La fotografía como afición y otras artes visuales

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Salida fotográfica al Matarraña con Fotógraf@s en Zaragoza... y a vueltas con el concepto de "HDR"

Este miércoles pasado, 14 de septiembre de 2016, había propuesta una excursión fotográfica por parte de Fotógraf@s en Zaragoza (flickr, facebook), esas que llamamos de "jubilados" por aquello de los que tienen más posibilidades de apuntarse entre semana. Aunque hay de todo. Como iba bien de festivos, decidí cogerme un día de asuntos propios y acompañarles. No voy a entrar en el proceloso proceso que nos llevó a dirigirnos a la comarca aragonesa del Matarraña después de una semana observando cuidadosamente las predicciones meteorológicas, y que anunciaban justamente para ese día el final de los calores del verano y la entrada de las lluvias y tormentas de otoño. El destino original era otro... pero al Matarraña fuimos.

Cargué con la Olympus OM-D E-M5 y varios objetivos, entre los cuales el Meyer-Optik Görlitz Trioplan 50/2,9 V y el adaptador correspondiente. Este último lo iba a compartir con una compañera que dispone de la E-M5II y las más prestigiosa versión del Trioplan de 100 mm de longitud focal. Nos referimos a las versiones históricas, no a las carísimas nuevas versiones que está desarrollando una empresa que ha comprado los derechos de uso de las marcas de Meyer-Optik. También me llevé la Fujifilm GS645S Professional con algunos carretes de Kodak Portra 400, de los cuales use tres a su sensibilidad nominal y otro a un índice de exposición de 1600, y de Ilford XP2 Super 400, que se volvieron a casa tal como salieron. Tardaré unos días en comprobar los resultados de la película.

Comenzamos la excursión en la bella población de La Fresneda.

Comencé el día usando el Trioplan,... aunque pronto cambié a un gran angular y ya tan apenas use el histórico objetivo.

En La Fresneda pudimos visitar una colección de fotografías de la zona que dispone en su casa un antiguo fotógrafo profesional de la zona, tras lo cual recorrimos las calles del pueblo hasta acabar haciendo el primer control de avituallamiento en una terraza de la Plaza Mayor, donde por la hora no hubo acuerdo pleno sobre si era ya la hora de la cerveza o todavía la del café. Lo que sí cayó fue una deliciosa empanada gallega de bacalao.

Tras abandonar La Fresneda, nos dirigimos al Parrisal o Parrizal de Beceite. Se trata de un lugar donde el río Matarraña, que da nombre a toda la comarca, se encañona, ofreciendo una calidad paisajística y naturalista de primer orden. Como el primer control de avituallamiento se había prolongado demasiado y el segundo tenía hora fija, no pudimos dedicar todo el tiempo que se merece el lugar, pero disfrutamos bastante del mismo.

En el Parrizal existen pinturas rupestres que si no estoy mal informado pertenecen al extenso conjunto del Arco Mediterráneo de Pinturas Rupestres declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Cuando llegó el momento, replegamos los trastos de fotografiar y nos dirigimos a Valderrobres, capital de la comarca del Matarraña, para proceder al segundo control de avituallamiento, la comida, donde se nos unieron algunos destacados miembros de FeZ que residen en el Bajo Aragón. Lo cual todavía más el buen ambiente de la salida. Después de comer, paseamos, a ratos bajo la lluvia por el bellísimo casco histórico de Valderrobres... Bueno... a algunos les dio también para cazar "pokemones"... todo sea dicho.

Tras un breve tercer control de avituallamiento que consistió en algunos cafés, algunos caramelos de Ecuador y las maravillosas galletas de chocolate o avena de Carmina, nos encaminamos a paisajear el ocaso en algún campo bonito en los alrededores de Alcañiz. La intención era encontrar algún campo de girasoles donde, a pesar de lo tardío de las fechas, estos conservasen algo el porte. Nos costó, pero algunos, poquitos, encontramos.

