La fotografía como afición y otras artes visuales

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Retratos con Polaroid 600 Round Frame - Polaroid Supercolor 635

Hago un inciso hoy en mi serie de artículos sobre las cámaras y objetivos de más allá del telón de acero durante los tiempos de la Guerra Fría. Llevo ya un par de artículos con película en blanco y negro y otros dos con película en color. Y tengo en reserva otros dos con película en color. Y los rollos en blanco y negro de mi reciente viaje a Suiza. Vamos,... que no me falta material para comentar. Pero hoy voy a hacer este paréntesis que nos va a llevar a la película instantánea Polaroid.

Quien siga este blog técnico sobre fotografía sabrá que, desde hace unos diez meses, vengo utilizando una cámara Fujifilm Instax SQ6, para película Instax Square, como cámara habitual para la fotografía instantánea. Aunque las fotos de las Instax Square son más pequeñas que las de Polaroid, son más cómodas de usar, y más económicas. Especialmente si tenemos en cuenta que además los cartuchos de Fujifilm Instax son de diez fotos, mientras que los de Polaroid sólo incluyen ocho. Pero también sabrá que en los últimos tiempos suelo comprar la película en los "reacondicionados" de Amazon, lo cual supone descuentos añadidos en el precio. Y hace unas semanas, había un cartucho de Polaroid 600 Round Frame en este apartado de la famosa tienda en internet, por un precio mucho más razonable que los habituales para esta película. Y me hice con él.

La Polaroid 600 Round Frame es como la película habitual Polaroid actual, con baterías incluidas para poder usarla en las cámaras históricas de Polaroid, pero con un marco redondo para la imagen en lugar del cuadrado habitual. Lo cual,... puede estar bien. Hace tiempo que no uso película Polaroid actual, material sensible que está en constante evolución, por lo que entiendo, y tampoco sabía muy bien en qué punto estaba en estos momentos de maduración. Para quienes no esté al tanto, cuando la antigua Polaroid cerró el garito, unos tipos crearon Impossible Project, adquirieron instalaciones de la antigua Polaroid, y tuvieron que volver a desarrollar el material sensible de nuevas. Por lo que en sus primeros años, este tenía una serie de problemas. Que a algunos les parecía bien, y a otros... no tanto.

Los problemas eran... la necesidad de proteger de la luz la emulsión durante su revelado, porque mantenía su sensibilidad a la misma; un tiempo de revelado bastante más largo, de hasta 30 minutos en lugar de los dos minutos del material clásico; una inconsistencia en los colores; una degradación de los colores a medio plazo. En la actualidad, se sigue recomendando proteger de la luz la emulsión cuando sale de la cámara, pero no es crítico, por lo que parece, el revelado empieza a verse consistente a los 15 minutos o así, los colores están más definidos y saturados, aunque son menos realistas que con el material de Fujifilm... y no sé qué pasará con el tiempo, con la estabilidad de la emulsión. Es decir, la emulsión ha ido mejorando.

La usé en una reunión de sábado por la tarde con unos amigos, el día que cogía mis recientes vacaciones, antes de viajar a Suiza. Y mientras tomábamos unas cervezas en una terraza al aire libre, hicimos unos retratos con la cámara. Como regalé las fotos a las personas retratadas, lo que veréis aquí en algunos casos son copias de las mismas realizadas allí mismo con la cámara digital. Y lo cierto es que los resultados me gustaron bastante. Los colores actuales de la película son agradables. Y el marco redondo se adapta muy bien a los retratos. Si voy encontrando ofertas como esta seguiré haciendo de vez en cuando algún cartucho con la Polaroid Supercolor 635, que es la cámara usada para las fotos. La pena es que ya han dejado de hacer cartuchos para el formato Spectra (o Image System). Porque la cámara que tengo para ese sistema es más precisa, con enfoque automático en lugar de foco fijo, distancia de enfoque mínima más favorable, automatismo de la exposición incluyendo el diafragma, que no es fijo, y una óptica de vidrio, con varios elementos, mucho mejor. Habrá que aguantarse.

