La fotografía como afición y otras artes visuales

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La fotografía de prensa en zonas de conflicto - A propósito de "Mil veces buenas noches (2013)"

Nos encontramos ante la última película filmada por lo tanto por ERIK POPPE, antiguo fotógrafo de prensa noruego reconvertido en cineasta, y que sitúa como protagonista a una reportera gráfica. Motivo más que suficiente para que la película despierte mi interés y me lleve a las salas de cine y a incluirla en mi colección de películas con la fotografía como tema. Ilustro este artículo con fotografías de las trincheras de Alcubierre, correspondientes a la guerra civil española, donde desarrolló parte de su trabajo ROBERT CAPA. Con un equipo bastante menos aparatoso que el de la protagonista de la película.

La película nos habla como digo de una reportera gráfica, Rebecca (JULIETTE BINOCHE), una de las más importantes del panorama de la actualidad según la ficción, que a través de sus contactos ha conseguido llegar hasta el lugar donde se prepara un mujer integrista como bomba humana para realizar un atentado en Kabul. La acompaña en su recorrido hacia su destino durante un tiempo hasta que decide bajarse del coche, momento en que hace algo que llama la atención de la policía, y desencadena la detonación de la bomba humana, que la alcanza y queda mal herida. Durante el periodo de recuperación en su casa de Irlanda, comprueba que los riesgos de su profesión están afectando a su familia, especialmente a su marido, Marcus (NIKOLAJ COSTER-WALDAU), y a su hija mayor, Steph (LAURYN CANNY), una introspectiva pero inteligente adolescente de quince años. Un viaje con esta a África provocará la crisis en el entorno familiar, y la necesidad de replantearse toda su vida.

No entraré aquí a discutir las virtudes o defectos cinematográficos del filme; mi opinión la podéis encontrar en mi CUADERNO DE RUTA. Pero sí los aspectos fotográficos del mismo.

Evidentemente, siempre es interesante conocer las condiciones y la ética asociada a un trabajo arriesgado como es el de fotógrafo en zonas de conflicto. Película ambiciosa en cuanto a los temas que trata. La necesidad de que haya fotógrafos en zonas de conflicto; la necesidad de la libertad para realizar su trabajo; la censura abierta o solapada; la ética del fotógrafo en cuanto a mero espectador o potencial actor de lo que está sucediendo; el delicado equilibrio de la mujer que trabaja, poniendo además en riesgo su vida, y su compromiso hacia su familia; … Hemos de suponer que Poppe tendrá bien pensados los temas, ya que él mismo desarrolló este trabajo. También que, por ese motivo, las escenas de la fotógrafa en situación de conflicto debemos considerarlas realistas, o al menos, de una forma razonable.

Para los más tecnófilo, da la sensación de que podría haber cierto grado de PUBLICIDAD POR EMPLAZAMIENTO DE PRODUCTO por parte de CANON. El material que vemos utilizar a Rebecca es todo de esta marca. Dos cuerpos de cámara, uno de la serie 1D, probablemente una EOS 1D X, el cuerpo profesional más actual de la marca orientado a esta profesión, que data de 2012. Lo solemos ver montado con un zoom de la serie L, probablemente un EF 24-70/2,8L II USM, modelo también del año 2012. La otra cámara es probablemente un EOS 5D Mark III, otra cámara que lleva en el mercado desde el mismo año, en esta ocasión frecuentemente calzada con un EF 70-200/2,8L II USM, modelo que salió al mercado en 2010. Estas me parecen las opciones más lógicas dado el aspecto de los aparatos y la fecha de realización del filme. No obstante, podrían en algún caso ser algún modelo anterior. No he dispuesto de ninguna imagen con suficiente resolución para confirmarlos. En algún momento aparece también con alguna focal fija muy luminosa, pero no he llegado a averiguar si se trata del 50/1,2 o del 85/1,2, ambos de la serie L, y de aspecto externo muy similar.

No sólo es eso, sino que en el viaje a África, Rebecca da a su hija Steph una compacta que por su aspecto y fecha diría que es una Canon Powershot G12, compacta alta de gama, con la que la adolescente toma también algunas secuencias de vídeo para su posterior trabajo escolar. Como vemos, mucho de CANON, pero no por ello menos plausible. Es conocido que son muchos los fotógrafos de este tipo que usan este tipo de material para su trabajo.

