La fotografía como afición y otras artes visuales

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Un taller de retrato con Fotógraf@s en Zaragoza (4º) - Kodak Portra 400 en formato pequeño y en formato medio

Comienzo ya la última entrada relacionada con el primer módulo del taller de retrato organizado por Fotógraf@s en Zaragoza. El haber optado para las prácticas con modelo bajo luz ambiental de interiores y exteriores por un conjunto de películas tradicionales en lugar de la tecnología digital al uso, me ha permitido ampliar mucho la experiencia, y enriquecerla considerablemente, como habréis podido comprobar los que habéis seguido esta serie de artículos. Quedan dos módulos más, que se celebrarán el 23 y el 24 de mayo, ya veremos qué cuento de ellos.

Tras la experiencia de usar dos tipos distintos de película negativa en blanco y negro, a altas sensibilidades en interior y a sensibilidades medias (bajas las consideran muchos hoy) en exterior. Me quedaban los carretes en color, película Kodak Portra 400 (también la hay en 160 y 800 ISO), que llevé como complemento. He de decir que, como su nombre insinúa, originalmente esta película negativa en color se concibió como especializada para retrato, mientras que la marca americana dejaba la Ektar 100 como película más adecuada para paisaje, en el marco de la fotografía profesional o para aficionado avanzado. Es cierto que la formulación de la Portra se ha ido modificando para que quede adaptada a un uso más general.

Me llevé al taller mi cámara Pentax MX con un SMC-M 50/1,7 cargada con un carrete de 36 exposiciones de Portra 400. Han salido menos. No sé muy bien por qué. Pero lo esencial está ahí. Cuando uso esta combinación, suelo ajustar el exposímetro de la cámara a un índice de exposición de 200, en lugar del 400 nominal de la película. La amplia latitud de exposición de la película lo permite sin problema, obteniéndose fotografías con grano más reducido y colores algo más saturados. Os pongo aquí algunas fotografías realizadas unos días antes del taller.

Todos los negativos en color han sido revelados y digitalizados en Carmencita Film Lab, y ya adelanto que han hecho un excelente trabajo.

Autorretrato
Terraza del IAACC Pablo Serrano, Zaragoza

No obstante, por esa amplia latitud de exposición, no dudo si llega el caso en exponer algunos fotogramas a índices de exposición más bajos, sabiendo que luego en la copia o en el escaneado es fácil recuperar unos tonos y unas texturas aceptables hasta un IE 800 (algunos dicen que más). En fin, lo que hago es olvidarme del fotómetro en interiores, abrir a f/2 y ajustar la velocidad de obturación a 1/60. Y que salga el sol por Antequera. Veamos un ejemplo.

Salas de exposiciones del IAACC Pablo Serrano, Zaragoza

Como la primera parte de las prácticas del taller de retrato con luz ambiente fueron interiores, utilicé esta estrategia para hacer alguna foto de Sara (Sarini Modelo Imagen), la estupenda modelo que nos ayudó en estas prácticas. Veamos algún ejemplo.

Cuando se utiliza la película con un índice de exposición más alta que su sensibilidad nominal de 400 ISO, los colores quedan menos saturados, y hay riesgo de que las sombras queden deslavazadas. Por supuesto, el grano de la película es más evidente. La fotografía anterior puede tener un índice de exposición de 1600 (no lo calculé exactamente).

Ya en exteriores, a con un índice de exposición de 200, la película brilla en toda su potencialidad, y ya depende exclusivamente de la habilidad del fotógrafo el aprovechar las circunstancias que se le ofrecen. Eso lo juzgaréis vosotros con los ejemplos que pongo.

Finalmente, tras utilizar los carretes de película negativa en blanco y negro que ya he comentado, cargué el respaldo de la Hasselblad 503CX con otro carrete de Kodak Portra 400, éste con la intención de utilizarlo a sus sensibilidad nominal de 400 ISO. El objetivo usado fue el tele corto Carl Zeiss Sonnar 150/4 C.

En dos situaciones disparé fotografías. En la primera de ellas, con Sara en situación estática, sentada en un banco. Estas no supusieron mayor problema que mis propias limitaciones en la habilidad para componer o aprovechar la buena pose. Con un negativo de aproximadamente 55 x 55 mm estamos hablando de una superficie de material sensible 3,5 veces superior a la de un negativo de 24 x 36 mm o un sensor digital del mismo tamaño. Esto tiene la gran ventaja de que recoges una cantidad de información mucho mayor, algo que se nota y se agradece, y la desventaja de que la gestión del enfoque es más delicada, por su menor profundidad de campo. Las fotografías que aquí muestro fueron expuestas con diafragmas f/8 a 1/500 segundo, y a pesar de todo se aprecia la limitada profundidad de campo. Eso sí la gradación de los colores, la suavidad de los tonos y la cremosidad del desenfoque son envidiables. No he realizado ningún tratamiento digital sobre la digitalización del negativo que he recibido de Carmencita Film Lab, salvo algún ligero recorte para eliminar algún elemento superfluo en los bordes del fotograma.

La segunda situación en la que usé este carrete fue con la modelo en movimiento, simulando el caminar por una pasarela con sus giros y esas cosas. Aquí he de decir que la Hasselblad no se adapta bien a este tipo de fotografía. Hay que estar muy experimentado en su uso y tener mucha capacidad de anticipación, así que el número de éxitos ha sido pequeño. Y las que han quedado bien tienen un aspecto más estático que otra cosa.

Considerando el conjunto de la experiencia, de las cuatro entradas que he realizado, he extraído mis propias conclusiones:

Evidentemente, como fotógrafo de retrato, aun habiendo consiguiendo algunas fotografías que me gustan, tengo mucho campo para la mejora. Es una disciplina en la que es especialmente importante la atención al detalle. Además de tener un sentido de la estética y la composición, también hay que tener un técnica bien asentada.
Nunca había sido muy aficionado al forzado de la película negativa en blanco y negro, por el miedo que nos metieron haya a principios de los 90 en la Spectrum a perder la textura en las sombras. Pero me gustan las posibilidades de la Tri-X para usarla con índices de exposición altos. El revelado con HC-110 fue fácil y conservó el detalle en el negativo sin que el grano se hiciese demasiado escandoloso. A utilizar con más frecuencia.
Encantado con la Fujifilm Neopan 100 Acros. Cantidad de detalle, grano muy fino, una gama de grises de aspecto infinito. Tendré que acostumbrarme a tener en casa de todas formas un revelador de grano fino, menos enérgico que los reveladores todo terreno que suelo utilizar. El Ultrafin Plus se acabará cuando termine el envase actual, así que tendré que plantearme otras alternativas.
La película Kodak Portra 400 es y seguirá siendo durante mucho tiempo mi película en color preferida. Me gusta mucho su escala tonal y sus colores. Especialmente con la agradable luz con la que estuvimos trabajando buena parte de la mañana del día del taller. Y el resultado me resulta más agradable que la intensa nitidez que te puede dar un buen sensor digital. No ha de extrañar que en el procesado de los archivos digitales use preajustes (presets) que intente reproducir el aspecto de la película tradicional para dar un poco de organicidad a la imagen. En estos momento me siento atraído a utilizar más mis cámaras para película tradicional.

Espero que esta serie de artículos os haya gustado. Volverán después del 24 de mayo.