La fotografía como afición y otras artes visuales

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Fotómetros de antaño

Zeiss Ikon Helicon, Bretram Chronos, Sekonic Auto Leadeer Mod. 38, Weston Master II

El padre ya fallecido de un compañero de trabajo y amigo fue un gran aficionado y amigo. Tenía un cierto número de chismes fotográficos, algunos de ellos notables. Recientemente estuvimos echándoles un vistazo y cogí algunos para verlos con más detalle; cuatro fotómetros y dos cámaras fotográficas. Este sábado he estado con una cierta faringitis y algunas décimas de febrícula. Así que cuando he estado animado, me he dedicado a trastear con ello. Hablaré de los fotómetros. Con fotografías, claro.

El primero que me llamó la atención fue este Zeiss Ikon Helicon. Es un modelo de 1937, de baquelita negra, y dispone de un pie para insertarlo en la zapata de accesorios estándar de una cámara. En este caso, de mi Leica IIIf. El círculo grande es la célula de selenio. El pequeño y amarillo lo veremos más adelante.
Por la parte posterior tenemos las escalas para determinar la exposición correcta. La sensibilidad viene determinada en la escala DIN, hasta 24º, unos 200 ISO, y la escala Scheiner, hasta 35º. Ambas de origen alemán y de uso corriente en Europa en la primera mitad del siglo XX. Para medir había que girar la rueda de la derecha hasta que en el visor redondito y amarillo la aguja estuviese en lugar correcto.
Lo adecuado es que la aguja negra apuntase al rombo de la izquierda. Pero en caso de luz escasa, si se quedaba por el camino, no había más que dejarla en alguno de los otros valores, que ejerce de factor multiplicador de la velocidad indicada según una tabla situada sobre el aparato. No muy rápido pero eficaz. La prueba que he realizado en casa con este aparato indica una ligera sobreexposición. Pero es posible que sea utilizable.
Aquí tenemos la tabla de ajuste para velocidades lentas. Por ejemplo, si la aguja no llegaba al rombo y se quedaba en el número 5, y para el diafragma elegido, pongamos f/4, indicaba una velocidad de 1/50, multiplicando por 5, quedaba convertida en 1/10. Como se puede ver, no es necesaria la tabla. Quien sepa operar con fracciones puede hacer la cuenta sin dificultad.
El segundo que he probado ha sido este cuco y estiloso Bertram Chronos. También de selenio, como todos estos, es muy sencillo de manejar. Una vez abierta la tapa, se abre el compartimento con la célula de medición, y una aguja indica el valor exposición. Se ajusta la sensibilidad según valores DIN o ASA (semejantes a los ISO), y se hacen coincidir las agujas. Ya tenemos los pares de diafragma y velocidad de obturación recomendados. Como vemos, también hay una tabla para su uso en cinematografía.
Aquí tenemos la parte delantera, con el compartimento de la célula de selenio medio abierto. Este aparato fue lanzado al mercado en 1950, y por lo tanto la célula de selenio puede estar agotada. Pero la pruebas que he hecho indican que funciona correctamente.
El siguiente de la lista es el Sekonic Auto Leader Mod. 38, también de los años 50 del siglo 20. Tiene un funcionamiento muy estándar, que le resultará familiar a cualquiera que haya usado fotómetros de mano. Creo que también es usable, aunque tengo que hacer alguna prueba más, porqué me he hecho un lío con el significado de las indicaciónes “closed”, “open” y “amp”.
Básicamente tiene que ver con las dos células de selenio de las que dispone. Una en el frontal del aparato, que puede tener una tapa que la cubre, y la otra, muy amplia, que se puede desplegar y replegar. “Closed” sería la posición cuando la frontal está cubierta, y la grande replegada. “Open” sería adecuada cuando la frontal está descubierta, la grande replegada. “Amp”, de amplification, sería como la anterior pero con la grande, que sirve de amplificación cuando hay poca luz, desplegada.
No encontraba el modelo por ninguna parte, hasta que se me ha ocurrido buscarlo con la célula amplificadora desplegada. Es el más moderno de los cuatro.
Y el último que he estado estudiando es el Weston Master II, un clásico entre los fotómetros que es conocido que fue utilizado por Ansel Adams. Su desarrollador fue un químico inglés emigrado a Estados Unido de nombre Edward Weston, lo que hace que se pueda leer la confusión de que fue desarrollado por el fotógrafo del mismo nombre. Esto no es así.
Tiene un funcionamiento clasíco. Se ajusta la sensibilidad primero, que viene en una escala propia, escala Weston. Para convertir a ASA o ISO, simplemente recordar que son los valores pero que si utilizáramos los valores Weston como equivalentes a ISO, subexpondríamos 1/3 de paso. Es decir si ajustamos 80 Weston pensando que son 80 ISO, en realidad estaríamos midiendo 100 ISO. Y daríamos 1/3 menos de exposición de la debida. Tiene dos escalas de medida, para luz abundante y para luz escasa, dependiendo de que cubramos o no la célula de selenio con la tapa perforada que lleva.
Tiene una funda muy ingeniosa que permite usarlo sin extraerlo de la misma. En las pruebas que he estado haciendo, parece que la célula de selenio esta gastada, porque no da medidas correctas. Pero haré más pruebas. Su comercialización fue de 1939 a finales de 1941, comienzo de la guerra mundial, recuperándose su fabricación en 1946.

En Sales de Plata hay un artículo dedicado a este aparato.

Espero que este recorrido por estos veteranos aparatos os haya resultado interesante. Vienen bien cuando se usan con cámaras clásicas, mecánicas, sin circuitos electrónicos y sin fotómetro. Yo tengo un fotómetro más moderno, un Gossen Digisix (comentado por Ken Rockwell), aparatito digital, fácil de manejar y muy fiable, con una amplia gama de situaciones de medida, y con posibilidad de medir luz incidente y reflejada. Muy ligero. Pero me podría defender sin problemas con alguno de estos.