La fotografía como afición y otras artes visuales

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Algunas fotos que se me van de casa...

Aunque en la red de redes, en internet, se puede ver muchas de mis fotos, lo cierto es que las más son simplemente documentos de cosas que hago. No busco una exposición pública como autor fotográfico. Siempre he dicho que me considero más un aficionado a la fotografía, en sus diversas vertientes, que un fotógrafo aficionado. Aunque hacer fotografías también sea una de las vertientes que me gusta practicar.

Pero el auténtico fotógrafo, sea profesional sea aficionado, los límites entre ambos se vuelven borrosos cuando muchos fotógrafos tienen que tener otros trabajos para poder vivir mientras practican su vocación, busca la exposición pública de su obra. Someterla al juicio de quienes la contemplan, que sea admirada e incluso adquirida. Como dice Will Gompertz en alguno de sus libros, a los artistas también les gusta ganar dinero, y si es con su arte, mejor. Y desde ese punto de vista, mis urgencias son escasas. De hecho, he tenido alguna oportunidad de exponer en solitario, y la he desechado. Mi afición a la fotografía, a pesar de lo que hablo de ella en las redes, no deja de ser algo que hago en el 90% de las ocasiones a mi aire, en la intimidad de mi casa y para mi propio crecimiento personal, sin más aspiraciones. Y me cuesta seleccionar trabajos, y mostrarlos como se deben mostrar. Ampliado en papel a un tamaño adecuado y en un lugar oportuno. Hablar de la fotografía, como afición, responde a otras motivaciones. En cualquier caso, probablemente este sea uno de los motivos por los que prefiero ser considerado como aficionado a la fotografía más que como fotógrafo aficionado.

Sin embargo, en las últimas semanas ha surgido la oportunidad de presentar algún trabajo en público, y os los voy a mostrar.

Exposición del III Encuentro fotográfico de Aragón

Desde 2013 se viene celebrando cada dos años el Encuentro fotográfico de Aragón. En ese año fue en septiembre, en las ediciones posteriores de 2015 y 2017, en junio. Mala fecha para mí, ya que en los últimos años tiende a ser uno de los meses en los que me gusta cogerme vacaciones y viajar.

En las tres ediciones, una de las actividades incluidas ha sido la celebración de exposiciones, una o dos fotografías por participante. En la primera edición, el tema fue la paz, y presenté estas dos fotografías.

Estanque de las cenizas, campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, Polonia.
Monumento a los judíos asesinados en Europa, Berlín, Alemania.
En 2015, el tema fue la música, también tuvimos la oportunidad de presentar dos fotografías, y estas fueron las que elegí.
El músico del hang ante la basílica de Szent István en Budapest, Hungría.
Jazz en Central Park, Nueva York, EE.UU.

Este año 2017, el tema fue "el instante decisivo", tema muy abierto y sujeto a interpretación. Presentamos cada uno una fotografía, y esta es lo que yo elegí.

Monasterio de Po Lin en la isla de Lantau, Hong Kong, China.

Como veis, tiendo a presentar fotografías de mis viajes. Estos me proporcionan una diversidad de temas y por ello acudo a ellos. Además tengo mejor clasificadas estas fotografías que las que hago "en casa", y me resulta más fácil encontrarlas. Pero siempre me cuesta elegir. En la mayor parte de las ocasiones, cuando hago fotografías, no lo hago pensando en "la foto", si no que busco un conjunto que consoliden un recuerdo o una narración de una vivencia. Por lo que siempre me quedo con la sensación de que, aisladas, pierden buena parte de su sentido.

Zaragoza en cuarto creciente

A través de Txabi Beroitz, una excelente persona y fotógrafo, me llegó la posibilidad de participar en esta exposición, Zaragoza en cuarto creciente. En la misma 50 fotógrafos, profesionales y aficionados, aportarían fotografías sobre Zaragoza, con las perspectivas la "Zaragoza Invisible", la "Zaragoza Emergente" y la "Zaragoza Olvidada". Sobre las mismas, un amplio grupo de personas del mundo de las letras realizarían reflexiones. Me pareció una idea interesante.

Y no exenta de riesgo, porque supone dejar tus fotografías, y lo que para ti significan, libres por el mundo y sometidas a otras visiones y otros significados que pueden ser o no ser similares, incluso divergentes. Yo aporté tres fotografías, de las cuales se seleccionó una de ellas.

La Zaragoza Emergente.
La Zaragoza Invisible.
La Zaragoza Olvidada.

La foto elegida por la organización fue la segunda... lo cual me dejó un poco "así", porque era la que menos me convencía de las tres. Era la más obvia en cuanto a su tema, pero la que menos cualidades formales y fotográficas tenía. Y las implicaciones de las otras dos para mí, que no voy a comentar, si das "libertad" a las fotos tiene que ser con todas las consecuencias, eran más interesantes. Pero como digo, había que aceptar deportivamente los riesgos de las condiciones de participación en esta exposición. Y estoy contento.

Os dejo a continuación los textos que acompañan a la fotografía en la exposición con los nombres de sus autores. Disculpad que la foto que les hice esté un poco trepidada. Al llegar allí, me di cuenta de que había cogido una cámara sin tarjeta de memoria, y la tuve que hacer con el móvil. Que no... por mucho que digan algunos, no sustituye a una cámara completamente en la tarea de hacer fotografía.

Intercambio de fotografías del III Encuentro fotográfico de Aragón

En el "paseíco", el día de fiesta por excelencia de las actividades del encuentro que ya he comentado, este año se propuso que al final del mismo hubiese un intercambio de fotografías. Las condiciones fueron que quien quisiese llevase una copia de una de sus fotografías, en un tamaño de hasta 20 x 15 cm para intercambiarla por la de algún otro participante.

Me enteré con el tiempo justo. El día de antes del "paseíco" que fue el pasado domingo día 18 de junio. Yo había estado de viaje y no era consciente del hecho. Aprovechando que tenía un paquete de papel fotográfico de calidad, Canson Infinity Baryta Photographique de 310 gr/m2 para impresoras de chorro de tinta, con el que me quería familiarizar, imprimí un par de fotografías en una hoja de DIN-A4. Siendo esta de un tamaño de 21 x 29,7, me quedaban dos copias más o menos del tamaño máximo establecido.

Estas fueron las fotografías que escogí, muy diferentes una de otra.

Skaftafell, Islandia.
Mainau Insel, Konstanz, Alemania.

Fueron a parar, de una forma u otra, a manos de dos mujeres a las que aprecio mucho. Están en buenas manos.