Como el domingo pasado dediqué el artículo de esta serie a los "cacharros" fotográficos presentados en la Photokina 2016, las recomendaciones de esta semana se han acumulado en las dos últimas semanas. Quizá de una forma un poco caótica, aunque les intentaré dar cierta estructura. En cualquier caso, a continuación el tablero de Pinterest que si se corresponde exclusivamente a la última semana, entre el 25 de septiembre y el 2 de octubre.
Las fotografías que van a acompañar la entrada de hoy son una prueba técnica que estuve haciendo hace unas semanas. Antaño nos decían que se podía forzar la película negativa en blanco y negro y la película diapositiva en color o en blanco y negro. Pero no la película negativa en color, porque aparecían alteraciones de los colores potencialmente desagradables. Con las emulsiones modernas, nos dicen que esto no es así.
Forzar una película consiste en aumentar el tiempo de revelado recomendado. Con eso se consigue, en primer lugar, aumentar el contraste. Por lo que puede ser adecuado en situaciones de luz muy plana. Pero con frecuencia se usa para fotografiar en condiciones de poca luz con película de sensibilidad insuficiente. Si una película de 400 ISO se utiliza con un índice de exposición 1600, subexposición de dos pasos, se puede aumentar el tiempo de revelado de modo que los tonos medios y las luces se sitúan en su lugar. Aunque las sombras sea difícil recuperarlas, porque donde no hay materia no puede obtenerse imagen. El otro efecto secundario es que el grano de la película se hace más grande y notorio.
El forzado lo he practicado ocasionalmente con película negativa en blanco y negro, pero nunca con negativos en color. Así que cogí un carrete de Kodak Portra 400 y lo puse en la Canon EOS 100 calzada con el EF 40/2,8 STM. Y me puse a hacer fotos. Estos son los resultados.
En cuestión de unos días salgo de viaje hacia extremo oriente. Ya os contaré. Quizá por eso en las recomendaciones de hoy hay varias que tienen que ver con esa región del mundo. En primer lugar, en L'Oeil de la Photographie, hace unos días nos mostraron tres artículos (1, 2 y 3) con fotografías de la revista Provoke, una revista que nació en los años sesenta como reacción a los cambios que se estaban produciendo en Japón en la posguerra. Revista contestataria que produjo algunos notables fotógrafos modernos japoneses con unos estilos propios muy interesantes, como Takuma Nakahira, Yutaka Takanashi, Daido Moriyama, Koji Taki o Yusuke Taki.... entre otros. También permitió mostrar el auge de la "performance" en aquel momento en el país nipón. Duró poco pero dejó legado.
En Clavoardiendo nos han hablado de otro fotógrafo japonés contemporáneo, Masao Yamamoto. Fotografía de pequeño tamaño con el minimalismo propio de la cultura japonesa aplicado tanto a paisajes, como retratos, como desnudos o bodegones. Está en una exposición en Avilés.... ay, me pilla un poco a desmano.
En L'Oeil de la Photographie nos han traído esta semana un par de artículos sobre Xiao Quan, fotógrafo chino que de alguna forma nos recuerda al esfuerzo de August Sander por retratar a la sociedad de su país. Si aquel fue la Alemania de entreguerras, este es la China, llena de contradicciones de la actualidad. En el primero de los artículos nos muestran los retratos de personas importantes en la cultura y las artes chinas actuales. En el segundo son las gentes comunes y diversas las que se hacen protagonistas. Ambos son interesantes. Y me gusta que haya humor en muchos de los retratos. Humor sano, en complicidad con los propios retratados.
Dejemos el extremo oriente. En Cultura Inquieta nos hablan de una serie de fotografías no publicadas y desconocidas de Dennis Hopper. El conocido actor fue también un notable fotógrafo. Y aquí lo tenemos con imágenes realizadas al vuelo, con cámaras de un solo uso, reveladas en tiendas normales y corrientes, lejos de los circuitos profesionales. Blanco y negro, con escenas propias de cualquiera que quiera conservar recuerdo de viajes, situaciones familiares, entre amigos,... pero reflejando también la cultura de ansia de libertad que marcó el final de los años 60. Hopper tuvo muchas cosas que decir a lo largo de su vida, y se supo expresar de muchas formas. Contrasta de todos modos ese ambiente de libertad y ausencia de represión de las fotografías de esa época con su evolución posterior a posturas derechistas y consevadoras en política.
Susan Meiselas es una fotógrafa de la agencia Magnum que sin duda ha mostrado a lo largo de su vida su compromiso social y político. En vísperas de las elecciones presidenciales norteamericanas, donde uno de los candidatos, el más conservador, está usando el racismo y la xenofobia para atraer el voto de los sectores más intolerantes de la sociedad norteamericana, la fotógrafa como nos cuentan en el propio blog de Magnum Photos ha realizado un reportaje de la ceremonia de naturalización masiva de 298 nuevos ciudadanos de Estados Unidos, celebrada en el emblemático lugar de la Isla de Ellis, por donde entraron muchísimos inmigrantes en el país. Porque es irónico usar el arma de la inmigración en un país donde la casi totalidad de los habitantes son hijos de inmigrantes. Los nativos fueron casi totalmente exterminados por estos.
Y siguiendo con Estados Unidos, se siguen produciendo situaciones de tensión social por las muertes violentas de ciudadanos afroamericanos por actuaciones de las fuerzas de policía, que cada vez desencadenan más protestas bajo el eslogan "Black Lives Matter". En Format Magazine nos hablaron hace unos días de las protestas que se desencadenaron en Charlotte, Carolina del Norte, y que fueron documentados por el fotógrafo Justin Smith, que dota a las fotografías de un aspecto formal que las emparenta con las fotografías que conocemos de la lucha por los derechos civiles en los años 50 y 60 del siglo XX. Muy serenas, y muy expresivas, con un uso magnífico del blanco y negro.
Ayer hablaba en una entrada vespertina de mi Cuaderno de Ruta del momento de envejecer visto desde el punto de vista del cine. En Cada día un fotógrafo nos hablaban hace unos días de la fotógrafa Jane Paradise, que también incide en su obra en el envejecimiento, especialmente el de las mujeres, a las que dota de un aire mixto de belleza y melancolía. Interesante como reflexión sobre el envejecimiento en las sociedades modernas.
