La fotografía como afición y otras artes visuales

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Recomendaciones semanales - del 22 al 29 de abril de 2018

Ha sido una semana extraña. Corta, laboralmente hablando por la fiesta regional del lunes, pero intensa. Con diversidad de noticias que señalan de forma grave el divorcio entre la sociedad civil del país y sus poderes públicos, especialmente el ejecutivo... que ya era bien conocido, y de forma grave, el judicial. Con sentencias que resultan absolutamente incomprensibles, y que señalan los muy diferentes valores éticos que predominan en el conjunto de la sociedad y los que predominan entre la judicatura. Los jueces están quejosos por las protestas y los reproches que la sociedad les hace y piden respeto. Pero en la torre de marfil en la que parecen instalados, imperfecta torre de marfil de expedientes interminables y retrasos en la administración de justicia, siguen sin reflexionar de donde viene este divorcio.

No obstante, también ha habido tiempo para la fotografía. He hecho pocas. He trabajado, por primera vez, el proceso de elaboración de un fanzine fotográfico, ya os hablaré de ello. Y me llegaron los resultados de un par de carretes en color recientemente revelados. Aunque uno, del que ya os hablé, date del 5 de marzo, y el otro, que utilizaré para ilustrar esta entrada, sea de febrero. Fotos realizadas con la Leica Minilux y película Fujicolor Superia Xtra 400.

Y hoy es el día de la fotografía estenopeica... a ver si tengo tiempo esta mañana de hacer algunas fotos con alguna de mis cámaras.

En el mundo de la fotografía internacional, la noticia más destacada ha sido el fallecimiento, a una edad relativamente joven, del fotógrafo francoiraní Abbas (1944 - 2018). Un fotógrafo de larga trayectoria que ha sido testigo de muchos acontecimientos que no dudaremos en calificar de históricos. Es muy conocido, y es probablemente el trabajo por el que más se le ha recordado estos días, por sus reportajes documentando la revolución islámica en Irán. A mí me gustan más los reportajes, más pausados, estéticamente más cuidados, y con notable profundidad, que dedica a documentar las manifestaciones de las principales religiones en el mundo, especialmente las abrahámicas en un principio, pero dedicando también importantes espacios al budismo y al hinduismo. Un fenómeno, el religioso, que sigue siendo fuente de conflictos en un siglo, el XXI, en el que el conocimiento adquirido por la raza humana hace tiempo que tendría que haber puesto sordina a los dogmas irracionales de la visión del mundo de los teócratas o aspirantes a serlo.

El martes fue el aniversario del desembarco de tropas de la entente en la península de Gelibolu, más conocida por su nombre griego de Gallipoli. Además de ingleses y franceses, un gran número de tropas eran de origen australiano y neozelandés, países que en aquellos momentos eran más bien vistos como extensiones británicas que otra cosa. Pero aquel desastre en el que tantos jóvenes de esos países perdieron la vida o quedaron gravemente dañados física y psicológicamente sirvió para generar un sentimiento nacional diferenciado de su antigua metrópoli británicas. Y desde entonces se celebra el día ANZAC, nombre que recibió el cuerpo expedicionario con tropas de esos países (Australian and New Zealand Army Corp). Curiosamente, muchos de los documentos fotográficos de aquel desastre impulsado por Winston Churchill fueron tomados por los propios soldados. Kodak sacó al mercado por aquel entonces un pequeña cámara, la Vest Pocket Kodak, que admitía película de formato 127, de 46 mm de ancho, y que permitía según la cámara, realizar negativos de 4 x 3 cm, 4 x 4 cm, 4 x 6 cm, o 4 x 6,5 cm. Este último era el formato de la Vest Pocket, o sea que con un tamaño contenido, se podían tomar fotos de cierta calidad por la información recogida, a pesar de las limitaciones de la cámara. Lo curioso es que se publicitó como la cámara del soldado... como si estos se fueran de vacaciones o de campamento con alegres compañeros y no a servir de carne de cañón. Nos lo han contado en On this Date in Photography. El día ANZAC también recuerda a los fallecidos en otros conflictos, como la Segunda Guerra Mundial, en la que especialmente los australianos vieron amenazado su territorio por la belicosa actitud del Imperio del Sol Naciente.

En Magnum Photos han dedicado también un artículo a uno de los más notables trabajos de Bruce Davidson, y uno de los más tempranos, puesto que lo realizó con solo 24 años, demostrando una madurez inusual. Se trata del reportaje que realizó del mundo del circo, con una intimidad y una profundidad pocas veces vista en un mundo que ya se desvanece tal y como era conocido en aquellos momentos.

Como he comentado al principio, el mundo de la política está convulso desde hace un tiempo. Y se suceden las noticias que aumentan el divorcio entre la sociedad y los poderes públicos, como los chanchullos de la ya cesada presidenta de la Comunidad de Madrid, de cuyo nombre no quiero acordarme. Con gran tino, en el grupo de Facebook de Full Frame, alguien desempolvaba una iniciativa del diario El País hace tres años en vísperas de las elecciones que auparon a la presidencia a la energúmena en cuestión. En ella, el prestigiado fotógrafo Alberto Schommer retrataba a una serie de políticos, candidatos a alcaldías y presidencias en la Comunidad de Madrid, mostrando sus manos abiertas como símbolo de limpieza, de que nada tenían que ocultar. Una de aquellas políticas,... la energúmena en cuestión. Qué peligrosas son las declaraciones tajantes. Y cómo ha ido perdiendo este medio de comunicación su visión y capacidad crítica. Otro divorcio entre poderes y sociedad, el de los medios de comunicación. Cada vez más preocupados de defender intereses particulares que de informar verazmente a los ciudadanos.