Allí discutimos y pusimos en práctica la idea de tomar varias tomas con horquillado de la exposición con el fin de aplicar algunas técnicas para obtener imágenes con gama tonal ampliada o "alto rango dinámico" que dice la mayoría maltraduciendo la expresión inglesa "high dinamic rank", el famoso HDR.

Hoy en día la mayor parte de los aficionados (y muchos profesionales) denominan HDR a las técnicas de mapeo tonal, que permiten reducir el contraste de una imagen a partir de una serie de imágenes iguales pero horquilladas respeto a su exposición, o una sola imagen a partir de la que se obtienen varias variantes con distinta luminosidad. Pero lo cierto es que hay otras muchas formas de comprimir el excesivo contraste de una imagen. Yo siempre he sido partidario, especialmente desde que la fotografía digital encaja tan amplias gamas tonales de hasta 12, 13 o 14 diafragmas, del ajuste de brillo y contraste por zonas, reproduciendo las técnicas de quemados y reservas heredadas del cuarto oscuro fotoquímico. Pero últimamente, usando el programa HDR Effects Pro 2, que desde hace unos meses Google puso a disposición del público de forma gratuita, me he estado introduciendo en el mapeo tonal. En el reciente viaje a Suecia obtuve algún éxito en fotografías de la ciudad vieja de Estocolmo, pero habitualmente no he sido muy partidario de estas técnicas por el aspecto artificioso y efectista que presentan con frecuencia. Soy partidario de un aspecto más natural, aunque haya que sacrificar algunas luces o sombras.

Esta era una ocasión para usarlo con paisajes. De momento no he acabado de obtener resultados del todo satisfactorios. Y no sé si es que no consigo dominar el programa, o es que definitivamente no me convencen los resultados que ofrece el método. Os dejo para terminar con dos imágenes obtenidas con el sistema de reservas y otra con el mapeo tonal.

II Encuentro "analógico" - AFZ + FeZ

Lo confieso. Que se denomine fotografía "analógica" a la fotografía con película y otros procesos fotoquímicos más o menos tradicionales es algo que odio. Lo de "analógico" y "digital" tiene su origene en el mundo de la electrónica, en función del tipo de codificación de la señal, bien nos movamos en el mundo del sonido, de la radio, de la imagen o de lo que sea. Pero aquí estamos en dos tipos de tecnologías distintas. La tradicional fotografía con procesos físicoquímicos y la actual fotografía con procesos electrónicos digitales. Pero bueno, como el calificativo se ha agarrado por culpa de internet al personal como una garrapata, pues hablaré del II Encuentro "analógico" de fotografía que se celebró, o estamos celebrando, en Zaragoza en estos días.

El I Encuentro fue una actividad propia de la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza (AFZ); pero en esta segunda edición se ha abierto la puerta a una participación conjunto de esta asociación y el grupo no organizado formalmente, coordinado mediante redes sociales, Fotógrafos en Zaragoza (FeZ). En realidad aquella es hija de este, aunque ahoran sigan caminos paralelos, con eventuales puntos de contacto. Más que nada porque hay buenos aficionados que participan en ambos grupos. Son dos formas de relacionarse entre personas con interés común en la fotografía, no incompatibles entre sí.

Mientras me dirigía al lugar de encuentro, tuve ir ocasión de ir entrenando la mirada.

El pasado domingo 24 de abril de 2016E, un grupo de personas nos juntamos en el entorno de la Expo de Zaragoza con nuestras cámaras para película tradicional. Más antiguas o más modernas; propias o heredadas de nuestros ancestros; compradas hace años nuevas o recuperadas de segunda o tercera mano recientemente. Algunas de formato medio, alguna de fotografía instantánea, las más de formato pequeño, para palícula de 35 mm y negativo de 24 x 36 mm. Lo que los modernos de la electrónica digital llaman ampulosamente "full frame"... formato pequeño en el mundo de la película tradicional.

Preparando el material a utilizar... con el que últimamente estamos menos familiarizados.