Frances Ha - Una réflex digital como equipo de bajo presupuesto en una película independiente en blanco y negro

Si hace unos días os hablaba de la fotografía de la película polaca IDA, y en términos muy elogiosos, hoy toca hablar de la de una película independiente de bajo presupuesto, que ha llegado a la cartelera española con mucho retraso. Tendréis mi comentarios de FRANCES HA en mi CUADERNO DE RUTA.

Ya adelanto que esta película también está presentada en blanco y negro. No rodada en blanco y negro. El proceso de filmación ha sido digital y de bajo presupuesto. De hecho, se ha utilizado para la cinematografía principal una cámara réflex digital bastante popular entre profesionales y aficionados avanzados a la fotografía. Incluso yo tengo una. Se trata de la CANON EOS 5D MARK II. En un interesante artículo (en inglés) en CONNECT 2 - MEDIAN & ENTERTAINMENT, el director de fotografía, SAM LEVY, nos cuenta alguno de los retos de filmar con una cámara de este tipo. Especialmente en sus limitaciones por su rango dinámico y por la aparición de "grano", es decir, ruido electrónico en sus medios tonos, y cómo aprender a utilizar esas limitaciones para bien de la película. También nos habla de la necesidad de usar la cámara de forma muy estática, para evitar los artefactos derivados del uso de un captor CMOS con la cámara en movimiento. O bien derivados del hecho de que el archivo de origen es ya un formato comprimido. Una serie de inconvenientes que han tenido que superar a base de pruebas y trabajo; compromisos necesarios si tienes un presupuesto bajo y tiras de este tipo de material.

También ha habido limitaciones derivadas de las ópticas utilizadas. Objetivos CANON EF de la prestigiosa SERIE L. Principalmente un 50 mm, pero también un 35 y un 85, y eventualmente un 70-200. Excelentes ópticamente, muy luminosos, pero ergonómicamente poco preparados para la filmación. Duro trabajo para el foquista de la producción.

En cualquier caso, aunque algunos califican el resultado final de decepcionante por su aspecto un poco plano, sin la riqueza de matices que otros equipo cinematográficos más adaptados puede proporcionar, a mí me ha valido. Bien es verdad que me he dejado llevar por otros aspectos de la película, especialmente por su argumento y temas principales y secundarios, que hacen que el conjunto de la película me parezca equilibrado y más que digno de ser tomado en cuenta.

La enseñanza global es de utilidad en fotografía, sea en movimiento sea fija. El material que usas no es tan banal como a veces nos queremos creer en nuestras conversaciones. Un buen material, bien adaptado a tus fines, ayuda mucho a un buen resultado final. Pero si tienes limitaciones, estas se pueden superar con trabajo y un buen conocimiento de las mismas y de las posibilidades de los instrumentos de los que dispongas.

Os dejo con el tráiler de la película, para que os hagáis una idea.

Ida - Impresionante fotografía para un drama de personas y para el drama de un pueblo

Las artes dialogan entre sí. Se influencia unas a otras. Se prestan lenguajes, conceptos, formas. Aunque cada una de ellas tenga un idioma propia, que puede ser mutuamente comprensible o no con los de las otras. La fotografía tomó prestado en sus inicios muchos de los conceptos de la pintura, como la principal y más difundida arte visual conocida hasta el momento. Hasta que fue desarrollando su propio lenguaje y sus propios términos. El cinematógrafo nació como fotografía en movimiento, y por lo tanto tomó prestadas de la misma muchas de sus claves hasta que desarrollo ese idioma específico y propio que tan magníficas obras maestras nos ha ofrecido en los últimos cien años. Y conforme se hizo adulto, independiente, empezó a devolver ideas a realimentar a la fotografía con nuevas ideas y conceptos, enriqueciéndola. Hoy en día está relativamente de moda hablar de fotografías con un estilo muy "cinemático" o "cinematográfico".

Pero de lo que voy ha hablar aquí y ahora es de otra cosa. En estos días atrás, se ha estrenado en nuestro país IDA, drama dirigido por PAWEL PAWLIKOSKY, con dirección de fotografía de RYSZARD LENCZEWSKILUKASZ ZAL. Un drama de la posguerra mundial, a principios de los años 60, en el que se repasan algunas de las cuentas pendientes que la nación polaca dejó sin pagar durante el duro conflicto mundial, en el que fueron uno de los países que pagó un precio más alto.

