La fotografía como afición y otras artes visuales

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Recomendaciones semanales - del 1 al 8 de enero de 2017

En primer lugar, voy a seleccionar para mostraros uno de mis nuevos tableros en Pinterest. Esta semana me he decidido por el dedicado a la fotografía instantánea, las Polaroids, derivados y similares. Tengo pendiente un artículo dedicado a mis últimos escarceos con esta tecnología y medio de expresión fotográfica. Pero sí que he descubierto que las características de este material sensible, el pequeño tamaño de las copias y la fuerte sensación de razonamiento que te impone el precio de cada una de ellas, obliga a pensar de forma diferente que con otro tipo de técnicas fotográficas. Eso es bueno, educa el pensamiento y la creatividad. En fin, de momento el tablero que os presento me servirá para recoger fuentes de inspiración.

Mientras preparo la entrada sobre las cámaras Polaroid y sus resultados, este día de reyes pasado salí también con la vieja Agfa Billy o Agfa Jgestar 8,8, mi cámara más antigua en funcionamiento. Le puse algunos rollos de Ilford XP2 y busqué motivos para ella. Los encontré en la ribera del Ebro a su paso por Zaragoza y en el barrio de las Tenerías, en una mañana muy tranquila, en la que el bullicio estaba en los hogares donde los más pequeños abrían los regalos que los Magos de Oriente habían dejado en sus cuartos de estar y salones. Los poderosos negativos de 85 x 54 mm aproximadamente que produce esta cámara (redondeando 6 x 9 cm, la relación de aspecto es un poco más alargada que el 3:2), digitalizados a 16 bits de profundidad de color hacen que a pesar de las limitaciones de la cámara y su objetivo, dispongamos de abundante información para trabajar con ellos. Por otra parte, esas limitaciones ayudan a dotar de un carácter especial a las fotografías. No obstante, lo normal es que tras digitalizar los negativos haya que trabajarlos para ajustar tonos, contraste y mejorar algunas zonas de la imagen.

El mundo del arte moderno y contemporáneo, también la fotografía, ha estado de luto esta semana por el fallecimiento de John Berger (1926 - 2017). Aunque pintor él mismo, su fama le vino más de su carácter de crítico y teórico del arte, dejando una abundante obra que nos ayuda a comprender mejor las características del arte moderno y contemporáneo, especialmente. Su ensayo Ways of Seeing (Modos de ver), que forma parte de mi biblioteca, es probablemente su obra más famosa y divulgada, y probablemente de obligada lectura para todos los interesados por estos temas, y acompañó a una serie de televisión de la BBC que siempre me ha apetecido ver. La noticia de su fallecimiento nos llegó por múltiples vías, pero yo me quedo con la amplia nota que publicó Librería Cálamo en su facebook.

La otra "gran noticia" de la semana me ha parecido más anecdótica. También ha aparecido en multitud de lugares... Kodak, que fulminó hace unos años la producción de sus líneas de película diapositiva en color, tanto la mítica Kodachrome como la más popular Ektachrome, como sus derivados la Elite Chrome, ha anunciado que va a distribuir a través de su derivada Kodak Alaris de nuevo la película diapositiva Ektachrome. No han faltado los saltos de alegría, y la aclamación de este material sensible como película "mítica" por parte de los aficionados. Me siento más frío yo en este momento. En primer lugar, porque hoy en día no le encuentro ventaja alguna a trabajar con este material frente a los excelentes negativos en color de los que dispone la propia Kodak y otras marcas. En segundo lugar, porque hubo un montón de películas distintas a lo largo de décadas bajo la marca Ektachrome, con diferencias entre ellas. A veces considerables. Es decir, más que una película, era una marca para designar a las diapositivas que se revelaban con el proceso E-6 y precursores. No tenía el carácter distintivo y especial de las Kodachrome. Habrá que ver qué producto proponen. Alguna vez utilicé yo las Ektachrome y las Elite Chrome. Estas últimas eran las mismas películas que las anteriores pero con distinto punto de maduración para su uso por aficionados en lugar de profesionales. Lo cierto es que cuando tuve cierta capacidad de discernir las características de las películas... me pasé a las Fujichrome. Especialmente las Provia. Que de momento no se han dejado de usar. En tercer lugar, porque hace un año por estas fechas Kodak anunció a bombo y platillo la salida al mercado de un nuevo sistema de filmación en Super 8... y aun no está disponible. Así que contengamos el entusiasmo y veamos como evoluciona el asunto.