Con una mañana ventosa, pero con sol radiante hasta que algunas nubes se empezaron a acumular, los motivos arquitectónicos presentes, y el contraste producido por la dura luz de las horas centrales del día se llevan mejor con la fotografía en blanco y negro que con el color. De todos modos, como la intención es seguir el encuentro con actividades de laboratorio, se había aconsejado a los asistentes cargar sus cámaras con película negativa monocroma.

El grafismo de los modernos edificios de la Expo es idóneo para practicar el blanco y negro.

Yo me llevé, no obstante, tres cámaras:

En las imágenes anteriores tenéis ejemplos de las fotografías realizadas con mi Pentax MX, cámara réflex mecánica de 1977, en la que estaba probando un veterano Meyer-Optiks Görlitz Trioplan V 50/2,9, de lo que os hablaré otro día. Alguna de las fotografías, como la de la Torre del Agua, está tomada con un Meyer-Optiks Görlitz Primoplan V 50/1,9, primo hermano del anterior, que me prestaron momentáneamente. La usé con un carrete de Fujifilm Neopan 100 Acros, película negativa en blanco y negro de grano fino.

También me llevé la Olympus mju-II, cámara compacta con exposición electrónica, de óptica fija 35/2,8, que usé con un carrete de Kodak Portra 400, película negativa en color. Esta tardaré todavía un tiempo en tenerla disponible.

Finalmente, me llevé también la Voigtländer Perkeo II, coqueta y sencilla cámara de los años 50 del siglo XX, con objetivo retractil de fuelle, de formato medio para negativos de 54 x 54 mm. La usé con un par de carretes Ilford FP4 Plus 125. He de decir que el obturador de la cámara empezó a dar problemas al final de la mañana, y no sé si la tendré que retirar de circulación.

El amigo Emilio Molins haciendo proselitismo del virus de la fotografía con una joven aficionada, gracias a la vistosidad de su Fujifilm Instax Wide 210.

Los carretes en blanco y negro los revelé con Ultrafin Plus con una dilución 1 + 4 durante 7 minutos, tanto el Acros como los FP4 Plus. Los resultados han sido unos fotogramas un poco más densos de lo que esperaba, pero muy explotables, y con un grano muy fino.

El miércoles 27 de abril nos juntamos para revelar los carretes, de forma que los más experimentados echasen una mano a los más novatos. La sensación es que salvo algunos accidentes en el momento de la toma, hubo una generalidad de carretes correctamente expuestos y aprovechables. De momento, un éxito. Dentro de unos días, procederemos a experimentar la ampliación sobre papel fotográfico.

No obstante, yo hice previemente el revelado en casa. El revelador que usamos para el conjunto fue el versatil Kodak HC-110, pero a mí me apetecía utilizar un revelador de grano fino como el Ultrafin Plus. Y además, eso me daba más libertad para echar una mano a la gente.

La película Acros de Fujifilm es muy buena por su gradación tonal y el detalle que se obtiene, pero en esta ocasion, los grandes negativos de FP4 Plus de la Perkeo II son mucho más impresionantes por su detalles y comodidad, especialmente al digitalizarlos.

Como ya he dicho, mi Perkeo II empezó a dar muestras de avería, en el armado del obturador que hay que realizar tras avanzar la película. En concreto, la palanca de armado del obturador, no volvía a su posición de reposo. A mí me daba la sensación de que el obturador no actuaba. El caso es que sí, y como consecuencia obtueve por accidente varias exposiciones múltiples, que han quedado curiosas. Lamentablemente, en un momento dado se atascó completamente, y en estos momentos la cámara no funciona. Ya veremos qué se puede hacer.

Doble exposición sobre unos edificios de la Expo Internacional de Zaragoza.
Doble exposición en torno a la escultura "Alma del Ebro" de Jaume Plensa.

Ese mismo día se celebraba el día internacional de la fotografía estenopeica. Yo no cogí ninguna de estas, porque las que tenía en activo se llevan mal con el viento que hacía ese día. Pero no faltaron los ejemplares de cámaras estenopeicas, algunas muy espectaculares y muy elegantes.

Anu Medina con una de sus estupendas cámaras estenopeicas.

