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Vivitar Ultra Wide & Slim - El final del invierno en color

El pasado domingo cometí un error tontorrón, pero error. Comentaba que las fotografías que acompañaban la entrada de recomendaciones semanales habían sido realizadas con la Olympus μ(mju:)-1, y manifestaba que no me gustaba mucho como habían quedado. Mucho viñeteo, esquinas con muy poca definición, poco contraste, sensación de que estuviera siempre usando la apertura más abierta... Pues sí. Acerté en todo. Menos en una cosa. El modelo de la cámara con la que expuse ese carrete de Kodak Portra 400. En qué estaría yo pensando.

La cámara que he estado paseando en un bolsillo del chaquetón durante las últimas del verano no fue la Olympus sino la Vivitar Ultra Wide & Slim, de la que ya os hablé en su momento. Os recuerdo someramente sus características; es una cámara de plástico, con un objetivo también de plástico, un gran angular de 22 mm de focal, muy sencillo, con una única apertura de diafragma, f/11, y una única velocidad de obturación, tal vez 1/125 s. Aunque a veces tengo la sensación de que es más lenta.

Hasta ahora sólo la había usado con película en blanco y negra. En general, sus resultados pasan por un contraste escaso, muy baja definición en las esquinas y viñeteado apreciable. A pleno sol se puede usar con película de 100 ISO, con nublado y en la sombra es mejor irse a los 400 ISO. Que en el caso de la película en color también aguantan bien la abundancia de luz, puesto que suelen tolerar bien la sobrexposición.

La película Kodak Portra 400 tiene una saturación moderada, aunque la teoría dice que sobrexpuesta la saturación aumenta. En cualquier caso, a la vista de los resultados con este carrete, dado el bajo contraste del objetivo y la baja de definición, es posible que convenga utilizarla con alguna película más contrastada, aunque eso suponga perder algo de latitud de exposición, a cambio de obtener unas imágenes más vivas. Muy posiblemente no merezca la pena gastar mucho dinero, y cualquier película de gama media o baja de Kodak, Fuji, Agfa o quien sea, sea quien sea quien la fabrique, irá bien.

La fidelidad de los colores tampoco es el fuerte de la óptica de esta cámara, pero da un poco igual, mientras queden fotografías resultonas. Al fin y al cabo, la gracia principal de la cámara es conseguir composiciones o imágenes más o menos dinámicas gracias al amplio punto de vista que ofrece su objetivo gran angular, muy superior al de otras cámaras de juguete similares.

En fin, la iré utilizando de vez en cuando. Dentro una semanas me voy unos días fuera. A Dinamarca. Estaba contemplando llevarme, además de mi equipo digital de viaje, alguna compacta de película tradicional. Probablemente con blanco y negro. No sé si llevarme esta Vivitar, u optar por la Olympus Pen EE3, que me da el doble de exposiciones por carrete. Claro que dado que ambas cámaras ocupan tan poco espacio, igual me llevo las dos. Una con color y otra con blanco y negro.