Una de las cuestiones que más sorprenden en esta película son algunas de sus elecciones formales y artísticas. Antes de comentar nada os dejo el tráiler de la misma, que os dará una idea del aspecto visual del filme.

ATENCIÓN: El tráiler es útil para hacerse una idea de la fotografía, pero quizá destripa demasiado. Aunque algunas de las cuestiones esenciales de la película.

Como podéis ver, dos cuestiones llaman la atención a primera vista. La elección del formato del fotograma, el llamado formato académico 1,37:1 (aproximadamente similar al 4:3 en fotografía, y al de los televisores antiguos), y la opción por el rodaje en blanco y negro. El trabajo cinematográfico en su vertiente combinada artística y técnica es tarea de dos. De tres en este caso, en el que encontramos dos directores de fotografía. El director del filme ha de tomar las principales decisiones creativas. El planteamiento inicial del estilo visual de la película, los movimientos de la cámara, los encuadres, lo que se ve y lo que se intuye. El director de fotografía contribuye con la parte más técnica, aunque no carezca en absoluto de responsabilidad creativa y artística. Ha de escoger con mimo los materiales de filmación, la iluminación, interpretar el estado de ánimo que ha de transmitir la producción. Y por supuesto coordinar el conjunto de profesionales técnicos que permiten que esto sea posible.

En este caso, se opta por cámara estática. Los movimientos de cámara son escasos y muy cuidados. Composiciones muy cuidadas, verdaderas fotografías en blanco y negro propias de una época y de un estado social y político, que se convierten en el escenario en el que los caracteres interaccionan y desarrollan el drama. Característicos encuadres en los que vemos a los personajes, especialmente a Anna, el principal, en la parte inferior del fotograma como aplastada por todo lo que lleva encima, incluso aunque lo ignore. Y una exquisita gradación de grises, sin estridencias, con detalle perfecto en cada una de las luces y las sombras de la imagen. Una metáfora quizá del detalle fino que debemos buscar en cada uno de los personajes del filme, cada uno con sus luces y con sus sombras.

Nada hay superfluo en el tratamiento de la imagen de este filme, verdadero tratado en 80 minutos de fotografía en blanco y negro. Encuadres clásicos, encuadres simétricos, encuadres más arriesgados cuando tocan, la filosofía del "menos es más". Ni un elemento superfluo en la toma.

Para los aficionados a los detalles más técnicos, decir que la fotografía de la película ha sido realizada con material digital, creo que con cámaras ARRI de la gama ALEXA. Mostrando de paso que con un buen trabajo de posproducción es posible conseguir un bello blanco y negro saliéndose de las tecnologías habituales de la película argéntica. Ya me gustaría a mí conseguir fotografías en blanco y negro con una gradación de grises tan delicada a partir de mis archivos digitales. Quizá todo sea cuestión de aprender mejores técnicas y practicar hasta que duela.

En los últimos años hemos podido contemplar cómo el cine en blanco y negro sigue siendo una posibilidad importante. Desde luego el referente más inmediato para esta película en los aspectos visuales puede ser, aparte de la inspiración en las películas y fotografías de época, pueda ser DAS WEISSE BAND (LA CINTA BLANCA) de MICHAEL HANEKE, otro drama de época que nos sobrecogió notablemente. Pero hay un cierto número de película que a cualquier aficionado al cine le vendrán a la memoria. Un poco más atrás en el tiempo recordamos SCHNDLER'S LIST (LA LISTA DE SCHINDLER), y más recientemente, con temática bélica, la sobrecogedora NANJING! NANJING! (CIUDAD DE VIDA Y MUERTE). En otro saco meto THE ARTIST, que nació como homenaje a una época del cine. En el cine patrio, FERNANDO TRUEBA nos ofreció el delicado y sutil blanco y negro de EL ARTISTA Y LA MODELO, y notable éxito de crítica y público tuvo la más castiza BLANCANIEVES. Incluso TIM BURTON impuso el blanco y negro a su FRANKENWEENIE, entretenida película de animación mediante la técnica del stop motion, en la que se utilizaron CANON EOS 5D MARK II para su fotografía principal.

Como vemos, el blanco y negro no está muerto. Sólo necesita encontrar su momento, su motivo y su artista. Y todos los aficionados a la fotografía, y a las artes visuales en general, lo agradeceremos constantemente.

Reseña de la película en mi CUADERNO DE RUTA.