Vayámonos por otros derroteros. Fotografía y performance. La fotografía como medio de inmortalizar otras formas de expresión del arte contemporáneo. Y en Cross Connect Magazine nos han mostrado la obra de Li Wei (inaccesible en estos momentos; mientras, probad en Very Private Gallery para apreciar más ejemplos de su obra o el Facebook del artista) (instagram), inmortalizando en fotografías las performances de personas y personajes de la China contemporánea en actitudes levitantes sobre escenarios urbanos, que implican no poco grado de reflexión y crítica social.

Otra forma de performance con reflejo fotográfico es cuando el artista adopta caracterizaciones y se fotografía a sí mismo en esos papeles. Hay numerosos ejemplos de esta forma de expresión, muy querida de artistas mujeres. El último ejemplo nos llega desde Cada día un fotógrafo/Fotografos en la red, y se trata de la austriaca Irene Andessner.

Volviendo a la cultura china, una mezcla de sensualidad femenina, pero también de sensación de soledad y alejamiento son los retratos, muchas veces parciales de Yuan Tang, que realiza a mujeres chinas que viven en Nueva York, alejadas de sus familias y sus orígenes. Y teniendo que afrontar los prejuicios de sus orígenes, aun en la ciudad cosmopolita por excelencia. Retratos realizados exclusivamente con película tradicional. Nos lo mostraron en Booooooom.

En Líneas sobre arte, una recomendación que también vino del grupo Full Frame, nos hacen un comentario sobre una fotografía de 1993 de Jeff Wall, una fotografía que es un montaje a partir de más de cien instantáneas distintas, no necesariamente tomadas por el artista, y que actualiza una obra clásica de Hokusaiuna de las treinta y seis vistas del monte Fuji. Wall es un un fotógrafo conceptual que principalmente trabaja la fotografía escenificada, aunque dando la impresión de ser una fotografía espontánea, y con frecuencia se inspira en pintores clásicos. Sus obras suelen mostrarse en gran formato y en forma de transparencia retroiluminada, y tienen un fuerte compromiso social.

Y por último, me llamó la atención el artículo en Yorokubu sobre el uso del flash en fotografía. Especialmente el flash directo, el que está montado sobre la cámara. Un elemento que es considerado agresivo, casi violento por parte de muchas personas, y que es a partes iguales odiado y amado por distintos fotógrafos. Yo lo uso en escasísimas situaciones, pero hay fotógrafos que lo usan sistemáticamente. Me ha parecido una reflexión interesante.

Recomendaciones semanales - del 6 al 13 de noviembre de 2016

Una semana más, os traigo las recomendaciones que sobre fotografía que he encontrado en la red de redes. Hoy no son muchas, pero espero que os resulten interesantes. Como de costumbre empiezo con el tablero en Pinterest que colecciona las fotografías interesantes que he podido ver esta semana. O algunas de ellas, más o menos representativas.

Las fotografías que acompañan a las recomendaciones de esta semana proceden del carrete tomado con la Olympus Pen EE3 del que os hablaba el viernes. Y son del día en que hicimos la excursión a Monreal del Campo para fotografiar la flor del azafrán. Muchas de estas fotografías están tomadas simplemente desde el coche mientras nos desplazábamos de un lugar a otro. Es lo que tienen estas cámaras sencillas, no hay que pensar en los aspectos técnicos, ves una escena que te llama la atención, apuntas, compones, disparas y ya está. Y consigues sorprendentes resultados adecuados dados lo básicos que eran los automatismos de los años 60, basado en un exposímetro de selenio, que ni siquiera requiera unas pilas.

Hoy empezaré con unas consideraciones en forma de vídeo que nos llegan desde PetaPixel. Se trata de unos vídeos, películas en su origen, con un carácter formativo para los fotógrafos de la armada y del ejército de los Estados Unidos. El más antiguo es de la armada, de 1948, dura unos 15 minutos y se titula "Fundamentals of Photography: The Basic Camera".

El segundo es del ejército, de 1965, dura unos 25 minutos y se titula "Military Police Photography".

Lo más interesante de los vídeos es comprobar cómo ha sido la evolución del material fotográfico en estos casi 70 años, y cómo se planteaba la resolución de los principales problemas técnicos como la exposición, el enfoque o el encuadre. Para muchas personas que se han iniciado en la fotografía en un mundo dominado por la captura digital, les parecerá todo realmente complicado... pero no lo es tanto. Es que los automatismos y la electrónica nos han vuelto vagos.

Vamos con fotógrafos y sus fotografías. Primero iremos al tema del reportaje. Hace unos días os contaba que había estado viendo la exposición sobre Bruce Davidson que se encuentra en estos momentos en la sala Bárbara de Braganza de la Fundación Mapfre en Madrid. Todas las fotografías en exposición son copias en blanco y negro del trabajo de Davidson. Pero este fotógrafo también tomó fotografías en color. Y son también muy interesantes. Como podemos comprobar en el tumblelog de HLDKY. Corresponden a su trabajo sobre la vida en País de Gales en 1965.