Un poco de paisaje entre tanta reflexión social. En L'Oeil de la Photographie nos han hablado de los paisajes en blanco y negro de Michael Kahn, que me han recordado a los de uno de mis favoritos, Michael Kenna, nombres muy parecidos. Sus estilos tienen elementos comunes pero también diferenciadores. Con una preferencia de Kahn por los paisajes marinos y menos por las larguísimas exposiciones de Kenna. También gusta de trabajar con aparatos mecánicos de formato medio 6 x 6. Es decir, Hasselblad.
Creo que ha gustado mucho esta semana el artículo de Fernando Puche en DSLR Magazine titulado "La fotografía no es analógica ni digital", en la que nos anima a no clasificar las imágenes fotográficas por la tecnología del momento de la toma, sino a reflexionar sobre las características que les dan significado o sentimiento, las que las convierten en producto de la creatividad y en potenciales obras de arte. Trascendiendo los elementos tecnológicos.
Curiosamente, eso me ha recordado una iniciativa del Rochester Institute of Technology que se publicó hace unos días. Un grupo de fotógrafos se subió a una terraza con el fin de fotografiar en la ciudad de Rochester el emblemático edificio Kodak. Y utilizaron una diversidad de medios. Una cámara de gran formato se usó para exponer una placa de colodión húmedo de 28 x 35 cm. Dos cámaras de gran formato para película de gelatino-bromuro de 12 x 9 cm similares a las que hubiera usado George Eastman en la década de los años 80 del siglo XIX. Y cámaras para película moderna de formato 135, 120 y gran formato de 12 x 9 cm y 25 x 20 cm exponiendo película Kodak Portra 160. Dos cámaras digitales documentaron todo el proceso. La torre fue iluminada por un grupo de voluntarios a pie de calle que apuntaron con los flashes y diodos de sus teléfonos móviles, con linternas, o con flashes de mano al edificio durante unos cuantos minutos, mientras los fotógrafos realizaban su exposición. Muchas formas de hacerlo, un solo sujeto, una diversidad de visiones. Creo que tiene que ver con lo que cuenta Puche.
Esta semana, y sin que sirva de precedente, voy a hacer unas recomendaciones semanales distintas. En lugar de hablar de lo que realmente debería interesar a la mayoría de los fotógrafos, que es de otros fotógrafos y sus obras, que es de lo que intento hablar cada semana, voy a hablar de cacharros, chismes diversos, aparatos. Que es de lo que hablan habitualmente la mayor parte de los aficionados a la fotografía, como si eso realmente ayudase mucho a mejorar. Generalmente ayuda a mejorar la cuenta de resultados de los fabricantes de la industria fotográfica. No tengo claro que ayude mucho a los fotógrafos... especialmente a los aficionados. Los profesionales, supongo, ya saben qué y cuándo comprar. Supongo. O por lo menos algunos profesionales, que hoy en día hay muchos tipos de profesionales de la fotografía. Pero yo no lo soy, yo soy un aficionado a la fotografía, así que no me voy a meter en ese jardín.
Lo que sí que pondré, como de costumbre es el tablero de Pinterest con las fotos que me han llamado la atención esta semana. De lo más diverso.
En cuanto a las fotografías acompañante, con la llegada del otoño mejora notablemente la luz en la ciudad y sus alrededores. Y salir a pasear por la tarde se convierte en algo fotográficamente mucho más interesante. Por ejemplo, el miércoles salí con la modesta Pentax K-S1 y el treintañero SMC-A Pentax 100 mm 1:4 Macro. Y a eso me dediqué, al macro a orillas del Canal Imperial de Aragón.
Esta semana se ha celebrado la Photokina, feria de la fotografía que se celebra cada dos años, los años pares, en la ciudad alemana a orillas del Rin. Echemos un breve vistazo al aspecto que tiene la ciudad en esta época del año... aunque la fotografía tiene ya seis años.
Como consecuencia, esta semana ha estado plagada de nuevas noticias en el sector de los chismes fotográficos, aunque muchas de las novedades habían sido anunciadas de antemano, o filtradas, o como sea que sea... ya se conocía. Lo que ha permitido la feria es que una miríada de periodistas especializados (o seudoperiodistas en algunos casos), nos hayan estado contando sus sesudas y sabias impresiones. A la vez que nos permiten conocer cuales son "sus sesgos". Que en muchas ocasiones quieren decir qué marcas les untan más o menos por contar las excelencias de sus productos. Amiguitos... no os creáis todo lo que digan muchos de los "medios especializados" y blogueros sesudos. No todos nos cuentan cuando están en modo "publirreportaje". Los honestos, sí. Suelen poner en sus artículos o entradas blogueras aquello de "artículo patrocinado".
No voy a seguir un orden en especial. Iré comentando según me ha llamado la atención. Y quizá tengamos que empezar con algo que a priori diría que suena a anecdótico. De hecho, cuando unos días antes de la feria se filtró, comentó o adelantó que la prestigiosa marca alemana Leica nos presentaba como gran novedad la Leica Sofort, un cámara de fotografía instantánea a utilizar con los cartuchicos de película Fujifilm Instax Mini, algunos pensábamos que se trataba de una broma. Pero no. Dedicarse a mirar en Youtube las entrevistas a responsables de la marca intentando explicar por qué esto es un movimiento lógico dentro de la filosofía de la marca, no deja de ser una experiencia entre surrealista e hilarante. Para quien se conozca el paño, no hace falta discurrir mucho para percatarse que debajo de la Sofort reside una Fujifilm Instax Mini 90, despojada del concepto "neo classic" y con un diseño ad hoc. Lo que pagas por el punto rojo de Leica son unos 125 euros extra sobre lo que cuesta la Mini 90, para unas prestaciones muy similares. Cada cual sabrá si le sale a cuenta. Siempre me he atraído por la fotografía instantánea, pero ciertamente la Instax Mini me parece que da unas fotos excesivamente reducidas. Estamos hablando de una gama de tamaños dentro de lo que consideraríamos el formato medio. La película tiene una tamaño de 86 x 54 mm, para una tamaño de imagen de 62 x 46 mm. Un poco más grande que los tradicionales negativos de 6 x 4,5. Para entrar en lo que podría acercarse al gran formato tendríamos que buscar un modelo compatible con la película Instax Wide, que para un tamaño de pelicula de 108 x 86 mm ofrece un tamaño de imagen de 99 x 62 mm. Aún por debajo del tradicional 12 x 9 cm que es el tamaño mínimo de las cámara de gran formato. Pero por lo menos, en superficie aprovechable se acerca a las antiguas polaroids cuadradas.