Recomendaciones semanales - del 30 de abril al 7 de mayo de 2017

Semana con bastante actividad fotográfica por mi parte, pero cuyos resultados, al ser principalmente fotografías con película tradicional, se irán viendo poco a poco más adelante. Ayer pasamos una mañana muy entretenida revelando carretes en blanco y negro dentro del III Encuentro Fotográfico organizado desde la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza (AFZ). Y tengo varias perspectivas a corto plazo en estos temas.

Las fotografías que acompañan las recomendaciones de hoy, al igual que hace una semana, son de las que mandé a revelar a Revelatum Revelado Analógico (como ya dije, Alex Delgado). Un par de carretes de Ilford XP2 Super que hice con las Olympus μ(mju:). Como ya dije, lo único que hubiese pedido para que hubiesen quedado perfectas es que la cámara pudiese ajustar manualmente el índice de exposición y haberlo hecho a 200 o 250 en lugar de a los 400 ISO nominales de la película. El trabajo de Alex, como ya dije, excelente. Y espero mostrar pronto algún otro ejemplo de ese excelente trabajo con negativos en color, no precisamente fáciles de digitalizar.

En primer lugar, la fotógrafa surrealista Claude Cahun. Ya la he mencionado en alguna ocasión en estas páginas. Muy moderna para su época, fue antecesora de todos estos fotógrafos que hoy en día cuestionan sus propia identidad cuando se sitúan ante la cámara. No sólo se dedicó al a fotografía. Escribió, actuó, pinto... Y como digo se encuadra perfectamente dentro del movimiento surrealista, y fue también una precursora de los movimientos feministas y de la libertad sexual. Practicó mucho el fotomontaje y el collage. Y  todo esto nos lo contó en profundidad Oscar Colorado.

Si ahora pensamos en el aspecto de Seul, la capital de la República de Corea, habitualmente conocida como Corea del Sur, pensamos en una urbe moderna, con rascacielos, una de esas ciudades cosmopolitas que están surgiendo en Asia, muy jóvenes y muy dinámicas. Pero su realidad hace 60 años, justo al terminar la Guerra de Corea, era muy distinta. Y el fotógrafo coreano Han Youngsoo (página de la fundación que gestiona su legado, desgraciadamente en coreano) la documentó durante varios años, en un testimonio gráfico que nos habla de un país que era muy distinto al que ahora percibimos, que ha sufrido profundos cambios y transformaciones. Nos lo han contado en Hyperallergic.

La tragedia del terremoto de la costa del Pacífico en la región de Tōhoku de 2011, el cuarto más potente de los registrados hasta la fecha y el más potente en Japón, más conocido por su afectación de la central nuclear de Fukushima, sigue atrayendo a muchos artistas y fotógrafos en particular por las secuelas físicas y humanas que ha generado este fenómeno natural. Javier Tles es un fotógrafo nacido en Zaragoza, pero establecido en Barcelona desde hace tres décadas, que ha realizado un interesante ejercicio con algunos de los afectados de la tragedia, como nos han contado en Clavoardiendo Magazine. Un trabajo muy íntimo, tan importante por el proceso como por los resultados, en la medida que implicaba un difícil diálogo con la persona antes o durante el proceso de realizar su retrato.

Un fotógrafo preocupado por el medio ambiente es Alain Delorme. Delorme realiza fotografías de paisajes con lo que parecen inmensas bandadas de estorninos... hasta que nos fijamos con más detalle. Delorme es una artista de la herramienta de clonar que, sobre los paisajes, utiliza para generar ficticias bandadas de bolsas de plástico que remedan las formas, los movimientos y la dinámica de los estorninos. Es una denuncia al fuerte impacto de la contaminación con objetos plásticos, que permanecen inalterados durante largo tiempo en el ambiente. Lo hemos visto en Slow Show, y os jugo que al principio me parecieron auténticas bandadas de estorninos. Un trabajo de chinos.