Los refugiados es un tema que se encuentra omnipresente en estos días que corren. Hasta tal punto que la gente se insensibiliza o encuentra todas las fotografías iguales o similares y pierde el interés. En el tumblelog de Valerie Chiang nos proponen el trabajo de Nicole Tung, que reúne dos características importantes; el documento de la situación de estas personas en dificultades, y una composición y un manejo de la luz envidiables. A conocer.

Y ahora nos pasamos al paisaje. De momento dos ejemplos de paisaje en color, bien gestionado, que dan a las fotografías un carácter emocional o subjetivamente especial.

Por un lado en Of The Afternoon nos hablan de lo que ellos denominan "paisajes surrealistas" de Reuben Wu. Yo no encuentro en los paisajes este carácter "surrealista". Pero es cierto que el fotógrafo es capaz de utilizar los ambientes, la luz y los colores para provocar una sensación de melancolía y cierta evanescencia, generalmente a partir de los fenómenos geológicos más activos que se pueden encontrar por el mundo.

Con la misma procedencia, también en Of The Afternoon, nos encontramos con los paisajes de Delaney Allen. Tomados en entornos más comunes, el fotógrafo sabe escoger los componentes esenciales del paisaje, haciéndolo sencillo pero potente, jugando también con iluminaciones y colores con gran capacidad de transmistir emoción. Allen tiene un tumblelog propio que he decidido seguir habitualmente.

En un ámbito distinto, pero siguiendo con el paisaje, traigo la fotografía en blanco y negro de Hengki Koentjoro, que ya ha sido mencionado en alguna ocasión en estas páginas. Un poquito, bastante, en la escuela de Michael Kenna, sus largas exposiciones nos proporcionan unos paisaje marinos llenos de calma y cierta irrealidad. Opta el fotógrafo especialmente por las claves altas, ofreciendo fotografías muy luminosas y muy minimalistas. Nos lo cuentan en The Phoblographer.

En otro orden de cosas, en Feature Shoot nos proponen contemplar Japón como "nunca lo hemos visto". Todo ello a partir de las fotografías de Sean Lotman, fotógrafo occidental radicado en el País del Sol Naciente. Yo no me atrevería a decir tanto como lo de "nunca lo hemos visto", pero sí que la imágenes de Lotman, muy saturadas, muy contrastadas, a veces con desviaciones marcadas de los colores, resultado de un procesado casero de los negativos y las copias, nos ofrecen una estética que efectivamente nos parece más propia del imaginario oriental que del propio de la cultura occidental.

Termino con una fotógrafa española, que tenía la sensación que ya había comentado recientemente, pero que al hacer una búsqueda en el blog no la he encontrado. Nos hablan de ella en Clavoardiendo, y se trata de Mar Sáez que ha presentado recientemente un reportaje intimista sobre la relación de dos chicas, que lo han tenido y lo tienen complicado. Si ya la relación homosexual puede suponer ciertos retos importantes, el hecho de que una de ellas sea transexual añade complicaciones añadidas a la misma. En cualquier caso, la fotógrafa logra transmitir intimidad y complicidad. Y es interesante leer la entrevista que le hacen.

¿Seguro que de esto no había hablado ya? Sensación de "déjà vecu"...

Y de momento, estos es lo que hay. La semana que viene, más.

Entre la pintura de Renoir y las fotografías de tres grandes en Madrid

Son las diez y media de la mañana aproximadamente del viernes 4 de noviembre de 2016 cuando desembarcamos del AVE que nos deja en la estación de Madrid-Puerta de Atocha. Llego a la capital del reino acompañado de una amiga que, después de comer, a primera hora de la tarde, seguirá viaje hacia Sevilla donde reside en estos momentos. Pero mientras tanto, nos hemos fijado algunos objetivos relacionados con el arte y la cultura para esta mañana lluviosa, que yo continuaré por la tarde ya por mi cuenta y con otra compañía.

Desde hace unas semanas, el Museo Thyssen-Bornemisza está celebrando una exposición "casi antológica" del pintor francés Pierre-Auguste Renoir, uno de los más prolíficos y conocidos del grupo de los impresionistas. Aunque como comprobaremos durante la exposición, su estilo evolucionó a lo largo de su extensa vida artística hacia otros estilos.

He puesto entre comillas lo de "casi antológica". Resulta hasta cierto punto sorprendente que en estos momentos se estén haciendo la competencia, en lugar de sumar esfuerzo, dos instituciones de prestigio en el mundo de la difusión del arte como es el Thyssen-Bornemisza y Fundación Mapfre. Esta última tiene simultáneamente otra exposición en Barcelona sobre el pintor en colaboración el Museo de Orsay y la Orangerie de París, por lo que no encontraremos estas obras representadas en la exposición que se celebra en Madrid. Imaginaos cuanto más rica hubiese sido una colaboración entre instituciones, con exposiciones en ambas ciudades pero con una muestra mucho más integral y antológica del pintor, que hubiese sido un acontecimiento histórico en el mundo del arte.

