La fotografía como afición y otras artes visuales

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Sumando accesorios al adaptador Fringer EF-GFX - Fujifilm GFX 50R

Hace unos días os presentaba los primeros resultados obtenidos con objetivos con montura compatible con Canon EF para formato de sensor de 24 x 36 adaptados con el adaptador Fringer EF-GFX sobre la Fujifilm GFX 50R. No hubo un veredicto general. Depende del objetivo que usemos, los resultados finales serán más o menos apetecibles. Algunos objetivos son perfectamente usables en cualquier modo de la GFX 50R, otros necesitan algún recorte en las esquinas por el viñeteo, y también los hay que sólo son utilizables en el modo recortado en el que sólo se aprovechan los 30,5 megapíxeles centrales sobre una superficie de 24 x 36 mm en lugar de los 33 x 44 mm totales del sensor. Y luego, la imagen en las esquinas puede ser buena/aceptable o regular/mala según los casos. Estas experiencias me sirvieron para decidir qué usar y qué no usar. Ahora vamos con una prueba similar, pero añadiendo accesorios entre el objetivo y la cámara con el adaptador Fringer; otros adaptadores, tubos de extensión, duplicadores de focal.

Durante dos o tres caminatas en fin de semana fui probando distintas combinaciones. Las fotografías anteriores están hechas con el Canon EF 50 mm f1,4 USM, sin más accesorios. Resultados correctos, para un objetivo correcto, pero que a estas alturas no despierta entusiasmos a nadie. Sólo interesante si realmente necesitas esa apertura f1,4. Porque por lo demás, el GF 50 mm f3,5 que me venía con la Fuijfilm le da varias vueltas en calidad.

Pero le puse también uno de los tubos o aros de extensión Kenko para fotografía macro o de aproximación con objetivos de montura Canon EF. Tengo un juego de tres tubos, de 12 mm, 20 mm y 36 mm. No recuerdo cual utilicé, probablemente el de 20 mm. También con el multiplicador de focal 2x de Canon, de primera generación. Este multiplicador de focal no se puede montar directamente sobre el 50 mm. Es mecánicamente imposible por colisionar la lente posterior del objetivo con la frontal del multiplicador de focal. Pero si intercalas un tubo de extensión, desaparece el problema. No se puede enfocar a infinito, pero se puede hacer fotografía de aproximación.

Consideremos que con un tubo de extensión de 20 mm y este objetivo se alcanza una escala de reproducción 1:2. Y con el multiplicador de focal estamos por lo tanto en 1:1. Territorio macrofotográfico, sin duda. Otra cuestión es la calidad de imagen. Cuidado con los fondos abigarrados, que es una combinación que no produce el desenfoque más agradable, necesariamente.

Y decidí ponerme más aventurero. Así que tire de un Olympus G.Zuiko 21 mm f3,5 con un doble adaptador. El adaptador OM-EF, para poder montarlo sobre una Canon EOS, más el Fringer EF-GFX para poder montarlos sobre la GFX 50R. Fuertes viñeteos, y calidad de imagen en las esquinas muy discutible. Pero quien sabe... Y con el recorte a 30,5 megapíxeles, me hace un papel parecido que sobre una Canon EOS o una Canon RF con adaptador EF-RF.

Al día siguiente... volvía a salir con una serie de ópticas diversas. Por el mero placer de la comparación divertida, no porque vaya a usarlo, hice alguna foto con un 50 mm f3,5 distinto del GF 50 mm que venía con la GFX 50R. Veamos...

El pequeñito es el soviético Industar 50-2 50 mm f3.5 con montura de rosca M42 y adaptador M42-EF. Es minúsculo comparado con el GF 50 mm. Y ambos tienen la misma luminosidad máxima. Obviamente, su calidad óptica no es comparable. Y ni siquiera me atreví a apuntar con el Industar a contraluz. Aunque he de decir que tampoco se produjo ninguna catástrofe especial en las imágenes obtenidas. Y el objetivo cubre el formato de la GFX 50R salvo un cierto viñeteo óptico en las esquinas. Lo habitual, vamos, con cualquier otro objetivo EF que haya probado.

Decidí darle una oportunidad a un viejo zoom Canon EF 70-210 mm f3,5-4,5 USM. Un objetivo con prestaciones aceptables a partir de f5,6, buenas a partir de f8, aunque con un contraste menor de lo que se lleva hoy en día. Aunque se puede ajustar en el software de procesado.

