La fotografía como afición y otras artes visuales

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Kodak T-Max 400 a IE 800 en el Taller Escuela de Cerámica de Muel

Comenté ya hace unos días que íbamos a realizar esta excursión, al Taller Escuela de Cerámica de Muel, en el ámbito de los aficionados a la fotografía con película tradicional de la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza AFZ. Este taller escuela pertenece a la Diputación Provincial de Zaragoza y tiene como misión el mantener la tradición del trabajo de la cerámica en esta población cercana a la ciudad de Zaragoza en el valle del río Huerva, así como promover la investigación y la docencia en estas materias. El pasado día 6 de diciembre, día festivo a nivel nacional, era día de puertas abiertas de esta institución y pudimos pasar la mañana dedicados a nuestra actividad preferida, la fotografía con película fotoquímica tradicional; pero también, quienes se animaron, probando sus habilidades como artesanos alfareros.

Aquí me centraré en las cuestiones fotográficas. Llevamos para todos los participantes en la excursión una buen número de carretes reciclados con película Kodak T-Max 400 procedente de un par de rollos de 30,5 metros enajenados de una escuela de formación profesional que ya no enseña los procesos fotoquímicos en sus titulaciones de imagen y sonido. Todo se centra ya en el electrónica digital.

A la entrada del taller escuela nos recibe un amplio vestíbulo que ejerce también como sala de exposiciones.

Dado que una buena parte de la visita se iba a desarrollar en interiores, la mayor parte de nosotros decidimos exponer la película a un índice de exposición IE superior a la sensibilidad nominal de la película. En mi caso, tras una evaluación inicial de las condiciones del lugar, decidí que un IE 800 sería suficiente. Sólo un paso por encima de la sensibilidad nominal de la T-Max 400.

No lo he dicho, pero el equipo que llevé fue la Pentax MX, una cámara que es muy fiable en su funcionamiento así como en la precisión de su fotómetro incorporado, con tres objetivos; SMC-M 28/3,5, SMC-A 50/2 y SMC-A Macro 100/4. La sensibilidad nominal hubiese sido suficiente para exponer todo el reportaje salvo para la utilización del 100 mm, que por su escasa luminosidad máxima y por la necesidad de mantener una velocidad de obturación de al menos 1/125 para evitar fotos trepidadas. Con los otros dos objetivos la combinación de f/4 y 1/60 s, o f/5,6 y 1/60 s fueron las habituales. En caso de necesidad, con un IE 400 hubiese podido usar el 50 mm a f/2,8 y 1/60 s, y el 28 mm a f/3,5 y 1/30 s.

Taller con el torno, donde el artesano da forma a la pieza antes de proceder al secado y a su horneado a altas temperaturas.

Así pues, con índices de exposición que oscilaban entre el 800 y el 1600, la consecuencia inmediata es que el revelado había de ser forzado, con el fin de resituar en su densidad correcta al menos las luces y los tonos medios de la escena. Es difícil que los negros profundos, si se subexponen, se recuperen con el revelado forzado. Recordamos que denominamos revelado forzado al incremento en la duración del tiempo de revelado para una combinación dada de película y revelador y para una determinada temperatura de revelado con el fin de aumentar el contraste final del negativo, lo que nos permite usar la película con una exposición inferior a la recomendable para su sensibilidad nominal.

Yo había probado previamente el forzado de la película con Rodinal (o similar), y no presentaba mucho problema, aunque había que tener mucho cuidado de proteger las sombras y darles suficiente exposición, si estas ocupaban una parte importante de la escena.

Sin embargo, para esta ocasión, iba a usar un revelador que para mí era un incógnita, porque nunca lo había usado. Se trata del Kodak T-Max Developer, desarrollado por la marca de Rochester como solución para estas películas modernas de grano tabular. Lo de modernas es un decir, puesto que llevan en el mercado más de 30 años... Yo nunca fui aficionado a las T-Max en los años 90 cuando usaba con frecuencia la película en blanco y negro, porque eran engorrosas de usar. Había que tener más cuidado al revelarlas, necesitaban de un fijado prolongado, y de un lavado también prolongado con el fin de eliminar todo tipo de sustancias que podían comprometer la calidad o la durabilidad del negativo. Por ello, en caso de preferir películas de grano tabular optaba por las Delta de Ilford que, gozando de ventajas similares, se podían procesar con la misma comodidad que las películas convencionales de grano cúbico.

