La fotografía como afición y otras artes visuales

CARLOSCARRETER.ES

Ilford Delta 400 ligeramente caducada (1) - Hasselblad 500CM + Planar 80 mm

El sábado pasado estuve revisando y organizando mis reservas de película fotográfica, que guardo a la fresca. En el frigorífico. Para que aunque caduquen, no "caduquen". O por lo menos no demasiado. Porque me doy muy mala maña para prever qué tipo de película voy a usar cuando. Y tan pronto voy falto de algún tipo de película que me gustaría usar, como que me encuentro película que está a punto de caducar y que no he usado a pesar de que pensaba que sí. En esta ocasión ha sido un problema de embalaje. Y me explicaré.

En la actualidad y desde hace unos años, Ilford envasa sus películas fotográficas en cajitas blancas con letras negras y de color. Las de color sirven para resaltar el tipo de película que es. Y cada color equivale a una sensibilidad. Naranja... ISO 50. Granate... ISO 80 ortocromática. Azul... ISO 100-125. Verde... ISO 400, salvo la cromogénica que tiene las letras rojas. Lila... ISO 3200. Pues mi problema está con el verde. En estos momentos estaba convencido de que todas las Ilford de letras verdes que tenía eran HP5 Plus, y con margen para su caducidad, pero entre ellas había dos Delta 400 que caducan... hace dos años.

Bueno, como las guardo, como ya he dicho, en el frigorífico, a unos 4 ºC de temperatura, de alguna forma se para su proceso de envejecimiento. Más si se trata de películas en blanco y negro; con las películas en color o cromogénicas es más delicado, porque los colorantes se degradan más. Así que con el blanco y negro refrigerado, el principal problema es que con los años van recibiendo el bombardeo de alguna radiación ionizante que acierta en alguno de sus átomos de plata, aunque oficialmente sólo son sensibles a la luz visible, y cuando las revelas ha aumentado la densidad de la base + velo (por el aumento de velo), y disminuye el contraste de la película. Pero dos años no es nada. Así que asumí que se podrían usar sin problemas, y en las mismas condiciones que si estuviesen dentro de fecha. De todos modos, decidí usarlas ya.

Las usé de forma más o menos simultánea en un paseo de sábado por la tarde a primera hora, que es cuándo mejor luz hay en esta época del año. Llevo un tiempo este otoño pasándome a esas horas por un determinado tramo del río Ebro a su paso por Zaragoza, entre el puente de la Almozara y el puente de Santiago, con distintos tipos de película, tanto en blanco y negro como en color, y distintas cámaras con distintos formatos. Para ver los mismos paisajes urbanos con distintos ojos. Así que este sábado pasado, que cuando salí de casa prometía una luz muy interesante, cogí dos cámaras. De formato medio. La Hasselblad 500CM con el Zeiss Planar 80 mm f2,8 CF T* y la Holga 120N. Mismo formato de fotograma, 56 x 56 mm aproximadamente, distinta estética.

Las dos películas las revelé al mismo tiempo, con Kodak HC-110 dilución B. Como de buenas a primeras me salió del grifo una mezcla a 22 ºC, decidí adaptar el tiempo de revelado siguiendo las gráficas al uso, y revelé durante 6 minutos y 8 segundos, como suelo hacer; 10 inversiones tranquilas al principio del primer minuto y 4 inversiones tranquilas al principio de los siguientes minutos de revelado hasta llegar al final. Sólo he digitalizado el rollo procedente de la Hasselblad. Para el formato medio, con toda la información que lleva, me gusta usar el modo de alta resolución de la Panasonic Lumix G9, para extraer toda la posible. Como sigue en el taller y usé la Lumix G100, lo que hice fue dividir cada fotograma en seis partes y unirlas por software, consiguiendo así unos archivos tiff de 16 bits de profundidad de color de entre 55 y 60 megapíxeles. Desde ese punto de vista sin problemas. Como lo que salga de la Holga no tendrá la misma nitidez, no creo que me merezca la pena este procedimiento y lo dejaré en archivos de 16 megapíxeles aproximadamente, cuadrados, que es lo que proporciona la Lumix G100.

En el aspecto técnico, todo sin problemas. Usé el fotómetro incorporado del visor de pentaprisma PM51, con el que ya me he familiarizado, y los doce fotogramas me quedaron correctamente expuestos, uniformemente del primero al último. Y el revelado y digitalizado fueron correctos y sin problemas. El principal problema de las fotos es que han quedado... "sosas". Porque a pesar de lo que prometía la tarde, la luz estaba al contrario de como debía. Las nubes donde el sol, y el cielo despejado en el lado opuesto. Por lo que constantemente tenía que batallar con un sol tapado o muy muy difuminado, con un paisaje de cielos azules sin gracia. Pero bueno... son los gajes del oficio. Por lo menos intenté aprovechar la crecida del Ebro debida a las lluvias de estos días atrás. Y acabé tirando alguna foto apuntando a algún que otro aburrido tópico del lugar.