ha apetecido traer un artículo sobre un trabajo de este tipo que ha aparecido en Feature Shoot. El fotógrafo es el belga Kevin Faingnaert; las gentes en las que se fija son los que se han instalado en la agreste comarca del Bierzo, en Matanevero. Estas gentes tratan de vivir con menos consumismo en los abandonados pueblos de estas comarcas. Las fotos no están mal, y hay algún retrato que está muy bien. Lo que me llama la atención es cómo esta gente lejos de recuperar los modos tradicionales de la época son absolutamente similares a los que vemos de ese mundo anglosajón del que hablaba al principio del párrafo. Porque nos dicen que están en el Bierzo... pero lo mismo podrían estar en las Castkills, los Ozarks, los montes de Gales, los páramos británicos... o qué se yo.
Para algunos "aguerridos" "street photographers" parece que han cumplido un hito cuando fotografían vagabundos y gente sin techo por las calles. Lo cual, a mí, cada vez me produce más pudor si reflexiono en las circunstancias de exclusión social en las que viven estas gentes. Pero en PetaPixel nos cuentan una experiencia mucho más interesante. Parte de una iniciativa de Cafe Art que consistió en ofrecer 100 cámaras desechables de película tradicional a otros tantas personas sin hogar. Recuperaron 80 de ellas, con más de 2500 fotografías reveladas. Y por supuesto, ha habido hallazgos muy interesantes en la visión de estas personas. Esta me parece una forma de acercarse a los sin techo mucho más positiva fotográficamente hablando, dejando que sean ellos los que se expresen. La cultura y el arte al servicio de la reinserción de los excluidos y personas socialmente vulnerables.
Fotografía y cinematografía son dos técnicas y dos artes emparentadas, pero que cada una tiene su propio lenguaje. Cuando los que se inician en fotografía comienzan a interesarse más en profundizar en ella, las "reglas" de la composición se repiten machaconamente en multitud de sitios. La "regla de los tercios" y la gestión del espacio negativo. pero en Vox Culture nos muestran cómo podemos aprender de la cinematografía de una de las últimas series de televisión estrenada y que está levantando mucho interés. Se trata de Mr. Robot, y los encuadres son tremendamente atrevidos. Especialmente para expresar la sensación de vulnerabilidad de los personajes. Yo estoy encantado. La dirección corresponde a una diversidad de realizadores. Entre los directores de fotografía encontramos a Tod Campbell y Tim Ives... Están haciendo un trabajo magnífico.
Dos semanas hace que no actualizo este sitio, fundamentalmente debido a mi breve viaje por Suiza, escapada de un fin de semana extendido, cuatro noches en Lucerna, con excursiones por los alrededores y a Zúrich. A dicho viaje me llevé dos cámaras. Desde luego mi fiel compacta digital, la Leica D-Lux, con la que estoy encantando por su calidad y discreción, y por el excelente objetivo que calza, que permite resolver perfectamente muchas situaciones, a pesar de su discreto intervalo de focales, equivalentes a un 24 - 75 mm en el formato tradicional de 35 mm. Fotografías realizadas con esa cámara las podréis encontrar en el cuaderno de viaje que ya he terminado. Pero también me llevé una cámara clásica para película tradicional, la Leica M2. Que si no hubiera llovido tanto hubiera usado más. Porque es un gusto hacer fotos con estas cámaras. Durante la excursión al monte Pilatus la use con el Zeiss Biogon-C 35/2,8 ZM, un pequeño objetivo angular que ofrece una calidad notable con un diseño muy clásico. De hay la C del nombre Biogon-C. Las fotografías que acompañan esta entrada, realizadas con este equipo y película negativa en blanco y negro Kodak Tri-X 400 revelada con Tetenal Ultrafin Plus (7 minutos a 1+4), son una muestra de lo que se puede hacer. También me llevé otro objetivo prestado, del que os hablaré dentro de pocos días, porque lo tenía en pruebas para ver si me convencía adquirirlo o no. Pero ya llegará ese tema, que es curioso y potencialmente interesante para los amantes de las cámaras y objetivos clásicos. Ahora vamos con las recomendaciones acumuladas en las dos últimas semanas.