No me voy a extender aquí "descubriendo" a un pintor como Renoir, ampliamente conocido y respetado en el mundo del arte moderno. Sí que quiero avisar de una cuestión, por algunas conversaciones que he tenido estos últimos días. Son muchos los que asocian a Renoir con su etapa fundamentalmente impresionista. El impresionismo, en su momento, cuando surgió, mal visto por las instituciones establecidas en el mundo de las bellas artes, con el tiempo se ha convertido en uno de los estilos pictóricos más apreciados y más populares. La alegría que desprenden muchas de sus obras, el romanticismo asociado a París, el colorido, el hecho de que sea un arte figurativo y por lo tanto fácil de comprender, han hecho que gane una legión de adeptos por todo el mundo. Pero Renoir no se mantuvo fiel al estilo durante toda su vida, e incluso alternó estilos dependiendo del motivo al que se enfrentaba. Lo cual hace que algunas secciones de la exposición puedan ser menos apreciadas por algunos visitantes. Grave error. Conviene visitar la exposición sin prejuicios. Toda ella es interesante.

Como suele suceder en las exposiciones temporales de los museos, en la misma no estaba permitida la fotografía. Aunque había una sala destinada a experimentar con sensaciones tactiles y olfativas donde al parecer se hacía la vista gorda al no haber obras originales en exposición. Y donde tomé las fotografías ilustrativas que habéis podido encontrar más arriba.

Como estaba incluido en el precio de la entrada, si perder mucho tiempo visitamos algunas salas de la exposición permanente del Museo Thyssen-Bornemisza donde sí que está permitida la fotografía sin flash, centrándonos especialmente en las salas de arte moderno y contemporáneo. Aunque no de modo exclusivo.

Tras la visita al Thyssen-Bornemisza y antes de comer con unas amigas madrileñas con las que habíamos quedado, fuimos a visitar la exposición retrospectiva de fotografías de Bruce Davidson en la sala de exposiciones Bárbara de Braganza de la Fundación Mapfre. He de reconocer que tuve "suerte" de que nuestro nivel de información fuera escaso, porque a pocos metros de allí, en la sala Recoletos de la misma fundación, hay una exposición dedicada a los fovistas, breve movimiento pictórico postimpresionista. Mi amiga lo hubiera preferido, y me hubiera convencido. Pero como no sabíamos, y las horas que nos daban para entrar no le venían bien, tocaron fotos.

No hice fotos en esa sala de exposiciones, porque es muy sosa. Decir que Bruce Davidson es un magnífico fotógrafo documentalista norteamericano, que como muy bien se dice en alguna de las cartelas informativas de la sala de exposiciones está a caballo entre la aguda mirada de Cartier-Bresson, y la profundidad e introspección que pone en sus sujetos de W. Eugen Smith. Componiendo tan bien como cualquier de los dos. Nos gustó mucho. Compré el catálogo.

Tras esta visita, que realmente nos gustó mucho, nos dirigimos a comer. Seguía lloviendo y, aunque las temperaturas se mantenían moderadas, apetecía relajarse un poco sentados y libres de la humedad del exterior.

Después de comer, habiendo despedido a mi amiga que se iba camino de Sevilla, el resto nos fuimos a Embajadores para ver la exposición "Cespedosa" del fotógrafo Castro Prieto en Tabacalera-Promoción del arte. Castro Prieto fue el Premio Nacional de Fotografía del año 2015, el más reciente, y sin duda es uno de los fotógrafos españoles más significativos, tanto por la profundidad de sus temas como por la perfección técnica con la que trabaja. Muchas de las obras que presenciamos están tomadas con cámara de gran formato para hojas de 20 x 25 cm.

No conocíamos, o por lo menos yo, las salas de exposiciones que se encuentran en la antigua Fábrica de Tabacos de Madrid. Este edificio, aunque adecuadamente arreglado y acondicionado, tiene un aspecto antiguo, un ambiente, que lo hace especialmente adecuado a una exposición como esta de Castro Prieto que despide recuerdos y nostalgia por todas partes. Cespedosa de Tormes es el lugar de origen de la famila del fotógrafo nacido en Madrid. Lugar que ha visitado con frecuencia, del que no se ha desligado y que le ha marcado profundamente. Lugar de sus abuelos y padres. De otra familia y de amigos. De juegos infantiles suyos y de sus propios hijos.

Al contenido, muy personal y con mucha carga introspectiva por parte del fotógrafo, hay que sumar el virtuosismo técnico del que hace gala. Como ya he comentado, muchas de sus tomas están realizadas con cámara de gran formato, para placas de nada más y nada menos que 20 x 25 cm, lo cual permite una riqueza enorme en la recogida de información visual, un modelado de las formas y las texturas sin igual, y una gestión de la profundidad de campo muy precisa que no es posible con cámaras más ligeras. Exige asimismo una profunda reflexión en el momento de la toma, que nunca es precipitada, que nunca es espontánea, que responde a una profunda observación y un apego emocional hacia las personas, los lugares y los objetos representados.

La exposición también dispone de un catálogo que se puede adquirir en la propia exposición o a través de la página web del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, que ha editado el libro junto con Auth'Spirit, empresa del propio Castro Prieto que publica sus propios libros, y donde también se puede adquirir el volumen. La calidad de impresión es bastante buena, aunque la encuadernación podría ser mejorable. Tiene un relativamente modesto coste de 25 euros.

