La fotografía como afición y otras artes visuales

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Una tarde en los sotos de Utebo con la Leica ME

Utebo es un pueblo de la provincia de Zaragoza (España) a unos 13 kilómetros por carretera del centro de la capital de la provincia, algo menos en línea recta, cuyo término municipal está casi rodeado por completo por el enorme término municipal de la capital, y que con el desarrollo urbanístico de las últimas décadas poco a poco se ha convertido en una pequeña ciudad dormitorio que poco a poco se acerca a los 20.000 habitantes. No obstante, aun conserva lugares característicos de su origen rural con más personalidad, como la estupenda torre octogonal de la iglesia de la Asunción de Nuestra Señor de estilo mudéjar aragonés, aunque en contra de lo que yo pensaba no está incluida en el catálogo de monumentos que constituyen la Arquitectura mudéjar en Aragón como Patrimonio de la Humanidad según la UNESCO. Pero es el estilo. Quizá demasiado moderna como para estar incluida en dicho catálogo.

Pero no vamos a hablar de la población sino de su patrimonio natural. Y es que en las proximidades se conserva alguno de los escasos sotos naturales, bosques de ribera, que antaño flanqueaban de forma mucho más abundante las orillas del río Ebro. Y allí nos fuimos guiados por un residente de la población unos cuantos aficionados a la fotografía a pasar la tarde del pasado domingo.

Fui poco previsor. Y me encontré con la mayor parte de las cámaras de objetivos intercambiables con las baterías agotadas o a punto de ello. La única que tenía reservas energéticas suficientes para pasar la tarde con garantía era la Leica ME. Sin embargo, esta cámara que ofrece una elevada nitidez, especialmente con los objetivos Leitz que le son propios, no es nada apropiada para naturaleza por estar poco adaptada a la utilización de teleobjetivos, y especialmente cuando hay que enfocar de cerca. El sistema de telémetro no permite distancias de enfoque muy cortas. Paisajes con grandes angulares sin problema, pero macro o fotografía de aproximación... chungo, chungo.

Aun así me llevé tres objetivos: el habitual de la cámara, un Summicron 35/2 Asph, un teleobjtivo ya veterano, el Elmar-C 90/4 pensado para la Leica CL, y un gran angular más amplio, un Voigtländer Color-Skopar 25/4, que aunque está un escalón por debajo en calidad de los Leitz, ofrece unos resultados más que dignos con la Leica digitales, si tienes un poco de cuidado al usarlo.

Primero recorrimos un poco el interior del soto.

Como veis, ahí usé fundamentalmente el Elmar-C 90/4. No dispongo todavía de las fotos, pero me llevé también la Fujifilm GS645S Wide Professional, por lo que las fotografías con un angular moderado las hice con película tradicional.

Después, nos desplazamos por un camino rural hacía otro punto a orillas del Ebro. Algunos campos de cultivo y algunos árboles frutales fueron los objetos fotográficos de preferencia en este trayecto, usando tanto el 90/4 como el Summicron 35/2 Asph.

De este modo llegamos al mirador sobre el Ebro, donde tomé ya plena conciencia que este soto y este mirador son lugares que yo visitaba con frecuencia en mi adolescencia, cuando venía con mis padrinos y sus amigos a pescar. Yo pensaba que aquellos sotos habían desaparecido, pero no. Son estos. Y me alegré de reencontrarme con ellos, y con la idea de volver a menudo con un equipo más adecuado para la fotografía de naturaleza.

En cualquier caso, para el atardecer y la puesta de sol opté por el Color-Skopar 25/4, con un ángulo de visión mucho más amplio, y que sólo baja de nivel cuando el sol entra de lleno en el objetivo, momento en el que las imágenes sufren una notable pérdida de contraste. Por lo demás, sin problemas.

Aunque la tarde estuvo muy luminosa, la calidad de la luz sin ser mala no fue la mejor para paisajes espectaculares, con un sol muy intenso hasta el momento de su ocultación, y con una casi total ausencia de nubes en el cielo. Vamos, que no serán paisajes que pasarán a la historia de la fotografía.

Pero sí que fue una tarde muy agradable, con una buena compañía, que se cerró tomando unas cervezas en el pueblo ya al anochecer. Para repetir en más ocasiones.

