Reseña redactada originalmente para Fotógraf@s en Zaragoza: “Retratos de papel” de Chema Conesa en La Lonja | Fotograf@s en Zaragoza
Como todos los años por estas fechas llega al panorama de los festivales fotográficos en la Península Ibérica el rey de todos ellos, el más poderoso por tamaño y repercusión mediática. Por calidad… el ser muy grande siempre lleva el riesgo de que entre sus exposiciones haya de todo y pueda haber más división de opiniones. Pero no se puede negar que PhotoEspaña es un festival de referencia, no sólo ya en nuestro país, sino en el conjunto de Europa. Por lo menos.
El estupendo palacio de La Lonja nos espera para recibirnos con la exposición de este año del festival PhotoEspaña.
Nacido en Madrid, en la década de los noventa, el festival se ha ido extendiendo con el tiempo por otros rincones de la geografía española, y ya lleva varios años llegando hasta las orillas del Ebro. Sí, aquí, en Zaragoza. La Lonja y el Centro de Historias de la capital aragonesa suelen ser sedes de las exposiciones de PhotoEspaña. Y en alguna ocasión también alguna galería privada. Y de momento tenemos ya inaugurada la exposición de La Lonja… “Retratos de papel” de Chema Conesa.
Un “inquietante” retrato de la fenomenal y guapa actriz Emma Suárez nos recibe a la entrada; de moda está la actriz con película en cartelera. Todas las fotografías reproducidas aquí total o parcialmente son propiedad de sus autores. Se muestran aquí a título ilustrativo y divulgativo, sin ánimo de lucro alguno.
Llega a Zaragoza, por fin, la exposición del fotógrafo murciano, que ya se pudo ver en la edición de 2014 del festival, en la Sala Alcalá 31 de Madrid. Me la perdí entonces, por motivos familiares. Así que no podía dejar pasar esta segunda oportunidad, tan a mano. Que no se me olvide decir que uno de los volúmenes de la Editorial La Fábrica de la serie Obras Maestras ejerce de catálogo de la exposición. No será barato, pero esta serie de libros tiene una gran calidad de impresión, y merecen un lugar de honor en la biblioteca de cualquier aficionado a la fotografía.
También la simpática directora y actriz Icíar Bollaín es retratada en un no menos simpático díptico; también la directora está de actualidad con el reciente estreno de una entretenida película suya.
Bien… ahora, al grano. ¿Qué tal la exposición? Oye… pues que os voy a decir. Que Conesa es uno de los grandes de la fotografía editorial en España. No sólo como fotógrafo, sino también como director de arte y responsable de fotografía de varios de los más importantes suplementos dominicales de la piel de toro. Primero el diario El País, luego su más directo competidor, El Mundo, contaron con él para llevar a buen puerto sus coloridos suplementos del fin de semana. Muchas de las fotografías que se pueden ver en la exposición me son conocidas de haberlas visto hojeando alguno de estos suplementos.
Me ha gustado el rincón dedicado a Miguel Delibes, donde los retratos se complementan con otras fotografías que suponen un retrato del carácter y del entorno de la persona.
Para los amantes del retrato, podemos considerar la exposición como un seminario o un curso acelerado de esta disciplina. Horas nos podríamos pegar delante de las fotografías imaginando las condiciones de toma y de iluminación, “colocando” mentalmente las luces, compensando mentalmente la potencia de los mismos al mismo tiempo que tomamos decisiones sobre la exposición del fondo… Si me pongo a imaginar me puedo imaginar al fotógrafo durante años con alguna cámara de formato medio y formato cuadrado, Hasselblad probablemente, y un amplio suministro de carretes de diapositivas para procesado E-6… Ya no me atrevo a decir si entre la gama Ektachrome Professional de Kodak, o acaso entre las Provia y las Astia de Fujifilm… o sus precursoras. Un control muy cuidadoso del contraste, la diapositiva no tolera errores de exposición, y todo ello realizado de forma rápida, en poco tiempo… que esto es para la prensa… que no estamos haciendo fotografía artística. Editorial. Suponiendo que las diferencias sean tan claras como eso. Quizá en la forma de trabajar.
Muy centrada en el retrato, los pocos paisajes o las fotografías de otros géneros que aparecen en la exposición nos demuestran que Conesa sería excelente en cualquier campo.
