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Adaptadores de objetivos para la Fujifilm GFX 50R - Hartblei HV [Hasselblad V]

Voy usando la Fujifilm GFX 50R. Con parsimonia. No es una cámara para usar cotidianamente o para cualquier cosa. Para eso son más convenientes otras más ligeras. Y además en la mayor parte de las ocasiones no necesitamos los 51 megapíxeles de información que suministra esta cámara de formato medio digital. Pero cuando la uso estoy satisfecho. Como en un reciente viaje en el día a Olite, cuyas fotos podéis ver en mi Cuaderno de ruta (y aquí).

Planar 80 mm

Cuando la compré, con su Fujinon GF 50 mm f3,5 (me voy a ahorrar el resto del largo nombre del objetivo, lleno de absurdas siglas), era consciente que tardaría en tener otro objetivo dentro del sistema. Es mucho gasto. Pero no me importa en exceso. En la excursión a Olite quedó probado lo que ya suponía... que por mucho que nos vendan la necesidad de equipos muy amplios y más o menos sofisticados, durante décadas la gente viajó por el mundo con una sola longitud focal y eso no les impidió hacer fotos estupendas. No obstante, en casa tengo muchas ópticas de otros sistemas. Y una de las ventajas de los sistemas sin espejo es que se les puede adaptar cualquier óptica con una distancia de brida superior a la del sistema. La distancia de brida es la distancia entre el plano de la montura del objetivo y el plano de la superficie sensible. Así que cualquier objetivo para cámaras réflex y algunos para cámaras sin espejo puede ser adaptado a la GFX 50R.

Planar 80 mm

Algo que he hecho en más de una ocasión con cámaras de sistemas con sensores más pequeños, en la GFX 50R surge un inconveniente. El sensor es más grande. Y las ópticas están diseñadas para cubrir un círculo con un diámetro de imagen determinado. Por lo que lo más probable es que la mayor parte de ellas generen un viñeteo más o menos intenso en la fotografía. Pero,... bueno... existen los sistemas de formato medio para película tradicional, que suelen cubrir un fotograma más grande que el de la GFX 50R. Como los tres objetivos que tengo para Hasselblad V, que cubren un fotograma de 54 x 54 mm, dos veces mayor que el de la Fujifilm, con una diagonal 1,4 veces mayor que la del sistema GF.

Planar 80 mm

Existen varias marcas, la mayor parte de ellas chinas, que hacen adaptadores para ópticas con montura Hasselblad V sobre cámaras con montura Fujifilm GF. Pero opté por la solución de Hartblei, que fabrica en Ucrania aunque comercializa a través de Alemania, evitando los sobrecostes de aduanas, por vender desde la Unión Europea. Es el adaptador que más valorado está, un cilindro hueco de aluminio anodizado negro, muy consistente, y que presume de tener un tratamiento interior que evita por completo las luces parásitas por reflejos internos. Y no es necesariamente más caro o mucho más caro que los mejores adaptadores chinos, por lo que ahorrándonos las aduanas... incluso sale más barato.

Planar 80 mm

Hay que decir que lo considero una prueba inicial para valorar la posibilidad de algo más sofisticado. Tanto Hartblei como alguna marca china fabrican adaptadores con movimientos de desplazamiento de la óptica, aprovechando el mayor tamaño de la superficie cubierta por las ópticas para Hasselblad. Lo cual es idóneo para fotografiar arquitectura, evitando la convergencia de líneas por los contrapicados de cámara. Algunos permiten también la basculación de la óptica, modificando el plano de enfoque. Como en las cámaras técnicas de gran formato. Pero no son baratos. A la hora de invertir en uno de ellos, hay que asegurarse de que merece la pena. Porque por buena reputación que tengan los objetivos Carl Zeiss para Hasselblad, se diseñaron para un sistema muy distinto que el Fujifilm GF.