Curiosamente, Fuji nos ha anunciado que al año que viene, para la primavera, lanza una Instax Square. Tengo la sensación de que el tamaño es intermedio entre las dos anteriores. Si todas tienen una altura de 62 mm en el negativo, la Mini se queda en una anchura de 46 mm, la Square tendrá los 62 mm que justifican su nombre, y la Wide se extienden a los 99 mm. En cualquier caso, más pequeña esta "square" que las polaroids tradicionales cuyo aspecto imita. Quien quiera usar una cámara Polaroid tendrá que seguir muriendo al palo del Impossible Project. Su tercera generación de películas dicen que está muy mejorada, aunque los medios especializados siguen dándole palos por su floja calidad y por su precio excesivo. De todos modos, estaba pensando en probar esta tercera generación a la vuelta de mis próximas vacaciones en otoño.
El caso es que Fujifilm, que por mucho que intente hacer negocio con sus películas Instax tiene en estado de cabreo al mundo peliculero por sus frecuentes hachazos a sus gamas de películas tradicionales y sus incrementos de precio, ha sido una de las reinas de la fiesta. Adelantó sus renovaciones en la gama X unos meses, especialmente con el de la X-T2 y algunos objetivos, con el fin de que en esta feria todo el mundo hablase de su entrada en el formato medio digital con su gama GFX. Que veremos llegar dentro de unos meses. La nueva Fujifilm GFX se proclama heredera de la tradición de la marca en formato medio. Yo tengo una Fujifilm GS645S Professional Wide 60 que me divierte mucho, y que ofrece la posibilidad de hacer buenas fotografías. Os dejo aquí un pequeño ejemplo de sus capacidades.
No estoy yo muy de acuerdo con el pedigrí de la cámara. Partiendo del sensor de imagen Sony de 50 megapíxeles que equipa buena parte de las ofertas de formato medio digital con un tamaño físico muy ligeramente por debajo del 44 x 33 mm, lo cual deja una diagonal de 55 mm (esta sería la focal estándar, más o menos x1,25 la del formato 24 x 36 mm conocido como "full frame"). Si consideramos como formato medio todo aquello que sea más grande que el antiguo formato pequeño o miniatura, hoy día conocido como "full frame",... pues es formato medio. Pero es considerablemente más pequeño que el formato medio tradicional de película. Su tamaño físico es 2/3 partes del "modesto" 6x4,5 y apenas la mitad que el 6x6. No te quiero contar ya si lo comparas con el 6x7, 6x8 o 6x9. Y es un 68% más grande que el "full frame"... Se queda por lo tanto en tierra de nadie. Lo cual incide en la estética de la fotografía, independientemente de los megapíxeles que lleve.
En cualquier caso, pretende ser un sistema modular complejo, con todo tipo de complementos. Aunque hay quien pretende ponerlo a competir con la Hasselblad X1D, por aquello de que nos son cámaras réflex, en realidad creo que su intención es más la de competir por precio con los sistemas más completos de Pentax, Phase One o Hasselblad. Con un tamaño más compacto, más ligera y mucho más bonita, la X1D sería más heredera de las antiguas Fujifilm de formato medio que esta GFX.
Eso sí. Fujifilm viene fabricando las ópticas de Hasselblad desde que abandonó el sistema V y se pasó al sistema H. Así que saber hacer en este campo tiene de sobras.
Han acaparado muchos titulares la renovaciones dentro de las marcas fieles al formato Micro Cuatro Tercios (que resumiremos como MFT siguiendo sus siglas en en inglés). Tanto Olympus como Panasonic han anunciado la renovación en pocos meses de sus buques insignias, por lo que veremos pronto una OM-D E-M1 Mark II y una GH5. Como de costumbre, esta última muy centrada en el mundo del vídeo. Quizá por ello, la también G80/G85 (según la parte del mundo dónde se venda), más orientada a la foto fija, ha recibido algunas mejoras en la construcción para subirla algún peldaño dentro de la gama de Panasonic.
Ambas marcas han anunciado también una diversidad de objetivos que se suponen de calidad elevada, como viene sucediendo como ambas marcas. Aunque tienen que luchar a brazo partido dentro del mundo de la fotografía por ir comiéndoles terreno a las réflex de Canon y Nikon, que han estado bastante anodinas en esta feria, os recuerdo que yo suelo usar cámaras MFT especialmente para los viajes o para llevarlas constantemente encima, por su buen compromiso de calidad y portabilidad. Son ligeras, abultan muy poco y ofrecen una calidad razonable. A pesar de que el tamaño de su sensor sea cuatro veces más pequeño que el del fotograma de 24 x 36 mm a mí me parecen mucho más herederas de las réflex y telemétricas de tamaño contenido de este formato de película de hace unas décadas, que las digitales "full frame", cuyos cuerpos y objetivos han sufrido unos procesos de engorde que las hacen pesadas y más propias de utilizaciones especiales que compañeras para toda situación como lo pueden ser las MFT.
Que conste que Canon ha introducido en la Photokina una sin espejo, la M5 que dicen que está bien. Pues vale. El problema es que Canon y Nikon, que dominan todavía el mercado, se han convertido en las marcas conservadoras, cuya novedades aburren a las ovejas.
No comentaré mucho la gran novedad de Sony, que se ha ido a su buque insignia en su gama de réflex de espejo fijo, con un A99 II, que particularmente creo que debe ser una cámara estupenda, extremadamente capaz, pero por lo demás un aburrimiento, en una gama que muchos daban por finiquitada, aunque parece que no.