De todos modos, nos llamarán la atención en la exposición la serie de retratos en blanco y negro, realizados con cámara de gran formato, probablemente con la mítica Polaroid Type 55. El aspecto es muy característico. Estoy suponiendo…
Estos retratos tienen toda la pinta de estar realizados con película instantánea Polaroid tipo 55.
Todo fenomenal, ¿no? Pues ahora me voy a poner en modo subjetivo… Pues no. Y la culpa no es del fotógrafo. Es de la España que le ha tocado retratar. Esa España de los años 90 que pareciera que se comía el mundo, con todos esos empresarios, esos políticos, esos artistas, esos directores de cine… que cuando llegó el final de la primera década del tercer milenio de nuestra era… se nos desinflaron. No faltan las caras en tan representativa galería de personajes ilustres que ahora asocias con corrupciones, picardías, triquiñuelas, papeles panameños u otras catastróficas desdichas. Al fin y al cabo, hemos podido comprobar cómo esos grandes diarios que lucían el espléndido lujo de las fotografías de Conesa y otros ilustres en sus suplementos dominicales, ahora se hacen los tibios a la hora de afrontar la crisis de valores del país, lo mismo que no pocos de los retratados… O desde el punto de vista fotográfico, cómo ahora valoran en poco el trabajo de los profesionales de la fotografía, conformándose muchas veces con cutres fotos de móvil, birlando fotos a quienes las suben a internet con buena intención, despidiendo masivamente fotógrafos de plantilla (y otros profesionales del periodismo), justo cuando más le hace falta al país una prensa potente e independiente.
No hay políticos, ni banqueros, ni directores de cine “panameños” en la muestra de fotos que me he traído. Pero sí este excelente trío de escritoras españolas; Ana María Matute, Carmen Martín Gaite y Josefina Aldecoa. Allá por 1996. Se nos han ido ya todas… Matute, la más reciente, en 2014.
Extraña sensación la que me ha dejado la exposición. Entre la maravilla fotográfica y los déficits de nuestra sociedad.
En fin… quizá vosotros la contempléis con otros ojos. Y salgáis de la misma con más optimismo. Probablemente… que a mí según qué cosas me están cogiendo “menos joven”. De todos modos, la exposición es “obligatoria” para todos los aficionados de FeZ. Incluso nos deberíamos plantear alguna visita conjunta… porque da para verla varias veces. De verdad.
Nos vemos…
Estos retratos de pelotaris vascos me han parecido estupendos… Ampliemos el concepto de retrato, no nos constriñamos innecesariamente.
En estos días de primavera parece obligado que los aficionados a la fotografía se acerquen al Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneos (IAACC) "Pablo Serrano". Son dos las exposiciones que nos atraen. Personalmente, una más que otra. Pero todo suma. Iremos en orden.
Recuerdo perfectamente que en algún número de la desaparecida revista FV-Actualidad, a la que estuve suscrito durante 10 años en los años 90, apareció el "Androbosque", un conjunto de fotografías en blanco y negro de las ramas de un árbol que recuerdan la apariencia de un cuerpo humano. Se trataba de una obra de Rafael Navarro, fotógrafo zaragozano que realmente merece la pena ser conocido por todos los aficionados al octavo arte.
El trabajo del fotógrafo aragonés, "Polifonías", nos muestra obras clásicas realizadas con procesos fotoquímicos clásicos en blanco y negro, y otras más recientes en color, con adquisición electrónica digital de la imagen.
Estamos ante una obra en la que cada fotografía no es más una parte de un conjunto conceptualmente único más amplio, y más rico. Las tomas individuales son ladrillos que forman parte del edificio que nos transmiten tanto valores éticos como estéticos.
Con frecuencia es el propio cuerpo humano la materia prima que junto con la luz, y los granos de plata en sus obras clásicas, que constituye estos ladrillos. Pero también objetos inertes, o el entorno en el que permanecen o, con frecuencia, se mueven los cuerpos humanos. Desde sus dípticos más antiguos a sus obras más complejas posteriores o más actuales.
Creo que es una de las exposiciones de las programadas por el IAACC desde su apertura que más he disfrutado. Ya la he visitado un par de veces, y en cada una de ellas he apreciado aspectos nuevos en las obras de Navarro. Aparte de la envidia que me produce, como fotógrafo aficionado, su dominio de la luz y de las texturas.