El T-Max Developer que tengo fue un regalo de alguien que no lo iba a usar. Me llegó en botella cerrada herméticamente y dentro del periodo recomendado de utilización. No está caducado. Después de leer la documentación me encontré con que Kodak recomienda revelar con los mismo tiempos la T-Max 400 tanto si se expone a su sensibilidad nominal como si se expone a un IE 800. Afirma Kodak que la película tiene latitud suficiente para admitir este tratamiento, y que el resultado a IE 800 son negativo algo menos contrastados que a su sensibilidad nominal. Pero me encontré discrepancias... pequeña pero existentes. En algún caso se hablaba de 6' 45" para una dilución de 1+4 a 20 ºC, y en otros de 7' a igual concentración y temperatura. Al mismo tiempo, pude leer algún comentario que consideraban estos tiempos insuficientes.

Después de mucho pensar, decidí aceptar el procesado a 1+4 durante 7' a 20 ºC.

Los resultados, que es lo que importa,... Andaba yo muy despistado sobre la naturaleza de estas películas. Y más después de la prueba con Rodinal. Esperaba una gradación de tonos más suave y progresiva. Las imágenes ciertamente tienen una buena gradación de los grises, pero el contraste es alto. Incluso si Kodak afirma que con una subexposición de un paso este es menor. Supongo que el Rodinal, al ser un revelador compensador, amortigua el contraste. Pero bueno... La conclusión a la que llego es que a esta película le sientan mejor los interiores con luz suave o los motivos a la sombra, uniformemente iluminados, que los exteriores soleados o las iluminaciones intempestivas, duras.

Por otro lado, la subexposición de un paso con el revelado normal provoca que en las situaciones de más contraste las sombras se empasten con cierta facilidad. Si su relevancia en la escena no es notable, no pasa nada. Pero en pleno invierno, con la gente vistiendo ropas oscuras,... mal rollo. Y si luego intentas resolverlo en al digitalizar el negativo... pues el grano que es muy moderado para la sensibilidad, se hace muy presente. Una vez más insistir en el concepto. Si las sombras y los tonos más oscuros son relevantes en la foto, hay que protegerlos dándoles una exposición suficiente.

Y ya que menciono la digitalización, como he dispuesto de poco tiempo estos días, los negativos los he escaneado en el Epson V600 Perfection Photo. Aunque el tiempo de digitalización por fotograma es mayor que con la cámara digital y el macro, cierto es que al digitalizar por lotes, puedes hacer otras cosas mientras tanto. Y sale a cuenta. A cambio, la resolución conseguida es mucho menor. Y la T-Max 400 me ha recordado por qué prefiero Ilford u otras marcas... la estabilidad dimensional de las películas de Kodak es lamentable, y en algún caso entrán en contacto la superficie curva de la película con el cristal del escáner produciéndose el patrón de interferencia conocido como anillos de Newton. Más adelante, con tranquilidad, digitalizaré las mejores con la cámara digital.

Sin más os dejo con algunas fotos de los participantes. Tanto los del club de las Canon A-1, como quienes se animaron a colgar la cámara y dedicarse un rato a la cerámica.

Tormos, en el embalse de la Sotonera con Lomography Redscale XR y Bergger Pancro 400

Ya comenté hace unas semanas que pasamos un rato de una tarde en el entorno de la presa de la Sotonera en Tormos, provincia de Huesca. Fuimos a ayudar a un amigo con un pequeño traslado, pero aproveché para llevarme un par de cámaras y terminar de probar el rendimiento de un par de materiales sensibles.

Yashica Mat 124G + Lomography Redscale XR

Este es el último rollo que me quedaba de los diversos que he usado estos meses atrás del tipo Redscale. Os recuerdo, se trata de una película negativa en color que se enrolla con la emulsión en posición invertida. De este modo, la luz llega a la película atravesando las capas de colorantes de forma inversa, lo cual, debido a la diferente capacidad de penetración de la luz en cada una de estas capas provoca variaciones en el rendimiento del color. La que hoy nos ocupa, la Lomography Redscale XR se puede exponer a índices de exposición entre 50 y 200. A IE 200, manifiesta una dominante rojiza muy intensa, mientras que a IE 50 esta es menor, aunque se mantiene una reproducción de los colores alterada con respecto a la película normal.

