La fotografía como afición y otras artes visuales

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Recomendaciones semanales - especial PhotoEspaña en Zaragoza

Como comentaba en mi Cuaderno de Ruta hace tres días, este fin de semana estoy liado con determinados quehaceres relacionados con mi trabajo, y no tenía claro si iba a poder subir mi sección habitual de recomendaciones semanales. Pero para una cortita y concreta, sí que me da tiempo, así que a ello voy.

Ya está la edición número 21, la del XX aniversario, de PhotoEspaña a pleno rendimiento. En su sede principal en Madrid, pero también sus sedes secundarias y en sus sedes invitadas. Entre ellas, Zaragoza. Tengo el proyecto de viajar a la capital un día a ver algunas de las exposiciones allí presentadas. Quizá con compañeros de la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza (AFZ). Pero si no, a mi aire, que además me puede servir para visitar a la gente que quiero y que le ha dado por vivir en tal lugar. Mientras, Zaragoza. A falta de que inauguren la "Ars Combinatoria" de Chema Madoz en la Lonja, tenemos las dos exposiciones del Centro de Historias. Una de ellas la visitamos de una forma muy especial. Os lo cuento.

El trabajo de Judith Prat (instagram), fotógrafa de la tierra, aragonesa, lo conozco desde hace tiempo. Pero no había tenido yo personalmente la ocasión de coincidir con el ella. Con motivo de la presentación dentro del programa de PhotoEspaña en Zaragoza de su exposición "Expolio", tuvo la bondad de realizar una visita guiada por ella misma para los socios de AFZ. Ocasión que no debía, ni podía, desaprovechar. Así que el pasado miércoles, a las siete de la tarde, allí estábamos todos. Lo cierto es que la exposición, con fotografías de una calidad excelente, en la mejor tradición del fotoperiodismo que combina información, denuncia y una adecuada combinación de ética y estética, se explica por sí misma. Dos escenarios, la República Democrática del Congo y Nigeria, dos materias primas que el primer mundo codicia, el coltán y el petróleo, dos situaciones de violencia enquistada y promovidas por la actitud de ese primer mundo interesado, y dos poblaciones que sufren, con especial incidencia en las mujeres, que sufren formas muy especiales de violencia, con frecuentes agresiones sexuales y con la pérdida de la libertad personal y el sometimiento a situaciones de exclusión social. Pero que te lo explique la autora, de forma clara, sin ambages, centrándose en lo esencial, pero sin olvidar los detalles que nos recuerdan que estos conflictos afectan a seres humanos de verdad, es un plus impagable. Así pues, visita de 10 sobre 10, que se cerró con un breve coloquio ante unas cervecitas en la propia cafetería del Centro de Historias.

Pero la de Judith no es la única exposición de PhotoEspaña en la Centro de Historias. Si con ella habíamos quedado a las siete de la tarde, yo aparecí por el centro alrededor de las seis y cuarto, para tener tiempo de ver la exposición "1968: el fuego de las ideas", del argentino Marcelo Brodsky. Estamos en el 50º aniversario del mayo del 68, y con él, del rosario de protestas y revoluciones, grandes o pequeñas, que surgieron por todo el mundo en aquella época. América latina, Estados Unidos, Europa occidental, la Europa del Telón de Acero,... Brodsky no utiliza fotografías propias, se apropia de las que se publicaron en la época, fotografías de prensa en su mayor parte, pero también extraídas de archivos policiales, en blanco y negro, sobre las que interviene. Les aplica colores y las comenta. No deja de ser una reflexión, bastante profunda, sobre lo que aquellas protestas fueron y lo que han supuesto.

Las conclusiones no dejan de ser agridulces. Cincuenta años, un repaso al estado de las libertades del mundo, y las tendencias que observamos, no dejan mucho margen al optimismo. Aunque también se pueden apreciar cambios positivos que nacieron de aquellas protestas. Pero sigue habiendo ausencia de libertad y censura en muchas partes del mundo, algunos regímenes despóticos han sido sustituidos por presuntas democracias en las que gobiernan opciones populistas, frecuentemente xenófobas y con políticas que abocan a la desigualdad socioeconómica. Países se han disgregado. A veces en medio de situaciones de gran violencia. Véase la antigua Yugoslavia. Y los jóvenes de aquellas protestas no han dejado de ser la generación que ha guiado el mundo a la situación actual.

Algunas de las reflexiones del párrafo anterior pueden ser de mi cosecha. No coyunturales. Las llevo pensando desde hace tiempo, y más con los recuerdos que nos hacen del aniversario de aquellas protestas. Y se deducen con facilidad de las fotografías que selecciona Brodsky y las intervenciones que sobre ellas realiza, los comentarios que en ellas o alrededor de ellas introduce. Por ligar las dos exposiciones vistas en esa tarde, la propia Judith Prat nos comentaba la ausencia de ética en la relación entre los países desarrollados y emergentes con los subdesarrollados, en cuyo subsuelo se encuentran las codiciadas materias primas. O la dificultad de publicar determinados reportajes en una prensa cada vez menos independiente, o con intereses distintos de los que hicieron de ella el llamado "cuarto poder", un poder regulador de los tres oficiales que señalan las constituciones de los países presuntamente democráticos.

En fin. En cualquier caso, visita obligada al Centro de Historias para cualquier aficionado a la fotografía de Zaragoza o que pase por la capital aragonesa en estas fechas. Y para los demás, aunque no seáis aficionados a la fotografía, también.