La exposición dispone de catálogo, por 20 euros, que yo recomiendo para añadir a la biblioteca, más o menos nutrida, que todo aficionado a la fotografía debe ir acumulando.
Para aprovechar el tiempo, encontraremos también en estos días la exposición "Fotografía en la colección Circa XX - Tradición y renovación".
Un total de 40 obras agrupadas por grandes temas: el retrato, el bodegón, el paisaje y la arquitectura. Todas ellas obras contemporáneas que abarcan fotógrafos españoles y extranjeros de finales del siglo XX y de la década y media que llevamos del siglo XXI.
La colección Circa XX fue adquirida por el Gobierno de Aragón a la coleccionista Pilar Citoler, y forman parte actualmente de los fondos artísticos del patrimonio del Gobierno de Aragón.
He de decir que las exposiciones de colecciones no ligadas por un motivo o por un autor común siempre me dejan un poco más frío que otras. Pero la variedad de obras presentada hará que haya para todos los gustos y que merezca la pena también su visita como complemento a la anterior.
Finalmente, una apostilla. Si en vuestras compras os pasáis por la FNAC- Plaza de España, no dejéis de visitar la exposición "Carpoolers" de Alejandro Cartagena. Un repaso a la situación socioeconómica mejicana, en la que los trabajadores son transportados a sus lugares de trabajo en las camionetas de sus empleadores.
Durante mis últimas vacaciones en la Semana de Pascua en Italia, dedicamos un día a explorar Perugia, lo que nos llevó también a visitar algunas exposiciones y museos. Desde luego, se podría hablar de la notable Galleria Nazionale dell'Umbria en el Palazzo dei Priori, con su interesante colección de obras artísticas que abarcan entre los siglos XIII y XIX, con especial anterior al arte medieval y renacentista. También de la notable colección de piezas de origen etrusco que encontramos en el Museo Archeologico Nazionale dell'Umbria (MANU), alrededor del claustro del antiguo convento de San Domenico. He de decir que si algún visitante de Perugia decide visitar algunos de sus museos más destacados, le convendrá adquirir en alguno de los museos, yo lo hice en el Palazzo dei Priori, la Perugia City Museum Card. Yo la amorticé sobradamente. Acompaño el artículo de algunas fotografías de la antigua ciudad de origen etrusco.
Pero siendo este un lugar dedicado a la fotografía y otras artes visuales, me centraré en las exposiciones de fotografía y en los libros que compré en la capital de la Umbría, estuvieran dedicados a la fotografía o a otras artes.
Un lugar interesante es el Museo Civico di Palazzo dell Penna (enlace actualmente sin contenidos sustanciales, "work in progress"), centro de cultura contemporánea de Perugia. Lamentablemente, esto me pasa con frecuencia en este tipo de museos dedicados al arte moderno y contemporáneo, las exposiciones temporales se encontraban cerradas por obras de algún tipo. Pero sí que encontramos algunas exposiciones temporales interesantes. Una de ellas dedicada a la pintura y la escultura de finales del siglo XIX y principios del XX, en concreto a las obras inspiradas por las fábulas de carácter mitológico. Pero lo que más me interesó fueron la exposiciones del Perugia Social Photo Fest, festival de fotografía social y fotografía terapéutica. Donde se lee "fotografía social" no entender la fotografía de la BBC, bodas+bautizos+comuniones, sino la fotografía con inquietudes de investigación, denuncia e inquietud social. Mencionar todos los autores sería complicado, porque son bastantes y con estilos muy distintos, aunque los podéis encontrar en la página web del festival. Pero encontré obras de gran calidad conceptual, técnica y muy comprometidas.
En este museo comimos en el Caffé Gourmet Bioò, que además de buenos vinos, quesos y fiambres, tienen su librería con obras dedicadas al arte moderno y contemporáneo, incluyendo no pocos libros de fotografía. Allí compré dos libros de la serie Postwords de la Postcart Edizioni. Son una colección de libros de ensayo que combinan palabra e imagen, y son los primeros libros que voy a tratar de leer directamente del italiano desde que hace año y medio empecé a aprenderlo por mi cuenta. Uno de ellos es Il fotografo e lo sciamano de Dario Coletti y La vertigine dello sguardo de Martizio G. De Bonis. Los comentaré más despacio cuando los lea. Especialmente este última que analiza algunos de los principales largometrajes cinematográficos relacionados con el mundo de la fotografía.
