La fotografía como afición y otras artes visuales

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A16S - Respaldo "superslides" para Hasselblad V y un paseo de domingo por la mañana

En varias ocasiones ya os he hablado de mi cámara Hasselblad 5003CX, uno de los modelos relativamente avanzados de la gama Hasselblad V. Que son las cámaras clásicas de Hasselblad, réflex, de medio formato, de las que uno habitualmente obtiene los conocidos fotogramas cuadrados de 55 x 55 mm aproximadamente. O redondeando, como se hace habitualmente, de 6 x 6 cm. Se diferencia de las Hasselblad H, que son las que están mejor preparadas para alojar respaldos digitales, que cuando usan respaldos para película son de fotogramas rectangulares de 6 x 4,5 cm (55 x 42 mm aprox.) Las dimensiones de los sensores digitales en los respaldos de este tipo varían.

El caso es que hay varios respaldos disponibles para el sistema Hasselblad V. El mencionado formato 6 x 6 cm se puede conseguir con el respaldo A12, 12 exposiciones con película tipo 120, o con el respaldo A24, 24 exposiciones con película tipo 220. Esta última ya no se consigue. Pero también están los respaldos A16 y A32, que ofrecen 16 y 32 fotogramas de 6 x 4,5 cm sobre película de tipos 120 y 220 respectivamente. Y estaba el impresionante respaldo A70, que ofrecía entre 100 y 200 fotogramas, según el grosor de la película, sobre rollo de 70 mm de película de doble perforación. Creo que eran fotogramas cuadrados también de 6 x 6.

Y luego estaba el A16S. Donde la S según algunos sitios viene de "square", cuadrado, es decir 16 exposiciones cuadradas sobre película del tipo 120, y según otros viene de "superslide", es decir, fotogramas aptos para los marquitos de diapostivas tipo "superslide". El marquito tenía las mismas dimensiones exteriores que uno para fotogramas de 24 x 36 mm, pero albergaba un fotograma de 40 x 40 mm aproximadamente, de los que caben 16, en efecto, en un carrete de película del tipo 120.

El caso es que, además de la 503CX, tengo otro cuerpo de Hasselblad. Un 500CM que me regalaron porque no funciona. Probablemente se pueda arreglar, no sé lo que me costaría. Pero teniendo el 503CX en funcionamiento, no he sentido la necesidad. Y venía, viene, con un respaldo de tipo A16S. Estos son poco valorados hoy en día. Supongo que el dueño original se desprendió de él, y se quedó con los A12 mucho más útiles. La única ventaja actual del respaldo A16S es que puedes hacer un 33% más de fotos que con el A12 habitual. 16 frente a 12. Pero uno hace formato medio para tener un negativo notablemente más grande y con abundancia de información ¿no? Los negativos de 6x6 tienen 3,5 veces más superficie que los de 24x36, mientras que los de 4x4 no llegan al doble. Un 85% más grandes. Que no está mal si lo pensáis bien.

Otro efecto de usar un negativo más pequeño es que la focal efectiva de los objetivos aumenta. Es lo que pasa con las cámaras digitales tipo APS-C con respeto a las de fotograma completo. En este caso, un Planar 80 mm f/2,8, que ejerce de objetivo estándar, con una ángulo de visión en la diagonal del fotograma equivalente a un 44 mm en el formato de 24 x 36 mm, se convierte en esa focal en tierra de nadie, un equivalente a un 61 mm, que ni es un estándar ni es un teleobjetivo corto.

Demasiado largo para el reportaje, un poco corto para el retrato... Psssss...

No obstante, este domingo, ante la oferta del buen amigo Rafael Ricote para salir a hace un fotopaseo el domingo por la mañana, al que se apuntaron otros cuatro animosos amantes de la fotografía, decidí utilizar este respaldo. El único motivo era... por usarlo... y por tener la posibilidad de hacer un 30% largo más de fotografías con la misma cantidad de película. Por cierto, que el amigo Rafael también ha comentado este paseo en su blog, donde aparezco yo mismo en acción.

No lo voy a negar. Entre que la focal, ese equivalente a un 60 mm, es inusual, y que para ahorrar volumen me llevé el visor de capuchón, el que nos ofrece la imagen invertida lateralmente, en lugar del pentaprisma, no me encontré tan cómodo como otras veces. Y eso se notó en algunos fallo en los fotogramas. Por ejemplo en alguna fotografía con el enfoque poco atinado. Aunque con efectos más o menos logrados.

El hecho de que a ratos nos acompañase la lluvia, con muy escasa intensidad eso sí, tampoco ayudaba a mejorar la nitidez. En ausencia de un trípode que no me apeteció llevar, difícil encontrar apoyos sin chipiarse la ropa o las manos. O la cámara. Y eso que la temperatura no estaba excesivamente fría, que eso también contribuye a veces a que los cuerpos metálicos se manejen más incomodamente. No es que eso pase con la Hasselblad que ya está pensada para que los agarres estén razonablemente protegidos. Pero al fin y al cabo es una cámara más pensada para el estudio o para la toma controlada que para la fotografía callejera improvisada. Quizá hubiera hecho mejor en llevarme el Distagon 50 mm f/4. Con el que hubiera tenido el equivalente a un 38 mm, en lugar de un equivalente a un 28 mm que es lo que sucede con el respaldo A12.

La digitalización de los negativos está hecha con la cámara digital Panasonic Lumix GM5 y el objetivo Panasonic Leica DG-Macro Elmarit 45 mm f/2,8 ASPH OIS. De esta forma, he obtenido una resolución espacial efectiva por fotograma de alrededor de 12 megapíxeles. Las tres cuartas partes de los 16 megapíxeles totales que ofrece el sensor de la GM5. Con el escáner Epson Perfection Photo V600, a su resolución óptima de 1800 píxeles por pulgada, sólo hubiera obtenido 8 megapíxeles por fotograma. Sólo merece la pena para negativos de 6 x 4,5 en adelante. Y este último tamaño, por los pelos.

En cualquier caso, fue una mañana muy provechosa y muy entretenida, donde las dos horas en las que estuvimos haciendo fotos + tomando el vermú se pasaron en un vuelo. Buena compañía, una cámara con la que no te aburres, y oportunidades para ejercitar y entrenar la mirada siempre son una buena forma de pasar el domingo por la mañana.

Hasta pronto.