La fotografía como afición y otras artes visuales

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La focal estándar corta en formato medio - Fujifilm GS645S Wide 60 con Kodak Ektar 100

De forma más o menos racional, más o menos arbitraria, en fotografía se dividen las distancias focales de los objetivos fotográficos entre angulares, normales o estándares y teleobjetivos. El parámetro importante para incluir un objetivo en cada uno de estos grupos es el ángulo de visión. Los que tienen una visión más amplia, con una gran ángulo de visión se denominan angulares o grandes angulares. Los que tienen un ángulo de visión estrecho y sirven para magnificar los objetos distantes son los teleobjetivos. Y los que están en medio, los normales o estándares. También tienen una repercusión en su diseño, los objetivos normales o estándares han sido tradicionalmente más sencillos de fabricar. Por lo que uno podría pensar que tradicionalmente han sido considerados como "normales", porque eran los que se incorporaban a las cámaras con un compromiso calidad-coste adecuado.

Siempre ha habido un problema con el parámetro principal del objetivo. En lugar de darse en forma de ángulo de visión, por ejemplo, un objetivo de 40 º de visión en su dimensión horizontal... se da en forma de distancia focal, en mm o en cm. Para un fotograma de 24 x 36 mm, esos 40 º de visión en su diagonal de alrededor de 43 mm, es una distancia focal de 50 mm. Pero en formato medio puede rondar entre los 60 y los 105 mm, y en formatos más pequeños puede estar entre los 24 y los 32 mm, según el tamaño del negativo. Me refiero a los sistemas con objetivos intercambiables. Si añadimos cámaras compactas, teléfonos móviles y otros... todavía hay más variabilidad. Un lío. Por ello, con frecuencia se habla de focales equivalentes a la del formato de pelicula 35 mm o full frame en digital, ese negativo que popularizo Leitz Camara (Leica) a partir del diseño de Oskar Barnack, de 24 x 36 mm.

Cuando yo empecé en la fotografía me dijeron... "entre 40 y 60 mm, es normal; 35 mm o menor es un angular; 70 mm o mayor es un teleobjetivo". Por supuesto, como he dicho, en el formato de Oskar Barnack. En otros lugares, hay otras clasificaciones parecidas, por con límites que varían un tanto. Por ejemplo, en la clara y comprensible, siempre que leas en inglés, Cambridge in Colour, dan esta clasificación, con los usos asociados más frecuentes;

Menos de 21 mm: Super gran angular - Arquitectura.

Entre 21 y 35 mm: Gran angular - Paisaje.

Entre 35 y 70 mm: Normal - Fotografía documental y calle.

Entre 70 y 135 mm: Teleobjetivo medio - Retrato.

Entre 135 y más de 300 mm: Teleobjetivo - Deportes, aves y vida salvaje.

Ni qué decir tiene que cada cual utiliza sus objetivos con sus distancias focales como mejor le conviene. Pero son los usos que en esa página entienden como más frecuentes.

Para mí, durante años, en la práctica, el 50 mm y equivalentes en otros formatos era la focal estándar. El 35 mm es angular moderado. El 70 mm el teleobjetivo corto. Y a partir de ahí... lo que fuese. Hasta que compré mi pequeña Leica CL con su Summicron-C 40 mm f2. Me enamoré de este objeto, y de su distancia focal. Desde entonces, empecé a considerar que el 50 mm era un estándar con ínfulas de teleobjetivo. Y que la focal que realmente me acomodaba como estándar eran esos 40 mm. Y desde ese año 2000 hasta la fecha, durante 22 años, ha sido mi punto de partida. Por eso, mi focal más usada en micro cuatro tercios es el 20 mm asférico de Panasonic. Por eso, desde que Canon sacó al mercado el EF 40 mm f2,8 STM es el objetivo que más he usado en el formato completo digital. Por eso, me encuentro más cómodo en cámaras compactas con los 40 mm de la Leica Minilux o de la Olympus Trip 35, que con los 35 mm de la Minox 35 GT-E o de la Olympus mju-II. Aunque las diferencias no sean muy grandes, pero desde luego no despreciables. Por supuesto, es una preferencia personal.

Por ello también, desde que me la traje de Nueva York en 2013, una de las cámaras de formato medio con la que siempre me he sentido más cómodo es la Fujifilm GS645S Wide 60. Las fotografías realizadas con un rollo de Kodak Ektar 100 el día 29 de diciembre del año pasado en esta cámara ilustran esta entrada. Una combinación de cámara y película que me encanta. Y si la luz es adecuada, abundante, pero no extrema ni muy contrastada, es una paisajista estupenda. Especialmente, si el paisaje está en ese lugar que ni es la ciudad ni es eso que llamamos "el campo".

