La fotografía como afición y otras artes visuales

CARLOSCARRETER.ES

Home / Essays / matthew modine

Recomendaciones semanales - del 21 al 28 de enero de 2018

Una semana más y una nueva colección de recomendaciones fotográficas que han aparecido a lo largo de estos siete días. Muy diversas. Las acompañaremos con algunas fotografías en blanco y negro. Hacía tiempo que no usaba una de las primeras cámaras clásicas que adquirí cuando empecé mi pequeña colección de cámaras antiguas.

Se trata de la Leica IIIf, un aparato de 1951 bellísimo, fenomenalmente construido, aunque con algunas pejigueras en su funcionamiento que hacen que no la use tan a menudo como podría. Todavía hacía más tiempo que no usaba el objetivo Canon 50/1,8 II para montura L39, que era la propia de las Leicas anteriores a la serie M. Un objetivo más que digno y bastante luminoso para la época, copia avanzada de los Summicrones de la época, y que ha aguantado mejor el paso del tiempo que los prestigiosos objetivos de Leitz, ya que no ha sufrido los efectos de la evaporación de sustancias que se depositan sobre las lentes, difuminando la imagen. No tiene tanta calidad como los objetivos alemanes, pero os puedo asegurar que usando aperturas medias se obtienen imágenes de bastante calidad. En esta ocasión, usado con película Bergger Pancro 400. Obviamente, la propuesta de revelado que ofrece en Digitaltruth (Massive Developer Chart) para esta película con revelador TMax, 1+9 durante 9 minutos a 20 ºC, no es correcta. Quedan unos negativos excesivamente transparentes. Ya me pasó con la ActionSampler, pero entonces pudo deberse a que al no poder controlar la exposición no hubiese llegado suficiente luz a los negativos. Pero en esta ocasión no ha sido así. De verdad. O la Pancro 400, en su versión de 35 mm necesita mucha más exposición de la que se supone para un ISO 400.

De todas formas, al escanear encontramos detalle en todo el negativo. Pero ya he decidido que no volveré a usar esta película en su formato de 35 mm. Su curva para todos los lados, es difícil de manejar, no queda plana en el escáner, y se le adhiere el polvo con una facilidad pasmosa como consecuencia de su falta de estabilidad dimensional. Por otra parte, las condiciones de luz de esta parte del carrete realizado con el 50 mm fueron de lluvia y tiempo gris "mediocre".

Qudándonos en la fotografía en blanco y negro con película tradicional, en Photography of China hemos conocido las fotografías de Wang Shuzhou, que recorrió en la segunda mitad de los años 70 del siglo XX las zonas rurales de China, tras el derrumbe de la Revolución Cultural y la banda de los Cuatro, pero cuando todavía el país no había iniciado el rumbo al capitalismo de estado que lo caracteriza actualmente.

Probablemente, Oliva Arthur es una de las fotógrafas británicas, o en general de todo el mundo, más interesantes que podemos encontrar en la actualidad. Sus reportajes de fotografía documental están llenos de humanidad y de capacidad de traspasar con su mirada lo más íntimo de las personas y las situaciones que fotografía. En Magnum Photos nos cuentan cómo ha dirigido esta mirada hacia las vidas de los niños refugiados hoy en día. Pero eliminando los elementos dramáticos o trágicos que en otras ocasiones vemos. Directamente mirando a los niños, establecidos en distintas poblaciones del Reino Unido, como niños que son. Que mira tú por donde son, simplemente, y nada menos, niños. Por cierto, que el trabajo que conocía con antelación de esta fotógrafa era en color, y en esta ocasión a optado por el blanco y negro.

Isabel Muñoz es una de las fotógrafas más destacadas del panorama fotográfico español, dentro del grupo de fotógrafos consagrados. Premio nacional de fotografía en 2016, ahora ha presentado una nueva serie, "Agua", en la que juega con la figura humana, la danza y las plasticidad de los movimientos cuando el cuerpo se sumerge en el líquido elemento. No sé si es precisamente el trabajo que más me llama la atención de Muñoz, pero ahí queda. Nos lo han contado en Albedo Media.

