La fotografía como afición y otras artes visuales

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Recomendaciones semanales - especial "cacharros" (o Photokina)

Esta semana, y sin que sirva de precedente, voy a hacer unas recomendaciones semanales distintas. En lugar de hablar de lo que realmente debería interesar a la mayoría de los fotógrafos, que es de otros fotógrafos y sus obras, que es de lo que intento hablar cada semana, voy a hablar de cacharros, chismes diversos, aparatos. Que es de lo que hablan habitualmente la mayor parte de los aficionados a la fotografía, como si eso realmente ayudase mucho a mejorar. Generalmente ayuda a mejorar la cuenta de resultados de los fabricantes de la industria fotográfica. No tengo claro que ayude mucho a los fotógrafos... especialmente a los aficionados. Los profesionales, supongo, ya saben qué y cuándo comprar. Supongo. O por lo menos algunos profesionales, que hoy en día hay muchos tipos de profesionales de la fotografía. Pero yo no lo soy, yo soy un aficionado a la fotografía, así que no me voy a meter en ese jardín.

Lo que sí que pondré, como de costumbre es el tablero de Pinterest con las fotos que me han llamado la atención esta semana. De lo más diverso.

En cuanto a las fotografías acompañante, con la llegada del otoño mejora notablemente la luz en la ciudad y sus alrededores. Y salir a pasear por la tarde se convierte en algo fotográficamente mucho más interesante. Por ejemplo, el miércoles salí con la modesta Pentax K-S1 y el treintañero SMC-A Pentax 100 mm 1:4 Macro. Y a eso me dediqué, al macro a orillas del Canal Imperial de Aragón.

Esta semana se ha celebrado la Photokina, feria de la fotografía que se celebra cada dos años, los años pares, en la ciudad alemana a orillas del Rin. Echemos un breve vistazo al aspecto que tiene la ciudad en esta época del año... aunque la fotografía tiene ya seis años.

Como consecuencia, esta semana ha estado plagada de nuevas noticias en el sector de los chismes fotográficos, aunque muchas de las novedades habían sido anunciadas de antemano, o filtradas, o como sea que sea... ya se conocía. Lo que ha permitido la feria es que una miríada de periodistas especializados (o seudoperiodistas en algunos casos), nos hayan estado contando sus sesudas y sabias impresiones. A la vez que nos permiten conocer cuales son "sus sesgos". Que en muchas ocasiones quieren decir qué marcas les untan más o menos por contar las excelencias de sus productos. Amiguitos... no os creáis todo lo que digan muchos de los "medios especializados" y blogueros sesudos. No todos nos cuentan cuando están en modo "publirreportaje". Los honestos, sí. Suelen poner en sus artículos o entradas blogueras aquello de "artículo patrocinado".

No voy a seguir un orden en especial. Iré comentando según me ha llamado la atención. Y quizá tengamos que empezar con algo que a priori diría que suena a anecdótico. De hecho, cuando unos días antes de la feria se filtró, comentó o adelantó que la prestigiosa marca alemana Leica nos presentaba como gran novedad la Leica Sofort, un cámara de fotografía instantánea a utilizar con los cartuchicos de película Fujifilm Instax Mini, algunos pensábamos que se trataba de una broma. Pero no. Dedicarse a mirar en Youtube las entrevistas a responsables de la marca intentando explicar por qué esto es un movimiento lógico dentro de la filosofía de la marca, no deja de ser una experiencia entre surrealista e hilarante. Para quien se conozca el paño, no hace falta discurrir mucho para percatarse que debajo de la Sofort reside una Fujifilm Instax Mini 90, despojada del concepto "neo classic" y con un diseño ad hoc. Lo que pagas por el punto rojo de Leica son unos 125 euros extra sobre lo que cuesta la Mini 90, para unas prestaciones muy similares. Cada cual sabrá si le sale a cuenta. Siempre me he atraído por la fotografía instantánea, pero ciertamente la Instax Mini me parece que da unas fotos excesivamente reducidas. Estamos hablando de una gama de tamaños dentro de lo que consideraríamos el formato medio. La película tiene una tamaño de 86 x 54 mm, para una tamaño de imagen de 62 x 46 mm. Un poco más grande que los tradicionales negativos de 6 x 4,5. Para entrar en lo que podría acercarse al gran formato tendríamos que buscar un modelo compatible con la película Instax Wide, que para un tamaño de pelicula de 108 x 86 mm ofrece un tamaño de imagen de 99 x 62 mm. Aún por debajo del tradicional 12 x 9 cm que es el tamaño mínimo de las cámara de gran formato. Pero por lo menos, en superficie aprovechable se acerca a las antiguas polaroids cuadradas.