En su conjunto, una experiencia muy satisfactoria, que todavía no ha terminado, y de la que tal vez os cuente alguna cosa más. Animaos vosotros también a recuperar vuestras veteranas cámaras de película tradicional. Son estupendas.

Anento y su Aguallueve - la Holga 120N en "trabajo" de campo

Os comentaba hace unos días mi primera experiencia con la Holga 120N... una cámara de escasa calidad, pero de gran expresividad. Ese primer carrete lo expuse en realidad en una situación muy controlada. Unas condiciones de luz muy estables, luz diurna de sol más o menos constante. Un carrete de ISO 125 y un revelado muy controlado.

El sábado día 12 de marzo de 2016 salí a una pequeña excursión de poco más de medio día con algunos colegas de Fotógraf@s en Zaragoza al coqueto pueblo de Anento, que presume ser uno de los más bellos de España... no sé,... sí que es cierto que está muy arreglado y muy cuidado, y su famoso Aguallueve, un manantial al fondo de un pequeño valle en cuya entrada esta el pueblo, de paredes escarpadas, y que debido a la umbría en la que se encuentra se congela durante el invierno. Dado que el manantial nace de la pared y cae por ella en forma de gotas de agua, de forma más o menos intensa, da la sensación de un lugar donde siempre llueve.

Me llevé alguna cámara digital y la Holga 120N. Por supuesto, podemos ver algunas de las fotografías en color tomadas con tecnología digital, para que os hagáis idea del lugar.

En primer lugar el pueblo, aseado y arreglado, aunque con contrastes entre lo renovado y lo vetusto.

Luego el camino hasta el Aguallueve, entre el camino por el fondo del valle, algunos árboles en flor y los cortados que enmarcan el valle.

Hasta que llegamos al Aguallueve... Donde había algo de hielo, pero no mucho. No ha sido un invierno excesivamente frío.

Tras el paseo un ratito por el pueblo, con la foto de grupo, un saludo al hada azul y una visita, ya camino de casa, a los restos del castillo que domina el pueblo.

Pero como digo, también era cuestión de comprobar las "prestaciones" de la Holga 120N en situaciones menos controladas. Es decir, teniendo en cuenta que velocidad y apertura son prácticamente fijas, que la única forma de controlar la exposición es con la velocidad de la película, a ver como se las apaña uno para pasar unas horas en un sitio donde no sabes cuanta luz va a haber en un momento dado.

Me llevé varios rollos. 2 o 3 de Kodak Tri-X 400 y 2 o 3 de Ilford FP4 Plus 125. No me acuerdo de cual de ellos me llevé 2 y de cual 3. Así pues, una película de sensibilidad más baja, por si hacía sol, y otro de sensibilidad más alta, por si predominaba el nublado. Empecé por uno de ISO 400, porque el sol se ocultaba con frecuencia por las nubes.

Como la tendencia era a mantenerse despejado, cuando acabé las 12 exposiciones de ese primer rollo cargué uno de ISO 125. Aunque he de confesar que hubo momentos en los que no tuve claro que la elección fuese correcta. En algunas de las tomas me enfrenté a contraluces, que la cámara aguantó regular, pero mejor de lo que esperaba.

Con ese segundo carrete no osé hacer fotografías bajo el Aguallueve. Demasiada poca luz. Pero cuando acabé las 12 exposiciones, volví a poner un Tri-X de ISO 400 y hacer unas cuantas fotografías en la sombra.

He de confesar que en la sombra más intensa incluso el ISO 400 se quedó corto y tengo unos cuantos negativos, tanto de la FP4 Plus como del segundo Tri-X claramente subexpuestos. El revelado lo hice todo en la misma sopa de revelador HC-110 de Kodak, a 1:32 (dilución B) durante 6 minutos a 20 ºC. Quizá el FP4 Plus hubiera necesitado algo más de tiempo de revelado, o una temperatura un poquito más alta, 1 o 2 ºC. El Tri-X está claramente correcto para el primero de los carretes y escaso para el segundo, que hubiese necesitado un forzado de uno o dos pasos.