El 2016 en fotos (3): 12 meses + 12 fotos... y una más, que no hice yo...

Por décimo año consecutivo, despido el año con esta entrada de 12 meses representados por 12 fotografías. Iniciativa del año 2007, en el Cuaderno de ruta claro, inicialmente, que posteriormente se desdoblaría en dos, separando los viajes, y más recientemente en tres, dándole su espacio a la fotografía con película tradicional.

Como en otros años, el de la fotografía del encabezamiento, este soy yo. Con una salvedad; no la hice yo. Me la hizo mi sobrino Diego, al que en ese momento le faltaban unos días para cumplir los 7 años, en Aguarón.

Repito lo que ya dije el año pasado. Estas doce fotografías, una por cada mes del año, no pretenden ser representativas de nada,… o de todo. Están realizadas todas ellas en Zaragoza, mi ciudad, para bien y para mal, con las cosas que me gustan de ella y las que odio. Así que si estas fotografías han de representar algo es que estoy vivo y miro al mundo. No me enrollo más, simplemente os dejo con las doce fotos de doce meses de este 2016 que se nos acaba, deseándoos todo lo mejor para el 2017 que se nos echa encima.

Y si alguien compara... sí, es casi un copia y pega de la entrada de hace un año, salvo las fotografías, pero es que ya me parece bien el texto como está.

Enero - Mis cámaras estenopeicas en el taller que celebramos con Beatriz Aísa, organizado por Fotógraf@s en Zaragoza.
Febrero - Este año no me he dedicado tanto al bodegón, pero algo así; aquí comprobando que el Tessar de Carl Zeiss Jena tiene realmente una distancia mínima de enfoque sorprendentemente favorable para estos fines.
Marzo - Creo que la exposición sobre las mujeres de Afganistan y la visita guiada con el fotógrafo Gervasio Sánchez, en la imagen, y la periodista Mónica Bernabé nos dejó impresionados a todos los que asistimos.
Abril - Desde que nos azota la crisis interminable, las celebraciones de San Jorge y otras fiestas han perdido su esplendor de antaño. Pero sigue siendo un buen día para pasear la ciudad.
Mayo - Tras el encuentro analógico a finales de abril, fue emocionante recuperar las sensaciones del cuarto oscuro y del manejo de las ampliadoras.
Junio - Sin ser una actividad constante, la fotografía macro y de aproximación es algo que he practicado con frecuencia. De hecho, estaba pensando hacer un libro monográfico con las fotos de este año.
Julio - En un sábado de extremo calor en Zaragoza, qué mejor que ir al acuario con mi sobrino Diego. Lo pasamos bien.
Agosto - En las tarde este mes y de septiembre, exploré mucho las posibilidades fotográficas de las riberas del Canal Imperial de Aragón.
Septiembre - Este simpático muñequito me devolvió las alegrías de la fotografía de naturaleza muerta en el salón de casa.
Octubre - Dominado este mes por el intenso viaje a Hong Kong y Macao, hubo ocasión de relajarse explorando la luz del otoño en los parques de la ciudad. Algo que me gusta hacer todos los años.
Noviembre - La fotografía puede ser algo lúdico y divertido,... como pintar con luz en el pasillo de casa con mi sobrino Diego. Uno maneja el disparador de la cámara y el otro la linterna parpadeante.
Diciembre - Y de las diversas cosas que podría haber puesto del último mes... me quedo con una imagen tranquila, serena, que sirve de homenaje a la ciudad en la que me desenvuelvo yo y a quienes quiero, habitualmente.

El 2016 en fotos (2): De película

En 2016 se ha producido un cambio notable en mis costumbres fotográficas. Si hasta el año pasado y durante las últimas rondas solares la fotografía con película tradicional era un complemento o un entretenimiento que se producía de vez en cuando, pero mi forma de fotografiar principal era la toma digital, en este año ha cambiado. En proyectos muy concretos y en los viajes, la toma digital es la predominante. Pero para mis paseos, para mi entretenimiento cotidiano, para el día a día, la película tradicional ha ocupado un lugar principal. 2016 ha sido también un año donde he hecho muchas pruebas, algunas con éxito, otras con menos. Las iré resumiendo mes a mes.