Como ya decía, Canon y Nikon llevan su propia marcha y no anuncia grandes novedades en Photokina. Por ello, dentro de lo que es los anuncios más interesantes, sólo queda hablar del mundo de las ópticas. Los objetivos son tan importantes o más que las cámaras a la hora de obtener una buena fotografía en términos de calidad intrínseca. Sin embargo, entre los aficionados esto no acaba de comprenderse. En estos momentos se están fabricando cámaras para el sector de aficionados con sensores de 20-24 megapíxeles. El mundo del "full format" más avanzado está ya en los 24-30 megapíxeles y de ahí para arriba. Pero mucha gente se ve por ahí con ópticas de kit o económicas que hacen que sus resultados no sean mejores en calidad intrínseca que si sus cámaras estuviesen entre los 10-15 megapíxeles. Ahí van un montón de información sin aprovechar. Es cierto que conozco a poquísima gente que haga copias en tamaños interesantes de sus fotografías. En realidad, para el 90 y muchos por ciento de los aficionados, podríamos seguir con cámaras entre los 6 y los 10 megapíxeles y no se notaría la diferencia. Pero tenemos marcas que intentan ofrecer objetivos capaces de aprovechar la información que pueden recoger los sensores de imagen modernos a precios si no baratos al menos más racionales que los carísimos de las marcas más prestigiosas. Tamron no ha anunciado grandes cosas, pero Sigma sí. Y Samyang también. Sería muy prolijo detallarlas aquí, pero sugiero que investiguéis un poco. Es interesante. Pero también voy a decir algo... si alguien me pregunta por el nuevo 100/2 de Yongnuo... de antemano le digo que por 160 euros no se puede obtener la misma calidad que por 400 euros o que por 1200 euros. Imposible. Ni aun con el trabajo semiesclavo de los obreros chinos.
Y aqui viene de nuevo mi defensa de sistemas como el MFT (recuerdo, el micro cuatro tercios), que permite objetivos más compactos y precios más razonables. Especialmente en algunas focales fijas, adecuadas para las cámaras para las que se fabrican que tienen resoluciones máximas de 16 a 20 megapíxeles, de sobra para la mayor parte de los aficionados y para muchos profesionales. Si las cámaras no son de las más baratas. Con los objetivos mejora mucho el balance financiero final. Y no, ya sé que no se consiguen profundidades de campo tan reducidas como con una "full format"... pero una de estas objetivas usada a f/4 da una calidad estupenda para un montón de aplicaciones. Y la mayor parte de las fotografías de los clásicos de la fotografía que se han hecho famosas, salvo que hubiera poca luz se hicieron a f/8. Que en profundidad de campo en el mundo del formato completo es el equivalente al f/4 en las MFT.
No pretendo convencer a nadie de comprar nada en especial, pero de verdad... tampoco hay que cerrarse a no comprar lo que compra la mayoría. Hay que usar aquello con lo que uno se sienta cómodo.
En esta mañana de domingo, me encuentro con una buena noticia y una mala noticia. La buena noticia es que desde hace un par de días tenemos nuevo álbum de Madeleine Peyroux, titulado Secular Hymns, y que por lo tanto llevo un rato ya disfrutando de la voz de la nortemericana de nombre con resonancias tan francesas. Todavía no tengo una opinión definida sobre el nuevo trabajo de la "georgiana", pero de momento aquí estoy tan feliz. La mala noticia es que por motivos que desconozco me he puesto morado de reservar artículos sobre fotografía para repasar hoy domingo, y estoy un poquito sobrepasado. Voy a tener que hacer una primera escabechina antes de centrarme en los que me parecen más interesantes. Pero no sé si podré sacar el artículo por la mañana, o tendrá que esperar a la tarde. Ya se verá. De momento, os pongo el tablero de Pinterest de la semana.
En primer lugar decir que en Proyecto FC (Fotografía Creativa) destacaban que el premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2016 había ido a parar al fotógrafo James Nachtwey. Citando una entrada de Periodismo en vena, en la que podemos ver algunas de las fotografías más destacadas del fotógrafo, siempre me ha impresionado mucho los machetazos de la guerra civil en Ruanda, a mí me parece que los siempre caprichosos jurados de este tipo de premios han estado acertados en esta ocasión, premiando a uno de los testigos de excepción de lo que no funciona bien en el mundo en las últimas cuatro décadas.
Si estuviésemos en Berlín, como nos cuentan en L'Oeil de la Photographie, podríamos acercarnos a contemplar una exposición de Berenice Abbott, una de las fotógrafas que más hizo por definir un lenguaje propio para la fotografía, distinto de otras artes visuales, en las primeras décadas del siglo XX. Un personaje fundamental en la historia de la fotografía, sobre el cual hay que volver de vez en cuando.
La fotografía de moda no suele ser lo mío, no es el género que más me atrae. Sin embargo hay fotógrafos de moda que son referencia en la historia de la fotografía por derecho propio. Como nos proponen en SMBH Mag, uno de ellos es Herb Ritts. Probablemente, porque con sus planteamientos trasciende en numerosas ocasiones el género en el que han elaborado su prestigio. En este caso, debemos agradecerle por sus retratos y desnudos, llenos de elegancia conceptual y estética.
Uno de los fotógrafos españoles más discretos, pero que atesora una gran calidad, es Juan Manuel Castro Prieto. Nos hablan de él en Clavoardiendo a propósito de la presentación de su trabajo Cespedosa. Castro Prieto muchas veces es más recordado por ser uno de los mejores positivadores que se pueden encontrar, ampliando las fotografías en blanco y negro de algunos de los grandes del panorama fotográfico nacional. Pero también tiene muchas cosas que decir por sí mismo, y en esta ocasión tira de memorias para profundizar en su raíces en un pueblo de la provincia de Salamanca. De pasar por Madrid con tiempo suficiente en las próximas semanas convendría acercarse a ver este trabajo.
Como siempre, hemos ido más o menos de más atrás a más adelante en el tiempo. Más o menos. Ahora ya nos introducimos plenamente en propuestas contemporáneas. Como la de Dina Litovsky recorriendo la noche del Meatpacking District de Manhattan, donde se concentra una buena parte del ambiente nocturno de la ciudad, especialmente entre los más jovenes. Una reflexión sobre los actuales ritos de integración social y seducción en un entorno urbano, especialmente centrado en las códigos de conducta de las chicas, quizá más sometidas a presión que los varones. Viendo las fotografías, a veces me sorprendo cómo los enormes esfuerzos de personalización en el arreglo personal lleva a los adolescentes más mayores y los adultos más jóvenes a parecer todos iguales. Nos lo contaban en Feature Shoot.