Marc Riboud es un fotógrafo sumamente interesante. Y como suelo comenzar las recomendaciones con algún fotógrafo clásico o consagrado, que mejor que este fotógrafo francés que se pegó 50 años o más documentando lo que pasaba en este mundo. Nos lo propusieron en las siempre interesantes páginas de Siéntate y observa...
Otro fotógrafo realmente interesante, reportero gráfico también que ha venido documentando el mundo, especialmente sus peores conflictos en las últimas décadas es James Nachtwey. También merece la pena hacer una revisión de su obra. Y la propuesta nos llego desde American Suburb X (ASX) de la mano del director de cine y también fotógrafo Wim Wenders.
Pero en ocasiones, las fotografías interesantes, aquellas que nos muestran el mundo, vienen del mero aficionado. Probablemente de quien lo último que se considera es fotógrafo. En American Photo nos hablan de la colección de fotografías de Susumo Ito, un norteamericano de origen japonés, que se libró del internamiento en los vergonzosos campos de concentración que estableció el gobiernos de Estados Unidos para estos ciudadanos suyos atropellando sus derechos legales y constitucionales, alistándose en el ejército y combatiendo en Europa contra Alemania. Estaban prohibidas las fotografías para ellos durante esa Segunda Guerra Mundial, pero el llevó consigo una modesta cámara Agfa, bajo la marca Ansco, con un modesto objetivo que apenas abría a f/6,3, con película Kodak Plus-X. Y reunió un archivo de más de 1000 fotografías de indudable valor documental e histórico. Después... no se interesó más por la fotografía.
La guerra moderna se ceba especialmente en las poblaciones civiles, en las que produce muchas víctimas y sufrimiento. Mucho más que en la antigüedad en la que las víctimas quedaban más restringidas a las unidades combatientes. Pero las guerras de hoy en día no son de ejércitos contra ejércitos, sino contra las poblaciones enteras. En aCurator nos ofrecen un artículo sobre el retrato final de un largo proyecto de la fotógrafa Marissa Roth, One Person Crying: Women and War, porque entre los civiles, son las mujeres las que en muchas ocasiones tienen que cargar con las peores consecuencias del conflicto. Ese retrato final es de Monica Smith, prima segunda de la famosa Anne Frank, que se salvo del triste destino de esta.
De la guerra, pasamos a la posguerra. Hoy en día percibimos la Europa Occidental como un continente rico, con poblaciones hartas, consumidoras en exceso, con alto nivel de vida... bien es cierto que amenazado por las tendencias políticas actuales que atacan con frecuencia el sostenimiento de los estados de bienestar. Pero para llegar a aquí, durante algunas décadas hubo una posguerra en la que no todo los europeos occidentales ataban los perros con longaniza. En Feature Shoot nos ofrecen la visión, tanto en blanco y negro como en color, que la fotorreportera Shirley Baker hizo de las calles de Manchester, que nos muestran un entorno urbano degradado y niños y jóvenes, y también adultos, vagando ociosos y sin muchos alicientes.
He estado en Suiza durante unos días. Pues traigamos algún fotógrafo suizo. Hay varios conocidos, aunque muchas veces la gente cree que son franceses o italianos o alemanes... Es a lo que suenan sus nombres y apellidos. El de hoy es una propuesta de Cada día un fotógrafo/Fotógrafos en la red. Su nombre es Steeve Iunker. Creo que tiene un estilo visual muy interesante, con un gran dominio de la composición y una excelente utilización del color, que le permite manejarse tanto en el campo de la fotografía documental, como en trabajos más conceptuales. O series a caballo entre los dos tipos de fotografía.
Vamos ahora con la sección de sugerencias que nos vienen de mi panel en Tumblr. Las propuestas de esta semana nos llegan desde Vuu, MPD, Happy Accident y La beauté de Pandore. Como de costumbre son imágenes únicas que te impulsan a conocer más de la obra del fotógrafo que las realizó, dando un cierto margen a la sorpresa.
