La fotografía como afición y otras artes visuales

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ActionSampler Clear - Cámara de juguete con posibilidades

Creo que ya lo he comentado alguna vez. Para un aficionado razonablemente serio a la fotografía, incluida la fotografía con película basada en los haluros de plata y otros procesos fotoquímicos, Lomography es objeto de una relación de amor y odio al mismo tiempo. Me explico.

Por un lado, hay que reconocerles que han jugado un importante más importante del que nos gustaría reconocer en mantener vivo un mercado que permita mantener la afición a la película fotográfica tradicional. También hay profesionales que siguen fieles a ella. Pero no entre los que consumen cantidades importantes como para justificar el interés de los fabricantes por suministrar equipo y consumibles. Los que trabajan a destajo, se ha pasado al digital, porque a la larga, e incluso a la corta, es más eficiente. Quedan aquellos que tratan la fotografía como una de las bellas artes, que siguen fieles a ella, y algún excéntrico que ofrece a sus clientes el aspecto final de la película tradicional en el reportaje social. O sea la BBC, bodas,  bautizos y comuniones, especialmente si el cliente tiene posibles. Así que la cosa de la película tradicional es cosa de aficionados y artistas. Y Lomography ha hecho mucho por los aficionados. Dudo que haya hecho mucho por el arte... aunque a veces vendan esa idea.

Por otro lado, se han "especializado" en vender cámaras malas a precios caros. Han creado una inflación en el coste de los equipos, que quizá sea un poco artificiosa. Ellos venden sus cámaras a un precio excesivo para la calidad que tienen. Pero también han provocado que haya más demanda de segunda mano para cámaras decentes, las millones que hay por ahí, abandonadas por sus dueños que se contentan hoy en día con las fotos del teléfono móvil. También promocionan acabados cutres y chapuceros, como si fueran "artísticos". Polvo, rayas, pelos, goterones del revelado, filtraciones de luz,... cosas que ha quince años eran una demostración de zafiedad, hoy en día son... "cool".

Como decía,... amor y odio simultáneamente.

Bien. En su catálogo de cámaras o chismes, hay cosas que pueden resultar razonables. Y divertidas. Es innegable. Y este es el caso de esta ActionSamplear Clear que os presento hoy. Por menos de 30 euros, puede proporcionar diversión, alegría y quien sabe si alguna foto interesante. Por qué no.

Como veis en la foto de presentación, su característica principal es que tiene cuatro objetivos que producen cuatro imágenes similares, pero no idénticas sobre un fotograma estándar de 36 x 24 mm. Similares, porque todas apuntan al mismo sitio, y trasladarán a la imagen los mismos objetos. No idénticas, por dos razones. La primera es que entre las cuatro habrá un cierto error de paralaje, su punto de vista es ligeramente distinto. Lo cual se manifestará especialmente en los objetos cercanos. En la distancia, ese error se minimiza. La segunda es que el obturador va abriendo brevemente la apertura de cada una de ellas secuencialmente en este orden: amarilla, azul, roja y, por último, verde.

Es pequeñita. Podéis haceros idea del tamaño con el carrete de Bergger Pancro 400 con la que la he probado. Prácticamente, bolsillera. Y podéis ver que en el interior hay cuatro tabiques que dividen el área de proyección de cada lente, evitando que se mezclen las imágenes. Ya aviso que hay bastante gente que se carga estos tabiques, porque el efecto es mejor sin ellos. A la vista de mis pruebas, y de lo que he visto a otros compañeros de afición, tienen razón.

Lo que hay que manejar de la cámara es elemental. Un visor de visión directa, azul clarito, que se repliega sobre la parte superior de la cámara. Un botón disparador, el amarillo, que al menos en mi ejemplar va bastante duro, provocando un retardo en el disparo. Esto es importante, porque la gracia de la cámara es usarla en situaciones de acción, para que el movimiento del sujeto se refleje en las cuatro imágenes del fotograma. Pero si no es reactivo,... es difícil controlar la cosa. Una rueda de avance de la película, rosa, y una palanca de rebobinado, verde. Para qué más. Un cordón permite sujetarla a la muñeca. 