Aprovechando la cercanía de Fotocasión, en Ribera de Curtidores, tras visitar la exposición de Castro Prieto nos pasamos por esta popular tienda de fotografía madrileña para aprovisionarme de material sensible. Película tradicional tanto en formato 120 como 135. Lo cierto es que ya que estaba allí, cargué para una temporada y a unos precios relativamente convenientes.

Y vamos con la última de la exposiciones que visitamos, "Capa en Color" en el Círculo de Bellas Artes. Traída en colaboración con el International Center of Photography de Nueva York, los contenidos de la misma corresponde con el libro que adquirí ya hace algún tiempo; la obra desconocida del húngaroamericano Robert Capa usando película en color y que ha sido organizada y rescatada por esta institución. A través del libro, ya conocía lo que iba a encontrar.

Desde mi punto de vista, en su conjunto, la obra en color de Capa no alcanza los niveles de la obra en blanco y negro. Lo cual no quita para que haya fotografías muy notables entre las mismas. Pero Capa da un sentido a su obra en color muy distinto. Más frívolo, más alegre. Hay otros fotógrafos precursores del color más inspirados que Capa. Pero merece la pena conocer este trabajo.

Capa empezó utilizando como material sensible la película diapositiva Kodachrome, una película ya desaparecida, con mucha personalidad para unos resultados muy buenos, compleja de procesar. Por esto mismo, cuando estuvo disponible utilizó también las diapositivas Ektachrome, también de Kodak, con un procesado más sencillo, con menos personalidad, y que tienen el inconveniente de que se degradan mucho más deprisa en el tiempo. La exposición nos ofrecía alguna muestra de esto.

Las dos diapositivas superiores son Kodachrome, y apenas han perdido sus colores originales, mientras que las dos inferiores son Ektachrome, y han sufrido mucho más el paso del tiempo. Supongo que en ambos casos serán copias de los originales. Por lo tanto, las copias en papel expuestas proceden de un proceso de cuidada e intensiva restauración del material sensible original.

Otro documento muy interesante es la grabación radiofónica de 1947, en la que Capa hablaba de sus memorias como reportero gráfico en la guerra mundia, "Slightly out of focus", y de su experiencia con John Steinbeck en su visita a la Unión Soviética en pleno inicio de la guerra fría. Es la única grabación que se conoce con su voz original. Os lo voy a poner porque es muy interesante, aunque no tiene el subtitulado en castellano que nos ponen en la exposición.

En la entrevista uno se da cuenta de varias cosas. Independientemente de lo gran fotógrafo que era, era un tipo simpático, con don de gentes. E indudablemente era un redomado caradura. Un sinvergüenza, aunque fuera un sinvergüenza simpático. En la entrevista cuenta su versión de cómo llegó a ser "Robert Capa", su nombre original era Endre Ernő Friedmann. Lo cuenta como una ocurrencia personal, aunque hoy en día se sabe que pudo deberse a su amante, también fotógrafa, Gerda Taro, y que al principio era la marca para las fotografías de ambos. Incluso hay fotografías de aquellos años 30, especialmente de principios de la guerra civil española cuya asignación a uno u otro es dudosa. También cuenta de una forma muy teatrera cómo obtuvo la foto del miliciano caído, versión también en entredicho. Pero es muy ameno y divertido contando anécdotas.

Cuando salimos del Círculo de Bellas Artes, la tarde estaba muy avanzada y sólo quedaba tiempo para ir paseando tranquilamente hasta la estación de Madrid-Puerta de Atocha para coger el AVE a las siete y media de la tarde. A pesar de la lluvia, el conjunto del día fue muy agradable, y las exposiciones visitadas muy muy recomendables. Si pensáis ir por Madrid próximamente, no os las perdáis, o haced lo posible por visitar alguna de ellas.

Recomendaciones semanales - del 1 al 8 de mayo de 2016

Mañana lluviosa que parece que va a impedir que salga con un grupo de buenas gentes a hacer unas fotografías en uno de los barrios de Zaragoza. Bueno, así me puedo plantear la redacción de estas recomendaciones con más tranquilidad. En primer lugar, como de costumbre, el tablero de Pinterest con las fotografías que me han llamado la atención en internet en estos últimos siete días.

En segundo lugar, las fotografías acompañantes corresponden a la sesión de positivado que realizamos ayer de los negativos del II Encuentro "analógico" del que ya os he hablado en un par de ocasiones, o tres. En un momento dado, me di cuenta que hacía casi quince años que no ampliaba copias fotográficas en un cuarto oscuro con una ampliadora y con la húmeda liturgia de hacer pasar el papel fotográfico por los distintos baños que convertirán la imagen virtual en imagen real. Cuantos errores de principiante realizas cuando te desentrenas. Pero fotos obtuvimos. Porque sigo pensando que más allá de lo conveniente que sea la fotografía digital, las imágenes fotográficas tienen que acabar ampliadas en un papel, y la relación física e íntima que te otorgan los procesos fotoquímicos es más satisfactoria que los digitales. Y que la nitidez no lo es todo, que hay otros sentimientos de realización menos fáciles de explicar al obtener la imagen final.

Las dos fotografías sobre papel de 10 x 12 pulgadas, aproximadamente, 25 x 30 cm (un poquito más).