Y ahora vamos con tres recomendaciones que no proceden de mi surfear por internet. Sino que han surgido en los últimos días como consecuencia de otras interacciones:
En nuestra visita del sábado 15 de agosto a la Kunsthaus Zürich, una de las exposiciones temporales que visitamos, un poco a salto de mata porque se acercaba la hora de cierre, fue Sense Uncertainty: A Private Collection. Según la información de la propia exposición, su objetivo es mostrar las interrelaciones entre el cuerpo humano desnudo y las actividades de su "espíritu", "alma", o como lo queráis llamar. Lo cierto es que es una exposición en la que de alguna forma muestra las incursiones del mundo del arte moderno y contemporáneo en los difíciles caminos del erotismo, la sexualidad e incluso la pornografía, más o menos explícita. Pero no del todo. Y me llamaron la atención las fotografías de Hellen van Meene explorando la identidad sexual de los adolescentes y las relaciones con sus cuerpos. Y quise saber más de esta fotógrafa holandesa. Me gusta el acercamiento que hace al mundo de la adolescencia y la preadolescencia.
La mayor parte de la música que escucho en casa mientras trabajo con el ordenador en mis fotografías o en estas entradas procede de los podcasts de programas musicales de RTVE - A la carta. Recientemente, en el programa veraniego Clásicos del jazz y del swing, de Radio Clásica, hicieron un programa en el que hicieron constantes referencias al fotógrafo William Claxton, que en los años sesenta realizó un trabajo para documentar el mundo del jazz, y que podemos encontrar publicado en el libro Jazz Life de Taschen, que hace un tiempo ya que ocupa un lugar en mi biblioteca (no la versión carísima, sino una más modesta y asequible). Jazz y fotografía siempre se han llevado muy bien, y esta es una referencia ineludible para los aficionados a cualquiera de los dos.
Mientras descansábamos un momento tomando un café en el trabajo, surgió a conversación con una compañera, Virginia, la fotografía como propuesta artística. Y me habló de una fotógrafa francesa que yo no conocía, Caroline Halley Des Fontaines. Fotógrafa documental que trabaja fundamentalmente en blanco y negro, y especialmente se siente atraída por los continentes asiático y africano, y especialmente por sus gentes y culturas. Merece la pena conocer un poco su obra.
Como veis, había mucho que comentar este domingo. Pero es han pasado dos semanas desde las anteriores recomendaciones,... claro.
Cuando esta mañana he abierto mi Pocket y he visto que tenía más de 30 artículos etiquetados como "recomendación", me ha dado un susto de muerte. Demasiados. No sé que plan he llevado esta semana a la hora de reservar posibles recomendaciones para este domingo. En fin. Intentaré expurgar y dejar algo coherente. Y a ser posible refrescante. Como el tiempo que nos ha llegado este fin de semana, que nos ha aliviado del caluroso verano que estamos sufriendo este año. ¿El mes de julio más caluroso de los que se tienen registrados en Zaragoza, han dicho? En fin. La llegada de nubes y luz más suave también ha permitido usar más la cámara a la caída de la tarde, frente a las duras luces que hemos sufrido estas semanas atrás. Os dejaré algún ejemplo de ello.
Bueno, mientras iba escribiendo el párrafo anterior iba pensando en algunos criterios para seleccionar entre tanto artículo guardado, y al final me he quedado con un número más razonable, que podréis encontrar interesante, creo yo.
Siempre empiezo con uno o varios clásicos, para recordarlo, para revisar su obra. Y esta semana ha sido el turno para el excelente Bruce Davidson. La excusa ha sido el artículo en Siéntate y observa... donde nos cuentan la historia de una de las fotografías más notables de Davidson, la de una adolescente londinense de extraña y misteriosa belleza, con una mirada y un rostro muy interesantes. Reflejo de un mundo en evolución, de la grisura de posguerra a lo que sería la colorida época del "Swinging London", probablemente.