A dos minutos del hotel encontramos una sucursal de La Feltrinelli, compañía editorial italiana con sede en Milán y con tiendas repartidas por toda la península italiana, con marcado tono progresista, cuando al menos al principio de su historia. Tiene participación en la española Editorial Anagrama. Aparte de algún recuerdo para mi sobrino compré allí varios volúmenes. No mucho, que llevaba una maletita muy pequeña. Pero decidí tener algo de algún fotógrafo italiano.
Elegí por ello el libro Oliviero Toscani - Più di 50 anni di magnifici fallimenti (más de cincuenta años de magníficos fracasos). Toscani es un fotógrafo que alcanzó fama, reconocimiento y algún que otro odio con sus fotografías para las campañas publicitarias de una conocida marca textil italiana. Fotografías muy cuidadas, con una dirección artística notable, y muy provocadoras. Algunas de sus fotografías, que buscaban impulsar el multiculturalismo, la tolerancia y el respeto por las diversas opciones de relación sexual, la lucha contra la marginación de los enfermos de sida, o la denuncia de la anorexia en la moda, se han convertido en verdaderos iconos contemporáneos. Aunque como ya digo también le han proporcionado las críticas o las iras de los sectores más conservadores y religiosos, intolerantes en general, que han visto en sus fotografías provocaciones de difícil digestión.
También compré cinco número antiguos de la revista artedossier, monografías sobre distintos artistas o movimientos del arte moderno y contemporáneo. En concreto, los siguientes
Cézanne, I temi - Dedicado al postimpresionista francés, que tan gran influencia ejerció en los estilos de principios del siglo XX, considerándose un puente con el cubismo.
Matisse e il Mediterraneo - Otro artista importante en el arte moderno, principal representante del fauvismo o fovismo (del francés "fauve", fiera), con un agresivo uso del color, también muy influyente en los artistas del siglo XX.
Klee - Pintor de origen suizo que comenzó muy influenciado por el expresionismo y que progresivamente derivó hacia la abstracción. Enseño en la Bauhaus.
Arte Povera - Movimiento que nació en Italia, el Arte Pobre se caracteriza por usar materiales pobres, de fácil obtención, incluyendo materiales de derecho, sin valor. Buscaba huir de la comercialización del objeto artístico.
Esta entrada fue previamente elaborada para el blog de Fotógraf@s en Zaragoza, que os recomiendo que visitéis, y ahora la publico aquí con algunas adaptaciones a mis normas de publicación personales.
La entrada de hoy va sobre la exposición a la que algunos de los aficionados a la fotografía de Fotógraf@s en Zaragoza pudimos asistir el jueves 3 de marzo de 2016 en el Centro de Historias de la ciudad. Pero antes de seguir adelante con el relato, puesto que para mí es una segunda parte de algo que comenzó a principios de noviembre de 2014, me permitiréis que me retrotraiga un poquito en el tiempo. Creo que merecerá la pena, para tener una visión amplia de la cuestión.
A finales de octubre de 2014 me llegó al buzón de correo electrónico un boletín de la librería Cálamo en la que se me invitaba a la presentación de un libro de fotografías de Gervasio Sánchez en el Centro de Historias. Tal cosa sucedió el 3 de noviembre de 2014. Un lunes. Normalmente el Centro de Historias está cerrado los lunes, pero lo abrieron expresamente para la ocasión. La historia completa de lo que se pudo vivir en aquella presentación lo podéis leer en una entrada que hice a tal propósito.
Presentación del libro "Mujeres Afganistán" en el Centro de Historias (Foto: Carlos.Carreter)
En aquellos momentos no pudimos ver las fotografías del libro. Pero si que nos quedamos absolutamente estremecidos por la historia que nos estaban contando; la historia del maltrato sistemático que sufren las mujeres en Afganistán. La exposición con las fotografías se encontraba en aquel momento en exhibición en Barcelona. Pero se nos prometió que Zaragoza sería eventualmente una parada en la que recalaría las imágenes que todos ansiábamos por ver.
Cuando vi en el Facebook de Fotógraf@s en Zaragoza la propuesta de visita guiada en grupo para la que exposición que se inauguraba por fin con la llegada del mes de marzo en Zaragoza, no dudé en apuntarme. La oportunidad era demasiado buena.