En cuanto a las recomendaciones fotográficas, como de costumbre empezamos retratrayéndonos hacia atrás en el tiempo, y nos vamos a los retratos psicológicos de Marcel Sternberger tal y como nos los muestran en American Photo. Frente al glamour de las fotografías de famosos en la época, nos encontramos con retratos mucho más directos e introspectivos. Es curioso que frente al uso de cámaras de medio y gran formato que dominaban el retrato en los años 30 y 40 del siglo XX, Sternberger se pusiera a los mandos de una pequeña Leica, adecuada para viajar ligero a la hora de realizar reportajes, pero sin la capacidad de registrar información que tenían las anteriores. A mí me han parecido muy interesantes. He encontrado poca información sobre este fotógrafo en la red.

Otro fotógrafo de quien tampoco conozco gran cosa, y que también podría calificarse entre los clásicos es Ian Berry, a quien Cartier-Bresson invitó a unirse a Magnum en 1962. Nos lo cuentan y nos muestran algunas fotografías en Camerafilia, donde comprobamos que tenía ese estilo de fotografía documental que podemos asociar a otros fotógrafos británicos de la época y que a mí me gusta bastante. Todavía se encuentra en activo.

Aunque algunos de los presentes teníamos alguna experiencia en la ampliación de fotografías, también había quien se acercaba por primera vez y tenía que avanzar calmado en todos sus pasos.

Un cuento de Julio Cortázar, que tuve ocasión de leer en su momento, inspiró una de las película sobre fotografía más interesantes que conozco, película que por otra parte es importante en la historia del cine por sí misma, independientemente de su relación con la fotografía. Pero es menos conocido que realizó un libro de viajes y fotografías con su mujer Carol DunlopLos autonautas de la cosmopista (o Un viaje atemporal París-Marsella). Después de leer el artículo que le han dedicado a este libro en Clavo Ardiendo, me han entrado muchas ganas de leer este libro. Dunlop murió pocos meses después. También fue el último libro que escribió Cortázar, que murió al año siguiente de publicarse el libro.

Otro clásico de la fotografía documental, Bruce Davidson. En este caso, fotógrafo documental de la más pura escuela norteamericana, aunque no le faltan influencias de los fotógrafos británicos y franceses, desde mi modesto punto de vista. Nos recuerdan en L'Oeil de la Photographie que se acaba de publicar una biografía ilustrada que puede ser interesante.

Tras realizar las hojas de contactos y seleccionar los mejores negativos, estos se colocan con cuidado en los portas.

Cindy Sherman es una de las fotógrafas más cotizadas en la actualidad, y una de las pocas que es mencionada sistemáticamente en los tratados de arte moderno y contemporáneo, que suelen relegar a la fotografía a un segundo plano. A mi, personalmente, me produce reacciones contrapuestas. Creo que su serie Untitled Film Stills es realmente muy interesante y supone una propuesta fundamental en la historia de la fotografía contemporánea, pero luego esta fotógrafa conceptual ha insistido con frecuencia en variaciones más o menos elaboradas sobre los mismos conceptos que no siempre me han convencido. En Flavorwire nos dan la oportunidad de comprobar cómo desarrolla estos conceptos en la actualidad, donde se ha alejado de las sencillas cámaras y pequeños negativos en blanco y negro, para adentrarse en el uso de la copia de gran formato digital sobre metal. No hay que defraudar a los coleccionistas, que prefieren grandes obras de más de un metro de largo que las pequeñas ampliaciones sobre papel en blanco y negro... uy, ya me ha salido el lado crítico.

En Cada día un fotógrafo/Fotógrafos en la red nos han anunciado que andan muy apretados de tiempo, y que van a alternar las reseñas nuevas de fotógrafos con las que publicaron hace unos años. Realmente, puede estar bien recuperar o dar segundos vistazos a fotógrafos ya conocidos. De los que han mostrado esta semana yo me quedo con la japonesa Kimiko Yoshida. Con el autorretrato conceptual como punto de partida, con el que viaja por todo el mundo, transformándose en mujeres de todo tipo de culturas. Nos ofrece un trabajo que está a caballo entre la fotografía, la performance y otras artes contemporáneas. Me parece muy interesante, y su página web da para perderse mucho rato.

Andábamos escasos de marginadores, y había que encuadrar un poco a ojo o con ayuda de hojas del tamaño adecuado.

Les Krims es otro fotógrafo que no es fácil. También moviéndose en el terreno de lo conceptual, sus fotografías con frecuentes desnudos, e incluso con escenas sexuales relativamente explícitas, suponen afiladas y profundas críticas a la sociedad occidental y específicamente a la norteamericana. A medio camino entre la parodia y el drama su visión no es especialmente esperanzadora, puesto que nos habla más de hipocresías que de evoluciones positivas.Nos lo han contado en Hunter Art Magazine.