El retrato es una disciplina curiosa. He llegado a una conclusión. No es difícil hacer un retrato resultón, agradable. Lo realmente difícil es hacer un retrato trascendente, que diga algo más, que muestre el interior de las personas a partir de la imagen que recoge el fotógrafo. Eso sí que es difícil. Esta semana leí un artículo en Lenscratch sobre sobre la serie Longing in Black de la fotógrafa Lydia Panas, y me pareció un ejemplo. Una iluminación no muy compleja. Una disposición sencilla y común a todos los sujetos, ropa negra y fondo oscuro, y partir de aquí, intentar sacar petróleo de estas constricciones, sobre la base de la mirada sobre el sujeto, sobre la persona. También es una colección de miradas. Incluso cuando el retratado cierra los ojos o vuelve la espalda a la cámara.
Me cuesta mucho traer a estas páginas recomendaciones sobre fotógrafos de moda. Tengo algunas reservas de carácter ético y estético sobre el trabajo de muchos de estos fotógrafos. Pero esta semana, en Cada día un fotógrafo/Fotógrafos en la red nos han hablado de un fotógrafo coreano, Kim Kyung Soo, que está tratando de actualizar y proponer alternativas basadas den el traje tradicional de su país. Y me he encontrado con su serie The Full Moon Story, que me parece de una impresionante calidad técnica y elegancia estética.
He comentado en más de una ocasión que fotografía y arquitectura son dos disciplinas que se llevan muy bien, aunque luego resulte que hacer buenas fotografías de arquitectura no es tan fácil como parece. En Urbanáutica he encontrado una entrevista con fotos a Laurent Kronental sobre su serie Souvenir d'un Futur, fotografías de una extraña belleza realizadas con cámara de gran formato de las feas colmenas de cemento y hormigón que surgen en las megalópolis modernas, especialmente aquellas que atraen al dinero y a las gentes sin futuro en otros lugares.
El paisaje es una disciplina que también me atrae mucho. No esos paisajes chillones y exagerados, sobreprocesados en los programas de edición digital de la imagen, sino los que nos ofrecen lo mejor de la luz natural, las formas, las texturas y los contrastes entre los elementos de la naturaleza. En Lensculture me he encontrado con la serie Hover de Mauro Pesce, con paisajes andinos chilenos en su caída hacia el oceano Pacífico, en la luz de la tarde, crepuscular e incluso en la noche, con algún destello o reflejo de las inevitables luces humanas. Conviene verlos en grande para admirar su intensidad.
Juguemos ahora con la realidad y la ficción. Cómo la fotografía puede ayudar a difuminarlas. Tomemos por ejemplo la historia que nos cuenta la fotógrafa Kim Hubbard en Proff de National Geographic. Sobre el proyecto que ella y Robb Kendrick han llevado a cabo para "devolver a la vida" a extintas especies de dinosaurios utilizando cámaras, objetivos y procedimientos del siglo XIX. Y unos dinosaurios que quizá no sean tan gigantescos y terribles como se supone que deberían ser. Y de paso nos cuenta sobre la excavaciones paleontológicas que nos descubren los secretos escondidos en la tierra sobre estos fenomenales seres.
Comenté hace un tiempo en mi Cuaderno de ruta mis impresiones sobre una de las mejores y más divertidas historietas que se pueden leer hoy en día, Saga. Una de las "razas" que aparecen en esta peculiar epopeya galáctica son unos androides o robots autoconscientes con el cuerpo humano y la cabeza con forma de monitor, televisor o cualquier otro tipo de pantalla electrónica de visualización que se nos pueda ocurrir. Por ello, cuando en L'Oeil de la Photographie vi la serie Very Fast Trip de Michaël Massart, no pude menos que preguntarme si habrá algún tipo de mutuo conocimiento o reconocimiento entre ambos. Y desde luego, sobre las ironías y connotaciones de esta visión de nosotros mismos.
No es fotografía. Es pintura. Óleos sobre lienzo. Pero tienen un aspecto fotorrealista. Salvo porque la mascota, un perrillo que acompaña a su joven dueña, tiene un tamaño desproporcionado. Lo vi en Cross Connect Magazine, y el autor es Jeong Woojae.