ENERO

Dos temas fundamentales. El primer el taller de fotografía estenopeica con Beatriz Aisa que reunió a ocho aficionados con esta estupenda fotógrafa y persona. El segundo la fotografía en interiores con Cinestill 800T, película cinematográfica adaptada a un uso como película negativa color de alta sensibilidad calibrada para luz de tungsteno. En ambos casos, experiencias muy satisfactorias.

Fotografía estenopeica
Canon EOS 100 + EF 50/1,4 USM + Cinestill 800T

MARZO

Habiendo anunciado el fabricante chino de las cámaras Holga que cesaba la producción de estas cámaras, me hice con un modelo básico. Sin flash, con lente de cristal. Lo probé en la excursión a Anento con Fotógraf@s en Zaragoza.

Holga 120N + Tri-X 400

MARZO-ABRIL

Con febrero un mes un poco anodino en experiencias fotográficas, marzo y abril fueron sin embargo dos meses de gran experimentación. Fundamentalmente, durante esos dos meses me hice con una serie de objetivos antiguos con montura de rosca M42, de los cuales uno japonés, el Takumar 35/2 de Pentax, y el resto una colección de diversos 50 - 58 mm de los países de la antigua Europa comunista, especialmente la República Democrática Alemana y la Unión Soviética. Con ellos vinieron alguna cámara Praktica y Zenit, a precios absolutamente ridículos. La Zenit fracasó poco después. Pero es poco importante.

Pentax MX + Takumar 35/2 + Portra 160
Pentax MX + Takumar 35/2 + Portra 400
Zenit E + Industar 50-2 50/3,5 + Fujifilm Acros 100
Praktica MTL 5 + Carl Zeiss Jena Tessar 50/2,8 + Portra 400
Praktica MTL 5 + Carl Zeiss Jena Tessar 50/2,8 + Portra 160

ABRIL

Con abril llegó también la primera de las dos quedadas analógicas que se han celebrado, con gentes de Fotógraf@s en Zaragoza (FeZ) y la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza (AFZ). Desarrollada en el entorno de la Expo 2008, tres cámaras distintas me llevé. Aunque una de ellas quedó tocada y averiada. No sin antes proporcionarme unas dobles exposiciones muy interesantes. Y también estrené un objetivo de la antigua RDA...

Voigtländer Perkeo II + FP4 Plus
Pentax MX + Meyer Optik Görlitz Trioplan 50/2,9 + Acros 100
Olympus mju-II + Kodacolor 200

También sucedió algo que plantó en mí la semilla de la inquietud por la fotografía instantánea, aunque tardaría unos meses en germinar. Emilio Molins se llevó su Instax Wide.

Olympus mju-II + Kodacolor 200.

MAYO

En mayo estaba encantado con los dos pequeños objetivos de tras el telón de acero, que con la Pentax MX hacen un equipo compacto y ligero. Y capaz de funcionar en condiciones impensables para mí.

Pentax MX + Trioplan 50/2,9 + Kodacolor 200
Pentax MX + Trioplan 50/2,9 + HP5 Plus

JUNIO

En el final de la primavera y principios de la primavera hice cosas diversas, pero destacaré dos de ellas. La excursión a Bubal y Jaca con Fotógraf@s en Zaragoza, a la que me llevé la Hasselblad 503CX, y el viaje a Islandia, al que me llevé la Olympus mju-II.

Olympus mju-II + Kodacolor 200
Hasselblad 503CX + Distagon 50/4 + Ektar 100
Olympus mju-II + Tri-X 400

JULIO

Julio estuvo cargado de experimentación. Por ejemplo, fotografía estenopeica sobre película con una Holga Wide Pinhole o con una Ondu 6x12 Multiformat.

Holga Wide PInhole + FP4 Plus
Ondu 6x12 Multiformat + Kodak Portra 400

También usando la película cinematográfica Cinestill 50D, de baja sensibilidad y calibrada para luz de día, adaptada a su uso como negativo en color tradicional.

Pentax MX + Helios 44 58/2 + Cinestill 50D

Y me hice con un zarrio, una Vivitar Ultra Wide & Slim, cámara de plástico con un gran angular en el entorno de los 21 mm, y que tengo que aprovechar más. No da gran calidad, pero es muy expresiva.