Las dos fotografías anteriores son un ejemplo de resultados decentes con esta óptica. Y una aplicación de un teleobjetivo de focal variable como este es la de componer grandes fotografías a partir de un mosaico o "panorama" de varias de ellas. A continuación vemos cómo quedó una fotografía de campo amplio a partir de seis fotografías cuadradas, para evitar el viñeteo de las esquinas, con una focal de 116 mm según los datos Exif del archivo. La foto no es gran cosa como motivo fotográfico, pero en la calidad técnica intrínseca de la imagen hay poco que objetar. Si alguna zona se ve poco nítida es por la limitada profundidad de campo del conjunto.

Hasta aquí bien. Pero vamos a empezar a poner en apuros al sistema. Y para ello vamos a poner uno de los tubos o aros de extensión Kenko para fotografía macro o de aproximación con objetivos de montura Canon EF. Tengo un juego de tres tubos, de 12 mm, 20 mm y 36 mm. No recuerdo cual utilicé, probablemente el de 20 mm. No lo apunté. Tratándose de un teleobjetivo, tal vez el de 36 mm, por el menor efecto de los tubos de extensión con los teleobjetivos. El principal problema con esta combinación es que se pierde alguna de la información que deberían transmitir los contactos eléctricos. No registra bien los datos Exif. El funcionamiento del enfoque automático es indiferente, porque en este tipo de fotografía el enfoque es manual acercándose o alejándose del sujeto. Y ya que estamos,... ¿por qué no poner también entre el tubo de extensión y el adaptador el multiplicador de focal 2x de primera generación de Canon? Veamos dos fotos, la primera sin el multiplicador, la segunda con él.

Hay un viñeteo pronunciado en las esquinas, pero la proporción de imagen utilizable es grande. Como digo, adiós a buena parte de los datos Exif. Y sin trípode, y sin estabilizadores de imagen ni en la óptica ni el cuerpo, con estas ampliaciones,... es complicado. La escala de reproducción conseguida es de 1:3 con el tubo de 36 mm, y de 1:1,4 con el tubo de 36 mm y el duplicador. No está nada mal. No tenía pensado usar habitualmente este objetivo con esta cámara... pero no lo desdeño, siempre y cuando evitemos las máximas aperturas.

Vamos con un objetivo que sí que me gustaría usar con la GFX 50R. Me refiero al Canon EF 200/2,8L USM II, uno de los mejores objetivos que tengo para montura Canon EF. Primero, un par de fotografías sin más complemento que el adaptador Fringer, necesario para poder usarlo. Sin problemas. Perfectamente usable.

A continuación, le puse el multiplicador de focal 2x de Canon para su montura EF. Es el modelo de la primera generación, que compré de segunda mano por una cuarta parte del precio de uno de los modelos más modernos. Y a priori mejores ópticamente. Pero era el que existía cuando salió al mercado el EF 200/2,8L USM de segunda generación... y en aquel momento se consideraba un duplicador excelente.

He de decir que inicialmente me llevé una triste sorpresa. Ninguna transmisión de datos Exif, no funcionaba el enfoque automático, no funcionaba la selección de apertura y había un fuerte viñeteo mecánico, que me obligaba a usarlo en modo recortado, sobre los 30,5 megapíxeles centrales. Y resultando una focal 400 mm f5,6, difícil de encuadrar y enfocar sin trípode ni estabilizador de imagen. Hice algunas fotos...

... hasta que comprobé que las cosas empezaban a funcionar correctamente. No había hecho correctamente los contactos al montarlo sobre el adaptador. En un segundo intento, sin forzar nada, todo empezó a ir mucho mejor. El enfoque automático funcionó, bastante más lento que en un sistema dedicado, pero correcto. La selección de apertura funcionó, por lo que el viñeteo, al cerrar uno o dos pasos el diafragma, desaparecía en gran medida, pudiendo usar el sensor completo, aunque en relaciones de aspecto de 7:6 o 16:9 para evitar el viñeteo residual en las esquinas. Y con una calidad de imagen más que razonable. El encuadre y el enfoque a mano alzada siguieron siendo complicados, pero no imposibles.

Por lo tanto, podemos afirmar que, afortunadamente, este estupendo 200 mm de Canon es una opción perfectamente razonable para la Fujifilm GFX 50R mientras no tenga objetivos dedicados. Incluso puedo decir que mis prioridades de adquisición de estos nuevos objetivos dedicados futuros serán distintos, al tener de momento bien cubierto el teleobjetivo medio. Con los tubos de extensión y el multiplicador de focal, puedo hacer fotografía de aproximación con escalas de reproducción también en el ámbito del 1:3 sin multiplicador, y 1:1,5 con multiplicador, siempre con el tubo de extensión de 36 mm. O 1:4 y 1:2 respectivamente con el tubo de 20 mm, y no mucho menores con el tubo de 12 mm.