En varios sitios, yo he elegido el artículo de Clavoardiendo, ha aparecido el trabajo de Pachi Santiago, Copyng Claudia, en el que el artista ha ido reproduciendo en su persona algunas de las fotografías e imágenes más conocidas y representativas de la modelo alemana Claudia Schiffer. A medio camino entre el apropiacionismo, el homenaje, la fotografía, el collage y el arte conceptual, nos proporciona una potente reflexión sobre el concepto de imagen personal, y sobre lo que es la personalidad propia y la inventada.
Sigo desde hace tiempo a Susan Burnstine como redactora en la revista inglesa Black and White Photography Magazine. Pero ella es fotógrafa en sí misma, fundamentalmente en blanco y negro, con una gran peculiaridad. Sus fotografías parten de su realización con cámaras de baja calidad, tipo Holga o similares, o de cámaras fabricadas por ella misma, con el fin de obtener imágenes muy expresivas aunque sacrifiquen la calidad intrínseca de la imagen, que no la estética o conceptual. Especialmente dedicada al paisaje urbano, sus fotografías son fácilmente reconocibles. Nos la han recordado en Lenscratch, a propósito de la publicación de su último libro.
Surgieron durante la guerra fría una serie de ciudades en la Unión Soviética, fundamentalmente en la inmensidad siberiana, que no existían oficialmente. Las direcciones de sus empresas, negocios o habitantes eran códigos postales de otras ciudades más o menos cercanas, aunque estas ciudades "inexistentes" se encontraban muy aisladas. En ellas se llevaban a cabo proyectos de investigación o militares de alto secreto, que hacían que fueran muy cuidadas por el régimen, por lo que sus habitantes no vivían mal. Más de 20 años después de la caída de la Unión Soviética, aunque ya no sean un secreto, algunas de ellas mantienen su estatus de excepcionalidad. El fotógrafo Sergey Novikov, como nos cuentan en FK Magazine, ha realizado un trabajo de investigación para poner en imágenes la realidad de estas ciudades cerradas.
Finalmente, una serie de artículo en los que se reflexiona sobre la naturaleza de la fotografía. El primero de ellos un documental de RTVE que hace tres años nos hablaba de Joan Fontcuberta, que además de fotógrafo es teórico de la misma. A ver si lo puedo poner aquí enlazado para que lo podáis ver.
Tino Soriano, también fotógrafo especializado en viajes, nos ha hecho una reflexión sobre la transformación de la fotografía en una especie de fast food visual. Al mismo tiempo que desvirtúa el medio, que ve sufrir agresiones como la que ya comentamos la semana pasada en Facebook.
Y con menos dramatismo, para terminar relajadamente, en su blog Visual Science Lab, Kirk Turk nos habla de que no necesariamente las fotografías técnicamente imperfectas lo son realmente desde el punto de vista del interés fotografíco, sea documental o estético. La perfección técnica en fotografía no es necesariamente una exigencia fuera determinadas aplicaciones comerciales muy definidas. Aunque son muchos los fotógrafos aficionados o profesionales que dan una excesiva revelancia a las mediciones "científicas" a la hora de valorar los nuevos chismes fotográficos, sin pensar que es más importante su capacidad de adaptarse a la tarea que nos llevemos entre manos.
Es 11 de septiembre, hoy hace exactamente 15 años de los atentados con aeroplanos contra el World Trade Center de Nueva York, y dado que los aniversarios que terminan en 5 o en 0 se suelen vivir como especiales por esas cosas que tiene el haber adoptado un sistema decimal de numeración, tan apenas he encontrado referencias al tema en lo que llevo de mañana. Me ha extrañado. Pero bueno... hay otras cosas que comentar. En el ámbito de la fotografía, como casi todos los domingos. Empezando por mostrar mi tablero semanal de fotografías en Pinterest.
En lo que se refiere a las fotografías acompañantes, como lo poco que he fotografiado esta semana tiene que ver con cuestiones que no toca poner por aquí, he echado la vista atrás. Más de 5 años atrás, a principios del 2011, para rescatar o revisitar una de las áreas naturales del entorno de la ciudad de Zaragoza, el soto de Cantalobos. En tiempos en los que me llevaba con las pesadas réflex mejor que ahora... Lo cierto es que la Canon EOS 5D Mark II, ahora ya considerada un dinosaurio, siempre ha sido una cámara muy capaz...
La actualidad de la semana en el mundo de la fotografía ha venido marcada por la carta abierta que el editor jefe del Aftenposten nortuego dirigió a Mark Zuckerberg, el poderoso mandamás del emporio Facebook. La política de las redes sociales respecto al desnudo o el erotismo son diversas, pero está claro que las que están bajo el mandato de Zuckerberg (Facebook e Instagram entre las más destacadas), se han caracterizado siempre por su puritanismo, y por su deseo de protegernos a los usuarios del pecado de la lujuria o del escándalo de un pezón a la vista u otras partes de la anatomía humana. Independientemente de si os usuarios desean ser protegidos... actitud claramente autoritaria. Lo normal es que, como sucede en otras redes sociales, se etiqueten las fotografías como de desnudo, o de violencia extrema, u otras cuestiones que dividan a la sociedad, y que sea el usuario a través de sus preferencias o sus decisiones quien opte por ver o no ver el contenido así etiquetado. Eso es una opción de libertad y democracia. La cuestión es que los sistemas de censura de Zuckerberg no distinguen una oferta de servicios de prostitutas o pornografía, que si no contienen desnudos pueden colarse sin muchos problemas en los grupos temáticos de lo más diversos, de una obra de arte o de una información importante. La carta del editor de Aftenposten fue debida a que censuraron la fotografía de la "Niña del Napalm", icónica fotografía de Nick Ut en la guerra del Vietnam que denunciaba las afecciones a la población civil por parte de las acciones indiscriminadas de los militares estadounidenses o survietnamitas, y que mereció la concesión de un premio Pulitzer. Pero ha habido otras situaciones similares en el pasado, y supongo que las seguirá habiendo, dado el carácter puritano e hipócrita de la moral norteamericana y de muchos grupos políticos, religiosos o sociales de carácter conservador que en estos momentos parecen dominar amplios sectores de los medios. Ante la oleada de protestas y la mala publicidad que ha recibido Zuckerberg y su gente, han permitido la publicación de la foto y han dado promesas vagas sobre cómo se comportarán en un futuro... Nada garantiza una auténtica libertad de los ciudadanos y usuarios de los servicios. Son malos, muy malos tiempos para la libertad de información.
