La fotografía como afición y otras artes visuales

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Papelitos de Cianotipias que me traje de Suiza

Hace casi dos años, en junio de 2018, realizamos un agradable viaje de vacaciones por Francia y Suiza, algunas ciudades de ambos países que teníamos pendientes de conocer. Una de las ciudades suizas que visitamos, esta ya la conocía yo de antemano, fue Lausana. Y en Lausana, para mí, es imprescindible visitar el Musée de l'Elysée, coqueto museo de la fotografía situado en un palacete junto al Parque Olímpico y no lejos de la ribera del lago Leman. Un lugar muy agradable, con bellos jardines y vistas. Y con una envidiable actividad museística, con excelentes exposiciones y excelentes fondos propios. Y también tienen una tienda muy cuca, donde además de comprar libros y revistas de fotografía y de arte contemporáneo en general, hay otros objetos decorativos o didácticos relacionados con la fotografía. Estando allí me llamaron la atención unos sobre con lo que tenía todas las pintas de ser hojas preparadas para la realización de cianotipias. Y lo comenté.

La persona que venía conmigo pensó que podría ser algo adecuado para trabajar la curiosidad de los niños. Yo también estoy de acuerdo. Y compramos dos sobres, uno en formato cuadrado de hojas previamente sensibilizadas de aproximadamente 10 x 10 cm, y otro con hojas de tamaño Din-A4... que en estos momentos están en paradero desconocido. Pero las encontraremos. El caso es que la niña destinataria de las hojas, especialmente estas pequeñas, se trasladó con sus padres a residir a otra ciudad al poco de volver de aquellas vacaciones, y el tema quedó olvidado. Hasta que llegó el confinamiento por la Covid-19, que me acordé de ellas. Encontré las pequeñas, y decidí ir trasteando con ellas.

Dentro del sobre de cartulina, hay otro sobre de plástico negro, estanco a la luz, con doce hojas de papel sensibilizadas por una de sus caras. Son de papel muy fino, muy sencillo. Y se acompañan también de un plaquita de metacrilato transparente con el fin de mantener lo que se quiera colocar sobre el material sensible plano y ajustado, para evitar desenfoques y mantener la mayor nitidez posible. A pesar de eso, en las primeras pruebas que hice alguna me quedó algo desenfocada, por irregularidades en la base donde coloqué todo el invento.

Muchas de las personas que se inician en el proceso, lo hacen colocando objetos cotidianos sobre las hojas sensibilizadas. En el enlace sobre realización de cianotipias que encontraréis en el primer párrafo podéis leer como prepararlo vosotros mismos. Pero yo decidí que, aprovechando que dispongo de hojas de acetato transparente aptas para ser impresas en la impresora de chorro de tinta en casa, quería hacer un copia física de algunas de las fotos de mi fototeca. Tanto fotografías digitales como fotografías sobre película digitalizadas. No me decidí a usar negativos directamente como origen; quizá alguno de los de 6 x 9 cm podrían haber estado bien, pero no encontré ninguno interesante.

Las instrucciones suministradas en el producto indicaban que para exponer la cianotipia había que situar en un lugar soleado durante un tiempo entre 1 y 5 minutos, evitando pasarse de tiempo. Pero sin ninguna indicación de cómo evitar pasarse de tiempo. Pero para más lío, en mi casa, en mi balcón, en primavera sólo tengo sol directo en un intervalo de tiempo que va de las 10:15 a las 11:45 de la mañana. Y que el sol no siempre es radiante. Que en ocasiones está matizado por la neblina o la nubes ligeras, o que estas pasan por delante del mismo, ocultándolo un instante para luego volver a dejarlo lucir. Así que he realizado pruebas en todo tipo de situaciones, con tiempos de exposición que van desde los 2 hasta los 15 minutos, según las circunstancias. Sólo se me estropearon dos por motivos diversos.

Poco a poco vas comprobando cosas. Si el sujeto está muy contrastado, pasarse un poco de exposición no importa. El contraste queda marcado y la imagen es muy gráfica. Comprobar más arriba las cianotipias de la torre Eiffel de París. Pero si los tonos presentan una gradación amplia y son matizados, hay que tener cuidado de dar la exposición justa para que no se pierdan. Hay que adquirir cierta experiencia. El color de la cara sensibilizada de la hoja de cianotipias es azul. Conforme se va exponiendo al sol, va cambiando de color, llegando a casos extremos a tomar casi un tono más cálido. En cualquier caso, perdiendo tonalidad azul. Con estas hojas, he comprobado que hay que irse fijando y evitar que la tonalidad azul desaparezca del todo. Si no, será difícil mantener la gradación tonal en la copia final.

Todas las cianotipias de esta serie menos una, la segunda de las de orquídeas, están realizadas a partir de internegativos sobre acetatos. Es decir, para que en la cianotipia salga la imagen en positivo, la imagen en el acetato tiene que ser un negativo, tener los tonos invertidos. Y como no hay reproducción del color, pues mejor en blanco y negro, con un tratamiento cuidados del contraste. Las segundas orquídeas eran de color fucsia oscuro, pero las quise reproducir como blancas, por lo que no use un internegativo sino un positivo. Una vez expuestas las hojas al sol, se revelan simplemente bañándolas en agua durante un minuto o así. Y luego hay que dejar secar. Y como es papel muy finito, hay que "plancharlo" un tiempo dentro de un libro para quede liso a la hora de exponerlo o escanearlo. Otra cuestión. La cianotipia no alcanza su tono azul definitivo hasta que no culmina los procesos de oxidación sobre los reactivos. Por lo tanto, hay que dejar pasar unos días. O bien, añadir en los segundos finales un poco de agua oxigenada, peróxido de hidrógeno, al agua de revelado, para acelerar la oxidación. A mí me explicaron en su momento, que con el peróxido de hidrógeno se intensificaban los tonos y aumentaba el contraste. Pero he comprobado, y así me dijeron en un grupo de fotografía analógica, que sólo acelera. Que a la larga, con o sin el peróxido de hidrógeno, los tonos definitivos son similares.

Bueno... quiero más. Tengo que localizar las hojas en Din-A4, he pedido otras hojas distintas a Fotoimpex, y cuando termine el estado de alarma por el Covid-19, tengo que comprar los reactivos para preparar mis propias hojas con papel adecuado. A ver si para el verano podemos hacer algo interesante.