Curiosa la propuesta de la que nos hablan en Lens Culture. Nos llevan a Turquía, uno de los países más complejos de la actualidad. Uno de los mas potentes del mundo islámico, durante décadas ha buscado su aceptación en los clubes de países europeos, pero sin conseguirlo. Por una mezcla de rechazo a su cultura por parte de la Europa "cristiana" y por los propios defectos de la "democracia" turca, cada vez menos democrática. A caballo entre occidente y oriente, las libertades están cada vez más comprometidas en la república que sucedió al antiguo imperio otomano. Guy Martin presenta con su "The Parallel State" una doble realidad, la que recoge en las calles de Estambul y la que se presenta ante sus ojos en el set de grabación de una serie de televisión. Con la consecuencia de que si no nos ofrece un pie de página, puede ser difícil distinguir unas de otras.

Cuando uno escucha la palabra indígena, siempre piensa en las tribus de lugares remotos, que viven todavía en etapa de la evolución social humana muy precoces, que no han sido absorbidas por los modos de vida derivados de la expansión de la civilización occidental. Pero originariamente indígena es el que es originario de un determinado territorio. Yo mismo, con esta acepción, soy un indígena español. En Creative Boom nos han presentado un trabajo sobre indígenas de un estado moderno y occidental como es Suecia. Lo que pasa es que si en Suecia hablas de indígenas no entienden que se hable del común de los suecos, asocian la palabra a los sami del norte del país. Los lapones que es como han sido conocidos durante décadas. Aunque hoy en día el término "lapón" no se considera correcto en Suecia y Noruega, aunque sí en Finlandia. El término adecuado sería sami. El caso es que la serie de retratos del fotógrafo Joel Marklund (instagram) me ha llamado poderosamente la atención, y he decidido traerlo aquí. Algunos son de personas posando, otras son retratos ambientales en su entorno. Pero todos son bastante potentes. El caso es que el grueso del trabajo de Marklund, deportes, me ha dejado más frío. Mira tú.

No tengo ni idea de dónde encontré la referencia y el enlace a la página de Sean Lotman (instagram), un norteamericano afincado en Kyoto, con especial querencia por la fotografía sobre película tradicional. Pero el caso es que me llamó la atención y os lo traigo aquí también.

En algún momento alguien retuiteo esta semana un tuit de Paul Coghlin con unas fotografías florales en blanco y negro que me llamaron mucho la atención. Puede que en el twitter de B+W Black and White Photography Magazine. Así que me dirigí a la página web de Coghlin y efectivamente ahí estaban unas imágenes que me gustaría que me sirvieran de inspiración. Tengo que encontrar la forma de montarme en casa un rincón que sirva de estudio para este tipo de fotografía. Porque los intentos, un poco traperillos, que he hecho hasta este momento me han resultado insatisfecho. Aunque le haya hecho algunas interesantes fotos a mis orquídeas domésticas. Coghlin tiene trabajos sobre otros temas también muy interesantes.

De vez en cuando, aparece por estas páginas algún director de cine o algún intérprete que resulta que también hace fotos. Y me gusta traerlos, porque suelen ser interesantes. En esta ocasión me ha hecho especialmente gracia por las coincidencia. En Flaworwire nos han presentado las fotografías del rodaje de Full Metal Jacket (La chaqueta metálica), película de Stanley Kubrick, también fotógrafo en sus inicios, pero que en esta ocasión están realizadas por el actor Matthew Modine. Y están muy bien. El caso es que si me ha hecho gracia es porque Modine interpretaba en esta película a un recluta que tras la instrucción y su envío a Vietnam acaba siendo el fotógrafo del ejército en su unidad. Abundancia de Nikon F en esa película.

Y hablando de fotógrafos en los conflictos del sudeste asiático, Bellamy Hunt, también conocido como Japan Camera Hunter, nos ha presentado un artículo muy interesante esta semana con trasfondo histórico. A propósito de una cámara, una Leica M2 negra. Yo tengo una, pero en su versión más habitual plateada. Bellamy se dedica a promocionar la fotografía con película tradicional, al mismo tiempo que se gana la vida como intermediario en la compra venta de cámaras para esta tecnología de cierto nivel. En esta ocasión, la Leica M2 perteneció a Sean Flynn. Este fotógrafo, hijo del actor Errol Flynn, se jugó la vida en numerosas ocasiones en los conflictos de Vietnam y países vecinos. Hasta que fue secuestrado en Camboya y nadie lo volvió a ver. Fue declarado legalmente muerto en 1984, aunque sus restos nunca han sido encontrados. Aunque hace pocos años, en 2016, se habló de que se habían recuperado su pista. Las fotografías de Flynn son realmente interesantes, alguna de ellas tomada mientras se lanzaba en paracaídas sobre el terreno. Su padre encarnó una y otra vez a los más valientes aventureros. Sean, lo fue.