Nos juntamos un buen grupo de habituales del grupo. Y sinceramente... normalmente no somos el grupo más formal que existe en las visitas guiadas,... no es que me quiera poner criticón ahora yo,... pero las cosas son como son. Bien. Pues cual sería la intensidad de lo que se nos estaba contando que nunca había visto yo tal nivel de tensa atención entre los visitantes, pertenecieran a FeZ o no.
Se alternaron en las explicaciones los dos autores del libro que ya he mencionado, la periodista Mònica Bernabé y el fotógrafo Gervasio Sánchez. La periodista ha vivido durante más de una década, si no recuerdo mal el dato, en el conflictivo país a caballo en el Oriente Medio, el subcontinente Indio y el Asia Central, mezcla de etnias y de culturas. Gervasio Sánchez es bien conocido por sus comprometidos reportajes sobre todo tipo de conflictos, entre los que destacan la guerra de la antigua Yugoslavia, los desaparecidos y las víctimas antipersona, sin querer ser exhaustivo.
Como me sucedió año y medio atrás, la crudeza de la realidad que viven las mujeres en Afganistán me dejó,... nos dejó atónitos y horrorizados. Que casi el 90% de la población femenina vaya a ser víctima de malos tratos o abusos sexuales a lo largo de su vida es un dato estremecedor. Que las causas de tal hecho estén profundamente imbuidas en la sociedad afgana, en sus tradiciones, en su forma de vivir, en su economía, en sus prácticas religiosas, produce además un tremendo pesimismo sobre la posibilidad de que tal situación cambie a corto plazo. En cualquier caso, Mònica y Gervasio, Gervasio y Mònica, que en esta ocasión tanto monta monta tanto, realizaron un detallado relato y atendieron con paciencia e interés las preguntas de quienes visitábamos la exposición.
He dicho de los que visitábamos la exposición... yo me quedé con la sensación de que realmente la exposición, las fotografías, se quedaron sin ser vistas y observadas con la atención debida, tal era la fuerza de los testimonios que escuchábamos. Pero estamos en un grupo de fotografía y, por lo tanto, creo que merece la pena que nos detengamos en los valores fotográficos de la muestra.
Me llamó la atención durante la visita un comentario que hizo Gervasio Sánchez sobre la naturaleza de las fotografías. Afirmaba que durante este largo proyecto, en el que tan difícil resultaba conseguir que las protagonistas de la historia, las mujeres afganas, se dejaran fotografiar, había renunciado a su faceta de autor. La inmediatez con la que tuvo que trabajar durante este periodo hizo que las fotografías carezcan de la sofisticación de otras imágenes, mucho más vistosas, que nos llegan desde esas latitudes. A mí me pareció notar un crítica a algún famoso fotógrafo de National Geographic que se ha hecho notoriamente famoso con sus coloridos retratos de hombres, niños y mujeres afganos. Postales denominó Gervasio a este tipo de fotografías. Como no dio nombres, yo tampoco los daré. Seamos prudentes.
Pero el caso es que consideré desde la salida del centro que había que volver a observar con más detalle las fotografías. Cosa que pude hacer el día de la Cincomarzada, cuando un cambio en los planes de ese día me dejó un par de horas libres. Contemplemos alguna de las fotografías para ilustrar las ideas que quiero exponer y que me gustaría que contrastaseis en vuestras visitas a la exposición. Por que da para más de una vez, ya os lo digo.
Esta fotografía en el entierro de una mujer quemada viva no me parece la fotografía de alguien que ha renunciado a su naturaleza de autor. Observad la actitud del grupo de mujeres, un grupo que para quienes hemos sido criados y educados en una cultura imbuida por el catolicismo, independientemente de nuestras creencias actuales, no deja de recordarnos a las imágenes que hemos vistos asociadas a la muerte de Jesús de Nazaret. Mezcla de arquetipos y herencia cultural, pero que bien sea resultado de una reflexión a la hora de realizar la fotografía o de la pericia, profesionalidad y visión del fotógrafo puestas en acción en unos breves segundos, desmienten que el fotógrafo renuncie o pueda renunciar a su naturaleza de autor.