Yo no conocía la obra del fotógrafo suizo René Groebli. Pero fue sorprendentemente en un blog dedicado al "fetichismo" sobre los aparatos fotográficos, Camerafilia, donde hace unos días comenzaron a publicar una serie de entradas dedicadas a este autor. Y me encantaron. Y decidí conocer su obra, que me parece de lo más recomendable, se mueva entre los paisajes de la Irlanda rural, o entre las más cosmopolitas ciudades del mundo. Fundamentalmente en blanco y negro, excelente, también tiene obra en color, también muy destacable. Recomendación especial de esta semana. Como no están etiquetadas, las fotografías que publicaron en Camerafilia hay que buscarlas en su archivo en el día 4 de septiembre de 2016.
En el país vecino se está celebrando la edición de 2016 de Visa pour l'image, en la casi fronteriza ciudad de Perpiñán, festival documental de referencia para el fotoperiodismo y la fotografía documental. Es diversa la oferta de exposiciones que pueden ser interesantes, pero yo me voy a centrar en dos.
En la primera, como nos cuentan en L'Oeil de la Photographie, el fotógrafo brasileño Felipe Dana nos transmite en imágenes las consecuencias que produce la infección del virus Zika. Infección que no sería especialmente alarmante si no fuera porque se ha asociado con malformaciones congénitas de los fetos y recién nacidos de madres infectadas durante la gestación. Pero por supuesto, más allá de que la noticia sea más o menos carnaza para la prensa, y más si el virus se ha puesto de moda por sus brotes en Brasil en vísperas de los Juegos Olímpicos, la cuestión es que detrás de ella hay personas afectadas, que además suelen tratarse de familias muy empobrecidas. Y creo que esto es lo que Dana pone de manifiesta, además de contar la historia general, con su reportaje sobre las consecuencias de la enfermedad.
El otro reportaje que también me ha llamado la atención, también mostrado por L'Oeil de la Photographie, es el de Catalina Martin-Chico, fotógrafa establecida en Francia de origen español, sobre las poblaciones nómadas en Irán. A los gobiernos no les gusta la gente que va de aquí para allá a su aire. A los gobiernos, de todo tipo, les gusta saber dónde están sus ciudadanos/súbditos para poder controlarlos. Tradicionalmente, en Europa, las etnias nómadas por excelencia han pertenecido al pueblo gitano, o como se está poniendo de moda en la actualidad, los rom o romaní. Y por supuesto, han sido en muchas ocasiones discriminadas tanto a nivel legal y político como por la presión social de comunidades mucho más intolerantes de lo que están dispuestas a reconocer. En este país, España, no deja de utilizarse el apelativo "gitano" para toda aquella persona que, independientemente de la etnia a la que pertenezca, sea marrullero y poco fiable en la forma de conducir sus negocios. Esta a la orden del día esta práctica lingüística, incluso en personas que presumen de progresía y tolerancia. No faltan tampoco los fotógrafos que denuncian estos hechos. Pero Martin-Chico ha echado su mirada en un país en el que, además de tener también su minoría de pueblos nómadas, sufre una dictadura teocrática, que busca imponer a la fuerza unos estilos de vida unificados y monótonos, como toda concepción política de inspiración religiosa. Se trata de Irán, y las fotografías de Martin-Chico me han parecido llenas de calidez y empatía hacia estas personas que llevan una dura vida.
Fue muy curiosa la selección de ayer en L'Oeil de la Photographie sobre los porfolios de los lectores. Varios de ellos estaban basados en el apropiacionismo de imágenes fotográficas o de vídeo, para con un mayor o menor grado de descontextualización o de crítica, plantear nuevos significados o denuncias. Me llamó entre ellos la atención de la serie de Robert Hirsch, realizadas sobre la base de antiguas fotografías de niños franceses de religión judía que fueron asesinados durante la Segunda Guerra Mundial por los alemanes, con la colaboración necesaria de la gendarmería francesa del gobierno de Vichy. Se calculan 11 000 niños detenidos por los gendarmes franceses, deportados desde Francia a los campos de concentración y exterminio alemanes, y la supervivencia de no más de 300 de ellos al final de la guerra. Sí, creo que el trabajo de Hirsch merece la pena. Muchas veces los gobiernos procuran nos ser claros con las responsabilidades. Yo he utilizado las expresiones "gendarmes franceses" o "asesinados por los alemanes", cuando "lo políticamente correcto" parece ser, según compruebo en muchas ocasiones, decir "régimen de Vichy" o "asesinados por los nazis". Como si no tuviesen nacionalidad u origen histórico y social ese "régimen de Vichy" o esos "nazis". Por otra parte, son los expresiones que usa el artículo de L'Oeil de la Photographie, que considero un medio serio y ecuánime.
Ya he comentado alguna vez que sigo algunos blogs o medios de información en internet que pertenecen a marcas de equipamiento fotográfico, o que son promovidos o patrocinados por ellas. Lo que allí sale puede tener cierto interés desde diversos puntos de vista, pero pocas veces llega hasta estas recomendaciones por el evidente sesgo que estas noticias suelen llevar. Al fin y al cabo, existen para mayor gloria de unas marcas que hacen algunas cosas bien, pero otras veces... pues no. Uno de ellos es The Leica Camera Blog, cuyos titulares hacía tiempo que no aparecían en mi agregador de noticias, pero que de repente el viernes pasado aparecieron varias decenas. Bueno,... aparecían los trabajos de una diversidad de fotógrafos, todos ellos trabajando con cámaras Leica, más o menos míticas. El caso es que algunos de ellos son interesantes independientemente del material con el que hagan sus fotografías. Tres ejemplos:
La reflexión sobre la soledad que nos ofrece el fotógrafo chino Wang Liuyang (está en chino, lo siento), con una fotografía en blanco y negro minimalista, muy serena, pero al mismo tiempo muy expresiva (que no es lo mismo que expresionista, diferencias entre dos términos muy parecidos provocaron un debate muy encendido mientras tomábamos unos chismes después de ver una película de cine).