Sonnar 150 mm

Por ejemplo, hay muchas personas que creen que los objetivos de formato medio son superiores en resolución óptica a los de las cámaras para película de 35 mm. Pero eso no es así. Como el tamaño del fotograma que obtenemos con una cámara de formato medio es mucho mayor, el grado de ampliación que sufre la copia final suele ser inferior, por lo que puedes alcanzar un resultado mejor con una óptica con menor resolución óptica que con un sistema para película de 35 mm. Sin embargo, en el mundo digital, la densidad de los píxeles hace que no puedas permitirte estos lujos, como regla general. Si la GFX tuviera la densidad de píxeles que tiene mi Canon EOS RP, sólo tendría una resolución espacial de 43 megapíxeles. Aunque si tuviera la de la Panasonic Lumix G9, tendría una impresionante resolución espacial de 129 megapíxeles. Por lo tanto, en general las ópticas para sistemas digitales tienen que estar preparadas para situaciones muy exigentes.

Sonnar 150 mm

De las tres ópticas Carl Zeiss que tengo para Hasselblad, hay una que no me interesa adaptar. Es un Distagon 50 mm f4 C T*, coincidente en longitud focal con el objetivo que traía la cámara. Y no hay duda; el Fujinon es mejor que el Distagon. Pero el Planar 80 mm f2,8 CF T* y el Sonnar 150 mm f4 C... que funcionan como teleobjetivos con la GFX 50R sí que pueden ser interesantes. Son estos los que probé hace unos días.

Sonnar 150 mm

El 80 mm es el objetivo más moderno de los tres, con la fórmula óptica más actualizada, y con los multirrevestimientos de las lentes que han dado a las ópticas Carl Zeiss su merecida fama de objetivos muy contrastados, y que viene indicado por la apelación T*. La llevé en un amplio paseo un sábado por la mañana en el que fui por paisajes urbanos diversos, para terminar con unas cuantas fotos en la terminal ferroviaria industrial del Polígono Cogullada en Zaragoza. En general, podemos decir que fue el primer contacto, en el que pude comprobar que el uso de estos objetivos es engorroso. Hay que acordarse de cerrar el diafragma manualmente, porque si no, da igual lo que le indiquemos... hará las fotos a plena apertura. En general, las fotos resultaron bastante nítidas y contrastadas, pero no tanto como con la óptica nativa de Fujifilm. Se aprecia claramente la distancia generacional entre ellas.

Sonnar 150 mm

Por la tarde el puse el 150 mm. Este objetivo es el más antiguo de los tres, su fórmula óptica tiene décadas, y sus lentes, según creo, tienen revestimiento antirreflejos, pero sencillo. De ahí que no luzca la etiqueta T* en su nombre. Aunque a veces cuando lo menciono se me olvida y se la pongo. Pues no. No es pata negra. Es más antiguo. Nunca me ha supuesto un problema en realidad. Lo usé en un paseo por el recinto Expo 2008 al atardecer. Una caminata tranquila entre el puente de la Almozara y la parada del autobús urbano de la línea Circular 1 frente a la Torre del Agua. Coincidiendo con un bello y cálido atardecer. El objetivo mostró lo que los fanáticos de las marcas llaman "carácter". Es decir mostró todas sus debilidades y su incapacidad para competir con las ópticas modernas. Sufre mucho en contraluces, y en general tiene un contraste y una resolución claramente por debajo de cualquier óptica moderna y de la del propio 80 mm comentado con anterioridad. Lo cual no quiere decir que las fotos no puedan ser interesantes. Pero hay que ser conscientes de sus limitaciones. Curiosamente, me resultó más sencillo de manejar que el 80 mm, una vez adaptado a la Fujifilm GFX. Con la Hasselblad 500CM es al contrario; la óptica CF, más moderna, es más sencilla de manejar que la óptica C, más antigua.