Las cámaras Holga u otras similares, consideradas de juguete por muchos, aparatos de plástico muy sencillos, parecen más destinados a su uso por hipsters modernillos, que dejan muchas veces fotografías más o menos llamativas, pero tal vez intrascendentes. Pero hay excepciones. En alguna ocasión ya hemos hablado del uso que hace el fotógrafo documental y reportero gráfico David Burnett de estas cámaras. Esta semana he conocido en I Still Shoot Film el trabajo de otro fotógrafo que las usa, y con gran habilidad, para fotografiar los grandes paisajes del oeste americano. Se trata de Troyce Hoffman, y su secreto es una cámara Holga con película Tri-X forzada a un índice de exposición de 1600 y con un filtro rojo. Y una buena composición y saber hacer, claro. De todos modos... mi Holga viñetea muchísimo más... no me imagino que de mi cacharro salgan fotos tan nítidas.

Otro fotógrafo que ha venido usando tecnologías alternativas es el francés Gil Rigoulet. Rigoulet utiliza las polaroids en distintos formatos, muchos de ellos que ya no se fabrican, ni por la propia Polaroid, ni por Fujifilm que lo estuvo haciendo hasta hace un par de años. Lo mismo le sirve para un retrato, un autorretrato, un bodegón, que un desnudo. Además manipula el material original, extrayendo el negativo del positivo en aquellas películas que lo permiten, o manipulando la emulsión, transfiriéndola a otras superficies. Creatividad al máximo. Lo hemos visto en L'Oeil de la Photographie.

En los últimos meses he dedicado algún tiempo a la fotografía de aproximación de plantas y flores, incluso macro, con película tradicional, tanto en color como en blanco y negro. Esta última es especialmente compleja, ya que al despreciar el color, uno de los elementos más característicos del mundo vegetal, sobretodo en motivos florales, hay que replantearse por completo la estética del asunto. Por ello, me ha parecido interesante el trabajo de la fotógrafa basada en Sidney Jessamine Chen. No he encontrado una página propia, y parece que es un nombre común entre las comunidades de origen chino en el mundo. Pero bueno, las fotografías que han publicado en Creative Bloom hablan por sí mismas. Qué envidia.

En Lens Culture han publicado un artículo sobre cómo distintos fotógrafos contemporáneos trabajan o imaginan el retrato fotográfico. Como dicen en el artículo, el retrato es una disciplina fundamental en fotografía. De hecho, la mayor parte de las personas se siente más interesada por una fotografía de una persona que por otra aunque sea de un magnífico paisaje o naturaleza muerta que no incluya un elemento humano. Las fotografías que más éxito tienen en redes sociales son aquellas en las que aparecen personas, especialmente si son personas a las que conocemos. Nos generan un vínculo emocional. En cualquier caso, es interesante el artículo y las fotografías que lo acampañan.

Por último, contar que ha salido el número 98 de Fraction Magazine, como todos los principios de mes. Como es un número que coincide con el noveno aniversario de la publicación de esta revista en línea, está dedicada a una recopilación de fotografías de distintos autores, es algo que suelen hacer cada año, así como a la reseña de algunos libros de fotografía, de los cuales me ha parecido muy interesante el dedicado a Dora Maar.

Y con esto lo dejo por hoy. Hasta la próxima.

Aprendiendo el retrato en 1992 - Curso Básico 1 en Galería Spectrum

Si ayer mismo terminaba la serie de artículos sobre el Taller de retrato organizador por Fotógraf@s en Zaragoza, también me dedicaba al mismo tiempo a la tarea, un poco aburrida aunque al final interesante, de recuperar viejos negativos y diapositivas, digitalizarlos, y poner esas fototografías de nuevo en circulación. Y entre los negativos que ayer iba digitalizando mientras escribía sobre el taller de retrato, se encontraban los negativos de mis cursos en la Galería Spectrum, de los que hice dos. El Curso Básico 1 entre noviembre de 1992 y febrero de 1993 y el Curso Básico 2 entre noviembre de 1993 y febrero de 1994.