Hemos de advertir sin embargo que, si hacemos las cuentas, ese Fujinon 60 mm f4 fijo que lleva la cámara, en cuanto a las diagonales, para un fotograma de 56 x 42 mm se correspondería más bien con un 37 mm en el formato de Oskar Barnack. Pero la tendencia de la cámara a usarla en formato vertical y el hecho de que la relación de ese fotograma sea 4:3 en lugar de 3:2 hacen que para mí esté más cerca en su uso de los 40 mm que de los 35 mm. Y esta querencia por este equipo, al que sólo le faltaría una factura más consistente, menos plasticosa, menos endeble, hacen que en un momento dado me empezara a fijar y a seguir esa Fujifilm GFX 50R con el GF 50 mm f3,5, que en su visión se aproxima mucho mucho en digital a lo que hace la GS645S en película. Por eso, el día siguiente a la llegada de la GFX 50R salí a la calle con las dos cámaras. Las fotos de hoy son las de la cámara de película tradicional.

Año nuevo: la primeras fotos de 2022 - Fujifilm Instax SQ6 con Instax Monochrome

Pensaba que hoy tendría tiempo y ganas para redactar una entrada dedicada a la fotografía digital... pero ni he tenido tanto tiempo como el que pensaba, ni me encuentro inspirado para organizar mis pensamientos y exponer lo que quería decir de forma ordenada y no demasiado extensa. Así que voy a lo fácil. Voy a las primeras fotografías que hice en Año Nuevo, las primeras fotografías del año 2022. O por lo menos, una parte de ellas.

Sobre estas líneas se encuentran las primeras fotos que hice en 2022, instantáneas realizadas con la Fujifilm Instax SQ6 sobre película Instax Monochrome. Bueno... la primera. Creo que la segunda fue con la pequeña Fujifilm Finepix XF10, que tenía un tanto olvidada, y a la que estoy dando vida de nuevo. Fui haciendo fotos alternando las dos cámaras. Pero no me detendré mucho en las digitales. Pero os dejo alguna de las fotos de esa mañana.

Como podéis ver, niebla intensa y mucha humedad en el ambiente. La temperatura, no demasiado baja. Superior claramente a la de la niebla del día de Navidad. En cualquier caso, razón más que suficiente para preferir un cartucho de película monocroma. Aunque también tenía en reserva algunos cartuchos de color. Incluso Polaroids, tanto monocromos como en color... pero los dejaremos para otra ocasión.

En cuanto a las características de las tomas,... Considerando el escaso contraste que había en el ambiente, empecé haciendo las fotos en modo automático, sin ninguna corrección de la exposición. Las dos que están sobre estas líneas, realizadas con el modo de fotografía de aproximación (me sigue pareciendo una tremenda osadía que algunos le llamen "modo macro", dada la minúscula razón de reproducción que ofrece la cámara). Y como ya he comentado en otras ocasiones, no es posible ajustar al mismo tiempo este modo y la corrección de la exposición. Una de esas cosas que tiene Fujifilm, que siempre incluye alguna pejiguera en sus cámaras, por estupendas que sean o parezcan, que hace que te saque de quicio. En cualquier caso... a esas alturas ya había dado lugar a que las dos primeras fotos estuvieran totalmente reveladas... y no me convencía del todo el resultado.

Así que después de las dos fotos de aproximación, el resto del cartucho lo hice con el modo D de "dark", para compensar un poco a la baja y ofrecer un poco más de contraste y personalidad a la imagen. Salvo la foto de los tres árboles aislados. Que quise evitar un cielo oscurecido. Así que dejé la exposición automática. Con buen criterio.

Al llegar al parque Pignatelli, donde el extraño caballo, ya había terminado el cartucho. Y sólo me quedó visitar una curiosa exposición, donde se exponían las maquetas de las carrozas que actualmente salen en los festejos con cabalgata que a lo largo del año organiza el ayuntamiento de Zaragoza. Curiosa, como digo.

Ciertos paisajes urbanos en formato medio (y 2) - Fujifilm GS645S Wide60 + Fujifilm Neopan 100 Acros II

Llegamos a los último días del años. Probablemente, casi seguro al 99,99 %, esta es la última entrada del año. En mi Cuaderno de ruta aún publicaré los resúmenes fotográficos del año. Estos no son los últimos rollos del año. Tengo tres rollos en color para revelar, pero como los revelo a mes vencido, hasta dentro de unos días, entrado enero de 2022, no dispondré de ellos. Y me falta por revelar un rollo de Kodak T-Max 400 expuesto con la Olympus Trip 35. Si todo va bien, lo revelaré hoy. Mañana lo digitalizaré. Pero no creo que hable de él hasta el 3 de enero por lo menos. No sé si estos días que quedan de 2021 empezaré algún rollo más... pero quizá los considere ya del 2022. Así que, a efectos prácticos, estos rollos de Fujifilm Neopan 100 Acros II, ligeramente caducada, hermano de los que comenté hace unos días,... van a ser mi cierre fotográfico del año.