Tras un primer rollo hace unos meses que se estropeó durante el revelado, este es el primero de los tres siguientes que he disparado en situación de día francamente soleado. Los dos anteriores, uno similar a este y otro de KONO Reanimated Films, fueron expuestos en momentos de predominio de nubes, aunque con una luz relativamente abundante. Pero muy suave. En esta ocasión, como se puede apreciar en algunas de las tomas, el contraste es más fuerte, incluso si las fotos están realizadas en las últimas horas de la tarde.

Las fotografías fueron realizadas con la Yashica Mat 124G, que en esta ocasión aguantó el tipo mejor en las tomas a contraluz, bien es cierto que tomé la protección de usar la mano como parasol arrojando sombra sobre la lente frontal. Y siempre elijo un índice de exposición de 50 con el fin de minimizar las dominantes rojizas.

He de decir que, aunque en las pruebas realizadas con tiempo nublado o seminublado encontré situaciones interesantes en el rendimiento del color con esta película, como ya digo desviado de lo natural, en esta ocasión no me ha acabado de convencer. De hecho, los escaneos directos no me convencen nada, exigen un cierto tratamiento en el procesado digital para dar cierta coherencia cromática a la toma. Supongo que en situaciones muy contrastadas, las luces y las sombras se ven afectadas con distinta intensidad por la inversión de la emulsión y quedan, por decirlo de alguna manera, "desacompasadas" aromáticamente. Podría quedar un efecto que me gustase... pero no en exceso. Ya digo que en lo que veis hay un trabajo posterior en los programas de tratamiento digital de la imagen.

En fin, de momento no hago idea de volver a utilizar este tipo de material próximamente. No digo que en alguna ocasión en otras condiciones no lo pruebe,... pero de momento no.

Leica Minilux + Bergger Pancro 400

También adelanté algunos resultados hace unas semanas  La película Bergger Pancro 400 la había venido usando desde que salió al mercado a principio de año en cámaras de formato medio con resultados de mi gusto. De hecho, prácticamente en estos momentos, por defecto uso la Pancro 400 cuando quiero usar película a su sensibilidad nominal o a IE 250-320, reservando la Ilford HP5 Plus para las situaciones que requieren IE 800-3200 con revelado forzado. La excepción va a ser lo que ya empecé a contar a principio de semana y seguiré contando próximamente, el rollo por metros de Kodak TMax 400 caducada que hemos usado estos días.

En esta ocasión, utilicé la Leica Minilux que me traje de Seúl, y que demuestra gran consistencia a la hora de medir la luz, permitiendo como resultado unos negativos perfectamente expuestos. Quizá tenga un celaje ligeramente en sobreexposición, de un tercio o así, y por ello los negros no aparecen tan profundos como cuando uso el material en formato medio y uso fotómetros más calados en la sensibilidad exacta, como es el de la Fujifilm GS645S Wide 60 o el Gossen Digisix que uso con la Hasselblad 503CX. Pero bueno, el resultado está bien, y nada impediría un procesado, tanto en laboratorio como digital que permitiera un mayor contraste en el resultado final.

Evidentemente, el grano es más marcado que en formato medio, y en general no alcanza el modelado de los tonos de dicho formato, pero eso sucede con prácticamente todos los materiales. Es que cuando hay información abundante todo sale mejor. Seguiré usándolo, supongo. Desde luego, se maneja con mayor comodidad para escanearlo que la Kodak TMax 400. Aunque quizá la falta de estabilidad dimensional de esta se deba a los años que lleva por ahí abandonada...

Probando una Kodak T-Max 400 caducada hace 6 años

Hoy tocaba cine en mi Cuaderno de ruta... pero hay que ajustarse a las circunstancias. El miércoles vamos a Muel, a una escuela taller de cerámica, con la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza AFZ en salida de fotografía argéntica. Usaremos unos rollos de película por metros Kodak T-Max 400 caducada hace 6 años. Fecha de caducidad, 11-2011. Estuvimos cargándola en chasis reciclados el sábado. Como recientemente tuve la experiencia de usar un rollo de diapositivas caducado, sabía que con el tiempo la película pierde sensibilidad. Como quedaron unos retales de los dos rollos de película de 30,5 metros que usamos, un par de rollos con capacidad para unas poquitas exposiciones, los cogí para hacer unas pruebas antes del día señalado.