Curiosamente, Fuji nos ha anunciado que al año que viene, para la primavera, lanza una Instax Square. Tengo la sensación de que el tamaño es intermedio entre las dos anteriores. Si todas tienen una altura de 62 mm en el negativo, la Mini se queda en una anchura de 46 mm, la Square tendrá los 62 mm que justifican su nombre, y la Wide se extienden a los 99 mm. En cualquier caso, más pequeña esta "square" que las polaroids tradicionales cuyo aspecto imita. Quien quiera usar una cámara Polaroid tendrá que seguir muriendo al palo del Impossible Project. Su tercera generación de películas dicen que está muy mejorada, aunque los medios especializados siguen dándole palos por su floja calidad y por su precio excesivo. De todos modos, estaba pensando en probar esta tercera generación a la vuelta de mis próximas vacaciones en otoño.

El caso es que Fujifilm, que por mucho que intente hacer negocio con sus películas Instax tiene en estado de cabreo al mundo peliculero por sus frecuentes hachazos a sus gamas de películas tradicionales y sus incrementos de precio, ha sido una de las reinas de la fiesta. Adelantó sus renovaciones en la gama X unos meses, especialmente con el de la X-T2 y algunos objetivos, con el fin de que en esta feria todo el mundo hablase de su entrada en el formato medio digital con su gama GFX. Que veremos llegar dentro de unos meses. La nueva Fujifilm GFX se proclama heredera de la tradición de la marca en formato medio. Yo tengo una Fujifilm GS645S Professional Wide 60 que me divierte mucho, y que ofrece la posibilidad de hacer buenas fotografías. Os dejo aquí un pequeño ejemplo de sus capacidades.

No estoy yo muy de acuerdo con el pedigrí de la cámara. Partiendo del sensor de imagen Sony de 50 megapíxeles que equipa buena parte de las ofertas de formato medio digital con un tamaño físico muy ligeramente por debajo del 44 x 33 mm, lo cual deja una diagonal de 55 mm (esta sería la focal estándar, más o menos x1,25 la del formato 24 x 36 mm conocido como "full frame"). Si consideramos como formato medio todo aquello que sea más grande que el antiguo formato pequeño o miniatura, hoy día conocido como "full frame",... pues es formato medio. Pero es considerablemente más pequeño que el formato medio tradicional de película. Su tamaño físico es 2/3 partes del "modesto" 6x4,5 y apenas la mitad que el 6x6. No te quiero contar ya si lo comparas con el 6x7, 6x8 o 6x9. Y es un 68% más grande que el "full frame"... Se queda por lo tanto en tierra de nadie. Lo cual incide en la estética de la fotografía, independientemente de los megapíxeles que lleve.

En cualquier caso, pretende ser un sistema modular complejo, con todo tipo de complementos. Aunque hay quien pretende ponerlo a competir con la Hasselblad X1D, por aquello de que nos son cámaras réflex, en realidad creo que su intención es más la de competir por precio con los sistemas más completos de Pentax, Phase One o Hasselblad. Con un tamaño más compacto, más ligera y mucho más bonita, la X1D sería más heredera de las antiguas Fujifilm de formato medio que esta GFX.

Eso sí. Fujifilm viene fabricando las ópticas de Hasselblad desde que abandonó el sistema V y se pasó al sistema H. Así que saber hacer en este campo tiene de sobras.

Han acaparado muchos titulares la renovaciones dentro de las marcas fieles al formato Micro Cuatro Tercios (que resumiremos como MFT siguiendo sus siglas en en inglés). Tanto Olympus como Panasonic han anunciado la renovación en pocos meses de sus buques insignias, por lo que veremos pronto una OM-D E-M1 Mark II y una GH5. Como de costumbre, esta última muy centrada en el mundo del vídeo. Quizá por ello, la también G80/G85 (según la parte del mundo dónde se venda), más orientada a la foto fija, ha recibido algunas mejoras en la construcción para subirla algún peldaño dentro de la gama de Panasonic.