Ambas fotos: Vivitar Ultra Wide & Slim + FP4 Plus

AGOSTO

En agosto usé varias cosas, pero lo más destacable o específico fue que desempolvé mi cámara más antigua, la Agfa Billy de 1928, con la que con un poco de cuidado se pueden conseguir fotos muy interesantes. Y con su negativo de 6 x 9 cm, recoge información en cantidad a pesar de su flojo triplete como objetivo. También, con esta serie comencé a experimentar con el revelado de la Ilford XP2 Super como película en blanco y negro tradicional en lugar de proceso C-41. Con buenos resultados.

Ambas fotos: Agfa Billy o Jgestar 8,8 + Ilford XP2 Super

SEPTIEMBRE

Este mes también fue dado a experimentar y probar cosas. Usé más la Hasselblad 503CX, probé los procesos forzados con película Portra 400 y me llevé la Fuji GS645S a una excursión al matarraña con Fotógraf@s en Zaragoza. Un no parar.

Hasselblad 503CX + Sonar 150/4 + Ilford XP2 Super
Las dos fotos anteriores: Canon EOS 100 + EF 40/2,8 STM + Portra 400 @ 1600
Fujifilm G645S + Portra 400

OCTUBRE

Empecé este complejo mes con una quedada de Fotógraf@s en Zaragoza a la que me llevé la Hasselblad 503CX.

Hasselblad 503CX + Planar 80/2,8 + Portra 400
Hasselblad 503CX + Sonar 150/4 + Portra 400

Y el evento más importante del resto del mes fue que me traje de Hong Kong una Plaubel Makina 67, una cámara que empezó dándome unos resultados excelentes y mucha satisfacción, pero que con el uso ha empezado a mostrar filtraciones de luz y voy a tener que llevar a revisar. Una pena, porque por lo demás está en excelente estado. Pero son los riesgos de adquirir material clásico que ha podido estar mucho tiempo parado y sin mantenimiento.

Ambas fotos: Plaubel Makina 67 + Portra 400

OCTUBRE-NOVIEMBRE

Durante el verano me hice, por un precio ridículo, con una pequeña Olympus PEN EE3, cámara de medio formato, es decir, que en un carrete de 35 mm obtienes el doble de exposiciones que con una cámara habitual. Hice un carrete paseando por Zaragoza, en la excursión a Monreal del Campo para fotografiar la flor del azafrán y en una escapada a Madrid.

Las cuatro fotos: Olympus Pen EE3 + Acros 100

NOVIEMBRE

Dos quedadas marcaron este mes. La primera de ellas fue la segunda quedada analógica del año, continuación de la anterior que hicimos en abril, y que nos llevó al Gran Capitán en Montañana y a la Cartuja de Aula Dei en Peñaflor. Allí comprobé que definitivamente la Makina 67 no iba bien. Pero también comprobé que la Leica M2, con revelados forzados incluidos, va mejor que nunca. Con todo tipo de focales.

Una de las fotos que pude salvar de la Plaubel Makina 67 + Portra 400
Leica M2 + Biogon-C 35/2,8 + Tri-X 400 @ 1600
Leica M2 + Elmar C 90/4 + Portra 400

A la segunda quedada de noviembre, organizada por Rafael Ricote y pensada para hacer fotografía callejera por el casco viejo de Zaragoza, opté por llevarme un equipo improbable para este fin, la Hasselblad 503CX con el respaldo para Super Slides, 16 exposiciones de 4 x 4 cm.

Hasselblad 503CX con respaldo A16s + Planar 80/2,8 + XP2 Super

DICIEMBRE

Y en diciembre germina la semilla de la fotografía instantánea que se planto en el mes de abril. Desempolvo la Polaroid Supercolor 635 que tengo por casa, gasto la película Polaroid 600 que me quedaba en el Chocoencuentro de Fotógraf@s en Zaragoza, y me hago con unos cartuchos de Impossible Project 600, para ir conociéndonos.

Algunas polaroids fueron regaladas a los modelos y yo hice fotografías digitales para testimoniar su existencia: Polaroid Supercolor 635 + película Polaroid 600
Polaroid Supercolor 635 + película Polaroid 600
Polaroid Supercolor 635 + Impossible 600 BN
Polaroid Supercolor 635 + Impossible 600 color

En la última semana del año, tengo una de cal y otra de arena. Busco paisajes con niebla con la Fuji GS645S, que no quedan bien por culpa de un revelado mal hecho.