Mi sensación después de esta prueba... Salvo que tengas muy controladas las circunstancias de la toma, mejor usar la Holga 120N con ISO 400. Siempre es más fácil rescatar las luces algo quemadas que las sombras transparentes en el negativo. Y probablemente en situaciones de sombras profundas necesite algo más del ISO 400. Como consecuencia, he decidido que durante una temporada la usaré con película cromogénica Ilford XP2 Plus que con cuna sensibilidad nominal de ISO 400, soporta muy bien las sobreexposiciones, y aguantará al menos un paso de subexposición, lo que puede bastar para fotografiar a la sombra en un día soleado. Pero estos son los límites. Si falta más luz habrá que forzar la Tri-X un par de pasos, o hacerse con alguna película de más sensibilidad.

Por cierto, que hay que estar muy atento al avance de la película, que si no te puede pasar que en algún caso hagas alguna doble exposición. O te dejes algún negativo sin exponer.

Un taller de retrato con Fotógraf@s en Zaragoza (6º) - Retoque, con Adobe Photoshop Lightroom y Affinity Photo

Llego aquí a la última entrada que dedicaré al taller de retrato que entre los meses de abril y mayo realizamos bajo el paraguas de Fotógraf@s en Zaragoza (Flickr - Facebook). Si en la entrada anterior os contaba como transcurrió los dos últimos talleres, el de retrato con iluminación de estudio y el de procesado y retoque, hoy os voy a traer algunos ejemplos de las fotografías realizadas como prácticas de los mismos.

Para el procesado os quiero recordar que no hicimos todo un curso de cómo manejar Adobe Photoshop. Tratamos algunos temas pertinentes en retrato. Con Ángel López vimos: ajuste del tono de piel, retoque de imperfecciones mediante la técnica de la separación de frecuencias, y ajuste del tono de los ojos. Pili Montes nos introduzco en algunas técnicas básicas, y discretas, de la herramienta Licuar de Photoshop.

Una cuestión de orden. No uso software pirateado en mi ordenador. Primero, porque no lo considero necesario. Segundo, porque es someter al ordenador a un riesgo, con la llegada de "porquerías" informáticas. Con una disciplina adecuada de lo que tengo instalado y no en mi iMac de finales del año 2009, este funciona perfectamente. Como la mayor parte de la fotografía que hago se puede calificar de fotografía documental, y no exige grandes retoques ni procesados, ni siquiera cuando hago paisajes, con versiones legales de Adobe Photoshop Lightroom me defiendo perfectamente para tener organizada mi fototeca y procesar mis fotografías. Hasta recientemente, si necesitaba algún retoque extra, o montar algún panorama u otras cosas, usaba la versión 10 de Adobe Photoshop Elements. Pero pocas veces.

Desde hace unos meses, voy siguiendo las betas de Affinity Photo, una nueva aplicación para Mac OS X que es mucho más potente que Photoshop Elements, en muchos casos igualando la potencia de Adobe Photoshop. Han anunciado que cuando salga al mercado como versión definitiva tendrá unos precios mucho más razonables que cualquier plan de compra de Adobe Photoshop CC, con o sin Lightroom. Y las betas son totalmente funcionales, aunque es de suponer que la versión definitiva estará más depurada y con mayores y mejores funciones. El caso es que lo que he hecho es aprender a aplicar las técnicas aprendidas en el taller con la versión de prueba de Photoshop CC en la beta de Affinity Photo. Por ello me ha costado unos cuantos días procesar las fotografías que hoy os presento. Y que pueden tener alguna deficiencia por todo estos motivos.

Las primeras fotografías corresponden a la sesión de la mañana, teniendo como modelo a Verónica Abizanda. Básicamente, sobre fondo negro, aplicamos esquemas sencillos y básicos de iluminación con una, dos y tres fuentes de luz, además de ensayar un retrato en clave baja.