Mi hipótesis de partida es que la pérdida de sensibilidad con el tiempo es mayor en la película en color de tipo cromogénico, procesos C-41 (negativo color) y E-6 (diapositiva color), por la degradación de los colorantes acoplados a las sales de plata. Pero que esos 6 años desde que la película caducó, en una película en blanco y negro envasada como nueva y conservada sin grandes agresiones, no se iba a notar tanto. Así que hice dos pruebas. Uno de los carretes lo expuse ayer por la calle a su sensibilidad nominal, ISO 400, y el otro subexponiendo dos pasos, IE 1600, y forzando el revelado.

En el carrete a la sensibilidad nominal, IE 400, obtuve 4 negativos y ¾. Calculábamos 7 u 8, pero hay un desperdicio al principio y al final del carrete, y salen menos. Utilicé mi cámara Pentax MX, cuyo fotómetro es muy fiable, con mi recién llegado SMC-M 28/3,5, un pequeño gran angular que va muy bien. Me ha costado muy barato y está como nuevo. El revelado lo hice con Adox APH09, fórmula similar al Rodinal y  que se usa igual a todos los efectos, en dilución 1+25 a 20 ºC durante 6 minutos.

El cálculo de la exposición lo hice apoyándome en el fotómetro de la cámara, pero comprobando lo que me decía con un fotómetro de luz incidente, el Gossen Digisix. Ambos concordaron en todas las ocasiones. El día estaba como para confiar en la exposición por estimación. Al sol, f/16 y 1/500. En la sombra, tres pasos menos, f/16 y 1/60. O similares. Nunca uso el f/16 si lo puedo evitar; f/11 o f/8. Los resultados son estos.

El resultado, impecable. Negativos bien expuestos, con un contraste bueno, salvo en la última de las exposiciones, que al estar realizada en pura sombra, necesitaría o un papel de mayor contraste en el laboratorio convencional, o aumentar el contraste en los procesos mixtos argéntico-digitales en el procesado digital. Lo esperado. Ninguna sorpresa. La película no ha perdido sensibilidad.

Luego fuimos al Museo Pablo Gargallo para utilizar el otro carrete a IE 1600. Obtuve 7 exposiciones de 10 calculadas; como digo, existe cierto desperdicio al principio y al final del carrete de unos tres fotogramas. Utilicé la misma cámara, pero en esta ocasión con un SMC-A 50/2, más luminoso. El revelado, en idénticas circunstancias, pero con un tiempo de 11 minutos para el forzado.

En esta ocasión, la medición de la luz fue siempre doble. Con la cámara y con el fotómetro de mano de luz incidente. Aquí no estaban siempre de acuerdo, dependiendo de la luminosidad del sujeto. En la práctica, los museos tienen una iluminación controlada, y para todas las fotos usé la combinación f/5,6 y 1/60. La excepción fue f/4 y 1/60. Aquí dividiré los resultados en tres grupos. El primero quedó bien sin problemas.

Estas tres fotografías corresponden a sujetos de tonos medios o ligeramente oscuros, salvo la última, que fue la que expuse a f/4 y 1/60. Recordemos que el problema de la subexposición con el revelado forzado es que aumentamos el contraste, con lo que recuperamos las luces y los tonos medios de la subexposición, pero es muy muy difícil recuperar las sombras profundas por la ausencia de plata. Como en estos fotogramas las sombras profundas no son muy abundantes, o cuando lo son, en el último fotograma, lleva un paso más de exposición, el resultado es bastante bueno.

Veamos otras fotografía...

La dama del espejo ha quedado razonablemente bien por que tal y como recibe la luz, hay muchas diferencias de tonos entre las distintas partes de la escultura. Pero apreciamos que las sombras esta un tanto empastadas.

Y veamos las tres fotografías que nos quedan...