Al igual que los de la Hasselblad, lo expuse en los días festivos del puente de la "Inmaculada Constitución". Fue una continuación de los retratos que estuvimos haciendo, aunque en esta ocasión los retratos eran de tipo ambiental, y opté por otro punto de vista y otro formato. Y al igual que con la Hasselblad, entre retrato y retrato en distintas localizaciones en la zona entre el Canal Imperial de Aragón y el Parque Grande de Zaragoza, fui tomando algún paisaje. La cámara es la Fujifilm GS645S Wide60, con su óptica fija de 60 mm f4. La equivalencia con el formato de 24 x 36 mm basada en las diagonales del negativo sería de una focal de 37 mm. Pero como no son formatos homotéticos, este es 4:3 frente al 3:2 del formato pequeño, siempre lo veo más como más cercano a efectos prácticos de una focal de 40 mm que la de 35 mm. Una focal estándar corta más que un angular moderado.

La película las revelé en el mismo tambor que la de la Hasselblad. Y repitiendo lo que decía hace unos días, hace ya un tiempo que tengo estandarizado el manejo de la Acros II, tanto en su revelado normal como en el revelado desatendido que es adecuado para controlar los contrastes. Expuesta a un índice de exposición 80, revelada en Kodak HC-110 dilución 1+119, durante 60 minutos con mínima agitación. Ya observé que este tipo de revelado, llamado desatendido, me gusta para las películas de baja sensibilidad, para controlar los contrastes, por ser un revelado compensador. Digitalizada con la Panasonic Lumix G100. Y como ya comenté, si no fuera por la gran diferencia de precio, usaría siempre esta película y arrinconaría la Ilford FP4 Plus 125.

Las condiciones de luz no fueron las mismas que el día de la Hasselblad. El día salió nublado. Por ello, algunas de las fotos, las primeras que tomé, están demasiado faltas de contraste para tener mucho interés. Y eso que la gradación de tonos de la Acros II es estupenda para trabajar con ella. Conforme fue avanzando la mañana la cosa se puso más interesante. Con aperturas f8 o f11, en el Fujinon 60 mm de la cámara la nitidez está asegurada en todo el campo. Y lo más destacable por otra parte es que cada vez me siento más cómodo con estas focales normales cortas. Por ello,... he decidido liarme la manta a la cabeza y he realizado una cierta inversión en calidad que llegará dentro de unos días. Es en digital... pero tiene que ver con este tipo de focales y cámaras. Por lo demás, no hay mucho más que contar que no lo comentara ya hace unos días. Feliz 2022.

Ciertos paisajes urbanos en formato medio - Hasselblad 500CM + Distagon 50/4 C T* + Fujifilm Neopan 100 Acros II

No voy a perder mucho tiempo comentando este rollo de Fujifilm Neopan 100 Acros II, ligeramente caducada, en septiembre de 2021, lo cual tiene poca importancia al haber estado guardada en el frigorífico a 4 ºC desde que la recibí. Hice a finales del año pasado un pedido de esta película, mi preferida en ese ámbito de sensibilidad, entre ISO 80 y 125, tanto en 35 mm como en formato 120. Pero luego ha resultado que he usado menos de la que pensaba. Es cierto que tampoco lo hubierais visto, porque estaba destinada a retratos de personas de mi entorno que usualmente prefieren no aparecer en internet. De hecho, en los primeros días de diciembre de 2021 expuse cuatro rollos de Acros II, de los que hablaré de dos de ellos, con dos cámaras distintas de formato medio.

Este que os comento hoy, lo expuse en los días festivos del puente de la "Inmaculada Constitución". Y fue un día en que consideramos oportuno hacer una sesión de retrato, por la luz con la que amaneció, algo casi improvisado, con dos rollos de la misma película. Lo que pasa es que entre retrato y retrato en distintas localizaciones en la zona entre el parque de la Granja y el azud del río Ebro en Zaragoza. Llevé dos objetivos, el angular Carl Zeiss Distagon 50 mm f4 C T* para los paisajes urbanos, y el teleobjetivo corto Carl Zeiss Sonnar 150 mm f4 C T* para los retratos. Las fotos que vemos hoy son del objetivo angular. Por supuesto, estamos hablando de objetivos para la Hasselblad 500CM.