Vayamos con las Polaroid y otros materiales de fotografía instantáneo. Muchas veces considerados un medio popular y lúdico, lo cierto es que a lo largo de la historia ha habido una cierta variedad de materiales con distintas características. Y los artistas las han aprovechado. Tanto si eran primariamente fotógrafos como si no. Entre las páginas de la New York Film Academy encontramos un artículo de hace algo más de dos años, en el que hace un repaso a artistas de prestigio que usaron el medio: Ansel AdamsAndy WarholDavid HockneyWalker EvansAndré KertészRobert MapplethorpeDash SnowHelmut NewtonDavid Levinthal,... Desde los pequeños formatos populares hasta los magníficos grandes formatos, asequibles a pocos. Un artículo muy recomendable para los interesados en la técnica. Y hay más artistas que no son recogidos en el artículo.

Por ejemplo, en L'Oeil de la Photographie, esta semana han hablado de la obra de Jacques Borgetto con material instantáneo, específicamente de sus paisajes japoneses. Un ejemplo de utilización artístico de los materiales actuales de Impossible Project dentro de la fotografía artística.

Esta semana, Oscar Colorado nos ha hablado de una de las series de fotografía documental más importantes del siglo XX, desvelándonos muchos secretos sobre la misma. Se trata de la serie Country Doctor de W. Eugene Smith. Smith es un fotógrafo que me gusta muchísimo, especialmente desde que pude contemplar su obra en la Lonja de Zaragoza, hace ya siete años. Creo que es mejor que leáis vosotros mismos el extenso artículo que Colorado ha redactado. En cualquier caso, W. Eugene Smith es uno de los fotógrafos de referencia en la historia de la fotografía, y hay que conocerlo. Es obligatorio para los amantes de la fotografía.

Smith fotografió en Japón las consecuencias de la tragedia de la bahía de Minamata por la ingestión de pescado contaminado por mercurio y otros metales pesados. Pero de Japón nos llegan otras recomendaciones de carácter fotográfico no tan dramáticas. Un bello desnudo publicado en The Infinite Fragmente Datawaves of Oxane me llevó a repasar la obra del fotógrafo y poeta japonés Kansuke Yamamoto. Adscrito a la corriente del surrealismo, lo cierto es que su obra tiene un tono delicado y poético, al mismo tiempo que esa estética diferencial que en ocasiones caracteriza a los fotógrafos orientales. Os propongo un repaso en Tumblr a la obra del fotógrafo nipón, del cual tengo un libro.

Estamos en plena temporada de premios cinematográficos, y son muchas las publicaciones en las que se hacen repasos a las películas de 2016 y a los protagonistas de las mismas. En estas estamos cuando un artículo en British Journal of Photography online me muestra un bello retrato en blanco y negro de Emma Stone, una de las actrices de moda más capaces de la actualidad. El retrato de Stone forma parte de una serie de fotografías de Jack Davison para The New York Times en el que se celebra visualmente a los mejores intérpretes del año. Y lo hacen a través de un homenaje al aspecto de las películas de cine negro de la época clásica. Están muy bien.

Pasemos ahora al paisaje. Los bosques siempre me han fascinado como sujeto del paisaje. Será porque vivo en una tierra donde, por su aridez, escasean. Las densas fotografías de aspecto panorámico de Michael Lange en su serie Wald (bosque en alemán) creo que no es la primera vez que me llaman la atención. En cualquier caso, creo que recogen perfectamente lo que el imaginario colectivo ha concebido sobre lo misterioso, peligroso y a su vez lo bello, de lugares fuentes de riqueza, de maravilla, pero también de miedos y pesadillas. Nos lo han contado en L'Oeil de la Photographie.