Ambas marcas han anunciado también una diversidad de objetivos que se suponen de calidad elevada, como viene sucediendo como ambas marcas. Aunque tienen que luchar a brazo partido dentro del mundo de la fotografía por ir comiéndoles terreno a las réflex de Canon y Nikon, que han estado bastante anodinas en esta feria, os recuerdo que yo suelo usar cámaras MFT especialmente para los viajes o para llevarlas constantemente encima, por su buen compromiso de calidad y portabilidad. Son ligeras, abultan muy poco y ofrecen una calidad razonable. A pesar de que el tamaño de su sensor sea cuatro veces más pequeño que el del fotograma de 24 x 36 mm a mí me parecen mucho más herederas de las réflex y telemétricas de tamaño contenido de este formato de película de hace unas décadas, que las digitales "full frame", cuyos cuerpos y objetivos han sufrido unos procesos de engorde que las hacen pesadas y más propias de utilizaciones especiales que compañeras para toda situación como lo pueden ser las MFT.

Que conste que Canon ha introducido en la Photokina una sin espejo, la M5 que dicen que está bien. Pues vale. El problema es que Canon y Nikon, que dominan todavía el mercado, se han convertido en las marcas conservadoras, cuya novedades aburren a las ovejas.

No comentaré mucho la gran novedad de Sony, que se ha ido a su buque insignia en su gama de réflex de espejo fijo, con un A99 II, que particularmente creo que debe ser una cámara estupenda, extremadamente capaz, pero por lo demás un aburrimiento, en una gama que muchos daban por finiquitada, aunque parece que no.

Como ya decía, Canon y Nikon llevan su propia marcha y no anuncia grandes novedades en Photokina. Por ello, dentro de lo que es los anuncios más interesantes, sólo queda hablar del mundo de las ópticas. Los objetivos son tan importantes o más que las cámaras a la hora de obtener una buena fotografía en términos de calidad intrínseca. Sin embargo, entre los aficionados esto no acaba de comprenderse. En estos momentos se están fabricando cámaras para el sector de aficionados con sensores de 20-24 megapíxeles. El mundo del "full format" más avanzado está ya en los 24-30 megapíxeles y de ahí para arriba. Pero mucha gente se ve por ahí con ópticas de kit o económicas que hacen que sus resultados no sean mejores en calidad intrínseca que si sus cámaras estuviesen entre los 10-15 megapíxeles. Ahí van un montón de información sin aprovechar. Es cierto que conozco a poquísima gente que haga copias en tamaños interesantes de sus fotografías. En realidad, para el 90 y muchos por ciento de los aficionados, podríamos seguir con cámaras entre los 6 y los 10 megapíxeles y no se notaría la diferencia. Pero tenemos marcas que intentan ofrecer objetivos capaces de aprovechar la información que pueden recoger los sensores de imagen modernos a precios si no baratos al menos más racionales que los carísimos de las marcas más prestigiosas. Tamron no ha anunciado grandes cosas, pero Sigma sí. Y Samyang también. Sería muy prolijo detallarlas aquí, pero sugiero que investiguéis un poco. Es interesante. Pero también voy a decir algo... si alguien me pregunta por el nuevo 100/2 de Yongnuo... de antemano le digo que por 160 euros no se puede obtener la misma calidad que por 400 euros o que por 1200 euros. Imposible. Ni aun con el trabajo semiesclavo de los obreros chinos.

Y aqui viene de nuevo mi defensa de sistemas como el MFT (recuerdo, el micro cuatro tercios), que permite objetivos más compactos y precios más razonables. Especialmente en algunas focales fijas, adecuadas para las cámaras para las que se fabrican que tienen resoluciones máximas de 16 a 20 megapíxeles, de sobra para la mayor parte de los aficionados y para muchos profesionales. Si las cámaras no son de las más baratas. Con los objetivos mejora mucho el balance financiero final. Y no, ya sé que no se consiguen profundidades de campo tan reducidas como con una "full format"... pero una de estas objetivas usada a f/4 da una calidad estupenda para un montón de aplicaciones. Y la mayor parte de las fotografías de los clásicos de la fotografía que se han hecho famosas, salvo que hubiera poca luz se hicieron a f/8. Que en profundidad de campo en el mundo del formato completo es el equivalente al f/4 en las MFT.

No pretendo convencer a nadie de comprar nada en especial, pero de verdad... tampoco hay que cerrarse a no comprar lo que compra la mayoría. Hay que usar aquello con lo que uno se sienta cómodo.