En aquellos momentos, no existía a nivel de productos de consumo las cámaras digitales. Se oía hablar de cámaras que registraban electrónicamente la imagen, grabándolas en discos de diversos tipos, y con distintas tecnologías. Por ejemplo, Canon y Sony hablaban de las cámaras de "still video", que generaban una señal más similar a la del vídeo analógico que al vídeo o la fotografía digital. Así que los fotógrafos, profesionales o aficionados, tirábamos de cámaras para película tradicional. Los que nos iniciábamos en el arte y la técnica fotográfica, solíamos adquirir las llamadas cámaras escuela. Cámaras baratas, de tamaño contenido, usualmente vendidas con un 50 mm a una apertura máxima rondando el f/1,7 a f/2, con los mandos básicos para hacer fotografías, y generalmente de enfoque manual. A finales de los ochenta y principios de los noventa, ya era frecuente que en lugar del 50 mm vinieran con un objetivo de focal variable del tipo 35-70 mm, 28-70 mm, 28-80 mm o similiar. Yo compré en 1989 una Pentax P30N con un SMC-A 50/2. Típica cámara de aprendiz. No existen este tipo de cámaras hoy en día. Las cámaras de gama baja están más pensadas para ser utilizadas habitualmente con modos automáticos que utilizando de forma manual los parámetros de enfoque y exposición de la fotografía. Con esta combinación de cámara y objetivo realicé la mayor parte de las prácticas del Curso Básico 1 de la Galería Spectrum. Para el Básico 2, ya contaba con una Canon EOS 100 (no una EOS 100D, que ni siquiera la imaginábamos).

Realizamos tres prácticas de retrato. Pondré aquí algunos ejemplos de las mismas. Me gustaría nombrar a quienes aparecen retratados, fueran alumnos del curso o modelos traídos por Spectrum para las clases, pero no los recuerdo, ni los tengo anotados por ninguna parte. Tampoco les he podido pedir permiso. Voy a asumir que entenderán que el artículo lo escribo como experiencia, de buena fe, y sin interés económico o egoísta de ningún tipo. Pero si alguno lo ve y no quiere estar,... pues que me lo diga.

La primera práctica la realizamos entre nosotros, y nos sirvió para familiarizarnos un poco con la iluminación, que fundamentalmente eran fuentes de luz continua de tungsteno. Como trabajábamos con película negativa en blanco y negro, daba igual el equilibrio del color. Y como la luz continua es menos potente que los flashes, más barata a cambio, usábamos película negativa de 400 ISO, Ilford HP5 Plus. Veamos primero algunas de las que hice en la sesión con los compañeros de curso. Algunos de los cuales eran verdaderamente estilosos. Yo era de los torpes a la hora de posar...

Vistas hoy en día, de forma retrospectiva, me parece que no estaban nada mal. Eramos novatos, muy novatos, manejándonos con las luces,... pero éramos gente joven, mayormente entre los 18 y los 30 años, y una vez que cogimos confianza fuimos adquiriendo desparpajo. Nati Gascón, la profesora, nos animaba mucho a imaginar, a no sujetarnos a los estándares o a los cánones. Aunque eso cuesta.

La segunda sesión fue con un modelo masculino, cuya principal dificultad era fotografiar las gafas. Fue la sesión más técnica, menos imaginativa. Quizá la más "sosa"...

Y la tercera sesión fue con modelo femenina. Una chica muy dinámica, muy imaginativa, que motivó mucho al grupo de alumnos, que además nos habíamos ido sacudiendo las inhibiciones. Esto permtió que variáramos más el tipo de tomas... Que pasásemos con facilidad de planos generales a planos de detalle, de la clave alta a la clave baja... por algún motivo preferíamos esta última,... y que nos divirtiéramos mucho. Muy bien.

En aquellos momentos, la capacidad de retoque estaba mucho más limitada que hoy en día. No es que no hiciéramos nuestros pinitos en las reservas y los quemados bajo la luz de la ampliadora en el momento de la copia, pero ni nos planteábamos las capacidades de intervención sobre la imagen y el físico de los modelos que se dan hoy en día con Photoshop y similares. Intentábamos que en la cámara, en el carrete, la fotografía quedase lo mejor expuesta posible, con una composición buena que recortábamos algo al ampliar, y las manipulaciones en el laboratorio tenían más que ver con el control del tono y el contraste que con otra cosa. Se hacía de otra forma.

