La fotografía como afición y otras artes visuales

CARLOSCARRETER.ES

La cámara de cajón y el control del contraste,... una reflexión - Agfa Synchro Box + Ilford FP4 Plus 125

Hace ya un tiempo, Ted Forbes, en su canal The Art of Photography, nos hablaba del reto de fotografiar con cámaras baratas. O extremadamente simples. Cámaras con mínimos controles, en las que lo fundamental era saber cuando era práctico o posible usarlas y esforzarse en sacar lo máximo de ellas. Esencialmente, proponía salir a pasear con una cámara de cajón, esas cámaras que tenían forma de paralelepípedo, de las que las primeras Kodak Brownie fueron el modelo y paradigma. Una lente, un visor, un mecanismo de avance de la película, de formato medio generalmente, una única apertura, a veces dos (sol y nublado) y una única velocidad de obturación, muy lenta, teniendo en cuenta la baja sensibilidad de las películas de antaño. Y un pulsador para activar el obturador, claro. Veamos el vídeo...

Y yo me hice en su momento con una de estas cámaras, la bonita, art-decó, Agfa Synchro Box. Película tipo 120, formato 6 x 9 cm, velocidad de obturación 1/30 segundo + Bulb, y tres posiciones de apertura; f/16 para tiempo soleado, f/11 para tiempo nublado, y f/11 + filtro amarillo para tiempo soleado mejorando el contraste de la escena. Claro, quien se sepa la regla "soleado f/16", 1/30 segundo implica que una película de ISO 125 como Ilford FP4 Plus va a sufrir una sobreexposición de hasta dos pasos con tiempo soleado. Es así. La respuesta tradicional a este problema es... con película negativa en blanco y negro, reduzca el tiempo de revelado, para recolocar los valores medios y las altas luces. Pero eso conlleva una reducción del contraste de la escena que, con un objetivo tan básico como los meniscos que llevan estas cámaras, puede ser excesiva. Obviamente, en un procesado mixto químico y digital, se puede apañar en la fase de procesado digital. Pero esto suele conllevar un problema "molesto". El casi inaparente grano de la FP4 Plus cuando manejas la superficie de un negativo de 54 x 88 mm, seis veces superior a la de un 24 x 36 mm, se vuelve de repente tan aparente como si hubieras utilizado una HP5 Plus en su lugar.

De hecho, lo que te pediría el cuerpo es lo contrario. Aumentar los tiempos de revelado para dar un poco de empuje al contraste de la escena, pero es algo que no haces porque entonces los negativos quedan extremadamente densos. Por cierto, no lo he dicho, pero el revelado del carrete que hoy presento en esta página está realizado con Kodak HC-110 en dilución C (1+19), durante 5 minutos y 15 segundos a 20 ºC, según la propuesta de Emulsive. El tiempo de revelado casi dentro de mi zona de disconfort, pero bueno... controlable. Prefiero tiempos de revelado a partir de los 6 minutos, para amortiguar mejor las pequeñas variaciones en el proceso de revelado por muy cuidadoso y riguroso que seas.

Evidentemente, existen varias posibilidades de controlar la cosa. La primera es utilizar emulsiones poco sensibles. Por ejemplo, las Rollei de ISO 25 o la Ilford Pan F de ISO 50. Pero me hace duelo. Porque son emulsiones pensadas para extraer el mayor detalle posible de la escena,... que se ha perdido de antemano al pasar la luz por el limitado menisco que constituye el objetivo de estas cámaras. Si en el centro de la imagen puede haber cierta nitidez, las esquinas aparecen siempre con una mayor o menor nivel de pérdida de detalle. Es tontería, desde ese punto de vista, usar emulsiones como estas.

Otra posibilidad es colocar un filtro delante del objetivo que reduzca esos dos pasos. Un filtro rojo te roba tres pasos de sensibilidad, un filtro naranja te quita dos pasos, y un filtro neutro, pues según de lo que sea. Pero no hay una rosca pensada para ello. Hay pensar un mecanismo más o menos engorroso para ello. En algún caso lo he hecho colocando la cámara sobre trípode y sujetando con la mano un amplio filtro rojo de 58 mm. Y no me quedaron mal los resultados.

Y por supuesto, hay otra posibilidad, que ya contemplaba al principio de esta entrada. Usa la cámara exclusivamente en situaciones adaptadas a sus posibilidades. En días nublados, o en la sombra, con menos luz de la que hay en un día soleado. O confórmate con lo que hay, concéntrate en el encuadre, asume las consecuencias del revelado que te da un negativo denso pero usable, o tira de procesado digital para resolver el contraste, o de los recursos que el cuarto oscuro te brinde para ello, asumiendo los efectos secundarios, especialmente si los puedes usar a tu favor estéticamente.

En cualquier caso, recordemos que Cartier-Bresson afirmó aquello de que "la nitidez es un concepto burgués", que el contenido y la expresividad de la imagen no se pierde por defectos en la misma. Y que lo importante es como te curres la estética y el concepto de la misma.

Las fotos de hoy están tomadas en el barrio de San José de Zaragoza y en la ribera del Canal Imperial de Aragón a su paso por el límite sur de este barrio zaragozano.