Un aspecto también de irrealidad, y de serenidad tienen las fotografías en blanco y negro de la serie Pen 2002 de Shinya Ichikawa, y que podemos ver en Lensculture. Las fotografías están realizadas con una cámara Olympus Pen, cámaras de medio formato, es decir, que sobre película perforada de 35 mm obtiene negativos de 18 x 24 mm en lugar del estándar de 24 x 36 mm. La definición es menor como consecuencia del menor tamaño de la imagen, pero la cámara y sus ópticas son de buena calidad, invitan al formato vertical, y su relación de aspecto 4:3 es más armonioso que el excesivamente estirado 3:2 que nos impuso Oskar Barnack cuando ideó las primeras leicas. Y luego está el sabio uso del blanco y negro y de la selección de temas, en muchos casos en el ámbito de la naturaleza muerta y los objetos contidianos.
De mi panel de Tumblr, esta semana he extraído tres imágenes que han aparecido en La beauté de Pandora. Las tres en blanco y negro, muy distintas, pero muy sugerentes sobre las posibles historias que pueden tener detrás.
Siguiendo un poco con Tumblr, decir que esta semana me he suscrito a los blogs en esta plataforma de tres museos de arte moderno y contemporáneo que espero me aporten cosas interesantes:
LACMA (Los Angeles County Museum of Art): a este me he suscrito esta mañana mismo y aun tengo pendiente de explorar, pero me interesa su etiqueta #LACMAPlusYou, en el que integra al museo con sus visitantes.
Esta semana también viene interesante en lo que se refiere a las recomendaciones fotográficas, con algunos enlaces muy interesantes recopilados en los últimos siete días. No parece que el verano esté afectando negativamente a las noticias sobre fotógrafos y fotografías. O a lo mejor es que el verano favorece la celebración de festivales y exposiciones y hay más movimiento. No sé. Las fotografías acompañantes están tomadas cerca de Pozuelo de Aragón e intentan reflexionar sobre el deterioro paisajístico en el mundo actual. Unas instalaciones ganaderas, cuyo uso ya no se ajusta a las necesidades del mundo actual, pero que aportan valor estético al paisaje de la comarca, pero que poco a poco se van deteriorando, degradándose por lo tanto la estética del paisaje. Cuestiones que se valoran poco en este país. Podría poner más ejemplos...
Las fotografías, a lo largo del siglo XX, se han convertido con frecuencia en iconos de determinados momentos históricos, valores o movimientos. Pero a veces son como las armas de fuego, que las carga el diablo, y acaban volviéndose contra quien las pretenden utilizar. En The New Yorker nos hablan de una fotografía que se convirtió en un icono de las libertades haitianas. Estando la isla ocupada por ese "garante de las libertades" del mundo actual que son los Estados Unidos de América a principios del siglo XX, hubo movimientos de rebelión contra esta ocupación, que fueron duramente reprimidos por los norteamericanos. En 1919, asesinaron a uno de los cabecillas rebeldes, Charlemagne Péralte, y un fotógrafo de la infantería de marina yanqui tomó una imagen del cadáver que se difundió con el fin de que sirviese de lección a otros rebeldes. Pues bien, se convirtió en un icono de la libertad haitiana. Los militares yanquis crearon un mártir que espoleó a la lucha a otros haitianos. Y no aprenden, y siguen sorprendiéndose de la resistencia que muestran otros pueblos, y cómo sus acciones militares y las imágenes que de ellas se desprenden no sirven más que para espolear nuevos combatientes. Desgraciadamente, en muchos casos fanáticos religiosos que tampoco le hacen ningún bien al mundo.
Creo que en alguna ocasión he hablado por aquí de The Polaroid Kidd, sobrenombre que durante un tiempo recibió el fotógrafo que ya no se dedica a ello Mike Brodie, que se subía a los trenes de mercancías que atraviesan los Estados Unidos con su cámara y recogía sus vivencias y las de quienes se encontraba o le acompañaban. Pues en Lenscratch nos hablan de otro ejemplo similar. En esta ocasión con cierto misterio, puesto que Swampy, apodo del fotógrafo, permanece en el anonimato, aunque no deja de tener una galería que lo representa. También este fotógrafo recorre Norteamérica en la montaña rusa de los trenes que la atraviesan de norte a sur y de este a oeste, con incursiones en Méjico.