Yo creo que ya he hablado en alguna ocasión del trabajo de Mihaela Noroc. O sus fotografías aparecen con frecuencia en mis tableros de Pinterest. Esta semana han mostrado su trabajo en Feature Shoot. Noroc es una fotógrafa romana que lleva varios años viajando por el mundo con su cámara de fotos reflejando la belleza femenina sin prejuicios raciales. Con frecuencia, en los medios hay un sesgo eurocéntrico a la hora de definir los canones de belleza en las personas. Incluso cuando se trata de personas con rasgos propios de otras latitudes, generalmente se aceptan como bellas aquellas que se acercan más a las formas caucásicas. El trabajo de Noroc, The Atlas of Beauty, trata de romper esta visión. Realmente, sus retratos son técnicamente excelentes dado que los toma al vuelo. Pero sigo pensando que, aunque se esfuerza, y hay una notable variedad de rostros femeninos, todavía hay un sesgo sobre a lo que los europeos nos parece una mujer bella aun en otras latitudes del mundo. Pero bueno, merece la pena bucear en sus archivos para dar con aquellos ejemplos donde afortunadamente se rompe este sesgo y tenemos la auténtica sensación de estar ante bellezas originales y distintas. Bien por la diversidad.

Importante el cuidadose enfoque de la imagen, para conseguir la mayor nitidez posible.

Un poco de concienciación social. En Lenscratch nos proponen conocer el trabajo de Jennifer Little, una fotógrafa que se ha ido a Owens Lake, un lago seco que encontramos en California, y que se encuentra seco debido al trasvase masivo de agua para consumo humano hacia Los Ángeles. La consecuencia ha sido la desecación del lugar, y el acúmulo de sustancias en forma de polvo que es transportado por el viento, y que es la principal fuente de contaminación de partículas carcinogénicas en Estados Unidos. La sobreexplotación de los acuíferos, tanto de aguas superficiales como profundas, siempre da lugar a consecuencias indeseadas, de las que los políticos más populistas que prometen todo tipo de trasvases y regadíos masivos no se dan por enterados, constituyendo amenazas ambientales de primer nivel. Los políticos, digo. Curiosamente, las fotografías de Little no carecen de belleza paisajística.

Y os dejo para terminar dos recomendaciones que no he tenido tiempo de revisar a fondo. Por un lado la página del colectivo Nophoto, un colectivo de fotógrafos que nace en España hace ya más de diez años con el fin de impulsar proyectos individuales o colectivos no convencionales. A ver si le puedo dedicar un poco de tiempo y extraigo alguna recomendación personal concreta. Por otro lado, en A Photo Editor nos cuentan que ha salido el cuarto número de Photographer's Quarterly, que también promete revisar las obras de algunos fotógrafos destacados, unos más conocidos que otros. Lo dicho,... si encuentro algo de tiempo, lo reviso, y os propongo alguna recomendación personal.

Luego ya viene la "magia" de ver aparecer la imagen en la bandeja del revelador... "magia" que no es magia, sino ciencia combinada con arte, la mejor clase de "magia".

Recomendaciones semanales: del 2 al 9 de agosto de 2015

Cuando esta mañana he abierto mi Pocket y he visto que tenía más de 30 artículos etiquetados como "recomendación", me ha dado un susto de muerte. Demasiados. No sé que plan he llevado esta semana a la hora de reservar posibles recomendaciones para este domingo. En fin. Intentaré expurgar y dejar algo coherente. Y a ser posible refrescante. Como el tiempo que nos ha llegado este fin de semana, que nos ha aliviado del caluroso verano que estamos sufriendo este año. ¿El mes de julio más caluroso de los que se tienen registrados en Zaragoza, han dicho? En fin. La llegada de nubes y luz más suave también ha permitido usar más la cámara a la caída de la tarde, frente a las duras luces que hemos sufrido estas semanas atrás. Os dejaré algún ejemplo de ello.

Bueno, mientras iba escribiendo el párrafo anterior iba pensando en algunos criterios para seleccionar entre tanto artículo guardado, y al final me he quedado con un número más razonable, que podréis encontrar interesante, creo yo.

Siempre empiezo con uno o varios clásicos, para recordarlo, para revisar su obra. Y esta semana ha sido el turno para el excelente Bruce Davidson. La excusa ha sido el artículo en Siéntate y observa... donde nos cuentan la historia de una de las fotografías más notables de Davidson, la de una adolescente londinense de extraña y misteriosa belleza, con una mirada y un rostro muy interesantes. Reflejo de un mundo en evolución, de la grisura de posguerra a lo que sería la colorida época del "Swinging London", probablemente.

El retrato es una disciplina curiosa. He llegado a una conclusión. No es difícil hacer un retrato resultón, agradable. Lo realmente difícil es hacer un retrato trascendente, que diga algo más, que muestre el interior de las personas a partir de la imagen que recoge el fotógrafo. Eso sí que es difícil. Esta semana leí un artículo en Lenscratch sobre sobre la serie Longing in Black de la fotógrafa Lydia Panas, y me pareció un ejemplo. Una iluminación no muy compleja. Una disposición sencilla y común a todos los sujetos, ropa negra y fondo oscuro, y partir de aquí, intentar sacar petróleo de estas constricciones, sobre la base de la mirada sobre el sujeto, sobre la persona. También es una colección de miradas. Incluso cuando el retratado cierra los ojos o vuelve la espalda a la cámara.

Me cuesta mucho traer a estas páginas recomendaciones sobre fotógrafos de moda. Tengo algunas reservas de carácter ético y estético sobre el trabajo de muchos de estos fotógrafos. Pero esta semana, en Cada día un fotógrafo/Fotógrafos en la red nos han hablado de un fotógrafo coreano, Kim Kyung Soo, que está tratando de actualizar y proponer alternativas basadas den el traje tradicional de su país. Y me he encontrado con su serie The Full Moon Story, que me parece de una impresionante calidad técnica y elegancia estética.

