La fotografía como afición y otras artes visuales

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Recomendaciones semanales - del 18 de septiembre al 2 de octubre de 2016

Como el domingo pasado dediqué el artículo de esta serie a los "cacharros" fotográficos presentados en la Photokina 2016, las recomendaciones de esta semana se han acumulado en las dos últimas semanas. Quizá de una forma un poco caótica, aunque les intentaré dar cierta estructura. En cualquier caso, a continuación el tablero de Pinterest que si se corresponde exclusivamente a la última semana, entre el 25 de septiembre y el 2 de octubre.

Las fotografías que van a acompañar la entrada de hoy son una prueba técnica que estuve haciendo hace unas semanas. Antaño nos decían que se podía forzar la película negativa en blanco y negro y la película diapositiva en color o en blanco y negro. Pero no la película negativa en color, porque aparecían alteraciones de los colores potencialmente desagradables. Con las emulsiones modernas, nos dicen que esto no es así.

Forzar una película consiste en aumentar el tiempo de revelado recomendado. Con eso se consigue, en primer lugar, aumentar el contraste. Por lo que puede ser adecuado en situaciones de luz muy plana. Pero con frecuencia se usa para fotografiar en condiciones de poca luz con película de sensibilidad insuficiente. Si una película de 400 ISO se utiliza con un índice de exposición 1600, subexposición de dos pasos, se puede aumentar el tiempo de revelado de modo que los tonos medios y las luces se sitúan en su lugar. Aunque las sombras sea difícil recuperarlas, porque donde no hay materia no puede obtenerse imagen. El otro efecto secundario es que el grano de la película se hace más grande y notorio.

El forzado lo he practicado ocasionalmente con película negativa en blanco y negro, pero nunca con negativos en color. Así que cogí un carrete de Kodak Portra 400 y lo puse en la Canon EOS 100 calzada con el EF 40/2,8 STM. Y me puse a hacer fotos. Estos son los resultados.

En cuestión de unos días salgo de viaje hacia extremo oriente. Ya os contaré. Quizá por eso en las recomendaciones de hoy hay varias que tienen que ver con esa región del mundo. En primer lugar, en L'Oeil de la Photographie, hace unos días nos mostraron tres artículos (12 y 3) con fotografías de la revista Provoke, una revista que nació en los años sesenta como reacción a los cambios que se estaban produciendo en Japón en la posguerra. Revista contestataria que produjo algunos notables fotógrafos modernos japoneses con unos estilos propios muy interesantes, como Takuma Nakahira, Yutaka Takanashi, Daido Moriyama, Koji Taki o Yusuke Taki.... entre otros. También permitió mostrar el auge de la "performance" en aquel momento en el país nipón. Duró poco pero dejó legado.

En Clavoardiendo nos han hablado de otro fotógrafo japonés contemporáneo, Masao Yamamoto. Fotografía de pequeño tamaño con el minimalismo propio de la cultura japonesa aplicado tanto a paisajes, como retratos, como desnudos o bodegones. Está en una exposición en Avilés.... ay, me pilla un poco a desmano.

En L'Oeil de la Photographie nos han traído esta semana un par de artículos sobre Xiao Quan, fotógrafo chino que de alguna forma nos recuerda al esfuerzo de August Sander por retratar a la sociedad de su país. Si aquel fue la Alemania de entreguerras, este es la China, llena de contradicciones de la actualidad. En el primero de los artículos nos muestran los retratos de personas importantes en la cultura y las artes chinas actuales. En el segundo son las gentes comunes y diversas las que se hacen protagonistas. Ambos son interesantes. Y me gusta que haya humor en muchos de los retratos. Humor sano, en complicidad con los propios retratados.

Dejemos el extremo oriente. En Cultura Inquieta nos hablan de una serie de fotografías no publicadas y desconocidas de Dennis Hopper. El conocido actor fue también un notable fotógrafo. Y aquí lo tenemos con imágenes realizadas al vuelo, con cámaras de un solo uso, reveladas en tiendas normales y corrientes, lejos de los circuitos profesionales. Blanco y negro, con escenas propias de cualquiera que quiera conservar recuerdo de viajes, situaciones familiares, entre amigos,... pero reflejando también la cultura de ansia de libertad que marcó el final de los años 60. Hopper tuvo muchas cosas que decir a lo largo de su vida, y se supo expresar de muchas formas. Contrasta de todos modos ese ambiente de libertad y ausencia de represión de las fotografías de esa época con su evolución posterior a posturas derechistas y consevadoras en política.