Sonnar 150 mm

¿Cuál es mi veredicto final? Usaré de vez en cuando el adaptador con estas ópticas, seguramente. Entendámonos. Están a la zaga de las ópticas modernas, pero diafragmados a f8 o f11 producen fotografías perfectamente utilizables, suficientemente nítidas para la mayor parte de los espectadores, cuyo valor dependerá de la capacidad del fotógrafo para realizar imágenes significativas. Pero de momento queda en suspenso la posibilidad de comprar el adaptador con desplazamientos, mucho más caro. Porque no tengo claro que la calidad de las ópticas sobre el sensor de la GFX 50R acompañe las necesidades de la fotografía de arquitectura. Reconozco que tengo que probar también el Distagon 50 mm, que es de una generación intermedia a los dos anteriores. Es de la serie C, como el Sonnar 150 mm, pero tiene los multirrevestimientos T* de las lentes como el Planar 80 mm. y por ser la focal más corta, sería el más adecuado para la fotografía de arquitectura en la mayor parte de las ocasiones. Y próximamente probaré un adaptador para ópticas Canon EF. Muchas de ellas cubren un círculo de imagen muy próximo al del sistema GFX. Y en cualquier caso, la GFX 50R tiene un modo "35 mm" en el que sólo usa un rectángulo de 24 x 36 mm con una resolución de 30 megapíxeles que no está mal. Si funciona bien, hasta que vaya pudiendo adquirir otras ópticas del sistema, puede ser un adición interesante al equipo, especialmente para usar las ópticas L de que dispongo, el EF 24-105 mm f4L USM, que me proporcionaría focales grandes angulares y teleobjetivo corto, y el EF 200 mm f2,8L USM, que me proporcionaría un teleobjetivo medio. Incluso algo más con el duplicador de imagen. Ya os contaré.

Sonnar 150 mm

Adaptador para fotografía panorámica en Hasselblad - Hasselblad 500CM con Ilford FP4 Plus

La fotografía panorámica, es decir, aquella en la que su lado horizontal es considerablemente más largo que el vertical, tiene su encanto. Ya desde que el cine cambió sus proporciones del estándar de la academia (1,375:1) a los panorámicos que se han estabilizado en torno al 2,39:1, aunque los hay muy diverso, o desde que los televisores cambiaron sus proporciones de pantalla del 4:3 al 16:9, y ya se propone el 21:9 (aproximación al real que sería 64:27), la visión de la imagen en amplios panoramas a resultado muy atractiva. En fotografía ha habido varias propuestas para estos formatos.

Es habitual que las cámaras digitales, especialmente los sistemas sin espejo, ofrezcan el formato 16:9, que sería un mínimo. Y que es tan habitual que ya pocos lo consideran un formato panorámico. El formato 2:1 también se ha dado. Especialmente en respaldos para cámaras de gran formato que usaban película de medio formato, para una imagen de aproximadamente 12 x 6 cm. En realidad más bien 11,2 x 5,6 cm o así. Los Lomography ofrecen un zarriete de plástico con este formato. Muy célebres fueron dos panorámicas extremas. Jugando en las grandes ligas, la familia de la Fujifilm GX617, con negativos de casi 6 x 17 cm, con un ratio de 2,83:1 aproximadamente. Y muy popular, hasta el punto de que tiene unos precios de segunda mano absolutamente idos de madre, las Hasselblad X-Pan y sucesoras, fabricada por Fujifilm, que también las fabricaba con su propia marca como Fujifilm TX-1 y TX-2, con un negativo de 24 x 65 mm, y un ratio de imagen 2,7:1.

Sinceramente, a mí estos ratios de imagen cercanos al 3:1 me parecen excesivamente extremos, y siempre me han apetecido más los que oscilan entre el 2:1 y el 2,5:1. Por ejemplo, cuando hago panorámicas con cámaras digitales y luego las llevo a mis libros de fotografía, las suelo ajustar a una proporción 2,38:1, que se ajusta muy bien a las páginas dobles de los libros que encargo en Blurb. En cualquier caso, de vez en cuando me he planteado el disponer de una forma de hacer panoramas sobre película fotográfica, que no sea recortando en exceso la superficie de película disponible. He probado en alguna ocasión con adaptadores de película a 35 mm hechos con impresoras 3D, pero aunque he obtenido cosas curiosas, la falta de imprecisión en el encuadre... y que según con qué formatos no fuese realmente panorámico... pues me dejaban algo insatisfecho.