Los delirios de la gripe, o de los objetivos que precisa la Canon EOS de 50 megapíxeles

Llevo cuatro días con gripe. Y cuando ayer domingo por la mañana parecía que lo peor estaba pasado, por la tarde me subió la fiebre de nuevo, que no ha cedido de forma continuada hasta esta mañana en algún momento entre las 8:30 y las 10:00. No sé cuando, no estaba yo con la cabeza muy en mi sitio. Así que tengo todas las papeletas para que esta entrada de hoy me salga irracional. O incongruente. Cosa que a nadie debe sorprender, porque el ser humano es esencialmente irracional incluso sin gripe.

Un ejemplo a propósito de esta enfermedad. Conocemos como prevenirla, con vacunas. Pero muchas de las personas que disponen de la vacuna por motivos laborales ¡¡¡GRATIS!!! no se la ponen, pese a que carece de efectos adversos de consideración. Es cierto que no siempre es todo lo eficaz que debería, pero eso se debe a que siempre es una apuesta al virus más frecuente en la temporada de turno. Y a veces la apuesta falla. Esta temporada ha fallado, y he cogido la gripe.

Sabemos como tratar a los pacientes. Sabemos que deben guardar una higiene estricta para evitar la transmisión. Sabemos que durante el periodo en que son contagiantes deberían quedarse en casa para evitar el contagio a otras personas. O deberían alejarse de sus familiares más débiles... por el mismo motivo. Pues nada. Se atiborran de antipiréticos y analgésicos, y a trabajar, que dicen los políticos y los empresarios, esas bellísimas personas sin tacha moral alguna, que los españoles somos muy vagos y le echamos mucho cuento. El virus carece de inteligencia... pero se aprovecha de la ausencia de la misma que también demuestra el ser humano que no veas.

Así que me estoy quedando en casa durante estos días para evitar que los trillones de particulas virales que me están dando por saco, y que me dejan hecho unos zorros cada vez que se dan un paseo por mi torrente sanguíneo, y elevan mi temperatura corporal por encima de los recomendados 37 ºC. Y dándole vueltas a la irracionalidad de la especie humana.

En 1993 compré una cámara Canon de enfoque automático, la EOS 100, para película de formato 135. Lo que ahora los modernos llaman full format, aunque es sabido que hay cámaras con sensores de imagen más grande. Desde entonces he tenido cámaras de esta marca y sistema, y poseo un simpático parque de objetivos para las mismas que abarca desde los 21 mm a los 210 mm de focal. Pues bien, Canon ha dado la sorpresa, no tal que llevaba semanas comentándose, y ha sacado al mercado un par de modelos hermanos, con un sensor de este tamaño y 50 megapíxeles de resolución espacial.

Lo que yo me he preguntado hace tiempo es ¿por qué han tardado tanto? Basta con hacer unas cuentas.

Las Canon EOS de formato APS-C suelen tener 18 megapíxeles. Si extrapolamos esa densidad de píxeles al llamado full format, se puede obtener sin problemas 46 megapíxeles.

Las Nikon para aficionados, también de formato APS-C, suelen llevar un sensor de 24 megapíxeles también muy popular en otras marcas, ya que lo fabrica Sony y lo vende como churros. Volvemos a extrapolar, y sin problemas los 54 megapíxles.

Mi Olympus OM-D E-M5 de 16 megapíxeles lleva un sensor de un tamaño tal, que con tal densidad de píxeles se podría ir al full format por encima de los 61 megapíxeles.

Las cuentas las he hecho con las dimensiones aproximadas que he encontrado por internet de los sensores. Puede haber algunas variaciones en los resultado precisos, pero creo que cogéis la idea.

Entonces,... si existe la tecnología para haberlo hecho hace varios años ¿por qué no? La culpa es de los objetivos. Ya he leído varios artículos en que se confiesa, incluso por fieles nikonistas, que la mayor parte de los aficionados que usan esas cámara de 24 megapíxeles usan ópticas que aprovechan como si la cámara tuviese sólo 9 ó 10. Probablemente con las Canon pasa algo parecido, pero al ser un 25% más modesto sus sensores de imagen en la cuenta de megapíxeles no parece tan grave.