Por otra parte, da la sensación de que hoy en día la formación se dirige más hacia las técnicas de fotografía comercial. El retrato social, de moda, de producto sobre figura humana,... pero en aquel momento, el estímulo era imaginar, conceptualizar,... aunque técnicamente la iluminación y la toma no fueran tan perfectas. Lo digo, no tanto por mi experiencia reciente, que ha sido muy satisfactoria a pesar de las limitaciones de un grupo de 20 personas interactuando, sino por el conjunto de los resultados que veo cuando me asomo a Facebook donde mucha gente pone sus trabajos. No es ni mejor, ni peor. Distinto.

En el Curso Básico 2 dimos un paso más allá en el retrato, realizando un par de prácticas de desnudo. De esas sólo pondré un ejemplo. Evidentemente sin que se pueda identificar a la modelo, que desconozco por completo si aceptaría salir o no de forma reconocible casi 22 años más tarde... Ahí si que nos sentimos cohibidos... pero aun así también fuimos capaces de sacar alguna foto curiosa.

Un taller de retrato con Fotógraf@s en Zaragoza (6º) - Retoque, con Adobe Photoshop Lightroom y Affinity Photo

Llego aquí a la última entrada que dedicaré al taller de retrato que entre los meses de abril y mayo realizamos bajo el paraguas de Fotógraf@s en Zaragoza (Flickr - Facebook). Si en la entrada anterior os contaba como transcurrió los dos últimos talleres, el de retrato con iluminación de estudio y el de procesado y retoque, hoy os voy a traer algunos ejemplos de las fotografías realizadas como prácticas de los mismos.

Para el procesado os quiero recordar que no hicimos todo un curso de cómo manejar Adobe Photoshop. Tratamos algunos temas pertinentes en retrato. Con Ángel López vimos: ajuste del tono de piel, retoque de imperfecciones mediante la técnica de la separación de frecuencias, y ajuste del tono de los ojos. Pili Montes nos introduzco en algunas técnicas básicas, y discretas, de la herramienta Licuar de Photoshop.

Una cuestión de orden. No uso software pirateado en mi ordenador. Primero, porque no lo considero necesario. Segundo, porque es someter al ordenador a un riesgo, con la llegada de "porquerías" informáticas. Con una disciplina adecuada de lo que tengo instalado y no en mi iMac de finales del año 2009, este funciona perfectamente. Como la mayor parte de la fotografía que hago se puede calificar de fotografía documental, y no exige grandes retoques ni procesados, ni siquiera cuando hago paisajes, con versiones legales de Adobe Photoshop Lightroom me defiendo perfectamente para tener organizada mi fototeca y procesar mis fotografías. Hasta recientemente, si necesitaba algún retoque extra, o montar algún panorama u otras cosas, usaba la versión 10 de Adobe Photoshop Elements. Pero pocas veces.

Desde hace unos meses, voy siguiendo las betas de Affinity Photo, una nueva aplicación para Mac OS X que es mucho más potente que Photoshop Elements, en muchos casos igualando la potencia de Adobe Photoshop. Han anunciado que cuando salga al mercado como versión definitiva tendrá unos precios mucho más razonables que cualquier plan de compra de Adobe Photoshop CC, con o sin Lightroom. Y las betas son totalmente funcionales, aunque es de suponer que la versión definitiva estará más depurada y con mayores y mejores funciones. El caso es que lo que he hecho es aprender a aplicar las técnicas aprendidas en el taller con la versión de prueba de Photoshop CC en la beta de Affinity Photo. Por ello me ha costado unos cuantos días procesar las fotografías que hoy os presento. Y que pueden tener alguna deficiencia por todo estos motivos.

Las primeras fotografías corresponden a la sesión de la mañana, teniendo como modelo a Verónica Abizanda. Básicamente, sobre fondo negro, aplicamos esquemas sencillos y básicos de iluminación con una, dos y tres fuentes de luz, además de ensayar un retrato en clave baja.