La fotografía nocturna dicen que está de moda. Los paisajes que cambian cuando el sol se esconde y las estrellas salen. Cierto es que el mundo de la fotografía digital nos sepulta en imágenes de gran belleza, pero que se convierten en un momento dado en clichés. Las vias lácteas, las estrellas en su giro circumpolar, las auroras boreales, más raramente australes. Imágenes que hasta hace unos años, cuando había que manejar la imprevisibilidad de la película tradicional en tiempos de exposición tan largo, nos asombraban, ahora nos anestesian a pesar de su incontestable atractivo. Pero hay fotógrafos que cuando la noche cae no salen de la ciudad para sacar a pasear sus cámaras fotográficas. Es en los entornos urbanos y periurbanos donde consiguen encontrar paisajes significativos, donde además podemos dialogar con la presencia o los efectos del ser humano. En esta semana me he encontrado con dos fotógrafos que nos muestran su obra de este modo.

En el blog On Art and Esthetics nos han presentado la obra de John Vias, que nos llega desde California. Paisajes nocturnos urbanos, melancólico, con o sin presencia humana, pero donde esta siempre está presente de una forma u otra. Colores sutiles pero ricos y composiciones sencillas que no simples. Muchos de los ingredientes que hacen que me guste una fotografía.

En Feature Shoot nos presentan los paisajes nocturnos de Josh Sinn, que desde Baltimore se inspira en la música, el soul y el blues, para buscar los ambientes que el prefiere. Una paleta de colores no muy distinta del anterior, pero con un tono más melancólico. Estamos en el frío invierno de la coste este de los EE.UU. frente a la tibio clima californiano.

Hemos hablado en distintos puntos de este artículo, denso en este frío fin de semana, de distintos procesos fotográficos que andan por el mundo desde hace décadas. Y dedicaremos un par de párrafos a alguno más.

L'Oeil de la Photographie nos presenta un artículo dedicado a la obra del suizo Steeve Iuncker. Fotógrafo que permanece fiel a la fotografía argéntica en gran formato, con su cámara de 4 x 5 pulgadas. Pero lo que da un carácter especial a sus fotografías es el tono de los colores que procura el procedimiento de copia en color al carbón que inventó Théodore Henri Fresson a finales del siglo XIX y que todavía es trabajado por algún laboratorio en Francia. Tonos muy especiales.

Y aunque no me he sentido nunca muy cualificado para practicarlo, siempre me ha maravillado lo que se puede conseguir con el Collage. Dos artículos nos presentan obra fotográfica basada en esta técnica mixta. En L'Oeil de la Photographie, la obra de Paul Cava, que me ha gustado tanto que he pedido un ejemplar del libro Children of Adam, que viene acompañado de poemas de Walt Whitman. Y también en las páginas de L'Oeil de la Photographie, la obra de Penny Slinger, artista surrealista de los años 60 y 70 del siglo XX que impulsó el movimiento feminista en aquellos años culturalmente convulsos.

Hoy me ha quedado un artículo de recomendaciones muy denso. Y creo que de mucho nivel y variedad. Los comentarios sobre el nº 94 de Fraction Magazine, que ya salió hace unos días, los dejaré para el domingo que viene. Prácticamente no me queda tiempo para verlo con detalle en esta mañana de domingo.

Terminaré comentando que desde hace unos días me he suscrito al blog Richard Pickup Photography, un fotógrafo que trabaja sobretodo con película en blanco y negro y que me parece que tiene cosas muy interesantes que decir a la hora de inspirar el trabajo de los aficionados más modestos, a quienes a veces la obra de los grandes nos intimida y nos hace dudar de nuestras capacidades. Tiene una serie de 10 consejos para ser un mejor fotógrafo que me han parecido muy interesantes. Normalmente este tipo de consejos y series no me dicen gran cosa, me parecen muy estereotipados, pero la forma en que las presenta Pickup me ha parecido interesante y por eso os lo dejo aquí. Y además me parece que tienen que ver con los motivos por los cuales de vez en cuando salgo a fotografiar con una simple cámara de hace casi 90 años, como la que me ha ayudado a hacer las fotografías que ilustran el artículo de hoy. Y aunque sean fotografías modestas, me procuran cierta satisfacción.