Los que disfrutamos en nuestros viajes de las pequeñas micro cuatro tercios tenemos más suerte. Aunque nuestros objetivos no son perfectos, de esos 16 megapíxeles teóricos aprovechamos una buena parte, porque están construidos y diseñados ad hoc. Y por su tamaño compacto, por la escasa cantidad de vidrio necesario, y por no necesitar motores tan especiales para mover la inercia del mismo, se pueden vender a precios razonables.

Porque aquí viene la irracionalidad. La mayor parte de los usuarios de cámaras réflex que conozco están usando objetivos pensados para los tiempos en los que las cámaras tenían o se esperaban que tuvieran entre 6 y 10 megapíxeles. O son diseños procedentes de los tiempos de la película tradicional, donde los principios a aplicar no eran los mismos. Pero sigo conociendo buenas gentes que apenas gastan en ópticas, y se siguen comprando cámara más grandes, más prestigiosas, con muchos megapíxeles, para luego racanear en las ópticas que los acompañan. Y son buenas gentes. Pero muy humanas. No demasiado racionales. Y ahí están los vendedores de cámaras, fríos, carentes de sensibilidad, sin una inteligencia especial, pero con la esperanza de mejorar sus balances, vendiendo más megapíxeles. Y los compraremos.

Por cierto que también ha salido al mercado la Olympus OM-D E-M5 Mk II. Pero no promete más megapíxeles. Bueno sí... pero de otra forma... qué se yo... ¿Os habéis fijado como me mira?

Para compensar tanto megapíxel, muchos de ellos sin sentido, os dejo en la entrada algunas fotografías de las 24 primeras horas que pasé en mi vida en Londres. El otro día lo hacía con París ¿no? Fue el mismo viaje. En 1989, con una Pentax P30N un Pentax SMC-A 50/2 y un 28/2,8 que me dejaron, y cuya marca no recuerdo. Seguro que ninguno de los dos resuelve los 50 megapíxeles... Y a quien le importa...

Voigtländer Perkeo II - prueba con Portra 400 (negativo color)

A principios de septiembre os presentaba mi adquisición de una VOIGTLÄNDER PERKEO II, de la que se asegura que es la cámara de formato medio con negativos de 6 x 6 de objetivo retráctil más compacta fabricada. En su momento la probé con negativos en blanco y negro, obteniendo unos resultados bastante satisfactorios.

Pero me preguntaba en qué medida el objetivo de la pequeña PERKEO II, un COLOR-SKOPAR 80/3,5 con una fórmula similar a los afamados TESSAR de CARL ZEISS tendría realmente buen rendimiento con negativos en color. Los años en que se fabricó la cámara fueron una época en la que a nivel aficionado o doméstico dominaba el negativo en blanco y negro, y el revelado en color resultaba caro. Por lo tanto, los fabricantes no necesariamente se esforzaban en las cámaras de su segmento más doméstico en calzarles objetivos especialmente competentes en este campo. Bien es cierto que en este caso el nombre del objetivo proclamaba su competencia.

Por lo tanto, hace unos días cogí unos carretes de formato 120 y me fui con ella a dar un paseo por los alrededores del camino de MIRAFLORES en ZARAGOZA, aprovechando una tarde en la que por primera vez en el otoño había una luz que no tenía la agresividad de los días de verano.

Es una zona suburbana, propicia a practicar el paisaje alterado por el ser humano, y además próxima a una vía férrea, por lo que eventualmente se puede jugar con los elementos ferroviarios e incluso con el paso de algún convoy. Bien entendido que la PERKEO II no está pensada para la fotografía de acción precisamente.

Mi técnica habitual con los negativos KODAK PORTRA 400 es, siempre que las condiciones de luz lo permiten, exponerlos a un índice de exposición de 200, con el fin de conseguir unos tonos ligeramente más saturados, con un grano más fino. El revelado lo confié como vengo haciendo últimamente a CARMENCITA FILM LAB, pidiéndoles un digitalizado de los negativos a una resolución muy moderada. En torno a los 9 megapíxeles. No necesitaba más para los propósitos de probar el rendimiento de la cámara.

Las fotografías están expuestas en esta entrada tal como me llegaron del laboratorio, sin ninguna modificación de contraste, tono o luminosidad. Sólo una de ellas ha sido enderezada por tener el horizonte demasiado inclinado. El resultado ha sido unos negativos con un contraste suave, adecuado a las condiciones de luz, ligeramente cálidos, pero que también restituyen bastante bien el ambiente de la tarde en que se tomaron y perfectamente utilizables. Muy agradable. 