Recientemente comprobé que alguien en Italia vendía un combo con el adaptador para el carrete, el eje receptor adaptado para la película de 35 mm, y una máscara para el visor que permitía un encuadre preciso, para el sistema Hasselblad V. La imagen resultante ocupa todo el ancho de la película, incluido donde se encuentran las perforaciones, pero con la máscara, sabes lo que ha salido en el espacio entre ellas, con unas dimensiones de 24 x 56 mm, con unas proporciones 2,33:1 que entran dentro de lo que son mis preferidas. Así que lo encargué, y lo recibí recientemente.

Va bien. Aprovechar del todo la longitud de la película de 35 mm implica tomar ciertos riesgos. Primero, no pasar toda la película hasta que se frene en el fotograma 1 del respaldo, porque pierdes mucha longitud de película. Pero hay que imaginarse cuánto hay que pasar para que no empieces a fotografiar en la zona velada del principio del rollo. Segundo, cuando llegas al fotograma 12, ya no te deja disparar más. Si el rollo es de 24 exposiciones, probablemente pierdes poco. Pero si es de 36 exposiciones, pierdes película como para 5 o 6 fotogramas más. Por lo que tienes que llevar una bolsa oscura, estanca a la luz, introducir en ella la cámara, extraer unos milímetros el respaldo, lo que libera el bloqueo al disparo, y volver a cerrar. Y seguir fotografiando exactamente en el mismo punto. Pero claro, hay que asegurarse de que no entra nada de luz... para evitar veladuras.

Lo he probado con un rollo de Ilford FP4 Plus revelado en Kodak HC-110 1+19, 5 minutos y 15 segundos a 21 ºC, y ha quedado bien... quizá un poco sobreexpuesto, porque decidí usar el fotómetro del visor PM 51, que es más cómodo que el visor de capuchón para encuadrar en horizontal. Hay que considerar que por la forma en que corre la película por el respaldo de la Hasselblad, la cámara es cómoda para fotografías verticales. Y bastante incómoda para las horizontales. Recomiendo un trípode, o bien una empuñadura con disparador incorporado, lo que significa gasto. Pero si no os arriesgáis, como me ha pasado a mí, a que algunas tomas están trepidadas o con el horizonte inclinado, por lo que luego se pierde imagen al recortar más para enderezar la imagen. Pero en general queda bien. Y se pueden obtener imágenes interesantes. También en vertical.

Día internacional de los museos - Hasselblad 500CM y Bergger Pancro 400 a IE 1600

En febrero de 2020 encargué, entre otros, dos rollos de película Bergger Pancro 400 en formato 120 que planteaba usar en una ocasión determinada y fundamentalmente para retrato. De esos rollos que habitualmente no muestro en público por la privacidad pactada con los/las modelos. Pero en esto que llegó cierta pandemia y se suspendieron, indefinidamente al principio, y por completo al final, aquellas sesiones de retrato. Y ahí se me quedaron colgando los dos rollos de Pancro 400. Que es un emulsión que no me disgusta, pero que no tiene suficientes ventajas sobre otras de uso más flexible para que me plantee usarlas de forma habitual. El caso es que se quedaron olvidadas, relativamente, en mi nevera.

Cuando llegó la tormenta de nieve Filomena en enero y salí a hacer unas fotos... vi los rollos en la nevera y cogí uno. Luego resultó una idea no muy afortunada, porque necesité forzar el revelado una par de pasos, por la carencia de luz suficiente a primeras horas de aquella mañana de sábado. El caso es que aquel revelado, no recomendado en principio, con Kodak HC-110 en dilución A (1+15) durante 7 minutos a 20 ºC, no quedó mal. El contraste de los negativos fue razonablemente adecuado. Y no hubo un aumento muy destacable del grano, especialmente considerando que estaba usando formato medio. Pero no le di más vueltas al asunto. Y el otro rollo quedó rondando en la nevera de casa.