Existen estereotipos sobre cómo debemos ser. Y esto afecta más a las mujeres, que constantemente reciben un bombardeo sobre cómo debe ser su imagen, cuánto deben pesar, qué deben vestir, cómo deben actuar. Para contrarrestar este acúmulo de imágenes estandarizadas, la fotógrafa brasileña Luisa Dorr, en su trabajo Topography of Women que nos presentan en LensCulture, recoge retratos de mujeres que ha encontrado a lo largo de sus viajes por todo el mundo, mostrando la diversidad en formas, sentimientos e ideas que reina entre ellas. Sin renegar de conservar una cuidada estética y presentación en sus apacibles fotografías en color. No es la primera vez que Dorr aparece por estas páginas, siempre con interesantes reflexiones.
Hablemos un poco de las polaroids. Ya sabemos que basta que desaparecieran porque nadie las usaba para que de repente se hayan vuelto imprescindibles y todo el mundo las eche de menos. Y no dejan de recordárnoslo de diversas formas. En American Suburb X (ASX), por ejemplo, nos recuerdan la afición del japonés Nobuyoshi Araki por este medio. Como de costumbre con este autor, abstenerse timoratos y gentes sensibles a la desnudez o a la sexualidad.
Y en Mental Floss, via el boletín semanal de The Inspired Eye, nos cuentan la historia de una persona, un hombre, que durante más de 18 años, entre el 31 de marzo de 1979 y el 25 de octubre de 1997 tomó una polaroid cada día con una SX-70. El fotógrafo inicialmente misterioso fue Jamie Livingston, que murió prematuramente de cáncer a los 41 años. Dos amigos suyos, deseando homenajear la vida de Livingston crearon una página web con estas polaroids, que convierten este sitio en un lugar de notable interés documental.
El tema de los selfis da para mucho. Que si son peligrosos porque exponen a la gente a accidentes, especialmente si se ayudan del maldito paloselfi, que si son escandalosos, que si son superficiales, que si son algo distinto a la fotografía propiamente dicha, que si... No sé... En esta semana, en All Tech Considered, blog tecnológico de la NPR (radio pública estadounidense) le han dedicado dos entradas al fenómeno.
En el primero, reflexionan que yendo más allá de la imagen narcisística que pueden transmitir, puede haber algo más. Y hablan del "arte del selfi" desde dos puntos de vista. Por un lado, las numerosas aplicaciones móviles que permite mejorar la calidad estética y técnica de los selfis, ayudándonos a presentarnos de una forma menos cutre ante el mundo. Y también nos hablan de la artista digital Molly Soda que utiliza la estética del selfi para reflexionar sobre algunos valores contemporáneos, viendo el selfi como una reafirmación positiva de la persona que lo realiza.
En el segundo, consecuencia en parte del anterior, se reflexiona sobre lo que los selfis muestran sobre cada uno de nosotros, sobre la vanidad tras ellos, pero también su potencial valor artístico o de reafirmación personal, insistiendo en alguna de las opiniones del artículo anterior.
Están de moda los hallazgos casuales, fotografías estupendas de fotógrafos anónimos, independientemente de que se lleguen a conocer a posteriori o no, que son descubiertas y puestas a disposición del público. Ya he hablado antes de las polaroids de Jamie Livingston. En PetaPixel nos cuentan cómo la fotógrafa Meagan Abell encontro unas diapositivas de medio formato guardadas en fundas de plástico que mostraban una serie de paisajes con figuras femeninas, probablemente de los años 40 o 50, probablemente de alguna playa californiana, y que efectivamente están muy conseguidas estéticamente, aparte del valor del color de las emulsiones antiguas. Abell se ha lanzado a través de su página en Facebook a una campaña para saber dónde fueron tomadas las fotografías (eso parece que ya se sabe, en Dockweiler Beach, en el condado de Los Ángeles), quién fue el fotógrafo y quiénes fueron las elegantes modelos, dos mujeres que no dudaron en remojarse en las aguas del Pacífico durante la puesta de sol.