En cuanto a la película, tengo poco que decir en su forma de exponerla y revelarla. Hace ya un tiempo que tengo estandarizado el manejo de la Acros II, tanto en su revelado normal como en el revelado desatendido que es adecuado para controlar los contrastes. Expuesta a un índice de exposición 80, revelada en Kodak HC-110 dilución 1+119, durante 60 minutos con mínima agitación. Este tipo de revelado, llamado desatendido, me gusta para las películas de baja sensibilidad, para controlar los contrastes, por ser un revelado compensador. Digitalizada con la Panasonic Lumix G100. Si no fuera por la gran diferencia de precio, usaría siempre esta película y arrinconaría la Ilford FP4 Plus 125.

Poco más hay que decir. La gradación de tonos de la Acros II es estupenda para trabajar con ella. El grano es muy fino, indetectable prácticamente a partir de negativos de 56 x 56 mm, y con los objetivos Carl Zeiss, incluso si no son de las últimas generaciones de los fabricados para el sistema Hasselblad V, la nitidez está asegurada en todo el campo, a poco que seas cuidadoso al enfocar y cierres el objetivo un par de pasos sobre la apertura máxima. Sin querer decir que las aperturas mayores no sean perfectamente aprovechables. No hay mucho más que contar. Felices fiestas.

El paisaje urbano a orillas del Ebro en color (2) - Hasselblad 500CM + Kodak Portra 400

Hace un par de días comenzaba una miniserie de dos entradas relacionadas entre. Sabréis que en las últimas semanas he dedicado varios artículos a rollos de película que han sido utilizados en todo o en parte para realizar paisajes urbanos a orillas de un determinado tramo del río Ebro a su paso por Zaragoza. Cuando terminé de recorrer el mencionado tramo del río, durante el cual usé la Hasselblad 500CM con un rollo de Kodak Ektar 100 y el objetivo Zeiss Sonnar 150 mm f4 C T*, seguí caminando por otro tramo del río Ebro, más concurrido por los paseantes.

En esa tare de sábado de noviembre por la tarde, antes de la puesta del sol, puesto que no había cogido un trípode, la combinación de una película con una sensibilidad nominal ISO 100 y un objetivo con una luminosidad máxima f4 empezaba a ser compleja de usar. Aunque las condiciones de luz eran mejores cualitativamente, el avance de la tarde contribuía a que la intensidad de esa luz fuera menor. Y por ello, el rollo de reserva que había previsto era una Kodak Portra 400, con dos pasos extra de sensibilidad, y cambié el 150/4 por un Zeiss Planar 80 mm f2,8 CF T*, una focal estándar para el formato medio cuadrado, con otro paso extra de luminosidad, si sentía la necesidad de usarla.

Hablaré del segundo de los rollos, esta Portra 400, una película favorita por muchos fotógrafos, especialmente los que se dedican al retrato y al reportaje social (bodas, bautizos, comuniones,...), por la naturalidad de sus tonos, no excesivamente saturados, su gran latitud de exposición, el buen rendimiento que ofrece para los tonos de piel, pero que para muchos también conviene al paisaje urbano, o a un paisaje que combina medio natural con arquitectura o estructuras urbanas, otorgando a este un carácter menos agresivo que películas más saturadas. Son muchos los fotógrafos que usan un índice de exposición IE 200, sobreexponiendo la película, para tonos todavía menos saturados y más matizados, y para disminuir el grano de la película.

En esta segunda parte del paseo fue la película que usé. Prácticamente dejé fija en la cámara una velocidad de obturación de 1/125 segundo, que permiten fotografiar a mano alzada con comodidad con el 80 mm, aunque en un par de fotogramas descendí a 1/60 segundo. En cuanto a las aperturas intenté mantenerme en el f8 - f11, pero conforme pasó el tiempo tuve que descender con frecuencia al f5,6, lo cual comprometió la profundidad de campo de la toma. Y creo que en alguna ocasión no tomé la mejor decisión a la hora de seleccionar el punto de enfoque.

El cambio de focal, de un teleobjetivo corto a una focal estándar, hizo que la naturaleza de los sujetos que fotografié en esta segunda parte del paseo cambiase. Busqué más escenas que sujetos concretos e individualizados. Hay fotógrafos que optar por llevar una variedad de opciones en su mochila, para seleccionar la óptica deseada para lo que quieren hacer. Pero a mí me gusta adaptarme a las constricciones de una determinada pieza de equipo, puesto que te obliga a pensar más sobre la toma, y eventualmente ser más creativo o tomar decisiones más conscientes sobre la misma. Los resultados resultaron buenos, salvo alguna toma con un enfoque discutible, no por error técnico, sino por una decisión consciente no del todo acertada. En cualquier caso... llevo un rato pensando en la posibilidad de repetir la situación cuando la luz se preste, y volver a usar la Kodak Portra 400, pero con un IE 800 y solicitar un forzado de un paso en el revelado. Más grano, seguro, pero también más contraste en unas condiciones de luz muy suave. Ya veremos.