Verónica iluminada con una única fuente de luz, elevada, delante y a su izquierda.
En este caso, además de la luz anterior, un gran reflector próximo a su derecha, sirve de luz de relleno secundaria, suavizando la iluminación del rostro.
Esta es la que más me gusta, en la que además incluímos una luz puntual trasera y a su derecha que le perfila el cabello.
En el retrato en clava baja, con la luz trasera y una luz dura en su izquierda, la idea era hacerla en blanco y negro, pero a mí me ha convencido más la versión en color.

He de decir que a estas alturas, ya había comprobado varias cosas. Que la mejor herramienta para ajustar la mirada, el iris de los ojos, es el Lightroom que uso habitualmente. También que Affinity Photo tiene un filtro para la separación de frecuencias mucho más rápido y práctico que Adobe Photoshop CC. Y que por lo demás, los retoques sobre las capas resultantes, la de baja frecuencia (color) y la de alta frecuencia (textura), son perfectamente cómodos de realizar. El tono de la piel también lo ajusto en Lightroom.

En la sesión de tarde contamos con la presencia de Carolina de la Rosa como modelo, y ensayamos más lo que serían técnicas de iluminación y pose de la modelo en fotografía de moda. Iluminaciones más uniformes, sobre fondo blanco (que puede hacerse gris).

Esta fotografía de Carolina no me dice gran cosa, pero es un ejemplo de fondo blanco que se vuelve gris cuando el modelo y las fuentes de luz están suficientemente separados de ese fondo blanco.
El fondo blanco tiene el problema que los pliegues o las arrugas de la tela se ven más, y hay que trabajar para eliminarlos.
Esta es mi fotografía favorita de las que hice a Carolina, con el rostro ligeramente en penumbra.
Y aquí abandonamos los esquemas de iluminación tan planos y dimos un poquito de sombra al lado derecho.
Finalmente, un poquito de hacer el indio, con Carolina acosada por los "monstruos"... Mismamente, aterrorizada.

La herramienta Licuar, que también existe en Affinity Photo, no la he usado... no he sentido la necesidad. Quizá más adelante. En cualquier caso, esto es lo que ha dado de sí el taller de fotografía de retrato, que ha sido una experiencia muy divertida y formativa.

Un taller de retrato con Fotógraf@s en Zaragoza (5º) - En el estudio y ante el ordenador

En el mes de abril os fui contando como fue el primer módulo del taller de retrato organizado por Fotógraf@s en Zaragoza (FlickrFacebook); cómo se desarrollóel blanco y negro en interioresel blanco y negro en exteriores y el color en exteriores. Como pudisteis comprobar, trabajamos fundamentalmente con luz ambiente y, aunque me llevé alguna cámara digital, estas fotos fueron fundamentalmente para documentar el transcurso del taller, mientras que las fotografías de práctica real con modelo las hice con película tradicional.

En este fin de semana pasado, celebramos los dos últimos módulos del taller. Y aquí fue al revés. Usé la película tradicional para hacer el reportaje del taller y una cámara digital para las fotografías de práctica real con modelo. Hoy os contaré cómo transcurrió el taller; más adelante, cuando haya puesto en práctica lo aprendido en el tercer módulo, el del tratamiento digital de las imágenes, subiré los resultados.

El sábado pues, tras una introducción a las bases de la fotografía en estudio y algún recordatorio de lo aprendido en el primer módulo sobre los planos en el retrato y algunas posiciones del o de la modelo, pasamos a trabajar en un estudio improvisado en las instalaciones del Centro Cívico de Miralbueno. Como hice en su momento hay que dedicar un tiempo a los agradecimientos. A Ángel López, por su paciencia y buen hacer como docente. A Kino, por el impulso que da a las actividades y al organización de este a priori "desorganizado" grupo. A Miguel Rubira, por sus gestiones para conseguirnos unos espacios tan estupendos para desarrollar el trabajo.

Fotografía de grupo del taller. Yo no estoy... estoy al otro lado de la cámara.
Ángel iniciando las explicaciones del taller.
No faltan momentos de relajo, haciendo el canelo. Selfi colectiva con el móvil y el paloselfi de David.