Son muchos los fotógrafos que han echado su mirada hacia la región afectada por el desastre de Fukushima, que hoy en día permanece como un lugar fantasma. Pero también hay personas, granjeros muchos de ellos, que cotidianamente sufren las consecuencias, con 100 000 personas desplazadas. Por la forma en que refleja esto, me ha atraído el trabajo del japonés Soichiro Koriyama.
El año pasado, en el puente de Todos los Santos, tuve la ocasión de participar en un interesante taller de fotografía con cámara de gran formato, como ya comenté en su momento. Desde entonces intento estar al tanto del trabajo de uno de los fotógrafos que impartieron el taller, Faustí Llucià, que desde mi punto de vista es de una visión y una riqueza conceptual notables. Y con hallazgos estéticos no menos notables. No recuerdo en qué la cuenta de quien de Facebook apareció el enlace a un artículo del blog de Julio César Abad Vidal en el que se hacía un repaso a la obra de Llucià, que puede servir muy bien como introducción a la misma, por lo que me parece conveniente ponerlo aquí.
Para finalizar, un artículo La Tribu de Frida, al que llegué también mediante un enlace publicado en alguna de cuenta de Twitter o Facebook que no recuerdo, nos propone conocer la obra de doce fotógrafas jóvenes españolas. Realmente jóvenes por lo que deduzco. De estilos diversos. Algunos siguen las fórmulas que están de moda en determinadas plataformas de socialización de la obra fotográfica, y están peligrosamente cercanas al cliché... ¿Cuantas caperucitas rojas o variantes del tema de la muerte de Ofelia en bosques y torrentes neblinosos no se habrán publicado a estas alturas en 500px? Pero hay otras, como la mirada a la sociedad que le rodea de Laura Carrascosa Vela, o los retratos de Virginia Rota (su serie Saudade ha aparecido por PHotoEspaña este año), entre otras, que me han parecido más interesantes y personales. De todos modos, como para gustos los colores, que cada cual siga el enlace del principio de este párrafo y decida por sí mismo.
En una semana en la que las noticias en el mundo de la fotografía han estado dominadas por el fallecimiento de Marc Riboud (1923 - 2016), ya nonagenario, no han faltado otras noticias o propuestas interesantes de las cuales he seleccionado aquellas que más me han llamado la atención, como de costumbre. Empezaremos, también como de costumbre, por revisar el tablero en Pinterest de la semana.
Durante mucho tiempo me he considerado un fotógrafo aficionado que se encontraba cómodo usando focales entre los 40 y 60 mm. Los objetivos estándar por excelencia, complementados con los teles cortos, a ser posible con ciertas posibilidades de fotografía de aproximación, más que macrofotografía. Sin embargo, en los últimos años vengo observando que mis focales de preferencia están disminuyendo, y en estos momentos se encuentran entre los 24 y los 40 mm. Los grandes angulares moderados, también complementados con teles cortos, como antes comentaba. Las longitudes focales a las que me refiero son las que corresponden al formato tradicional de 24 x 36 mm. En caso de utilizar otros formatos, pues las equivalentes. Por ejemplo, como uso con frecuenta cámaras micro cuatro tercios, las focales entre los 12 y los 20 mm. En Islandia utilicé la Olympus mju-II con película en blanco y negro. Y comprobé que un 35 mm no es necesariamente un objetivo demasiado largo para paisaje. Los paisajistas con frecuencia usan focales más cortas. Incluso mucho más cortas. Pero yo quedé contento. Suponiendo que en estos momentos el 35 mm se haya convertido en mi focal preferida, estos días atrás he llevado preferentemente conmigo la Leica ME con el Zeiss C-Biogon 35/2,8 T*. Ayer mismo los estuve usando para paisajes en los Pinares de Venecia de Zaragoza. De hay proceden las fotografías acompañantes de esta semana.
Como decía, la actualidad fotográfica ha estado marcada por el fallecimiento del ya nonagenario fotógrafo francés Marc Riboud. Francés, pero universal por vocación. Podemos considerarlo como uno de los testigos preferenciales, y más sensibles, de los principales acontecimientos históricos de la segunda mitad del siglo XX, con un alto nivel de compromiso personal. La primera noticia la recibí en el tumblelog Lightbox de la revista Time. Donde, cómo no, era ilustrada por la fotografía de "La fille à la fleur", la joven manifestante de 17 años que afronta una fila de soldados que la apuntan con sus bayonetas "armada" con una margarita en sus manos, para hacerles llegar su mensaje de paz. Pero no tardaron en llegar noticias desde diversos medios entre los cuales no podía faltar Magnum Photos, agencia de la que era miembro, L'Oeil de la Photographie, uno de los principales medios franceses en línea sobre fotografía, DigitalRev, que dejaron de hablar de chismes por un rato para hablar de fotografía, "sin que sirva de precedente",... Curiosamente, los medios nacionales especializados no parecieron muy interesados por el asunto... ¡¡¡??? Finalmente, aunque "La fille à la fleur" es su fotografía más conocida e icónica, siempre me he quedado prendado de su retrato de la actriz china Gong Li en 1993, que apareció en el tumblelog de Wyoh, un blog dedicado más al desnudo que otra cosa, pero que creo que supo tener una personalidad propia a la hora de elegir un par de fotos para homenajear a Riboud.
Entrando ya en la rutina de la recomendaciones semanales, comenzaremos por los más históricos de los fotógrafos. En la revista en línea South x Southeast, que recoge la cultura fotográfica del sur y sureste de los Estados Unidos, dedican un artículo a las mujeres nativas americanas y a sus creatividad, a través de la mirada y las fotografías de Edward S. Curtis. Curtis dedicó buena parte de su trabajo en las primeras décadas del siglo XX a inmortalizar la cultura evanescente de los nativos americanos. Muchos han alabado su trabajo, aunque otros le acusaron de incidir en los tópicos y en imágenes de estas culturas que ya no eran reales en esa época. Por ejemplo, los jefes indios con galas de guerreros en un momento en el que ya habían terminado por completo los conflictos armados entre los invasores europeos y los nativos norteamericanos. Quizá para desmentir esta crítica, tenemos estas fotografías que se centran en las mujeres, tradicionalmente ignoradas, en su artesanía, en sus obras artísticas, en su estética. Me parece una buena iniciativa.
