La fotografía como afición y otras artes visuales

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Recomendaciones semanales - del 7 al 28 de junio de 2015

Tres semanas llevaba sin acercarme a actualizar estas páginas y mis recomendaciones semanales por culpa de las vacaciones. Como las vacaciones han sido vacaciones, y he dejado de lado el 90 % de mis ocupaciones habituales, no creáis que eso me ha dado la oportunidad de recrearme en lo que pasaba en el mundo de la fotografía en internet. Pues no. Así que no tengo muchísimas recomendaciones para esta semana. Alguna cosa que ha surgido espontáneamente en estos días, fundamentalmente en los dos o tres que han pasado desde que he vuelto de Canadá y alguna cosa más. Mucho dentro de lo anecdótico. Pero no están mal. En cuanto a las fotos de hoy,... en estos días están de moda las banderas arco iris. Para bien. Pero a mí no me gustan las banderas, aunque sí los arco iris,... rainbows,... arcs-en-ciel,... arcobalenos,...

Es verano. Y mucha gente se va a la playa. A refrescarse. A pasear el palmito. O los michelines. Pero sin complejos. Que para eso está el veraneo. Así que por qué no seguir la senda que nos marcan en Fans in a Flashbulb, y nos vamos a la playa con Charles H. Traub. Un fotógrafo que, más allá de esta serie en formato medio, blanco y negro, fuertemente viñeteadas, tiene cosas muy interesantes que mostrar.

Me ha llamado profundamente la atención la serie inHUMAN que nos presenta en LensCulture, y que es obra de Paweł Bogumił, que se acerca a nuestros parientes animales más próximos, los grandes simios, para encontrar en retratos magníficamente realizados lo que unos separa y, sobre todo, lo que nos une a ellos. Más de lo que muchos quieren reconocer.

En Cada día un fotógrafo/Fotógrafos en la red nos han traído en los últimos días la obra de un par de fotógrafos españoles interesantes a los que podríamos acercarnos. Por un lado, el trabajo del cacereño Genín Andrada, que destaca ante todo por su excelente tratamiento de la luz y el color para una fotografía fundamentalmente documental. Por otro lado, la obra de un aragonés nacido en Zaragoza, que aúna su trabajo como escultor y como fotógrafo. Se trata de Mario Ayguavives, y en su obra también me han interesado sus intervenciones intencionadas sobre el paisaje y sobre la arquitectura, realizando operaciones de "limpieza" que ponen de manifiesto el poco respeto que el urbanismo descontrolado tiene sobre el paisaje.

En la colección de porfolios de los lectores que este fin de semana han sacado en L'Oeil de la Photographie ha habido dos que también han despertado mi interés. El titulado Kolodozero, de Alexey Myakishev, de carácter documental, nos habla del papel del religioso ortodoxo en una población rusa donde hay mucho de absurdo y de equivocado. Difícil sociedad, la rusa. Con un caracter más conceptual tenemos el titulado Food Mood. La ucraniana Lidia Kozhevnikova nos lleva a jugar con la importancia y los valores de la comida no sólo como elementos nutritivos, sino como elementos sociales alrededor de los cuales se desarrolla una gran cantidad de actividad humana en todos los ámbitos.

La mayor parte de las propuestas fotográficas que nos llegan desde el "movimiento" lomográfico me parecen conceptualmente vacías y estéticamente chirriantes. Es el tradicional "mucho ruido y pocas nueces", "much ado about nothing"... Pero existen notables y agradables excepciones. Por ejemplo, las relaciones que establece en las caóticas ciudades y la mujer, tal y como nos las muestra Tadahiko Hisatomi. Aunque no sé muy bien porque se "apropian" de este trabajo los lomográficos... Que yo sepa la Pentax 67 y la Nikon F100 con las que trabaja Hisatomi están en las antípodas de las cámaras de plástico, malas e impredicibles que tanto gustan a esta gente. Eso sí, sigue aferrado a la película tradicional.

Tampoco me parece improvisado, ni sus imágenes tomadas al azar, el trabajo Prypyat mon Amour de la fotógrafa Alina Rudya. Viviendo ahora en Berlín, la joven fotógrafa nación en Prypyat, Ukrania, ciudad que hubo de abandonar como el resto de los resisdentes por el desastre de la cercana central nuclear de Chernobyl. Es interesante ver el contraste entre los autorretratos actuales en la ciudad fantasma, y las fotografías de sí misma cuando apenas era un bebé y todavía vivía en la ciudad. Interesante reflexión personal.

Recibieron mucho bombo hace unos años las aventuras tibetanas de Heinrich Harrer, tal y como fueron narradas en el cine, siendo encarnado el escalador y deportista alemán por un famoso y cotizado actor de Hollywood. Pero en DSRL Magazine han considerado que tenían que poner un par de cosas en orden. En el ámbito fotográfico, que los dos mil negativos de Harrer en su experiencia tibetana son un documento de primer orden para conocer la realidad del lugar en aquellos años 40. Pero por otro lado, considera que sus vinculaciones con el nacionalsocialismo fueron mucho más intensas de lo que se ha transmitido recientemente, y por lo tanto su consideración casi de "héroe", así como fue confusa relación con el actual Dalai Lama, muy joven en aquel momento. Interesante.

Hemos asistido en los últimos años al interés sobre el descubrimiento de nuevos fotógrafos, totalmente desconocidos como tales mientras vivieron, como Vivian Maier, y que una vez muertos y encontrado su trabajo son llevados a los altares del santoral fotográfico. Pero hay otra tendencia de la que nos hablan en Lenscratch, y que también he observado en mis visitas recientes a algunos museos, especialmente de arte contemporáneo. El redescubrimiento de fotografías antiguas, muchas de ellas de autor anónimo, totalmente desconocidas, tomadas como instantáneas en las vacaciones, en la vida cotidiana, en la vida familiar, en las fiestas, y que tienen un interés innegable tanto desde el punto de vista de sus cualidades documentales como las estética. No puedo negar que la fotografía a la que os llevará este enlace, y que encabeza el artículo, me parece maravillosa.

Por último, vuelvo a las páginas de DSLR Magazine, pero con un artículo más técnico. Y es que allí nos hablan de una fenomenal cámara digital de gran formato. Con un formato de sensor de 9 x 11 pulgadas (22,86 x 27,94 cm), y sólo 12 megapixeles, tiene unos fotositios de tremendo tamaño que le permiten manejarse con una sensibilidad de base de 2100 ISO. Que no viene mal si se considera que con este tamaño de imagen no es infrecuente manejarse para profundidades de campo razonables con diafragmas de f/45 o f/90. La resolución espacial, como vemos es muy modesta, por lo que se considera más adecuada para retrato que para paisaje o arquitectura. Pero qué calidad estética la de estos retratos. Y la posibilidad de utilizar todo tipo de viejos objetivos desde el siglo XIX. La cámara es una LargeSense LS911. Calculan vender 4 o 5 al año. No tengo ni idea de lo que podrá costar, pero no será barata precisamente. Dicen que puede que saquen una más modesta de sensor 4 x 5 pulgadas (10,16 x 12,7 cm) y sólo 6 megapixeles. Podéis pasaros por el sitio de LargeSense o por su blog para enteraros de más. Lo que me gustaría trastear con un cacharro de estos.

Finalmente, para quien quiera darse una vuelta y dar un repaso, en Revela2estudio la lista de los que consideran 25 mejores blogs de fotografía en español. Yo concozco unos cuantos. Pero otros no. A ver cuando tengo tiempo.