Los tres motivos principales son de un negro profundo. Este es un caso en el que la medición incidente no es más adecuada. Y la ponderada al centro de la MX tampoco. A la sensibilidad nominal de la película, hubieran quedado bien. Pero subexpuestas dos pasos, las sombras han quedado demasiado empastadas para mi gusto. Aquí tendría que haber medido con la MX en medición de luz reflejada, pero acercándome y midiendo sólo el sujeto, sin el resto de la escena. Probablemente eso me hubiera dado uno o dos pasos más de exposición, que hubieran permitido tener una imagen más correcta.

La película funciona bien en subexposición y revelado forzado. Pero hay que tener cuidado con la medición. Ya se sabe, con película negativa, exponer para las sombras y revelar para las luces.

Lomography Redscale XR en formato medio

Después de un intento fallido por un problema en el revelado, del que no he hablado, el siguiente intento de probar las posibilidades estéticas de una película tipo "redscale", es decir con la película invertida de modo que las capas de colorantes con distinta sensibilidad a los colores queden en orden inverso, tuvo su gracia. Es cierto que volvió a presentar algún avatar no deseado ni esperado en el revelado, pero al menos las imágenes eran aprovechables, y el efecto del error tenía su aquel.

Como seguía teniendo dos rollos de película Lomography Redscale XR de formato 120, recientemente decidí exponerlos aprovechando mi recuparación de la Yashica Mat 124G. El primero de ellos, en el entorno de la huerta de Las Fuentes y el Tercer Cinturón, en Zaragoza.

La película Lomography RedScale XR es una película negativa en color que como ya digo tiene la emulsión invertida, y se puede exponer a sensibilidades entre IE 50 y 200. Supongo que la sensibilidad nominal es de ISO 200. Si se expone a esta sensibilidad, la capa sensible al rojo bloquea buena parte de la información procedente de otros colores, y las fotografías tienen fuertes dominantes de color rojo. Si se sobreexpone, por ejemplo a IE 50, que es lo que yo he hecho, llega más cantidad de luz al resto de las capas de colorantes. Entonces, la teoría dice que hay más variedad de colores, aunque estos se encuentran desplazados de lo que sería nuestra percepción natural de los mismos.

A pesar de que, como ya he dicho, expuse la película a IE 50, las copias digitalizadas que me llegaron de Carmencita Film Lab estaban muy rojizas. Desde luego ese no era el efecto que esperaba. Más adelante os pondré algún ejemplo. En Lightroom traté el color para eliminar en la medida de lo posible esa dominante rojiza, así como mejorar el contraste de las fotografías, muy bajo. Pero todo dentro de un límite. En el correo de remisión, el técnico de Carmencita me avisaba de la aparición de ciertos artefactos si se trata de corregir el resultado de forma excesivamente intempestiva.

Os cito literalmente lo que me dice Miguel, el técnico:

Los red scale de exposición tambien perfectos, en estos he observado unas manchas por todas las fotografías que se presentan cuando la película lleva tiempo caducada sobre todo en película en blanco y negro, estos carretes estaban en fecha? es mucho mas apreciable en roll2.

He esperado a realizar esta entrada hasta que me han llegado los negativos devueltos desde el laboratorio. Decidí ver qué trabajo de digitalización podía hacer yo con mi escaneo de sobremesa, el Epson Perfection V600 Photo, escaseando en modo avanzado con ajustes personalizados a color de 24-bits y una resolución de 2000 ppp. Os pondré el archivo tal cual me lo mandaron desde Carmencita Film Lab y como me ha quedado a mí.

Como veis, hay una diferencia notable de aspecto. Mi versión no está procesada en Lightroom ni en Affinity Photo, salvo para reducir el tamaño para la web. Está tal cual la he ajustado en el programa de procesado de Epson ajustando los niveles canal de color por canal de color. Este es el resultado pictórico que yo estaba buscando. Pero si observáis bien, en las zonas de sombras en la vegetación, en algunas zonas del cielo y en alguna de las esquinas se ven como unas manchas azuladas, artefactos de color a los que supongo que se refiere el técnico de Carmencita.

En no todas las fotografías aparecen con la misma intensidad.

No obstante, en las zonas de sombra también se pueden apreciar.