Son muchas las imágenes que encontramos como las que preceden a este párrafo. Retratos directos, que muchas veces tienen como fondo simplemente una pared lisa sobre la que destaca la expresión pura y definida de las personas o los grupos humanos. Fotografías realizadas las más de las veces con gran angular y con luz ambiente, pero que presentan una enorme coherencia en su conjunto. Nos muestra esto que cada una de las fotografías por separado quizá fueron tomadas en cuestión de momentos, antes de que la persona de interés se arrepintiera de haber dado el permiso para ser fotografiada. Pero que todo el proyecto en su conjunto fue sometido a una cuidadosa planificación y fue muy pensado y reflexionado. El fotógrafo sabía muy bien qué quería hacer y cómo lo quería hacer. No confundamos la capacidad de actuar en unos instantes con la improvisación. Observemos ahora un grupo de retratos individuales. Chicas de poco más o menos catorce años recluidas en un correccional de menores por haberse escapado de sus matrimonios forzosos, o condenadas por haber mantenido relaciones sexuales extramatrimoniales en contra de su voluntad. Por ser violadas, vamos.
Contemplemos el detalle de una de ellas, una chica indudablemente perteneciente a una de las etnias más vinculadas al Asia central, con su ojos inequívocamente rasgados.
Aquellos más duchos en cuestiones de iluminación podrán comprobar la homogeneidad y la coherencia del conjunto de imágenes. Porque vemos ahí en los ojos un apunte de luz que nos dice que la fuente principal de iluminación viene de la derecha de la muchacha y algo frontal, luz muy suave, que nos permite obtener una imagen limpia y directa. Sin artificios. Pero muy bien pensada, con un envidiable conocimiento del oficio.
No nos dejemos "engañar" por las afirmaciones de Gervasio. Se puede aprender mucho de fotografía con una contemplación de esta exposición. De reportaje, de retrato y de contar historias. Así que ya lo sabéis. Obligatoria para todos, especialmente los aficionados a la fotografía.
De la exposición del Greco no voy a hablar gran cosa... ha terminado ya cuando escribo estas líneas, aunque es posible que vaya camino de alguna otra ciudad. No lo sé. Bien cierto es que de la observación y el estudio de las obras del pintor, cualquier aficionado a la fotografía y a las artes visuales en general sacará provecho, especialmente en el análisis de la luz, del color y de la composición.
Dos de las obras atrajeron más rato nuestra atención, una María Magdalena y un San Pedro, en los que encontramos motivo para fijarnos un buen rato en descifrar el dominio de luz y color del maestro cretense afincado en nuestro país. Así como en descubrir aquellos aspectos que dan modernidad absoluta a un pintor que falleció hace ya más de cuatro siglos.
Pero lo que más nos apetecía ver era la exposición dedicada a Méliès, gran pionero del cine francés y mundial, especialmente en lo que se refiere a su utilización como espectáculo y como herramienta narrativa de obras de ficción. Algunas de sus películas más famosas son tan tempranas como del período entre 1900 y 1905, cuando fue sólo en 1895 cuando los Hermanos Lumière habían presentado su invento, el cinematógrafo, sin que le vieran de momento grandes posibilidades comerciales... Notables inventores,... nulos visionarios.
A la entrada de la sala de exposiciones, nos recibe la célebre imagen de la luna con el cohete incrustado en uno de sus ojos del filme más célebre de Méliès.
La primera parte de la exposición está dedicada a los antecedentes del cinematógrafo. Los primeros intentos por introducir imagen animada, creada con la intervención de la luz, dotando de dimensión temporal a la imagen, hasta el momento preferentemente estática y atemporal,... más allá de los estragos del tiempo sobre la misma. Espectáculos de sombras chinescas, o curiosas linternas mágicas en las que hay elementos móviles se encuentran entre los antepasados del cinematógrafo.
Incluso astrónomos de fama ya en el siglo XVII como Christiaan Huygens ya habían creado bocetos para la representación de una danza macabra en una linterna mágica. La danza macabra fue un elemento muy frecuente en la imaginería religiosa centroeuropea en la edad media y algunos siglos posteriores. Y también se ha representado en el cine. ¿Cómo olvidar la "dödsdans" de Ingmar Bergman hacia el final de Det sjunde inseglet (El séptimo sello)?