Pero,... cuáles son los resultados...

Como ya he comentado, he utilizado un carrete de Bergger Pancro 400 para probarla. El revelado lo he hecho con TMax Developer, a una dilución 1+9, nueve minutos a 20 ºC. Pero... Pero. Lo cierto es que desde hace un mes es la primera vez que uso este revelador, que es reutilizable un determinado número de ocasiones. Se supone que un litro de preparado, 1+4, admite entre 15 y 20 carretes una vez preparado, según el tipo de película. Y que conviene desecharlo al mes de haberlo preparado, guardándolo mientras protegido de la luz. El caso es que hace unos días lo usé con una Lomography 100 Earl Grey, que lo dejó coloreado de verde. Lo tendría que haber desechado en ese momento, pero lo he usado de todas formas. Y el negativo ha quedado con muchas impurezas. He sido un idiota vamos. Revelar a revelado... pero una chapuza.

Observad el lateral derecho de esta última foto y veréis los restos de impurezas. Además, como ya había observado hace unas semanas, la Pancro 400 tiene una estabilidad dimensional. Se retuerce como una culebra. Por lo que es complicado manipularla una vez revelada, lavada y seca. No digamos mantenerla plana en el escáner. El caso es que es más fácil que se adhieran pelillos y partículas de polvo. La gloria de un "lomógrafo", vamos. Una pena, porque es una película que había probado y usado previamente en formato medio, donde no había apreciado este problema. Tienen distinta base. La película de medio formato usa como base el PET (Tereftalato de polietileno), mientras que la de 35 mm usa el acetato (de celulosa). Bergger jura y perjura que ambas llevan una capa para mantener la estabilidad dimensional, pero en la de 35 mm obviamente no funciona. Si buscáis por ahí, no soy el único que se queja.

Como veis, la he usado en diversas situaciones. He de decir que aquellas en las que se marcan más las diferencias entre los cuatro fotogramas, que implican a personas, no se ven aquí. O son niños, cuyas imágenes no publico, o adultos que prefieren no salir, o que no sé si les apetece, en un blog como este. Estas son las que más gracia e interés tienen ya os lo advierto.

Las cuatro lentes que lleva tienen una focal de 26 mm. Dado que cada una de las imágenes es una cuarta parte del fotograma, para encontrar la focal equivalente en el caso de que la imagen ocupara el formato completo, basta multiplicar por 2. Equivalen a cuatro objetivos de 52 mm, focales estándar. Hay que decir que el área de cada una de las cuatro imágenes es similar a la de un sensor micro cuatro tercios, aunque las proporciones no son las mismas. La apertura es fija a f/8, y la velocidad de obturación que se anuncia es de 1/100 segundo. Según esto, con una película de ISO 100 o 125 bastaría para fotografiar en situaciones que van desde el día soleado y despejado hasta un nublado no muy denso.

El caso es que yo he utilizado un negativo en blanco y negro con una sensibilidad nominal de ISO 400, y me han quedado unos negativos muy poco densos. Al verlos, me quedé con la impresión de que la subexposición iba a ser palmaria. Pero lo cierto es que al digitalizarlas no me he encontrado con sombras empastadas. En todos los negativos era posible apreciar detalle incluso en las sombras más densas. Desde luego, a mí esta película no me deja mal nunca. También pensé que la mala calidad de la solución reveladora podría haber influido. La dilución y tiempo empleados no aparecen en la hoja de especificaciones de la película, las he obtenido del Massive Developer Chart en Digitaltruth.

Lo que sí puedo decir es que la nitidez es bastante floja. Si además mueves la cámara para variar los encuadres durante la toma, todavía se pierde más nitidez. Pero no creo que nadie use esta película por su nitidez. En fin. Un divertimento. Ahora me queda eliminar los tabiques para mejorar el aspecto de las copias finales, y probarla con un carrete en color. Probablemente un Fujicolor Superia Xtra 400, que suele comportarse muy bien en todo tipo de circunstancias. Ya os contaré.