Verónica iluminada con una única fuente de luz, elevada, delante y a su izquierda.
En este caso, además de la luz anterior, un gran reflector próximo a su derecha, sirve de luz de relleno secundaria, suavizando la iluminación del rostro.
Esta es la que más me gusta, en la que además incluímos una luz puntual trasera y a su derecha que le perfila el cabello.
En el retrato en clava baja, con la luz trasera y una luz dura en su izquierda, la idea era hacerla en blanco y negro, pero a mí me ha convencido más la versión en color.

He de decir que a estas alturas, ya había comprobado varias cosas. Que la mejor herramienta para ajustar la mirada, el iris de los ojos, es el Lightroom que uso habitualmente. También que Affinity Photo tiene un filtro para la separación de frecuencias mucho más rápido y práctico que Adobe Photoshop CC. Y que por lo demás, los retoques sobre las capas resultantes, la de baja frecuencia (color) y la de alta frecuencia (textura), son perfectamente cómodos de realizar. El tono de la piel también lo ajusto en Lightroom.

En la sesión de tarde contamos con la presencia de Carolina de la Rosa como modelo, y ensayamos más lo que serían técnicas de iluminación y pose de la modelo en fotografía de moda. Iluminaciones más uniformes, sobre fondo blanco (que puede hacerse gris).

Esta fotografía de Carolina no me dice gran cosa, pero es un ejemplo de fondo blanco que se vuelve gris cuando el modelo y las fuentes de luz están suficientemente separados de ese fondo blanco.
El fondo blanco tiene el problema que los pliegues o las arrugas de la tela se ven más, y hay que trabajar para eliminarlos.
Esta es mi fotografía favorita de las que hice a Carolina, con el rostro ligeramente en penumbra.
Y aquí abandonamos los esquemas de iluminación tan planos y dimos un poquito de sombra al lado derecho.
Finalmente, un poquito de hacer el indio, con Carolina acosada por los "monstruos"... Mismamente, aterrorizada.

La herramienta Licuar, que también existe en Affinity Photo, no la he usado... no he sentido la necesidad. Quizá más adelante. En cualquier caso, esto es lo que ha dado de sí el taller de fotografía de retrato, que ha sido una experiencia muy divertida y formativa.

Un taller de retrato con Fotógraf@s en Zaragoza (5º) - En el estudio y ante el ordenador

En el mes de abril os fui contando como fue el primer módulo del taller de retrato organizado por Fotógraf@s en Zaragoza (FlickrFacebook); cómo se desarrollóel blanco y negro en interioresel blanco y negro en exteriores y el color en exteriores. Como pudisteis comprobar, trabajamos fundamentalmente con luz ambiente y, aunque me llevé alguna cámara digital, estas fotos fueron fundamentalmente para documentar el transcurso del taller, mientras que las fotografías de práctica real con modelo las hice con película tradicional.

En este fin de semana pasado, celebramos los dos últimos módulos del taller. Y aquí fue al revés. Usé la película tradicional para hacer el reportaje del taller y una cámara digital para las fotografías de práctica real con modelo. Hoy os contaré cómo transcurrió el taller; más adelante, cuando haya puesto en práctica lo aprendido en el tercer módulo, el del tratamiento digital de las imágenes, subiré los resultados.

El sábado pues, tras una introducción a las bases de la fotografía en estudio y algún recordatorio de lo aprendido en el primer módulo sobre los planos en el retrato y algunas posiciones del o de la modelo, pasamos a trabajar en un estudio improvisado en las instalaciones del Centro Cívico de Miralbueno. Como hice en su momento hay que dedicar un tiempo a los agradecimientos. A Ángel López, por su paciencia y buen hacer como docente. A Kino, por el impulso que da a las actividades y al organización de este a priori "desorganizado" grupo. A Miguel Rubira, por sus gestiones para conseguirnos unos espacios tan estupendos para desarrollar el trabajo.

Fotografía de grupo del taller. Yo no estoy... estoy al otro lado de la cámara.
Ángel iniciando las explicaciones del taller.
No faltan momentos de relajo, haciendo el canelo. Selfi colectiva con el móvil y el paloselfi de David.