Incluso me permití el lujo de pillar un tren al vuelo. Desde luego que la cámara se puede utilizar y la utilizaré con negativos en color. Todo el cuestión de buscar la situación y el momento adecuado.

Esta pudo ser mi cámara principal - Usando una cámara réflex mecánica, una Nikon FM2, que me han prestado

En algún momento os he hablado de la PENTAX MX. Bueno, pues la FM2 de NIKON es como esta pero mejor. Y pudo ser mi cámara principal en un momento dado.

Estos días atrás, Nikon ha estado lanzando una serie de avances publicitarios en forma de cortos vídeos de algo más de 30 segundos de duración. En ellos, vemos a un fotógrafo en distintos parajes y paisajes escoceses. Un “glen”, un bosque, la orilla de un “loch”, las calles de Edimburgo, un castillo en las “Highlands”,… Y va armado con una cámara de la que se va desvelando algo más en cada “episodio” de esta serie.

En el último de ellos, por lo menos hasta la fecha, los podéis encontrar en Nikon Asia — Pure Photography (youtube),vemos ya bastante de una cámara digital pero con líneas que semejan a las cámaras de enfoque manual de hace 30 o 40 años, y cómo parece que el fotógrafo usa su objetivo como si fuese de enfoque manual. Nos la están vendiendo como si se tratase de un FM2 “digital”.

Durante un par de semanas he estado usando la Nikon FM2 del amigo Pepo (pepojus39), con un AF Nikkor 50/1,8. Plaza de los Sitios de Zaragoza.

La Nikon FM2 fue una cámara de enfoque manual, de funcionamiento totalmente mecánico, las pilar sólo alimentaban el exposímetro de la cámara, no llevaba más electrónica, que salió al mercado a principios de los años 80 del siglo XX, y que se mantuvo en el mercado hasta muy avanzados los años 90, sufriendo alguna modificación en ese tiempo, como consecuencia del avance de la tecnología.

Las principales diferencias que podemos encontrar respecto a otras cámaras similares son su excelente fabricación, la gran calidad de su visor réflex, y las excelentes prestaciones de su obturador, que alcanzó una velocidad máxima de obturación de 1/4000 s, y en sus versiones más avanzadas 1/250 s de sincronización de flash. Sin ser una cámara réflex diminuta como podía ser la Pentax MX o algunas Olympus, era de un tamaño contenido y muy llevadera.

Con una película de ISO 400/27º y con el 50/1,8 totalmente abierto, nos permite tomar a mano alzada con la escasa luz del crepúsculo. Gran Vía de Zaragoza.

Como ya comenté en su momento en mi Cuaderno de Ruta, cuando en la primavera de 1993 decidí que mi Pentax P30N se me quedaba muy corta, estuve dudando a la hora de comprar una cámara más avanzada. La duda en principio fue de orden filosófico. Optaba por una de las modernas cámaras electrónicas con enfoque automático que en ese momento se habían instalado como reinas del mercado de las cámaras réflex, o prefería una cámara de concepción más tradicional pero de altas prestaciones para una fotografía más serena, más contemplativa, y que fuera más didáctica en su manejo. Si hubiera optado por esta segunda opción, no tenía la menor duda, la cámara elegida hubiese sido una Nikon FM2.

Una cámara de este tipo invita a una fotografía reposada, contemplativa, pensando bien lo que quieres hacer y previsualizando los resultados. Eso no quiere decir que, con el entrenamiento adecuado y con un objetivo conveniente, no se capaz de funcionar perfectamente como cámara de reportaje. Plaza de Aragón de Zaragoza.

Finalmente me dejé llevar por los cantos de sirena de la modernidad, y acabé comprando una Canon EOS 100, una cámara con una filosofía muy distinta. Aunque tampoco me arrepentí nunca. Es una cámara de gran calidad, que todavía tengo y funciona, muy capaz de ayudarte a obtener excelentes fotografías. Depende de tí y tus capacidades.

Pero la idea de una cámara mecánica, que no necesitase ni las pilas para funcionar, siempre me atrajo. De hecho, unos años más tarde troqué la Pentax P30N por una una Pentax MX. Muy similar conceptualmente a la FM2, pero una generación anterior. Tiene un tamaño más compacto, pero su obturador es más limitado, y su visor, que no es malo, tampoco tiene la misma calidad. Es también muy divertida de usar.