Desde DSLR Magazine, unos de los medios españoles que parecen haber olvidado a Riboud, nos hablan sin embargo de una interesante fotógrafa alemana, de corta carrera, sólo estuvo en activo en los años 30, y que tuvo una fuerte actividad contra el nazismo. Se trata de Marianne Breslauer, creo que fue una elegante retratista, y que su obra merece la pena ser conocida.
Entramos ahora ya en el ámbito de propuestas contemporáneas, de distinta naturaleza. La denominada depresión endógena es una enfermedad mental de carácter grave, que produce importantes alteraciones en la persona que la padece y en su entorno familiar y social. En Feature Shoot nos hablan de cómo Maureen Drennan lidia con la enfermedad de su esposo a través de su trabajo como fotógrafa en la serie The Sea That Surrounds Us. La fotógrafa combina retratos de su marido o fotografías de él en su ambiente, en su hogar, con paisajes de la costa en la que ella pasó su infancia y que la representan a sí misma en la relación.
Uno de los blogs que sigo a través del lector de Wordpress, Proyecto FC, me traslada a la entrada que dedican en MekishikoShity a la fotógrafa y videoartista japonesa Miwa Yanagi. Esta fotógrafa mantiene a lo largo de su obra una continua reflexión sobre la concepción de la identidad femenina a través de diversas series de fotografía conceptual, que van desde la dedicada a las ascensoristas, a sus reinterpretaciones de los cuentos de hadas, mucho más crudas que las versiones infantiles que nos llegan en la actualidad, o a través de la imaginación de lo que serán muchas jóvenes de hoy en día cuando tengan 50 años.
Como nos cuentan SMBH Mag, otra fotógrafa que también está trabajando intensamente en representar la identidad femenina de las mujeres contemporáneas, especialmente las jóvenes, es la china Luo Yang. Trabajando con calma, a través de la fotografía en color con película tradicional, documenta la sexualidad, la actitud y el papel en la sociedad de jóvenes chinas, una generación que está cambiando a marchas forzadas los valores de las generaciones anteriores, incluso de una forma mucho más potente que sus coetáneos masculinos.
También desde SMBH Mag, nos hablan de la serie Getting Lost de Delaney Allen. Una serie de paisajes recogidos de las amplitudes del oeste de los Estados Unidos, en los que se quiere reflejar la sensación de soledad y de sentirse perdido del individuo, junto con una serie de fotografías de estudio de objetos, espejos y otros detalles, que quieren simbolizar este sentido de soledad. Particularmente, son los paisajes los que han llamado mi atención.
Esta semana he estado explorando también una revista en línea lituana que se escribe también en inglés, y que va presentando la obra de diversos fotógrafos y otros artistas virtuales contemporáneos, muchos de ellos poco conocidos por su juventud y por pertenecer a la escena artística de la Europa del Este. Se trata de FK Magazine, y destacaré algunos de los trabajos que me han llamado la atención.
Porfolio dedicado a Mariya Kozhanova, fotógrafa rusa de Kaliningrado que documenta el fenómeno del cosplay entre las jóvenes rusas de esta ciudad, en la que se mezclan las herencias culturales soviéticas y alemanas y en la que esta manifestación de la cultura japonesa sirve para poner en cuestión la identidad de esta generación.
Porfolio dedicado a Anastasiya Lazurenko, fotógrafa ucraniana que lidia con el fenómeno de la anorexia y de la imagen, la sexualidad y la intimidad de las mujeres que padecen esta enfermedad.
Porfolio dedicado a Igor Trepeshchenok, fotógrafo letón que se fija en una población costera del Báltico, que dependió durante décadas de una industria metalúrgica que se ha venido a pique en la sociedad postindustrial actual, dejando una sociedad y especialmente una juventud sin futuro y desnortada, como está pasando en muchas otras partes de Europa.
Me ha llamado especialmente un porfolio de la fotógrafa rusa Katia Repina. Con frecuencia, fotógrafos occidentales ponen su mirada en el negocio del sexo relacionado con las chicas y mujeres jóvenes de los países del este, tanto en lo que se refiere al comercio de mujeres como trabajadoras sexuales forzadas u otras variantes de la industria del sexo, como la pornografía. Pero en este caso es una fotógrafa rusa la que se fija en la vida de una actriz pornográfica española, haciendo hincapié en el hecho de que no es una trabajadora forzada que tampoco ha llegado a esta industria empujada por la necesidad, sino por voluntad propia.
También me ha parecido curioso el porfolio y entrevista dedicado a Natasha Caruana, fotógrafa inglesa basada en Londres, que habiendo mantenido una relación con un hombre casado, ha trabajado con la imagen, la vida o las historias de esas mujeres que son consideradas "la otra", fotografiando mujeres que se han encontrado o se encuentran en la misma situación, reflejando los aspectos de secreto y riesgo en estas relaciones. Tiene otra serie, tomada subrepticiamente con una cámara desechable, dedicada al "hombre casado e infiel", que lógicamente es complementaria. Fotógrafa que es capaz de usar desde este sencillo material hasta una cámara de gran formato para un mismo tema, adaptándose a las circunstancias del momento.
Por último, como los temas tratados en las recomendaciones de esta semana han sido bastante profundo, terminaremos en un tono más ligero. Nos dejaremos llevar por la nostalgia. Kodak hoy en día sigue en el panorama de la fotografía pero como una firma secundaria, que no es ni una pálida sombra de lo que fue. Pero en su momento fue uno de los números uno del sector, especialmente por la comercialización de película fotográfica y cinematográfica. También comercializaba cámaras. Muchas veces fabricadas por otros por encargo. En su mayor parte eran modelos muy sencillos, poco costosos, que animaban a la persona corriente, al no aficionado a la fotografía, a poseer una y a consumir película y copias fotográficas en su entorno doméstico y en sus vacaciones. También tuvo algunos modelos más sofisticados que merecen la atención del historiador de la fotografía, pero fueron los modelos básicos y sin complicaciones,, los que hacían la vida fácil a la persona corriente, los que más impulsaron y fabricaron. Y anunciaron. Os dejo con un par de vídeos de los años 50 y principios de los 60 con anuncios de cámaras y películas fotográficas Kodak, que reflejan además el ideal del estilo de vida norteamericano de la época.
Como nos dice Betty White, la de las chicas de oro, tras los pepinillos, el carrete de Kodacolor es el más importante ingrediente de cualquier fiesta familiar.