Fujifilm GS645S + Ilford XP2 Super

Y me voy al parque con la Hasselblad 503CX y la Polaroid Supercolor 635. Con esta me llevo una lente de aproximación, consiguiendo algún modesto éxito,... pero necesito más práctica.

Hasselblad 503CX + Planar 80/2,8 + Ilford XP2 Super
Polaroid Supercolor 635 + Lente de aproximación Hoya de 2 dioptrías + Impossible 600 Color
Polaroid Supercolor 635 + Impossible 600 Color

ChocoEncuentro Polaroid

Como previa a este artículo de hoy, os hablé el sábado pasado de mis experiencias con la fotografía instantánea a través de un modesta cámara de gama baja Polaroid de la serie 600. De alguna forma, el recuperar este material tenía como objetivo comprobar si estaba lo suficiente en forma para el uso que pensaba darle. Como cada año, Fotógraf@s en Zaragoza (FeZ) (Flickr, Facebook, Instagram) organiza su fiesta anual previa a las fiestas de fin de año en el segundo domingo de diciembre. Es una tarde de fiesta. Nos reunimos a las cuatro y media de la tarde para la foto de grupo, paseamos por el ambiente navideño de la plaza del Pilar de Zaragoza, cantamos nuestro "villancico" y, a las seis de la tarde, nos reunimos en un restaurante cercano para hacer el balance del año y merendar un tradicional chocolate con churros.

Este año decidí que lo iba a documentar con la Polaroid Supercolor 635. Con dos cartuchos de auténtica película Polaroid 600 que conservaba en la nevera, más dos cartuchos, uno en color y otro en blanco y negro, de Impossible Project 600 que compré el sábado, me dirigé al encuentro. Estos dos últimos no los usé. Antes de llegar al lugar de la cita, probé la cámara...

Con las condiciones de luz, tarde de niebla en Zaragoza, bajo contraste, buenos tonos en las paredes de ladrillos, una ligera sobrexposición, y tonos oscuros quizá faltos de profundidad. Pero un aspecto general agradable. O por lo menos, según mis preferencias estéticas.

Así que armado con la veterana Polaroid y su correspondiente cartucho de 10,... bueno, ya sólo 9 exposiciones. La dinámica fue la siguiente. Cuando la polaroid correspondía a un retrato individual o como mucho de dos personas, una vez completamente revelada, hice entrega de la copia al retratado a cambio de permitirme hacer una fotografía con la cámara digital de la persona y de la copia polaroid. Constancia de su existencia en mi archivo fotográfico. Por ejemplo, la polaroid de Papá Noel o la del reno.

Sin embargo, cuando la polaroid incluía un grupo de gente más amplio, la copia me la he quedado yo, se guardará convenientemente, y se digitalizará para ser compartida digitalmente. En este caso, están digitalizadas con la aplicación para el teléfono móvil PhotoScan de Google, que ofrece una resolución de sobra para la información contenida en una polaroid. Como por ejemplo, este grupo de entusiastas de la fotografía, con espíritu navideño, esperando a la foto de grupo.

Hay que considerar que las copias polaroid tienen un modesto tamaño efectivo de 7,9 cm de lado. Excluyo el marco de la imagen y la base más grande por contener los químicos para el revelado que se extienden gracias a los rodillos que la exprimen al salir la foto. Quizá el tamaño en pantalla al que se ven en esta entrada sea excesivo, y eso de sensación de baja nitidez. Pero las copias en si mismas en papel se ven simpática. Lo que me hace insistir en un tema. La fotografía de verdad está pensada para acabar copiada o impresa en papel a un tamaño adecuado y elegido por el fotógrafo.

Una vez hechas las aclaraciones técnicas, pasemos a lo que fue el ChocoEncuentro FeZ. Como digo, primero organizarse tras la Lonja de Zaragoza, junto al caballito del minutero para la foto de grupo, lo que llevó su rato de caos, dado que además había que incluir la ronda de saludos o presentaciones. Entre quienes no se veían desde hacía tiempo o los que eran novedad en el sarao.

