La fotografía como afición y otras artes visuales

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Olympus mju-II, una todoterreno con un objetivo excelente

Una estupenda cámara compacta que me da problemas.

Hacia mediados de los años 90 del siglo XX Olympus sacó al mercado una cámara compacta que acabó siendo una de las más apreciadas por los conocedores de la época. Se trataba de la Olympus mju-II. Con un tamaño muy ajustado, difícil de hacer más pequeña, esta cámara para película perforada de 35 mm llevaba un excelente objetivo, un 35/2,8, que la hacía ideal para reportaje. Además gozaba de protección contra el polvo y las salpicaduras. No era sumergible, pero te la podías llevar a la playa, o llevarla en el interior del anorak cuando subías a esquiar, sin miedo a que dejase de funcionar. Yo por aquel entonces llevaba como compacta una Minox 35 ML, pero aunque muy divertida de usar y eficaz, era mucho más delicada de manejo. Así que me hice con una mju-II, y las alternaba según las circunstancias de la jornada.

La cámara era poco más grande que un paquete de tabaco, tenía un pequeño flash, y la podías llevar sin problemas en un bolsillo del pantalón.

Este era uno de los grandes atributos que atraía a los fotógrafos más exigentes. Un objetivo de focal fija de 35 mm, muy luminoso para una compacta de película perforada de 35 mm. Ese f/2,8 era extraordinario en este tipo de cámaras, y así de compactas. Y era muy nítido, aunque la programación de la exposición favorecía las aberturas más abiertas, que tenían la menor definición en las esquinas.

Además del botón para hacer la foto estos son los únicos mandos de la cámara. Un botón para seleccionar el modo de flash y otro para el temporizador/mando a distancia. Un problema es que no guardaba la configuración, y al apagar la cámara (cerrando la cobertura deslizante del frontal) y volviéndola a encender, volvía a la configuración de base. Y otra cosa positiva. La exposición por defecto era multizonal en todo el fotograma. Pero pulsando simultáneamente ambos botones, podías escoger la exposición puntual en el centro. Esto permitía afinar mucho la exposición, y yo usaba diapositivas sin problemas.

La selección de la sensibilidad de la película era por código DX, aunque sólo tenía 4 contactos. Por lo tanto sólo admitía valores enteros (100, 200, 400, 800,…) y no los intermedios. No suponía especial problema con las películas habituales de la época.

En el pasado viaje a Nueva York, como ya conté, me la llevé con película Ilford FP4+ de 125 ISO. La usé sin ningún problema. Sin embargo, para las fiestas del Pilar de Zaragoza, le puse un carrete de Portra 400, y aquí empezó a dar guerra.

Como se ve, da la impresión que en el lateral derecho del fotograma se ha interpuesto una banda de algún material translúcido.

He revisado toda la cámara y no he podido hallar el problema. Necesita una limpieza del polvo acumulado con los años, pero no he localizado nada más.

Recientemente me la he llevado a un viaje en el día a Barcelona, el mismo problema ha aparecido en algunos fotogramas. De todos modos, el carrete de este viaje, un Ilford Delta 400, está muy dañado ya que en el momento de cargar el carrete de el tambor de revelado, hubo un accidente, y se veló en parte. Os dejo algunos ejemplos de ese carrete.

Este fotograma de la Estación de Francia de Barcelona muestra un cierto velado en la parte inferior del mismo, y la banda lateral problemática a su derecha.

En esta fotografía tomada en el camino entre el Museo Picasso y el mercado de Santa Caterina la banda problemática no aparece, está hecha con posterioridad a la anterior, peor aparece un cierto grado de velado en ambos laterales.

En la calle del Bisbe, todos los problemas se suman: el velado en los laterales y la misteriosa franja en esta ocasión en la parte de abajo al ser la fotografía vertical.

En la primera versión de este artículo, que hasta aquí he replicado fielmente, terminaba diciendo que era una pena todos estos problemas, porque por lo demás es una cámara discreta y estupenda para reportaje. En esta segunda versión acabaré de un modo más optimista. Un poco después de escribir el artículo en Medium, me di cuenta que el problema de base se debía a una entrada indeseada de luz en la cámara oscura por la ventanilla de lectura del tipo de película en la tapa de la cámara. La espumilla que garantizaba la estanqueidad a la luz está algo deteriorada y por eso se producía esa franja velada en ese extremo del fotograma. La solución puede ser de dos tipos. Cambiar la espumilla y, la más sencilla, tapar la ventanilla con cinta aislante negra opaca. Así lo hice, lo de la cinta aislante, y la cámara funciona sin ningún problema.