Quizá el mínimo inconveniente que he encontrado en estos días es que el objetivo 50/1,8, preparado para cámaras de enfoque automático, no tiene la precisión de manejo de los Nikkor de enfoque manual, seguramente mucho más agradables de usar. Aunque calidad óptica no le falta. Terraza del IAACC Pablo Serrano, Zaragoza.

Como empezaba diciendo, en esta ola de moda retro en el diseño de cámaras que hemos visto en diversas marcas fotográficas, como Olympus, Fuji, recientemente Sony,… llega ahora Nikon ofreciéndonos una FM2 “digital”. Esto es imposible. Por el simple hecho de que una digital nunca podrá prescindir de las baterías que alimentan su electrónica. Es otra cosa. Se podría haber comparado con otros modelos, como la FE2, que era similar a la FM2, pero con obturador electrónico.

Finalmente, lo que pasará es que aprovecharán los elementos electrónicos de algunas cámaras que ya están en el mercado, los introducirán en una cámara algo menos grandota que las habituales réflex para formato de 24 x 36 mm, le quitarán algunas de las funcionalidades que muchos fotógrafos consideramos superfluas en una cámara, para que se parezca a las de antes, y la cobrarán como si realmente hubiesen hecho algo nuevo, más cara. Casi seguro. Son las paradojas de la mercadotecnia. Aunque también estoy casi seguro que será estupenda de usar, especialmente si la acompañan de algún objetivo rediseñado para un uso agradable en enfoque manual.

Nunca compraré esa cámara. Estoy más que servido en lo que se refiere a réflex digitales de buena calidad; condicionado desde aquella decisión que tomé en la primavera de 1993, pero no arrepentido. Y mi apetito por las cámaras con otra filosofía lo resuelvo de otras formas. Como usando cámaras clasicas. Propias, o prestadas. Como la FM2 del buen amigo José Manuel Abanses “Pepo” (pepojus39).

Me despido con esta toma realizada con el diafragma totalmente abierto en la Plaza de los Sitios de Zaragoza.

Usando la Zeiss Ikon Contessa 35 - En color cuando la compré; en blanco y negro la última vez que la usé

Os contaba hace un par de días acerca de las características de la Zeiss Ikon Contessa 35, la primera cámara clásica que compré y usé. Aquí os pondré un par de ejemplos de su uso, uno afortunado, con negativos en color, cuando la compré, y otro desafortunado, con negativos en blanco y negro, la última vez que la usé.

No recuerdo que negativo usé la primera vez que utilicé la Contessa en mayo de 1996. Probablmente alguno de Kodak, 100 o 200 ISO. Fue el día que se examinó un amigo de su permiso de vuelo sin motor, en el aeropuerto de Monflorite. La Contessa, usada a diafragmas medios, f/5,6 a f/11, y con una focal que es un estándar, es estupenda para el paisaje o el entorno que nos rodea.

Aunque no te puedes meter tanto en la acción como con un angular, es razonable para ir siguiendo las evoluciones de los protagonistas del acto. Aquí viene bien el enfoque por zonas, para no perder el tiempo enfocando con el telémetro de coincidencia, aunque este es razonablemente preciso. Como las circunstancias de luz eran muy estables, y con contrastes suaves, medí un par de veces la luz y fijé los parámetros apropiados, y en la mayor parte de los fotogramas sólo me preocupé en encuadrar.

Donde flojea más es cuando se trata de fotografía de acción. Con una velocidad de obturación máxima de 1/500 segundo, no es suficientemente rápida para congelar el vuelo de la avioneta; y haciendo un barrido, tampoco tiene la ergonomía adecuada para un buen resultado.

Después de un uso ocasional entre 1996 y 2002, quedó de ornamento en una estantería hasta enero de 2012 que con motivo de una quedada “analógica” de Fotógraf@s en Zaragoza, le puse un carrete de Ilford XP2 Super, negativo blanco y negro para procesado C41, y salí con ella. Pero los resultados no fueron buenos.

La medición de la luz no me parecía consistente, y las velocidades de obturación no parecieron funcionar correctamente. De hecho me salieron muchas fotografías trepidadas. Desde entonces, volvió a la estantería, y tengo pendiente llevarla a hacerle una revisión. Una pena, porque la usaría de vez en cuando. Era divertido, y los resultados razonablemente buenos.