Después de la foto de grupo, paseo por la plaza del Pilar, que más que dedicado a hacer fotografías, que se hicieron, bastantes, se dedicó a muchas conversaciones. Conversaciones sobre fotografía, y sobre otras cosas. Momento adecuado para hacer algunos retratos con la polaroid entre las personas con las que ocasionalmente entablé conversación. No voy a poner todas, sólo algunas. Por no aburrir.

Eso sí, entre medias, una vez llegados al gran árbol de navidad frente al ayuntamiento de la ciudad, nueva reunión conjunta para la segunda actividad de grupo. Cantar en forma de "villancico" nuestra felicitación a todos los aficionados de la fotografía y a todos las personas que por la plaza se encontraban en ese momento. No vamos a hacernos ricos gracias a la música, pero por lo menos hacemos unas risas.

Durante todo este tiempo, aun se fueron sumando más personas. Creo que el cálculo global estaba en más de 70 personas, que a las seis en punto nos dirigimos a un restaurante cercano como ya he dicho, para hacer el balance del año, ver un vídeo resumen de las actividades del año, comer el cchocolate con churros y realizar el tradicional sorteo de regalos.

Entre unas y otras de estás actividades, y ya con el segundo cartucho de polaroids, seguí haciendo algnos retratos más. Ya digo que no pongo todos por no cansar. Pero al final de la tarde acabé con las 20 exposiciones de los dos cartuchos originales de la marca Polaroid que me quedaban y que habían estado guardados en nevera durante al menos ocho años.

Pero todo lo bueno se acaba. Algunos más voluntariosos aun siguieron una rato más entrada ya la noche tomándose algunas cervezas. Pero otros, cansados, porque el día había sido largo al menos en mi caso, y al día siguiente había que trabajar. A las ocho de la tarde, sólo quedaba una exposición en el cartucho que sirvió para una última foto a un pequeño pero significativo grupo de personas. La experiencia de ir a cuestas con la Polaroid, muy satisfactoria y divertida. Y me quedaron los dos cartuchos de Impossible Projecto, que lo cierto es que esperaba reservar para ser usado otro día en situaciones más controladas. Es un material con el que no estoy familiarizado, muy caro, y que no sé que resultado va a ofrecer. Ya os contaré.

Y dentro de un año... un nuevo ChocoEncuentro de FeZ. O por lo menos eso esperamos todos.

A16S - Respaldo "superslides" para Hasselblad V y un paseo de domingo por la mañana

En varias ocasiones ya os he hablado de mi cámara Hasselblad 5003CX, uno de los modelos relativamente avanzados de la gama Hasselblad V. Que son las cámaras clásicas de Hasselblad, réflex, de medio formato, de las que uno habitualmente obtiene los conocidos fotogramas cuadrados de 55 x 55 mm aproximadamente. O redondeando, como se hace habitualmente, de 6 x 6 cm. Se diferencia de las Hasselblad H, que son las que están mejor preparadas para alojar respaldos digitales, que cuando usan respaldos para película son de fotogramas rectangulares de 6 x 4,5 cm (55 x 42 mm aprox.) Las dimensiones de los sensores digitales en los respaldos de este tipo varían.

El caso es que hay varios respaldos disponibles para el sistema Hasselblad V. El mencionado formato 6 x 6 cm se puede conseguir con el respaldo A12, 12 exposiciones con película tipo 120, o con el respaldo A24, 24 exposiciones con película tipo 220. Esta última ya no se consigue. Pero también están los respaldos A16 y A32, que ofrecen 16 y 32 fotogramas de 6 x 4,5 cm sobre película de tipos 120 y 220 respectivamente. Y estaba el impresionante respaldo A70, que ofrecía entre 100 y 200 fotogramas, según el grosor de la película, sobre rollo de 70 mm de película de doble perforación. Creo que eran fotogramas cuadrados también de 6 x 6.

Y luego estaba el A16S. Donde la S según algunos sitios viene de "square", cuadrado, es decir 16 exposiciones cuadradas sobre película del tipo 120, y según otros viene de "superslide", es decir, fotogramas aptos para los marquitos de diapostivas tipo "superslide". El marquito tenía las mismas dimensiones exteriores que uno para fotogramas de 24 x 36 mm, pero albergaba un fotograma de 40 x 40 mm aproximadamente, de los que caben 16, en efecto, en un carrete de película del tipo 120.