Se achaca con frecuencia a la persistencia retiniana la capacidad de la persona de percibir como imagen en movimiento una serie de imágenes estáticas pasadas a gran velocidad ante nuestra vista. Sería una velocidad de más de 10-12 imágenes por segundo, aunque para mejor fluidez en el cinematógrafo se usan 24 imágenes por segundo, y en televisión 25 en Europa y 30 en EE.UU. (algunas de estas cifras están redondeadas al entero más cercano). No obstante, parece que el auténtico mecanismo fisiológico que permite esta percepción tiene más que ver con la forma en que el cerebro procesa las imágenes que con el comportamiento de las conos y bastones retinianos.
En cualquier caso, de forma empírica se había descubierto ya el fenómeno, y chismes como los zoótropos, los estroboscopios y los praxinoscopios ya servían como juguetes para los niños de familias bien, en los que observaban caballos galopar o niñas saltar a la combar.
A continuación voy a colocar el archivo GIF en movimiento. Es un poco pesado así que puede tardar un ratito en cargar y verse con fluidez.
Un precursor del uso de técnicas fotográficas para la reproducción del movimiento fue Étienne Jules Marey, que utilizó la llamada cronofotografía para descomponer el movimiento sobre película sensible, gracias al llamado revolver fotográfico inventado por el astrónomo Jules Jansen y que fue utilizado también por Georges Demeny como asistente de Marey.
Bien es cierto que el que más sacó partido a la descomposición del movimiento por técnicas fotográficas en los finales del siglo XIX fue Eadweard Muybridge, pero como la exposición viene de Francia... se centra en los precursores franceses. Que son muy suyos nuestros vecinos. Pero fue Muybridge el encargado de desentrañar el misterio de si un caballo al galopar separa las cuatro patas del suelo al mismo tiempo en algún momento. Lo hace.
Un paso considerable para popularizar la fotografía en movimiento lo dieron los ingenieros que trabajaban para Edison con la invención del quinetoscopio, kinetoscopio o cinetoscopio... Ya tenemos la partícula "cine" asomándose en la historia. Se basaba en la proyección de una banda de película fotográfica sobre la que se había filmado una escena de forma ininterrumpida. El principal problema del invento es que sólo podía ser usado por una persona a la vez. Es decir, no podía ser un espectáculo de masas. Más bien, un entretenimiento de feria
En 1895 se rodó una escena representando la ejecución de María Estuardo, que se puede ver en la exposición. Voy a poner aquí, un GIF animado con la escena, lo que pasa es que cuesta mucho de cargar, porque es muy grandote.
El siguiente paso lo darían los hermanos Lumière con su cinematógrafo, que puso las bases del cine tal y como lo conocemos en la actualidad. Hicieron pasar la película fotográfica, el estándar de 35 mm de Eastman Kodak, primero por su cámara de filmación y después por su cámara de proyección, permitiendo el espectáculo con imagen animada al alcance de un grupo numeroso de personas. Habían puesto las bases para uno de los espectáculos de masas más populares del siglo XX y hasta la fecha.
Ya he comentado que los Lumière no le vieron muy claras las posibilidades comerciales al invento. Pero quien si lo hizo fue Méliès, que se montó un negocio completo sobre el cinematógrafo.
Construyó un gran estudio de filmación, básicamente un edificio con paredes de cristal para permitir el abundante paso de la deseada luz que iluminase las escenas a rodar.
Fue el primero en filmar películas cinematográficas con fines publicitarios. En esto no sé si le admiramos o le odiamos, la verdad... pero bueno, alguien lo tenía que hacer.
Ideó y construyó numerosos dispositivos para incluir en sus películas en lo que fueron los antecesores más artesanales de los efectos visuales y los efectos especiales en el cine, lo que le llevó a filmar las primeras películas de ciencia ficción y fantasía de la historia. La película de Scorsese que he mencionado antes habla mucho de su habilidad para la mecánica y la invención de dispositivos, siendo el macguffin de la película la reparación de un autómata, que podemos ver en la exposición. No recuerdo haberme fijado si es el original o una réplica de la Cinémathèque française.
Y sin duda alguna, fue de los primeros, no el primero, en utilizar ampliamente las técnicas de edición y montaje de las películas, un elemento básico en el proceso de producción y creación de la obra cinematográfica.
En fin, una exposición que a mí me resultó apasionante, y que supongo que intentaré volver a ver mientras esté en exhibición. Especialmente algún día entre semana, con menos gente que en un domingo por la mañana, para disfrutar más tranquilamente de la misma y de las interacciones con los objetos expuestos. No perdérsela.