Susan Meiselas es una fotógrafa de la agencia Magnum que sin duda ha mostrado a lo largo de su vida su compromiso social y político. En vísperas de las elecciones presidenciales norteamericanas, donde uno de los candidatos, el más conservador, está usando el racismo y la xenofobia para atraer el voto de los sectores más intolerantes de la sociedad norteamericana, la fotógrafa como nos cuentan en el propio blog de Magnum Photos ha realizado un reportaje de la ceremonia de naturalización masiva de 298 nuevos ciudadanos de Estados Unidos, celebrada en el emblemático lugar de la Isla de Ellis, por donde entraron muchísimos inmigrantes en el país. Porque es irónico usar el arma de la inmigración en un país donde la casi totalidad de los habitantes son hijos de inmigrantes. Los nativos fueron casi totalmente exterminados por estos.

Y siguiendo con Estados Unidos, se siguen produciendo situaciones de tensión social por las muertes violentas de ciudadanos afroamericanos por actuaciones de las fuerzas de policía, que cada vez desencadenan más protestas bajo el eslogan "Black Lives Matter". En Format Magazine nos hablaron hace unos días de las protestas que se desencadenaron en Charlotte, Carolina del Norte, y que fueron documentados por el fotógrafo Justin Smith, que dota a las fotografías de un aspecto formal que las emparenta con las fotografías que conocemos de la lucha por los derechos civiles en los años 50 y 60 del siglo XX. Muy serenas, y muy expresivas, con un uso magnífico del blanco y negro.

Ayer hablaba en una entrada vespertina de mi Cuaderno de Ruta del momento de envejecer visto desde el punto de vista del cine. En Cada día un fotógrafo nos hablaban hace unos días de la fotógrafa Jane Paradise, que también incide en su obra en el envejecimiento, especialmente el de las mujeres, a las que dota de un aire mixto de belleza y melancolía. Interesante como reflexión sobre el envejecimiento en las sociedades modernas.

Un poco de paisaje entre tanta reflexión social. En L'Oeil de la Photographie nos han hablado de los paisajes en blanco y negro de Michael Kahn, que me han recordado a los de uno de mis favoritos, Michael Kenna, nombres muy parecidos. Sus estilos tienen elementos comunes pero también diferenciadores. Con una preferencia de Kahn por los paisajes marinos y menos por las larguísimas exposiciones de Kenna. También gusta de trabajar con aparatos mecánicos de formato medio 6 x 6. Es decir, Hasselblad.

Creo que ha gustado mucho esta semana el artículo de Fernando Puche en DSLR Magazine titulado "La fotografía no es analógica ni digital", en la que nos anima a no clasificar las imágenes fotográficas por la tecnología del momento de la toma, sino a reflexionar sobre las características que les dan significado o sentimiento, las que las convierten en producto de la creatividad y en potenciales obras de arte. Trascendiendo los elementos tecnológicos.

Curiosamente, eso me ha recordado una iniciativa del Rochester Institute of Technology que se publicó hace unos días. Un grupo de fotógrafos se subió a una terraza con el fin de fotografiar en la ciudad de Rochester el emblemático edificio Kodak. Y utilizaron una diversidad de medios. Una cámara de gran formato se usó para exponer una placa de colodión húmedo de 28 x 35 cm. Dos cámaras de gran formato para película de gelatino-bromuro de 12 x 9 cm similares a las que hubiera usado George Eastman en la década de los años 80 del siglo XIX. Y cámaras para película moderna de formato 135, 120 y gran formato de 12 x 9 cm y 25 x 20 cm exponiendo película Kodak Portra 160. Dos cámaras digitales documentaron todo el proceso. La torre fue iluminada por un grupo de voluntarios a pie de calle que apuntaron con los flashes y diodos de sus teléfonos móviles, con linternas, o con flashes de mano al edificio durante unos cuantos minutos, mientras los fotógrafos realizaban su exposición. Muchas formas de hacerlo, un solo sujeto, una diversidad de visiones. Creo que tiene que ver con lo que cuenta Puche.