Recientemente he actualizado mi blog dedicado a la fotografía en el cine con la película DIGGERS. Esta es una película de las que llaman "independiente", dirigida por KATHERINE DIECKMAN en 2006, en la que el protagonista lleva consigo a todas partes una cámara POLAROID LAND de gama baja, para película instantánea de tipo "peel apart". Las que llevaban consigo un negativo y un positivo adheridos, y que había que separar tras el revelado.
La película no es gran cosa, pero me recordó el vídeo que os dejo a continuación, en la que vemos el uso de esta película en un respaldo dedicado a las cámaras HASSELBLAD de la serie V (las clásicas). La pena es que la imagen no cubre todo el formato de la fotografía. Aunque para algunos ese es el encanto.
Terminaré esta primera entrada, con uno de las primeras clases con tomas en estudio, de retrato, en los que nosotros mismos, los alumnos ejercimos como fotógrafos y como modelos. Recuerdo que fue una clase divertida, aunque comenzamos un poco intimidados. Al fin y al cabo, como grupo, no nos conocíamos previamente. Pero poco a poco nos relajamos y fueron saliendo algunas cosas.Siendo esta la primera entrada en esta nueva aventura en internet, parece lógico empezar por el principio. Aunque compré mi primera cámara "seria" en 1989, una Pentax P30N con un objetivo de las misma marca SMC-A 50/2, fue en el otoño de 1992, con mi vida profesional ya encarrilada, cuando decidí que tenía que aprender de forma reglada las bases de mi afición fotográfica.
Para ello, me inscribí en uno de los cursos que organizaba, y organiza todavía, la GALERÍA SPECTRUM de Zaragoza. En aquellos momentos esta galería organizaba la formación en fotografía de la siguiente forma. Tenía cuatro cursos, Básico 1, Básico 2, Avanzado 1, Avanzado 2, que en el plazo de dos años, o al ritmo que el alumno desease, ofrecían las bases para el trabajo como fotógrafo, o en el caso de un aficionado, para poder ejercitar su afición con cierta calidad. Aparte, organizaba cursos o seminarios sobre temas específicos, en los que profundizaba en estos temas. Yo me apunté al curso Básico 1.
Como se puede ver en las fotografías anteriores, las cámaras que se utilizaban mayoritariamente, y a pesar de que el enfoque automático se había ido imponiendo poco a poco comercialmente, eran sencillas cámara de enfoque manual, con objetivos estándar de 50 mm u objetivos de focal variable del tipo 28-70 mm o similares, de calidad básica. La profesora, Nati Gascón, solía invitarnos a usar las focales fijas y los equipos más sencillos, si disponíamos de ellos.
Eran momentos en lo que básicamente nos peleábamos con los conceptos más técnicos, como la medición o la profundidad de campo, dejando un poco de lado los aspectos estéticos y competitivos. Se trabajaba con negativos en blanco y negro que revelábamos y ampliábamos nosotros mismos en las clases. Agfapan 100 e Ilford HP5 Plus, según se necesitase más o menos sensibilidad, reveladas en Rodinal 1+50.
Tras la primera salida colectiva por el Parque Grande para conocer lo básico, entre los primeros carretes tuvimos momentos también de ir por la ciudad paseando con más libertad, buscando temas y preocupándonos por la composición. Que es lo que al fin y al cabo nos pedía el cuerpo. El mobiliario urbano, las manifestaciones ciudadanas, las posibilidades gráficas o dinámicas de la antigua estación de Zaragoza El Portillo todavía en funcionamiento. Le quedaban algo más de 10 años antes de desaparecer.
Eran los momentos en los que se estaba estableciendo y afianzando una afición.
Terminaré estmismos, los alumnos ejercimos como fotógrafos y como modelos. Recuerdo que fue una clase divertida, aunque comenzamos un poco intimidados. Al fin y al cabo, como grupo, no nos conocíamos previamente. Pero poco a poco nos relajamos y fueron saliendo algunas cosas.
Aquel fue el principio. A partir de aquí, en estas páginas, sin un orden definido, según convenga, os iré contando distintos aspectos de mi afición por la fotografía y otras artes visuales.Un saludo, Carlos Carreter.