Las fotografías de la sesión de la mañana del módulo segundo están realizadas con película tradicional, Kodak Tri-X 400 forzada a IE 1600, y revelada con HC-110, 19 minutos a 24 ºC. Usé la Pentax MX con un SMC-M 50/1,7. Por la tarde y en el módulo tercero, usé cámaras digitales.

Para sesión de la mañana del sábado contamos como modelo con Verónica Abizanda, que con gran paciencia soportó estoicamente los ratos de explicaciones de Ángel, así como las interminables rondas de disparos que los participantes en el taller íbamos haciendo.

Básicamente, durante la sesión de mañana ensayamos distintos esquemas de utilización de las luces, progresando desde los esquemas más sencillos con una fuente de luz, hasta alguno más complejo con tres.
Un fondo negro y algunas unidades de flash de estudio con ventanas difusoras.
Esto me hizo ilusión. La seriedad de usar un fotómetro adecuadamente; no como hacen muchos ir probando a tientas con la cámara digital, a cuenta de que no se gasta película.
Los participantes del taller, revisando el resultado de las tomas.

En la sesión de tarde cambiamos de modelo y de decorado. Nos acompañó Carolina de la Rosa, que también mostró buen humos y paciencia ante los más o menos caóticos participantes del taller. Quizá un poco más caóticos que por la mañana, como podremos ver en las fotografías a continuación.

Si por la mañana jugamos un poco más con las variaciones en la iluminación, por la tarde, sobre fondo blanco se trató más de conseguir iluminaciones uniformes sobre la modelo.
Además de los flashes de estudio, utilizamos también algunos flashes portátiles, para aumentar la potencia y homogeneidad de la luz.
No sé si fue efecto del acúmulo de horas o del aumento de familiaridad con la situación, que empezaron a aparecer seres extraños en el set...
... y extraños accesorios, que no se ven habitualmente en el equipo fotográfico.

En cualquier caso, espero ofreceros como he dicho antes algunos resultados del trabajo realizado en el taller dentro de unos días. Pero previamente tengo que poner en práctica los conocimientos adquiridos en el tercer y más corto módulo del taller. Módulo que se desarrolló en la mañana del domingo, mientras la gente se dedicaba a votar y esas cosas propias de las democracias occidentales, en el Centro Cívico de las Esquinas del Psiquiátrico. Que vaya nombre para un centro cívico. Pero es que el de Miralbueno estaba ocupado por las elecciones.

Pues no, estos no vinieron al módulo de retoque... bueno David, sí... pero estuvo más formal.

Habitualmente yo utilizo Adobe Photoshop Lightroom para la organización y el procesado de mis fotografías, y me resulta suficiente en el 95 % o más de las situaciones. Pero en el caso del retrato, especialmente cuando se trabaja en estudio con temas de moda o belleza, se suele hacer un procesado más intenso, con un retoque más fino, especialmente de la luz y de las pequeñas imperfecciones de la piel de los y las modelos. No estoy hablando aquí de modificar escandalosamente el aspecto de las personas... ¿vale? Afortunadamente el taller se condujo dentro de unos criterios éticos que considero muy de agradecer. Pero aprendimos o refrescamos técnicas para depurar el tono y color de la piel, la técnica de separación de frecuencias para resolver imperfecciones, las mejores técnicas de ajuste de la nitidez final de la fotografía, y a manejar con prudencia la herramienta "Licuar", todo ello en Adobe Photoshop.

Yo llevo ya un par de días en casa poniendo en práctica los conocimientos de retoque con alguna de las fotos realizadas en la sesiones de estudio. Pero como me gusta complicarme la vida, estoy utilizando la beta de Affinity Photo, un programa de retoque fotográfico que está surgiendo como una alternativa potente y mucho más económica al conocido programa de Adobe, aunque sólo disponible para la plataforma de Mac OS X. Ya os contaré. Pero adelanto que la técnica de separación de frecuencias es mucho más rápida y sencilla de practicar.

Una vista de los aplicados participantes en el tercer módulo del taller, con sus ordenadores portátiles a pleno rendimiento.