Como una especie de repetición de la jugada, hace dos domingos era el Día Internacional de los Museos, era día de entrada libre en algunos de ellos, y hacían actividades especiales. Así que agarré la Hasselblad 500CM con el visor PM 51 y el Planar 80/2,8 CF, abrí la nevera, vi la Pancro 400 y la cogí, y me fui al Museo Pablo Gargallo, donde el artista plástico Steve Gibson estaba "soltando palomas" por todo el museo. Normalmente, con una sensibilidad nominal ISO 400, tendría que haber sido suficiente para hacer fotos a mano alzada con una velocidad de obturación de 1/60 s y una apertura f/2,8 o f/4. Por lo menos, en buena parte del museo. Pero la lluvia y el nublado cerrado que hubo toda la mañana del domingo me obligó, nuevamente, a exponer para IE 1600 y repetir el revelado que usé en enero. Una vez más, aunque el HC-110 no está recomendado para esta película, y menos para un revelado forzado, el resultado no quedó mal.

El problema es que tuve muchos problemas de nitidez en los fotogramas por la escasa profundidad de campo en tomas relativamente cercanas, fotografiando casi todo el rato a f/2,8. No sé si puede estar asociado a algún problema con el visor, que hasta ahora casi no había usado a distancias tan cercanas y con diafragmas tan abiertos, o a que pequeños movimientos de cámara hacia adelante o hacia atrás en el momento de la toma, hicieron que me fuese del enfoque adecuado. Tengo pendiente de revelar un rollo de película en color de ISO 800 en la rosaleda del Parque Grande de Zaragoza, en la que añadí un tubo de extensión de 10 mm al Planar 80 mm. Pero los diafragmas usados fueron más cerrados, porque las condiciones de luz fueron mejores. Me daría mucha rabia haber tenido los mismo problemas de enfoque incorrecto. Ya veremos... que dijo un ciego a otro ciego.

Buscando en el baúl de los recuerdos con la Hasselblad 500CM + Ilford Delta 400 Professional

No. No estoy confinado. Dada mi profesión y circunstancias, trabajo todos los días de lunes a viernes. Normalmente en un cómodo turno fijo de mañana de ocho horas. Pero ahora voy cambiando de mañanas y tardes cada semana, alguna hora menos. Menos cómodo, pero dada la situación actual de nuestra sociedad, no tiene en realidad ninguna importancia la presunta incomodidad. Ninguna. Los días festivos de Semana Santa sí que tuve que quedarme en casa. Y decidí mirar a ver qué podía hacer.

Por casa tenía un rollo de película Ilford de tipo 120 cuya naturaleza desconocía. En algún momento rodó solo por alguna bolsa, y las inscripciones en su plateado envoltorio se borraron. Y decidí usarlo en un mini proyecto en el que la calidad de imagen no fuera crítica. Que tuviera que ver con otras cosas. Luego resultó ser un rollo de Ilford Delta 400 Professional, que no tendría en realidad más allá de tres años de antigüedad, por lo que, incluso si había pasado su fecha de caducidad, las repercusiones no serían graves.

Entonces cogí el baúl de los recuerdo de mi madre y rescaté algunas de las cámaras fotográficas familiares que se conservan. Hay un par que han desaparecido. Tendrían que estar en algún sitio, pero no tengo ni idea. Necesitaría revolver buena parte de la casa... y ya veríamos si no se quedaron en algún otro lugar de casa de mis padres antes de que fallecieran, o de mi hermana sin que ella sea consciente. Una sencilla y poco capaz Viking de los años 60 y una Kodak Pocket de los años 70. Desaparecidas, una cámara de baquelita de los años 40/50 extraordinariamente simple pero que era capaz de hacer fotos todavía de 6 x 6 cm, y una Yoko que me compré cuando tenía 19 años.

Entonces, cogí mi Hasselblad 500CM, le puse el Planar 80/2,8 T* CF con un tubo de extensión de 16 mm para mejorar la distancia mínima de enfoque, y me puse a fotografiar objetos, documentos y fotografías antiguas, salidas del baúl de los recuerdos de mi madre. Revelé el Delta 400 con Kodak HC-110 dilución 1:160 en revelado desatendido durante 45 minutos... y a partir de ahora, en mi Cuaderno de ruta, iré contándoos lo que aparece en esas fotos. Un ejercicio de nostalgia. Por cierto, la Delta 400 bien. Y el resultado de revelarla en desatendido también bien, a pesar de que había leído en varios sitios que mejor no. Aunque se referían al revelado en Rodinal; en HC-110 no decía nada.