Las fotografías de la sesión de la mañana del módulo segundo están realizadas con película tradicional, Kodak Tri-X 400 forzada a IE 1600, y revelada con HC-110, 19 minutos a 24 ºC. Usé la Pentax MX con un SMC-M 50/1,7. Por la tarde y en el módulo tercero, usé cámaras digitales.

Para sesión de la mañana del sábado contamos como modelo con Verónica Abizanda, que con gran paciencia soportó estoicamente los ratos de explicaciones de Ángel, así como las interminables rondas de disparos que los participantes en el taller íbamos haciendo.

Básicamente, durante la sesión de mañana ensayamos distintos esquemas de utilización de las luces, progresando desde los esquemas más sencillos con una fuente de luz, hasta alguno más complejo con tres.
Un fondo negro y algunas unidades de flash de estudio con ventanas difusoras.
Esto me hizo ilusión. La seriedad de usar un fotómetro adecuadamente; no como hacen muchos ir probando a tientas con la cámara digital, a cuenta de que no se gasta película.
Los participantes del taller, revisando el resultado de las tomas.

En la sesión de tarde cambiamos de modelo y de decorado. Nos acompañó Carolina de la Rosa, que también mostró buen humos y paciencia ante los más o menos caóticos participantes del taller. Quizá un poco más caóticos que por la mañana, como podremos ver en las fotografías a continuación.

Si por la mañana jugamos un poco más con las variaciones en la iluminación, por la tarde, sobre fondo blanco se trató más de conseguir iluminaciones uniformes sobre la modelo.
Además de los flashes de estudio, utilizamos también algunos flashes portátiles, para aumentar la potencia y homogeneidad de la luz.
No sé si fue efecto del acúmulo de horas o del aumento de familiaridad con la situación, que empezaron a aparecer seres extraños en el set...
... y extraños accesorios, que no se ven habitualmente en el equipo fotográfico.

En cualquier caso, espero ofreceros como he dicho antes algunos resultados del trabajo realizado en el taller dentro de unos días. Pero previamente tengo que poner en práctica los conocimientos adquiridos en el tercer y más corto módulo del taller. Módulo que se desarrolló en la mañana del domingo, mientras la gente se dedicaba a votar y esas cosas propias de las democracias occidentales, en el Centro Cívico de las Esquinas del Psiquiátrico. Que vaya nombre para un centro cívico. Pero es que el de Miralbueno estaba ocupado por las elecciones.

Pues no, estos no vinieron al módulo de retoque... bueno David, sí... pero estuvo más formal.

Habitualmente yo utilizo Adobe Photoshop Lightroom para la organización y el procesado de mis fotografías, y me resulta suficiente en el 95 % o más de las situaciones. Pero en el caso del retrato, especialmente cuando se trabaja en estudio con temas de moda o belleza, se suele hacer un procesado más intenso, con un retoque más fino, especialmente de la luz y de las pequeñas imperfecciones de la piel de los y las modelos. No estoy hablando aquí de modificar escandalosamente el aspecto de las personas... ¿vale? Afortunadamente el taller se condujo dentro de unos criterios éticos que considero muy de agradecer. Pero aprendimos o refrescamos técnicas para depurar el tono y color de la piel, la técnica de separación de frecuencias para resolver imperfecciones, las mejores técnicas de ajuste de la nitidez final de la fotografía, y a manejar con prudencia la herramienta "Licuar", todo ello en Adobe Photoshop.

Yo llevo ya un par de días en casa poniendo en práctica los conocimientos de retoque con alguna de las fotos realizadas en la sesiones de estudio. Pero como me gusta complicarme la vida, estoy utilizando la beta de Affinity Photo, un programa de retoque fotográfico que está surgiendo como una alternativa potente y mucho más económica al conocido programa de Adobe, aunque sólo disponible para la plataforma de Mac OS X. Ya os contaré. Pero adelanto que la técnica de separación de frecuencias es mucho más rápida y sencilla de practicar.

Una vista de los aplicados participantes en el tercer módulo del taller, con sus ordenadores portátiles a pleno rendimiento.