En la tarde en que están realizadas estas fotografías, como podéis apreciar, las nubes predominaban en los cielos de Zaragoza, aunque eventualmente se abrían y dejaban pasar más luz. Dentro de unos días os hablaré del segundo rollo, con unas condiciones de luz muy distintas.

Un carrete de Kodak Ektachrome 100 caducado

Hace unos meses un institutodonde se imparte el ciclo de formación profesional en imagen y sonido enajenó parte de su material docente. No sé si es exactamente así el nombre de la titulación, pero es para que nos entendamos. Y el material que enajenó no es precisamente nada puntero. Se trata de instrumentos y fungibles para fotografía con película tradicional, que ya no forma parte del currículo de la titulación, centrada en la toma y el procesado electrónico de las imágenes. Así pues, era material obsoleto. Y en el caso de los fungibles, caducado. Como por ejemplo, unos cuantos rollos de película diapositiva Kodak Ektachrome 100, que llevaban caducados desde el año 2008, si no recuerdo mal. Casi diez años. Estos rollos se repartieron entre algunos aficionados que permanecemos fieles a estas artes fotográficas, para ver qué podíamos obtener de ellos.

El día que con la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza AFZ salimos a visitar la exposición de Nadav Kander, dimos un paseo por el barrio de San Pablo y me llevé la Fujifilm GS645S Wide 60 para utilizar esta veterana Ektachrome. Aquí tenemos un ejemplo de lo mejor que pude obtener.

Hace muchos años que no usaba película diapositiva para fotografiar. Durante años fue el medio preferido para mis viajes por el mundo. El coste del carrete más revelado era inferior notablemente al negativo en color, ya que este incluía el coste de las copias. Estar era en un pequeño tamaño de 10 x 15 cm la mayor parte de las veces, y su realización en los laboratorios comerciales estaba muy automatizada por lo que la interpretación de lo recogido en el negativo era con frecuente insatisfactoria.

La diapositiva, debida a su escasa latitud de exposición, era más delicada para fotografiar. Pocos errores podías permitirte en la exposición. Pero lo que obtenías del laboratorio era fiel a lo que habías hecho, y la brillantez de las imágenes proyectadas era insuperable por las pequeñas copias en papel de tamaño postal. Os aseguro que esa exigencia en el momento de la exposición hacía que aprendieses mucho a evaluar la luz, especialmente su contraste y su calidad de color.

Hace no mucho tiempo, unos dos años o así, compré unos cuantos carretes caducados en un comercio de Zaragoza. Eran diapositivas de Agfa CT Precisa 400. En realidad, me confundí. Creí que eran negativos en color. Hoy en día para procesos mixtos de toma con película, pero con procesado digital, el negativo es más cómodo que la diapostivia. Fundamentalmente por la facilidad de encontrar dónde revelarlos, y por la amplia latitud de exposición, que garantiza que expuestos en una diversidad de situaciones los resultados son correctos o al menos aceptables. Es difícil encontrar una película negativa en color que no aguante un paso de subexposición, no más, y un par de pasos de sobrexposición, a veces más. E incluso ahora se puede forzar el revelado, cosa que hace 20 años nos decía que no se podía hacer con los negativos en color. Con el blanco y negro y la diapositiva sí, pero con el negativo en color nos decían que no.

No eran negativos en color. Antaño, la película diapositiva solía distinguirse con el sufijo -chrome. Por ejemplo, Agfachrome, Fujichrome, Ektachrome, Kodachrome,... El negativo en color con el sufijo -color; Agfacolor, Fujicolor, Ektacolor, Kodacolor,... Pero recientemente no, por preferir las marcas aperlativos llamativos. Como Precisa. Me líe. Me di cuenta al llegar a casa. Expuse un negativo, y quedó mal. Muy subexpuesto y con escasa fidelidad de los colores.

Por ello, en esta ocasión investigué un poco antes de exponer el rollo de Ektachrome 100. Busqué por internet experiencias similares, con el fin de asegurar un poco los resultados de las 15 exposiciones que permite la GS645S en un rollo de tipo 120. Y había un acuerdo casi unánime. La película pierde un paso de sensibilidad por cada década que ha pasado desde que ha caducado. Si han pasado menos de 5 años, se puede exponer a la sensibilidad nominal con una ligera sobrexposición. Un ISO 100 se expondría a IE 80 o 64. Si han pasado entre 5 y 15 años, el ISO 100 se expondría a IE 50. Entre 15 y 25 años, tendríamos que bajar a IE 25. Más de 25 años... que sea lo que quiera, allá cada cual.