He comentado en más de una ocasión que fotografía y arquitectura son dos disciplinas que se llevan muy bien, aunque luego resulte que hacer buenas fotografías de arquitectura no es tan fácil como parece. En Urbanáutica he encontrado una entrevista con fotos a Laurent Kronental sobre su serie Souvenir d'un Futur, fotografías de una extraña belleza realizadas con cámara de gran formato de las feas colmenas de cemento y hormigón que surgen en las megalópolis modernas, especialmente aquellas que atraen al dinero y a las gentes sin futuro en otros lugares.

El paisaje es una disciplina que también me atrae mucho. No esos paisajes chillones y exagerados, sobreprocesados en los programas de edición digital de la imagen, sino los que nos ofrecen lo mejor de la luz natural, las formas, las texturas y los contrastes entre los elementos de la naturaleza. En Lensculture me he encontrado con la serie Hover de Mauro Pesce, con paisajes andinos chilenos en su caída hacia el oceano Pacífico, en la luz de la tarde, crepuscular e incluso en la noche, con algún destello o reflejo de las inevitables luces humanas. Conviene verlos en grande para admirar su intensidad.

Juguemos ahora con la realidad y la ficción. Cómo la fotografía puede ayudar a difuminarlas. Tomemos por ejemplo la historia que nos cuenta la fotógrafa Kim Hubbard en Proff de National Geographic. Sobre el proyecto que ella y Robb Kendrick han llevado a cabo para "devolver a la vida" a extintas especies de dinosaurios utilizando cámaras, objetivos y procedimientos del siglo XIX. Y unos dinosaurios que quizá no sean tan gigantescos y terribles como se supone que deberían ser. Y de paso nos cuenta sobre la excavaciones paleontológicas que nos descubren los secretos escondidos en la tierra sobre estos fenomenales seres.

Comenté hace un tiempo en mi Cuaderno de ruta mis impresiones sobre una de las mejores y más divertidas historietas que se pueden leer hoy en día, Saga. Una de las "razas" que aparecen en esta peculiar epopeya galáctica son unos androides o robots autoconscientes con el cuerpo humano y la cabeza con forma de monitor, televisor o cualquier otro tipo de pantalla electrónica de visualización que se nos pueda ocurrir. Por ello, cuando en L'Oeil de la Photographie vi la serie Very Fast Trip de Michaël Massart, no pude menos que preguntarme si habrá algún tipo de mutuo conocimiento o reconocimiento entre ambos. Y desde luego, sobre las ironías y connotaciones de esta visión de nosotros mismos.

No es fotografía. Es pintura. Óleos sobre lienzo. Pero tienen un aspecto fotorrealista. Salvo porque la mascota, un perrillo  que acompaña a su joven dueña, tiene un tamaño desproporcionado. Lo vi en Cross Connect Magazine, y el autor es Jeong Woojae.

Un aspecto también de irrealidad, y de serenidad tienen las fotografías en blanco y negro de la serie Pen 2002 de Shinya Ichikawa, y que podemos ver en Lensculture. Las fotografías están realizadas con una cámara Olympus Pen, cámaras de medio formato, es decir, que sobre película perforada de 35 mm obtiene negativos de 18 x 24 mm en lugar del estándar de  24 x 36 mm. La definición es menor como consecuencia del menor tamaño de la imagen, pero la cámara y sus ópticas son de buena calidad, invitan al formato vertical, y su relación de aspecto 4:3 es más armonioso que el excesivamente estirado 3:2 que nos impuso Oskar Barnack cuando ideó las primeras leicas. Y luego está el sabio uso del blanco y negro y de la selección de temas, en muchos casos en el ámbito de la naturaleza muerta y los objetos contidianos.

De mi panel de Tumblr, esta semana he extraído tres imágenes que han aparecido en La beauté de Pandora. Las tres en blanco y negro, muy distintas, pero muy sugerentes sobre las posibles historias que pueden tener detrás.

Unas jóvenes vistiéndose o desvistiéndose según lo ve el aleman Jo Jankowski.
Una niña con gato ante su casa tal y como nos la muestra el letón Inta Ruka.
La sugerente Medianoche del canario Rafael Arocha.

Siguiendo un poco con Tumblr, decir que esta semana me he suscrito a los blogs en esta plataforma de tres museos de arte moderno y contemporáneo que espero me aporten cosas interesantes:

SFMOMA (San Francisco Museum of Modern Art): véase esta fotografía de paisaje que juega con la abstracción de Delaney Yallen.
MoMA (Museum of Modern Art - el de Nueva York): por ejemplo, hablándonos del proyecto Analogue de Zoe Leonard.
LACMA (Los Angeles County Museum of Art): a este me he suscrito esta mañana mismo y aun tengo pendiente de explorar, pero me interesa su etiqueta #LACMAPlusYou, en el que integra al museo con sus visitantes.

Finalmente, termino con el número 77 de Fraction Magazine que salió al público en este principio de mes de agosto. Interesantes los paisajes de la serie Pull de Patti Hallock; los desolados interiores de Architecture of an Existential Threat, en el que se reflexiona sobre la vida con la sensación de perpetua amenaza en Israel, según Adam Reynolds; la exposición colectiva Age of Abundance, sobre el exceso de consumo de recursos en la civilización actual.