La fotografía como afición y otras artes visuales

CARLOSCARRETER.ES

Matizada luz de atardecer con Hasselblad 500CM + Lomography Potsdam Kino 100

En el mismo tambor de revelado que el rollo que os comentaba hace unos días entró este otro, también con película Lomography Potsdam Kino 100, pero expuesto con la Hasselblad 500CM calzada con el Planar 80/2,8 CF T* y en una condiciones de luz muy distintas.

Como ya he comentado en un par de ocasiones, está película rescatada por Lomography entre las utilizadas en la antigua Alemania oriental, creo, no me disgusta nada. El rollo que comentaba el otro día, expuesto con la Fujifilm GS645S Wide 60, tuvo que enfrentarse a una luz dura, casi en las horas centrales del día, un día soleado, y ponía a prueba su capacidad de encajar correctamente los valores extremos de iluminación. Máxime cuando la medición de la luz con el fotómetro integrado del Fujifilm resultó en unos negativos un tanto subexpuestos. Pero el resultado no fue malo, como comentaba.

Una semana más tarde, cogí otro Potsdam 100, y lo cargué en un respaldo de la Hasselblad. Fue un paseo por la tarde, una tarde en la que había abundancia de nubes con algunos claros. Incluso amenazó lluvia en algún momento. Por lo que la luz era mucho menos dura, las escenas mucho menos contrastadas. Las Hasselblad, en sus configuraciones más básicas, no lleva fotómetro integrado en la cámara, por lo que usé uno de mano, el pequeño pero capaz Gossen Digisix. El resultado fue unos negativos mucho más correctamente expuestos que con la Fujifilm. Todos estaban exactamente en su sitio con respecto a sus valores medios. Y como el contraste de las escenas fotografiadas, salvo algún caso aislado, no era muy amplio, sin problemas para encajar las sombras más profundas y las más altas luces.

Al igual que en el anterior rollo, que entró en el mismo tambor de revelado, opté por la sensibilidad nominal de la película y por los tiempos de revelado recomendados con carácter general. Revelada en Kodak HC-110, dilución 1+47, lo que ya hace suponer que proporciona un contraste algo más contenido que cuando las diluciones recomendadas son más concentradas, con un cómodo tiempo de revelado de 7 minutos a 20 ºC. Digitalización de los negativos con la Panasonic Lumix G9 en modo alta resolución, que permite obtener, una vez desechados los márgenes de comodidad, unos ficheros de unos 50 megapíxeles.

El resultado fue un conjunto de negativos perfectamente aprovechables para cualquier uso. Sin valores extremos bloqueados ni en las luces ni en las sombras, con una amplia gama de grises, la cantidad de información recogida permiten a esta película, en formato medio y en estas condiciones de luz de contraste moderado, hacer lo que quieras con las fotografías tomadas. Que te apetece procesarlas con un aspecto suave, con amplia gradación de grises, pues sin problemas. Que quieres darles más contraste y mas fuerza visual, tienes margen de sobra.

Con los negativos correctamente expuestos y en formato medio, el grano de la película pasa prácticamente desapercibido. No forma parte de la ecuación en el resultado final, que presenta unos tonos continuos con no más estructura que las texturas de las superficies fotografiadas.

Como ya he dicho en ocasiones anteriores, y no insistiré mucho más, esta película me gusta. Me siento cómodo con ella, pero me resulta excesivamente cara para unas características que puede tener con otras películas. Hace unos días, aprovechando la apertura de los comercios habituales, me acerqué a The Shuave Shop, uno de los pocos lugares en Zaragoza donde hay cierta variedad de películas fotográficas a la venta, no tanta como me gustaría ni mucho menos, pero sirve para salir del paso, y compré dos rollos de Fomapan Creative 200 en formato 120. La última vez que la usé, ya comenté o dejé caer que es la película que más me convence del fabricante checo. Y al contrario de lo que opinaba entonces, si es fácil encontrarla en mi ciudad. Y me costaron 5 euros cada uno. La diferencia de calidad con la Potsdam 100 no vale los cuatro euros de diferencia en el precio, ni de harto de vino. Ya os contaré que tal.