Otra cuestión que también es fácil que pase es que los colores se nos desmadren un poco. Las distintas cápas de colorantes acoplados a los haluros de plata y que conforman la imagen en color no se degradan a la misma velocidad. Los pigmentos de la antigua Kodachrome eran más resistentes. Y además se añadían en el momento del revelado. Pero para los procesos cromogénicos, positivos o negativos, la degradación de los colorantes es un hecho. Incluso después de revelar la película. No aguantan el paso del tiempo como la película negativa en blanco y negro o la película Kodachrome.

Las fotografías que os muestro aquí no han sido retocadas por mí en el ordenador. Estan tal cual han resultado después de la digitalización que han realizado en Carmencita Film Lab. A la hora de exponer la película evité en la medida de lo posible las situaciones con un excesivo contraste con el fin de no comprometer la limitada latitud de exposición de la película, y calibré el fotómetro de la cámara a IE 50. Un paso de sobrexposición. Sí que hay alguna intervención sobre la geometría del fotograma. He corregido horizontes, y he suavizada alguna convergencia de verticales. Nos movíamos en calles muy estrechas que obligaban a hacer tomas casi en contrapicado.

Como ya me comunicó el laboratorio en su nota de remisión por correo electrónico, había acertado al exponer a IE 50, hecho del que les avisé en mi formulario de encargo de revelado. Las diapositivas estaban bien expuestas. Gracias a la previsibilidad del comportamiento del exposímetro de la Fujifilm, y su precisión, es posible hacer una buena evaluación de la escena y exponer correctamente.

Pero la fidelidad del color es otra cosa, como se puede observar en las imágenes. Supongo que en el laboratorio, al escanear la película han llegado al mejor compromiso que han podido, y el resultado me resulta en general agradable. Repito que no he querido corregir nada en casa. Las luces presentan en general una cierta dominante amarilla. En las sombras, por el contrario, es el magenta el que predomina. Cómo las sombras a plena luz del día tienen una temperatura de color fría por la luz que les llega del azul de la bóveda celeste, azul + magenta... la sensación es de que tienden hacia el violeta... de alguna forma. Cuanto más profundas son las sombras más se nota.

Tengo un caso de un negativo francamente subexpuesto por un error, y ahí la mezcla de amarillo y magenta... rojo todo. Os muestro el negativo tal cual, y corregido en Affinity Photo.

En fin, para aquellos que tenéis pendiente la tarea o queréis aventuraros en estas lides de la película caducada, espero que os resulte útil mi experiencia. Con lo que he aprendido, igual vuelvo a coger uno de los negativos de Agfa CT Precisa 400 y pruebo a tirarla a IE 160 o así... Igual merece la pena. O haré trios de fotos a distintas exposiciones... Ya os contaré.

Existen todavía algunas películas diapositivas frescas que se pueden usar. Especialmente por parte de Fujifilm. Aunque dada la deriva que lleva esta empresa, que odia a los fotógrafos analógicos aunque sus beneficios proceden de esta tecnología, de las películas Instax más que de sus digitales de la serie X, es posible que desaparezcan dentro de poco tiempo. Kodak ha prometido volver a comercializar las Ektachrome. Lo habían anunciado para este final de año. Tanto en 35 mm como en Super 8. Parece que tiene cierto interés en la filmadoras de aficionados que combinen tecnología digital y fotoquímica. Pero también parece que se está retrasando.

De la planta de Agfa Gevaert parece que salen algunas emulsiones de inversibles. Algunas etiquetadas como Rollei. Pero no sé si es producto nuevo o aprovechamiento de material que ya tenían almacenado en distintas formas. La película en blanco y negro P30 de Ferrania parece que ha surgido como un paso previo en el desarrollo de una nueva película inversible...

¿El futuro de la diapositiva? Ya veremos. Hasta hace poco, la impresión era que el ocaso de la diapositiva había llegado... Quizá no.