La gran avenida del Ebro a finales de febrero y principios de marzo de 2015, con la Hasselblad, Fujifilm Neopan 100 Acros y un vídeo

Había dos cosas que quería hacer. Y aproveché el pasado domingo, cuando todavía la gran avenida del Ebro que ha afectado a las comarcas ribereñas de este río en la provincia de Zaragoza estaba todavía en crecida, para hacerlo.

La primera era comprobar hasta que punto el Carl Zeiss Planar 80/2,8 está limitado. Este objetivo es el único que no me costó nada. Había sufrido previamente un accidente, fue arreglado, pero la sensación es que no acababa de ir bien. Así que tenía que comprobar sus auténticas limitaciones.

La segunda era utilizar la versión para formato medio de la película Fujifilm Neopan 100 Acros, de la que se dice que es la mejor película negativa en blanco y negro para una sensibilidad de 100 ISO que hay. Grano muy fino, gama de grises muy amplia, fácil de revelar, excelentes resultados en diversas circunstancias. Ya la había probado en formato 135.

Efectivamente, el Planar 80/2,8 está limitado, y la naturaleza de su limitación está mucho más clara de lo que pensaba por lo que me habían contado. No enfoca a infinito. Cuando la rueda de enfoque llega a su tope y marca enfoque a infinito, en realidad está enfocando a una distancia de unos 7 metros, he calculado a ojo. La hiperfocal a f/16 según la DOF Calculator estaría casi a 9 metros. A f/22, la apertura mínima del objetivo, estaría alrededor de 6 metros y 35 centímetros. Realmente sigue siendo útil para retratos o para fotografiar objetos relativamente cercanos, siempre que no nos importe o nos venga bien sacrificar la nitidez del fondo lejano de la imagen. Hasta ahora sólo lo había probado en alguna naturaleza muerta en casa, donde no hay problema. Pero definitivamente está limitado. Tendré que buscar una solución. O lo intento arreglar... o me compró un objetivo estándar para la Hasselblad.

En cuanto a la Acros, realmente es una película excelente que me hace lamentar tener un escáner que limita la resolución final que la imagen puede alcanzar. Revelado con HC-110, a 20 ºC durante 7 minutos a la dilución E (1+47 a partir del jarabe concentrado), da unos resultados excelentes, siendo una combinación muy cómoda de utilizar para quien no se pega el tiempo revelando carretes fotográficos. Una favorita. La única pega que le encuentro es que su estabilidad dimensional no es muy buena, se comba bastante, por lo que cuesta colocarla en el portanegativos del escáner lo suficientemente plana para optimizar la resolución. Pero con un poco de cuidado y dedicación, se escanea muy bien. A 3200 pixeles por pulgada, obtenemos un archivo de casi 50 megapíxeles, a partir del cual recomiendo usar imágenes para imprimir no mayores de los 35 x 35 cms o 40 x 40 cms como mucho. Con este escáner. No me puedo ni imaginar lo que sería poderse permitir el lujo de escanearlo con un escáner de tambor... ríete tu de los millones de píxeles de algunas cámaras modernas y de los miles de euros que cuestan.

Os dejo un pase de fotografías con los ejemplos del domingo pasado.

Ese mismo día, además de la Hasselblad 503CX me llevé como complemento la compacta Leica D-Lux (Typ 109), que usé para tomar algunos pequeños clips de vídeo. Que he montado en un vídeo de algo más de tres minutos que podéis ver a continuación. Como no me llevé trípode, los clips de vídeo fueron tomados a pulso, por lo que quedaron un poco trepidados. He utilizado la opción de Youtube para estabilizarlos, y no quedan mal, aunque en alguna escena se ve algún artifacto. Especialmente en la base de los troncos anegados por la inundación.

Para despedirme, os dejo el vídeo.