El caso es que, además de la 503CX, tengo otro cuerpo de Hasselblad. Un 500CM que me regalaron porque no funciona. Probablemente se pueda arreglar, no sé lo que me costaría. Pero teniendo el 503CX en funcionamiento, no he sentido la necesidad. Y venía, viene, con un respaldo de tipo A16S. Estos son poco valorados hoy en día. Supongo que el dueño original se desprendió de él, y se quedó con los A12 mucho más útiles. La única ventaja actual del respaldo A16S es que puedes hacer un 33% más de fotos que con el A12 habitual. 16 frente a 12. Pero uno hace formato medio para tener un negativo notablemente más grande y con abundancia de información ¿no? Los negativos de 6x6 tienen 3,5 veces más superficie que los de 24x36, mientras que los de 4x4 no llegan al doble. Un 85% más grandes. Que no está mal si lo pensáis bien.

Otro efecto de usar un negativo más pequeño es que la focal efectiva de los objetivos aumenta. Es lo que pasa con las cámaras digitales tipo APS-C con respeto a las de fotograma completo. En este caso, un Planar 80 mm f/2,8, que ejerce de objetivo estándar, con una ángulo de visión en la diagonal del fotograma equivalente a un 44 mm en el formato de 24 x 36 mm, se convierte en esa focal en tierra de nadie, un equivalente a un 61 mm, que ni es un estándar ni es un teleobjetivo corto.

Demasiado largo para el reportaje, un poco corto para el retrato... Psssss...

No obstante, este domingo, ante la oferta del buen amigo Rafael Ricote para salir a hace un fotopaseo el domingo por la mañana, al que se apuntaron otros cuatro animosos amantes de la fotografía, decidí utilizar este respaldo. El único motivo era... por usarlo... y por tener la posibilidad de hacer un 30% largo más de fotografías con la misma cantidad de película. Por cierto, que el amigo Rafael también ha comentado este paseo en su blog, donde aparezco yo mismo en acción.

No lo voy a negar. Entre que la focal, ese equivalente a un 60 mm, es inusual, y que para ahorrar volumen me llevé el visor de capuchón, el que nos ofrece la imagen invertida lateralmente, en lugar del pentaprisma, no me encontré tan cómodo como otras veces. Y eso se notó en algunos fallo en los fotogramas. Por ejemplo en alguna fotografía con el enfoque poco atinado. Aunque con efectos más o menos logrados.

El hecho de que a ratos nos acompañase la lluvia, con muy escasa intensidad eso sí, tampoco ayudaba a mejorar la nitidez. En ausencia de un trípode que no me apeteció llevar, difícil encontrar apoyos sin chipiarse la ropa o las manos. O la cámara. Y eso que la temperatura no estaba excesivamente fría, que eso también contribuye a veces a que los cuerpos metálicos se manejen más incomodamente. No es que eso pase con la Hasselblad que ya está pensada para que los agarres estén razonablemente protegidos. Pero al fin y al cabo es una cámara más pensada para el estudio o para la toma controlada que para la fotografía callejera improvisada. Quizá hubiera hecho mejor en llevarme el Distagon 50 mm f/4. Con el que hubiera tenido el equivalente a un 38 mm, en lugar de un equivalente a un 28 mm que es lo que sucede con el respaldo A12.

La digitalización de los negativos está hecha con la cámara digital Panasonic Lumix GM5 y el objetivo Panasonic Leica DG-Macro Elmarit 45 mm f/2,8 ASPH OIS. De esta forma, he obtenido una resolución espacial efectiva por fotograma de alrededor de 12 megapíxeles. Las tres cuartas partes de los 16 megapíxeles totales que ofrece el sensor de la GM5. Con el escáner Epson Perfection Photo V600, a su resolución óptima de 1800 píxeles por pulgada, sólo hubiera obtenido 8 megapíxeles por fotograma. Sólo merece la pena para negativos de 6 x 4,5 en adelante. Y este último tamaño, por los pelos.

En cualquier caso, fue una mañana muy provechosa y muy entretenida, donde las dos horas en las que estuvimos haciendo fotos + tomando el vermú se pasaron en un vuelo. Buena compañía, una cámara con la que no te aburres, y oportunidades para ejercitar y entrenar la mirada siempre son una buena forma de pasar el domingo por la mañana.

Hasta pronto.